LAS EXPECTATIVAS DE AMÉRICA LATINA FRENTE A LA AGENDA POST-PANDÉMICA DEL EXPOLIADOR Y DESVERGONZADO CAPITAL FINANCIERO INTERNACIONAL
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ /
Nuevamente América Latina
queda a la expectativa de la última movida del expoliador y cínico capital
financiero internacional, cuya camarilla nucleada en el poderoso Foro Económico Mundial (World Economic Forum) que cada año, en la última semana de enero, se reúne en
la localidad suiza de Davos, en el sentido de que, ante la pandemia del
Covid-19, ha determinado presentar en 2021 una agenda que busca salvaguardar el
fracasado sistema capitalista, cuyos operadores mundiales son directamente
responsables tanto de la crisis socioeconómica, climática como sanitaria por la
que atraviesa actualmente el planeta.
Secundado por
del depredador Fondo
Monetario Internacional (FMI) y de
organismos rapaces que congregan gánsteres económicos como el Club
Bilderberg y la Fundación Rockefeller, el Foro Económico Mundial (FEM) quiere reinventar el horizonte
del capitalismo para, a través de una nueva agenda de acciones, continuar
asaltando a la humanidad, como lo ha venido haciendo a través de los “Big Money” (léase bancos, fondos de
pensiones, entidades financieras e inversoras de alcance global), con la
complicidad de los Estados que en su gran mayoría han adoptado el modelo neoliberal.
Frente a la propuesta de
agenda de los buitres financieros, América Latina no puede quedar a merced de
lo que terminen imponiendo estos despojadores planetarios, por lo que se hace
prioritario y urgente que los sectores denominados progresistas, o de
izquierda, los movimientos sociales y los gobiernos que en la región le apuesten
a un nuevo horizonte una vez superada la crisis generada por la emergencia
sanitaria, comiencen a debatir una serie de temas que permitan anteponerlos a
las pretensiones de nuevo despojo de los globalistas neoliberales que han
malgobernado el mundo, llevándolo a una crisis civilizatoria.
El coronavirus está
permitiendo clarificar los debates y esclarecer las pugnas que estaban
planteadas veladamente. Queda, sin embargo, sacar las conclusiones adecuadas y
aprovechar el contexto para actuar rápidamente. El reto para las fuerzas
progresistas de la región es hacer una lectura pertinente de las tendencias en
desarrollo.
Expectativas para Latinoamérica
Varios analistas coinciden
en que la pandemia es una oportunidad para transitar hacia un mundo algo más
justo recuperando las funciones del Estado, cercenadas por un modelo económico
criminal como el neoliberal que ha condenado a la mayoría de la humanidad a la
miseria, la depredación ambiental, ahondando las inequidades sociales,
convirtiendo la vida humana en una vil mercancía en beneficio de unos pocos.
En lo que concierne a
América Latina, amplio sectores aspiran a que luego de los rigores de la
pandemia, los países del hemisferio tengan la posibilidad de entrar por la
senda del Estado de Bienestar en términos de acción y de consenso social y
político. La realidad, en contraste, de ninguna manera es halagüeña frente a
tan legítima aspiración, por cuanto lo que demuestra la crisis vírica es que mientras
buena parte de la economía mundial se hunde, los gigantes de la economía
digital se expanden aceleradamente con dos tendencias muy firmes: ganancias extraordinarias
de corto plazo y concentración monopólica. Además, se consolida el desarrollo
de un capitalismo de vigilancia. Ello deja en evidencia la existencia y
profundización de un campo de tensión entre la dinámica técnica-económica y las
ingentes necesidades, así como las dificultades por lograr el desarrollo
social.
Una nueva agenda para afianzar el despojo y el control global
En medio de la emergencia
planetaria, el Foro de Davos a través de dos de sus más representativos e
inescrupulosos voceros como el príncipe Carlos de Gales
y el empresario alemán, integrante del Club Bilderberg, Klaus
Schwab, fundador de esa cofradía
de la especulación y la usura que se reúne en la mencionada ciudad helvética
anualmente, anunciaron la realización de una ‘cumbre gemela’ en la que se
presentará la nueva agenda de la ‘élite’ gobernante y financiera, bautizada con
el nombre de El
gran reinicio.
Para estos delincuentes financieros de cuello blanco se
trata de reiniciar o ‘resetear” el mundo, como cuando se paraliza un
computador, de ahí la alegoría, una vez las naciones superen la crisis
sanitaria. De esta manera, buscan pasar a la ofensiva y sentar las bases de lo
que será el mundo post-pandémico para continuar sus actividades de pillaje,
ampliamente conocidas y así perpetuar el despojo y el control global.
En un lenguaje edulcorado, Schwab escribió un artículo
periodístico publicado en el portal web del FEM el pasado 3 de junio que tituló
Ahora
es el momento de un "gran reinicio", en el que de manera ladina
plantea la necesidad de invertir la lógica neoliberal retornando al
fortalecimiento de los Estados, a la regulación fuerte de los mercados y a la
aplicación de un sistema tributario en virtud del cual los potentados
contribuyan más para equilibrar las obscenas desigualdades sociales en el
mundo.
Aunque el FEM viene repitiendo demagógicamente que su
propósito es impulsar la equidad y el progreso de la humanidad, construyendo “los fundamentos del sistema económico y social para un
futuro más justo, sustentable y resiliente", en esta oportunidad su narrativa la quiere disfrazar con un
lenguaje ciber-fármaco-ambientalista, aludiendo a su muy controvertida "Cuarta
Revolución Industrial". Dentro de
ese contexto, estos aprovechadores económicos se enfocan también a promover el
debate sobre la crisis climática, aunque siguen hablando de “catástrofes
naturales” para evitar referirse a los efectos depredadores de un sistema como
el capitalista, para lo cual buscan escarbar cómo sería una economía
“descarbonizada”.
Necesidad de una contra-agenda de los países víctimas del
neoliberalismo
Ante la agenda
farmacológica, cibernética y financierista del Foro de Davos que hay que
analizar cuidadosamente entre líneas y develar sus calculadas intenciones, es
preciso que el mundo marginado y en vías de desarrollo genere una
contra-agenda. Ojalá se pudiera reeditar una especie de Foro
Social Mundial, con el suficiente peso específico intelectual para darle
una respuesta por parte de los pueblos víctimas del neoliberalismo a estos
gánsteres financieros. Se trata, en consecuencia, como ya lo han señalado
algunos analistas del campo progresista, de formular una propuesta en que si
bien se planteé la necesidad de devolverle los fueros al Estado, revirtiendo el
mal llamado libre comercio, acabando con las privatizaciones de los bienes
comunes y estructurando un sistema tributario equitativo, también se aborden
asuntos de gran trascendencia, entre otros como la condonación de la deuda
externa, el tratamiento a las migraciones, la utilización de la inteligencia
artificial, el acceso democrático a la información, la cibervigilancia global y
la garantía a la soberanía alimentaria de los pueblos y a una Renta
Básica Universal para todo ciudadano.
El reto, entonces, es que
los pueblos, ojalá desde América Latina, se preparen y asuman el debate que han
planteado los expoliadores económicos y timadores financieros para que no
continúen tomando por asalto y estafando a la humanidad.
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