SOSTIENE EL INVESTIGADOR URUGUAYO EDUARDO GUDYNAS
SE REQUIERE DE UN NUEVO ESTILO DE DESARROLLO CON DIMENSIÓN AMBIENTAL
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ Y HERNÁN ONATRA
La actual crisis del capitalismo global indica que se requiere otro tipo de instituciones de asistencia financiera. “Esto es especialmente cierto en América Latina, tanto debido a hechos como los intentos de varios gobiernos en ganar autonomía frente a las instituciones financieras afincadas en Washington, como a la creciente convicción de la fragilidad de una estrategia de desarrollo basada esencialmente en exportar recursos naturales”. Esta reflexión es del investigador en temas ambientales y socioeconómicos del Uruguay, Eduardo Gudynas, quien participó de la asamblea de la Jornada de las Pueblos en la ciudad de Medellín.
Gudynas es directivo del Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES) y del Centro de Investigación y Promoción Franciscano y Ecológico (CIPFE), así como docente en la Multiversidad Franciscana de América Latina. Es además, profesor asociado en ecología del College of teh Atlantic en Estados Unidos y miembro de la Comisión de Estrategia y Planificación Ambiental de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Ha sido docente el la Universidad de la República y becario de investigación en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
Sus áreas de interés se enmarcan en la ecología social, con énfasis en el manejo de áreas naturales y la articulación del ambiente con el desarrollo.
En diálogo con http://www.cronicon.net/, este investigador uruguayo planteó la necesidad de que el mundo debe buscar un modelo económico alternativo al capitalista que se sustente en el respeto al medio ambiente.
SE REQUIERE DE UN NUEVO ESTILO DE DESARROLLO CON DIMENSIÓN AMBIENTAL
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ Y HERNÁN ONATRA
La actual crisis del capitalismo global indica que se requiere otro tipo de instituciones de asistencia financiera. “Esto es especialmente cierto en América Latina, tanto debido a hechos como los intentos de varios gobiernos en ganar autonomía frente a las instituciones financieras afincadas en Washington, como a la creciente convicción de la fragilidad de una estrategia de desarrollo basada esencialmente en exportar recursos naturales”. Esta reflexión es del investigador en temas ambientales y socioeconómicos del Uruguay, Eduardo Gudynas, quien participó de la asamblea de la Jornada de las Pueblos en la ciudad de Medellín.
Gudynas es directivo del Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES) y del Centro de Investigación y Promoción Franciscano y Ecológico (CIPFE), así como docente en la Multiversidad Franciscana de América Latina. Es además, profesor asociado en ecología del College of teh Atlantic en Estados Unidos y miembro de la Comisión de Estrategia y Planificación Ambiental de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Ha sido docente el la Universidad de la República y becario de investigación en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
Sus áreas de interés se enmarcan en la ecología social, con énfasis en el manejo de áreas naturales y la articulación del ambiente con el desarrollo.
En diálogo con http://www.cronicon.net/, este investigador uruguayo planteó la necesidad de que el mundo debe buscar un modelo económico alternativo al capitalista que se sustente en el respeto al medio ambiente.
NUEVO ESTILO DE DESARROLLO
- Usted ha hablado de que se necesita otro estilo de desarrollo en América Latina. ¿Ese nuevo estilo que plantea qué elementos debe tener?
- Esa afirmación parte de constatar el hecho, como todos saben, de que estamos enfrentando el colapso de un modelo que se ha desarrollado en las últimas décadas y que ha generado consecuencias económicas, sociales y ambientales. Por lo tanto para un nuevo estilo de desarrollo tenemos algunas ideas, bastante precisas. En primer lugar se debe partir de un nuevo estilo respetuoso de la naturaleza y una dimensión ambiental. Un segundo componente, es un estilo de desarrollo que vuelva a poner el foco, el énfasis, la perspectiva, en el bienestar de las personas y en la calidad de vida. Y yo creo, aunque perezca sencillo de decir, que ello implica un cambio sustancial con las estrategias tradicionales. Por ejemplo, las que promueve el BID, que ha reducido el desarrollo, Un tercer aspecto, ineludible, es que tiene que ser un estilo basado en la pluralidad de saberes. Está en marcha en América Latina una recuperación, una actitud de más respeto ante los saberes de distintas culturas, distintas tradiciones de los pueblos indígenas y de las asociaciones campesinas. Este nuevo estilo de desarrollo no va a tener recetas, no va a poder aplicarse a través de consensos por temas precisados, sino que necesariamente va a estar adaptado y ajustado a las condiciones culturales y ecológicas de cada una de las regiones de nuestro continente. Como debe estar enfocado en la calidad de vida, va a ser más austero. Y para dar un ejemplo concreto, en vez de esta estrategia basada en la exportación de materia primas hacia los mercados globales e intrarregionales, este nuevo desarrollo va a estar basado, más en el comercio regional, más en la integración regional, y más en la austeridad, a cambio de una mejor calidad de vida. Debemos reorientar, por ejemplo, la agricultura hacia las necesidades alimentarias y no orientarla hacia las exportaciones para obtener algunos beneficios que luego se utilizan para mantener las tasas de rendimientos de las empresas, y aquello que quede como excedente para financiar la compra de material suntuoso que no soluciona nuestro problema de pobreza.
- ¿El colapso del neoliberalismo constituye para usted una crisis cíclica o es una crisis sistémica del capitalismo?
- Yo siento que esta es una crisis sistémica, que es múltiple en varias escalas y que está encadenada dentro de los diferentes países. Por ejemplo, la tesis del blindaje de las economías suramericanas se ha desvanecido. Sin embargo, pasar de ahí a afirmar que es una crisis del capitalismo, yo diría que todavía es muy temprano para afirmarlo por que el propio sistema capitalista funciona con crisis, es parte de su propia dinámica y la clave para contestar esa pregunta es cómo se va a salir de esta crisis. Si va a ser con una nueva reforma del sistema capitalista o va a ser con una transformación donde vamos a pasar a otro tipo de relaciones productivas y de relaciones sociales. Por eso en este momento enfrentamos una situación muy novedosa, muy particular que debemos aprovechar, mirar y examinar con mucha atención.
- Usted ha dicho que no es el momento de festejos en este aniversario 50 del BID. ¿Cuál es su concepto respecto del papel que ha cumplido este banco en América Latina?
- En cuanto al mandato principal del banco, que es desarrollo y equidad, claramente el balance es negativo. Basta examinar la situación del pueblo. En todos los países persisten los problemas de pobreza, los problemas de equidad. Incluso en aquellas economías que han crecido más, ha sido a costa de aumentar la desigualdad y la inequidad en la distribución del ingreso. Por lo tanto, el mandato esencial del banco no se ha cumplido. El énfasis que ha puesto en el proyecto de microempresarios, en proyecto de asistencia a los sectores exportadores, y que haya pasado a abordar reformas sectoriales, por ejemplo en la salud y educación, indica que el resultado ha sido negativo en el aspecto social y en el aspecto ambiental. Como estamos enfrentando la discusión de un nuevo desarrollo, necesitamos otro banco, muy distinto a este BID.
- Usted ha hablado de que se necesita otro estilo de desarrollo en América Latina. ¿Ese nuevo estilo que plantea qué elementos debe tener?
- Esa afirmación parte de constatar el hecho, como todos saben, de que estamos enfrentando el colapso de un modelo que se ha desarrollado en las últimas décadas y que ha generado consecuencias económicas, sociales y ambientales. Por lo tanto para un nuevo estilo de desarrollo tenemos algunas ideas, bastante precisas. En primer lugar se debe partir de un nuevo estilo respetuoso de la naturaleza y una dimensión ambiental. Un segundo componente, es un estilo de desarrollo que vuelva a poner el foco, el énfasis, la perspectiva, en el bienestar de las personas y en la calidad de vida. Y yo creo, aunque perezca sencillo de decir, que ello implica un cambio sustancial con las estrategias tradicionales. Por ejemplo, las que promueve el BID, que ha reducido el desarrollo, Un tercer aspecto, ineludible, es que tiene que ser un estilo basado en la pluralidad de saberes. Está en marcha en América Latina una recuperación, una actitud de más respeto ante los saberes de distintas culturas, distintas tradiciones de los pueblos indígenas y de las asociaciones campesinas. Este nuevo estilo de desarrollo no va a tener recetas, no va a poder aplicarse a través de consensos por temas precisados, sino que necesariamente va a estar adaptado y ajustado a las condiciones culturales y ecológicas de cada una de las regiones de nuestro continente. Como debe estar enfocado en la calidad de vida, va a ser más austero. Y para dar un ejemplo concreto, en vez de esta estrategia basada en la exportación de materia primas hacia los mercados globales e intrarregionales, este nuevo desarrollo va a estar basado, más en el comercio regional, más en la integración regional, y más en la austeridad, a cambio de una mejor calidad de vida. Debemos reorientar, por ejemplo, la agricultura hacia las necesidades alimentarias y no orientarla hacia las exportaciones para obtener algunos beneficios que luego se utilizan para mantener las tasas de rendimientos de las empresas, y aquello que quede como excedente para financiar la compra de material suntuoso que no soluciona nuestro problema de pobreza.
- ¿El colapso del neoliberalismo constituye para usted una crisis cíclica o es una crisis sistémica del capitalismo?
- Yo siento que esta es una crisis sistémica, que es múltiple en varias escalas y que está encadenada dentro de los diferentes países. Por ejemplo, la tesis del blindaje de las economías suramericanas se ha desvanecido. Sin embargo, pasar de ahí a afirmar que es una crisis del capitalismo, yo diría que todavía es muy temprano para afirmarlo por que el propio sistema capitalista funciona con crisis, es parte de su propia dinámica y la clave para contestar esa pregunta es cómo se va a salir de esta crisis. Si va a ser con una nueva reforma del sistema capitalista o va a ser con una transformación donde vamos a pasar a otro tipo de relaciones productivas y de relaciones sociales. Por eso en este momento enfrentamos una situación muy novedosa, muy particular que debemos aprovechar, mirar y examinar con mucha atención.
- Usted ha dicho que no es el momento de festejos en este aniversario 50 del BID. ¿Cuál es su concepto respecto del papel que ha cumplido este banco en América Latina?
- En cuanto al mandato principal del banco, que es desarrollo y equidad, claramente el balance es negativo. Basta examinar la situación del pueblo. En todos los países persisten los problemas de pobreza, los problemas de equidad. Incluso en aquellas economías que han crecido más, ha sido a costa de aumentar la desigualdad y la inequidad en la distribución del ingreso. Por lo tanto, el mandato esencial del banco no se ha cumplido. El énfasis que ha puesto en el proyecto de microempresarios, en proyecto de asistencia a los sectores exportadores, y que haya pasado a abordar reformas sectoriales, por ejemplo en la salud y educación, indica que el resultado ha sido negativo en el aspecto social y en el aspecto ambiental. Como estamos enfrentando la discusión de un nuevo desarrollo, necesitamos otro banco, muy distinto a este BID.
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