AMÉRICA
LATINA ES LA REGIÓN QUE
GEOPOLÍTICAMENTE MÁS PUEDE SINTONIZARSE CON CHINA
POR
FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Invitado por la Contraloría General
de la República
de Colombia a participar como expositor en el Seminario Internacional Política
rural: riesgos, retos y perspectivas que recientemente se llevó a cabo en
Bogotá, el periodista catalán, especializado en temas europeos y asiáticos, Rafael
Poch-de-Feliu consideró el proceso económico de China como un paradigma en la
actual crisis global.
Según su análisis, “no hay en el
mundo un país que reúna de una forma tan aguda y tan concentrada todas las
contradicciones de la mundialización, los problemas de recursos de
sostenibilidad como se presentan en China”, por lo que si logra salir adelante
será un paradigma de verdadero desarrollo.
Aprovechando su presencia en Bogotá,
el Observatorio Sociopolítico
Latinoamericano WWW.CRONICON.NET dialogó con él sobre el liderazgo cada vez más creciente del
gigante asiático en la geopolítica internacional, la crisis económica de Europa
y la catástrofe social en que ha caído España, hoy gobernada por una mafia
política de ultraderecha que ha profundizado el criminal modelo neoliberal.
Poch-de-Feliu nació en Barcelona y
tiene una amplia experiencia periodística. Fue corresponsal en Europa del Este,
en la Urss /Rusia
y en China. Actualmente es corresponsal en Berlín del diario La Vanguardia de
Barcelona. Antes fue corresponsal en España del diario alemán “Die
Tageszeitung”, colaborador de la edición española de “Le Monde Diplomatique”,
redactor de la agencia alemana de prensa DPA en Hamburgo. Ha escrito tres
libros sobre Rusia, uno sobre China que lleva por título: “La actualidad de
China. Un mundo en crisis, una sociedad en gestación”. Su último trabajo
bibliográfico se llama “La quinta Alemania. Un modelo hacia el fracaso europeo.
(2013).
EL AMOLDAMIENTO
DE CHINA A LA
GLOBALIZACIÓN
-
¿Considera que con la
emergencia geopolítica de China, en el caso de América Latina surge un proceso
de bipolaridad frente a la potencia Norteamericana?
-
Bipolaridad quizá es una palabra muy grande, muy
pretenciosa. En el caso de
Latinoamérica yo no tengo una opinión formada, en lo que respecta a África la
bipolaridad es modesta, pero existe en el sentido de que ahora hay otro polo al
cual venderle las cosas y ya no hay un monopolio. Además, China no pone
condiciones políticas en sus relaciones comerciales y económicas lo cual es
interesante, se atreve a hacer obras en países desahuciados como es el caso de
Sierra Leona o República Democrática del Congo. Ahora, yo quizá no iría tan
lejos como para afirmar que hay elementos de alternatividad en la presencia comercial
de China en estos países. De
bipolaridad si la hay porque la hegemonía norteamericana tiene que hacer sitio
a este país grande que emerge en una posición bastante débil todavía en la
globalidad, una globalidad que no inventó China sino que la inventaron y
controlan los países occidentales más importantes, China se ha amoldado a esta
globalidad con cierta habilidad y ese es su éxito. Precisamente administrar con
habilidad una posición débil dentro de la globalidad.
-
Su conferencia en este
foro convocado por la
Contraloría General de Colombia lleva por título: Mucha
gente, poca tierra. El paradigma chino en la crisis global. ¿Por qué es un
paradigma el proceso chino?
-
Porque probablemente no hay en el mundo un país que reúna de
una forma tan aguda y tan concentrada todas las contradicciones de la
mundialización, los problemas de recursos de sostenibilidad como se presentan
en China, entonces es un paradigma en el sentido de que si logra resolver su
vía de desarrollo basada en la crematística, en la combustión de combustibles
fósiles para la producción de riqueza, si esta gran nación con todas las
dificultades objetivas que tiene logra afirmar una vía de desarrollo
sostenible, quiere decir que todo el mundo podrá hacerlo realmente porque nadie
lo tiene más difícil que China.
-
¿Cómo se podría definir
el proceso político económico de China? ¿Una combinación de capitalismo salvaje
y de régimen comunista en lo político?
-
Los ismos nunca han casado muy bien con China. Yo hablaría
más que de comunismo de capitalismo,
capitalismo rojo o comunismo “capitalistoide”, formulas estrambóticas que se
dicen. Yo hablaría de un modelo chino, de una vía china, y esa vía china tiene
una lógica profunda que es la de salir del hoyo, de un país en desarrollo que
quiere salir del agujero. Eso en los años treinta pasó por el comunismo, cuando
el comunismo era percibido en el mercado de las ideas mundiales de aquella
época y China compró entonces aquello. En los años setenta, después de la
muerte de Mao, parecía que cierta economía de mercado era más exitosa, lo
veíamos en los tigres asiáticos, todos los países que rodean a China y por la
misma razón por la que en los años treinta y
cuarenta se compró el comunismo, en los años ochenta y noventa China
compra la economía del mercado. Pero
ambas operaciones de compra están unidas por la misma lógica, que es la idea de
afirmar una China fuerte y próspera. Ese es un poco el impulso de los agentes
chinos, por muy contradictorio que sea, desde el punto de vista del modelo
chino es menos contradictorio de lo que parece.
-
¿Europa y América Latina se
están familiarizadas con el proceso de
emergencia de China? ¿Aún existe desconocimiento de este fenómeno por parte de los dos continentes frente al gigante
asiático?
-
América Latina y Europa son diferentes. Europa forma parte
del centro mientras que América Latina está en una posición que históricamente
puede sintonizar más con la posición china anticolonialista, con lo que es la
tradición china. Yo creo que en
general se conoce poco a China, pero las exportaciones, el papel creciente que
China tiene en la vida europea, por ejemplo, en Alemania con la tremenda
dependencia que empieza a tener con respecto a las exportaciones chinas hace
que comprendiéndola o no tengan que tomarla en serio. La época en que China era
un país allá al fondo a la derecha ha pasado a la historia realmente. No se
puede ignorar a China. Pero sí que se la puede rodear, cercar y hacer todo tipo
de perradas posibles para evitar lo que es la obsesión histórica de Occidente:
que surja otro polo que domine el mundo. La obsesión occidental en este mundo
de hoy es la del dominio, la del poder. Sí no mandamos nosotros mandaran otros
y esos otros obligatoriamente harán lo mismo que hemos hecho nosotros. La idea
que pueda haber de un nuevo poder emergente no tan obsesionado con el dominio
mundial o con la hegemonía mundial es bastante extraña.
EUROPA VA CAMINO AL FRACASO
-
Cambiemos de tercio y
hablemos un poco de Europa que atraviesa por una difícil situación económica,
en gran medida por sus políticas neoliberales que dieron al traste la política
de estado de bienestar. En su último libro La quinta Alemania, un modelo hacia
el fracaso europeo, sugiere que el modelo
impuesto por este país a Europa va camino al fracaso, ¿por qué?
-
Sí, va camino al fracaso y esto no es una discusión
ideológica sino que es empírica, o sea la receta que Alemania propone a Europa
se basa en la posteridad, es una receta de planteamiento neoliberal, intenta
solucionar el problema con las mismas recetas, los mismos medios que produjeron
el problema y esa receta de austeridad encaminada a reducir las deudas de los
países no está reduciéndolas sino que las está incrementando y a partir de esta
realidad hay poca discusión. Pero lo
que es muy desintegrador para lo que se llama el proyecto europeo, para la Unión Europea , es el hecho de
que un país imponga a los 27 restantes o a gran parte de ellos su voluntad, eso
no tiene nada que ver con el contrato social que algún día nos vendieron a los
europeos para comprar la Unión Europea
y lógicamente esto en la historia de Europa acaba conduciendo a un tipo de
rebelión, las naciones contra aquella nación que intenta imponerse. Además,
Alemania no tiene la fuerza suficiente, representa alrededor de un treinta por
ciento de la economía de la eurozona como para afirmar una hegemonía comparable
a la que Estados Unidos ejercía a todo un continente después de la Segunda
Guerra mundial, cuando su economía era más fuerte que la de todos sus socios
sumados.
-
¿Podemos colegir con ello
que la concepción filosófica eurocentrista y el proceso de Unión Europea están
mandados a recoger?
-
Si mira las estadísticas ahora, el prestigio de la Unión
Europea sobre todo en los países más preeuropeos que había que eran los del sur
ha caído radicalmente. Hay un nivel de descontento enorme, entonces nadie
quiere pertenecer a un club en el que tu soberanía nacional es arrasada, donde tu Constitución es modificada en 24
horas por unas órdenes que se han elaborado en Berlín o en Bruselas sin ningún
tipo de procedimiento democrático, esto es una especie de dictadura y sobre
esto es muy difícil creer en un club basado en esos términos.
-
¿Pero eso es consecuencia
del neoliberalismo a ultranza?
-
Por su puesto, claro.
ESPAÑA Y LA
IMPOSIBILIDAD DE PENSARSE A SÍ MISMA
-
Ahora hablemos un poco de
España. ¿Usted es catalán o español?
-
Bueno, yo pertenezco a esa parte de catalanes que tienen una
identidad doble o triple.
-
La pregunta es porque la
España de ese partido conservador y neoliberal que es el Socialista Obrero
Español al que sucede en el gobierno una mafia política llamada Partido Popular
implosionaron ese reinado de Juan Carlos I de Borbón y lo que se observa es la reacción
de los catalanes que buscan la separación de España…
-
Es un fuerte impulso independentista nuevo.
-
¿Por qué?
-
Yo creo que contiene realidades diferentes, incluso
contradictorias, por ejemplo diría que es el deseo de las élites catalanas que
han tenido que acometer políticas neoliberales en Cataluña muy impopulares,
de recorte de sanidad y educación que
han planteado este tipo de independentismo. Otro es el ansia popular,
perfectamente legítima de amplios sectores de la sociedad catalana
desencantados un poco con lo que ha sido la transición española y que a partir
de la lectura independentista quieren reformular el pacto con Madrid.
Reformularlo en muchas direcciones, en lo social firmando el derecho a decidir.
Esta fórmula del derecho a decidir es muy interesante porque abre campos para
la izquierda en cuanto al derecho a decidir el modelo de sociedad que queremos,
el derecho a decidir no solo en nuestra relación con España sino también qué
sanidad, qué educación queremos, etc. Entonces ese independentismo puede tirar
para un lado o para otro. Puede tirar hacia el lado en que la élite catalana o
parte de ella no ha querido conducir, un poco cómo ir hacia adelante ante
problemas de recorte social, o puede conducir hacia la refundación ciudadana
del consenso social. Si este segundo escenario
fuera el caso pues estaríamos ante un movimiento interesante que si se
repitiera a nivel de España y a nivel de Europa nos daría la clave a la salida
de esta crisis.
-
¿La Constitución
española del 78 se quedó corta respecto de las autonomías?
-
Sí, se ha convertido en una especie de fetiche, de vaca
sagrada y realmente cuando se confeccionó en el año 1978 teníamos un ejército
golpista que amenazaba con dar un golpe si se pasaban determinadas líneas
rojas, hoy ese impedimento ya no existe entonces es el momento de replantear el
pacto. ¿Por qué no? Si la mayoría de los catalanes quieren más autonomía,
aunque tienen mucha, si quieren más todavía, ¡por qué no! Los vascos también. Si
España es incapaz de pensarse a sí misma como una nación de naciones, que es lo
que ha sido siempre, en realidad aunque políticamente nunca lo haya admitido y
haya sido un Estado centralista por la fuerza, bueno pues es el momento de
cambiar este estado de cosas.
-
Con un bipartidismo
dominante representado por un lado por el PSOE con representantes neoliberales
de la talla de Felipe González y Rodríguez Zapatero, y por el otro con una
mafia política ultraconservadora y ultramontana como el PP, ¿cuál es la
alternativa para España?
-
La única alternativa seria crear nuevas cosas políticas
desde abajo que es lo que se está haciendo, nada más que se está haciendo muy
despacio. Por ejemplo, en Cataluña están cambiando algunas cosas, pero en otras
partes de España las cosas están mucho más verdes.
-
¿EL 15M no es una
esperanza?
-
Lo fue, pero parece que se ha desinflado como una burbuja de
jabón que explotó. Ha sido a todas
luces insuficiente, es decir, yo siempre afirmo que si hubiéramos tenido dos o
tres Grecias en Europa, la cosa habría cambiado. Grecia celebró 17 huelgas
generales en dos años, nosotros en España hicimos apenas una. Grecia no solo hizo esa protesta sino
que además fue capaz de consolidar una fuerza política de izquierda que pasó de
un 8% a una de 30%. Eso no ha pasado
en España, no ha pasado en Portugal.
-
¿Qué falta?
-
No sé, yo creo que falta trabajo, compromiso, faltan los
ingredientes, concientización de un movimiento ciudadano, no basta con reunirse
en las plazas y agitar las manos y decir esto no es democracia, hay que ir
mucho más allá, es mucho más serio. De
momento lo que hemos constatado es que les ha bastado y sobrado con la guardia
municipal, con la policía de barrio.
AMÉRICA
LATINA, UNA REGIÓN ENVIDIABLE
-
¿Cómo ve desde Berlín y
desde Europa la irrupción de resistencias en América Latina? ¿Cuál es la
percepción que tiene?
-
La percepción que tengo es la de un continente vivo, que se
mueve, probablemente el único continente del mundo donde lo social está ahí, y
están pasando cosas y están planteando cosas, con todas las insuficiencias que
queramos, pero todo el eje bolivariano, el Mercosur, las nuevas televisiones,
los nuevos movimientos sociales, el debate que se está viviendo ahora mismo en
Colombia, el movimiento campesino, son cosas que nos hablan de un continente
vivo. Realmente es envidiable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario