“FRENTE A LA ARREMETIDA
DE LA DERECHA CON SU CONSENSO DE WASHINGTON, ES IMPERATIVO EL CONSENSO DE
NUESTRA AMÉRICA”
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito
Ante los
avances de la derecha que busca en la región latinoamericana arrasar con los
logros sociales conquistados por los gobiernos progresistas mediante la
restauración de las malhadadas recetas neoliberales, se hace imperativo
consolidar “nuevas formas de hacer política en nuestro continente”, sostuvo el
comandante y exministro de Estado, José Ramón Balaguer Cabrera, histórico
combatiente de la Revolución Cubana, actualmente jefe del Departamento de
Relaciones Internacionales del Partido Comunista de la isla antillana, durante su
charla magistral brindada en el marco del III Encuentro Latinoamericano
Progresista (ELAP) que se realizó en la capital ecuatoriana entre el 28 y el 30
de septiembre.
Dijo que en los países
latinoamericanos en los que han triunfado recientemente las fuerzas
conservadoras, viene teniendo lugar la reconstrucción acelerada de las viejas
élites que buscan generar el atraso, desarticulando lo público.
“En términos, culturales hay un
esfuerzo sostenido por devaluar el proyecto de cambio”, dijo y a renglón
seguido recalcó que estas élites promueven la conflictividad que originan sus
políticas, “erosionan los pilares del consenso social, alimentando el clima de
ingobernabilidad que suele compensarse con la violencia estatal en sus diversas
modalidades”.
Alertó sobre “el carácter
reaccionario y antipopular de esta embestida que utiliza métodos y tecnologías
propias de la nueva doctrina de la guerra no convencional, particularmente en
el campo de las comunicaciones y la cultura, sin descartar acciones
desestabilizadoras y golpistas como se ha puesto de manifiesto, ahora en
Venezuela y Brasil, y antes en Honduras y Paraguay, entre otros”.
Denunció que estructuras de claro estirpe neoliberal
promovidas desde Washington como la Alianza del Pacífico y otras iniciativas de
libre comercio “tratan de esconder su esencia pro imperialista, cuyo objetivo
es perpetuar el papel de la región como suministradora de materias primas”. De
allí que lanzó otra alerta: “Este camino
facilita nuevos niveles de subordinación y dependencia de las economías
nacionales a las variantes de megatratados de libre comercio que están en
marcha, en detrimento de la soberanía y posibilidades de desarrollo de nuestros
países”.
Frente a esta arremetida de la
ultraderecha de claro tinte fascista que viene promoviendo golpes blandos como
el que acaba de suceder en Brasil con la destitución de la presidenta Dilma
Rousseff, o con la campaña de artimañas e infundios contra el plebiscito de la
paz en Colombia, el dirigente cubano sostuvo que en este escenario es necesario
elevar la moral revolucionaria y procurar los procesos de integración: “Es hora
del consenso para las transformaciones y el desarrollo de Latinoamérica y el
Caribe, lo cual rebasa los proyectos nacionales y requiere una comunidad de
objetivos y principios”.
En ese sentido, agregó, si la
ultraderecha con el patrocinio del gobierno estadounidense “se obstina en
aplicar el llamado Consenso de Washington (el recetario del modelo neoliberal),
nosotros debemos asumir nuestro propio programa. Es hora del Consenso de
Nuestra América”, enfatizó.
SIGNOS DISTINTIVOS DE UN PROYECTO DE IZQUIERDA
Balaguer expresó que la
experiencia acumulada por Cuba en sus 58 años de revolución, indica que si hay
voluntad política para impulsar un verdadero plan de desarrollo nacional “debe
proponerse superar las políticas que favorecen el monocultivo y la exportación
exclusiva de materias primas y productos básicos”. Asimismo, agregó, hay que
priorizar la industrialización de sectores estratégicos, energías renovables,
que garanticen la soberanía alimentaria y tecnológica, para lo que es
pertinente el despliegue de la ciencia y su aplicación práctica en los procesos
económicos. En ese propósito, dijo, “el papel del Estado es insustituible”,
además para “garantizar a todos los ciudadanos el disfrute de los derechos
humanos que son universales, indivisibles e interdependientes”.
Explicó que “la distribución
equitativa de la riqueza es uno de los signos distintivos de un proyecto de
izquierda. Las políticas fiscales deben orientarse y concebirse bajo el
principio de que no existe desarrollo genuino sin la mayor inclusión social
posible, la igualdad de oportunidades y el acceso de todos los ciudadanos a los
bienes y servicios socialmente productivos, según el aporte de cada cual”.
SIGUE EL BLOQUEO CRIMINAL CONTRA CUBA
El dirigente cubano se refirió
también durante su intervención en Quito, a la hipócrita actitud del gobierno
estadounidense del presidente Barack Obama, quien no obstante haber restablecido
relaciones diplomáticas con la isla, continúa imponiendo el bloque económico,
un crimen de lesa humanidad.
Denunció que según cifras
conservadoras, “entre abril del año pasado y marzo de 2016, los daños
económicos directos provocados por el bloqueo a Cuba ascendieron a no menos de
4680 millones de dólares a precios corrientes, calculados con todo rigor y de
manera prudente”.
“El presidente Obama dijo que el
bloqueo no funcionó, que no ha funcionado y que hay que levantarlo, pero no
dijo que es ilegal, que es una violación del Derecho Internacional; no dijo que
es una violación de los derechos humanos de los cubanos; no dijo que es
inmoral, que viola toda ética; ni dijo tampoco que es cruel y provoca daños
humanos”, puntualizó Balaguer.
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