“NO SORPRENDE QUE EN COLOMBIA HAYA MÁS BASES MILITARES INSTALADAS EN CAMPOS DE EXPLOTACIÓN MINERA”: ATILIO BORON
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Para el politólogo argentino Atilio Boron
no sorprende que en campos de explotación minera en Colombia operados por
transnacionales se encuentren instaladas bases militares, en la que prestan
“asesoría” mercenarios norteamericanos.
Boron que es
un estudioso sobre la presencia estadounidense en América Latina y cuyas
reflexiones e investigaciones sobre el tema están consignadas en su
imprescindible libro América Latina en la geopolítica del imperio que obtuvo el
Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2014, que ya va por su cuarta edición,
afirmó al conocer la información suministrada al respecto por el representante
de PAX Holanda en Colombia, Rodrigo Rojas Orozco, que cada vez hay más indicios
y mayor respaldo empírico sobre la existencia de un mayor número de bases
militares en este país, de las que “oficialmente” se conocen, en las que hay
presencia de personal norteamericano que depende del Comando Sur.
“No me sorprende porque tenemos sospechas,
cada vez se va encontrando más respaldo empírico, de que en Colombia hay mucha
más presencia militar norteamericana de la que formalmente sabíamos. Y yo diría
que no solamente en Colombia, creo que en otros países como en Perú, donde
también hay sospechas muy fundadas de que puede haber un número de bases
superior al que se indica”, expresó el analista político durante la entrevista
que sostuvo con Rojas Orozco en su oficina del Programa Latinoamericano de
Educación a Distancia (PLED) del Centro Cultural de la Cooperación en Buenos
Aires.
Señaló
también que Perú, hoy reconocidamente, tiene más bases militares que Colombia
con presencia norteamericana, “pero aun así creo que en ambos casos hay una
subestimación de la presencia real, que puede haber bases no reconocidas o
bases disimuladas, camufladas, inclusive en el mismo México, donde la presencia
militar norteamericana por ser país de frontera es muy, pero muy fuerte y esta
presencia está amparada, en el caso de México por el famoso ASPAN el acuerdo de
seguridad y prosperidad de América del Norte que realmente legitima y legaliza
la presencia de tropas americanas o de personal de la DEA, de la CIA, de la NSA,
de otras agencias del gobierno federal en territorio mexicano y lo mismo
podemos decir de Paraguay. En Paraguay se habla con mucha insistencia de que
además de las dos bases, la Pedro Juan Caballero y la Mariscal Estigarribia, habría también una tercera
base en la zona del noreste en la frontera con Brasil, sin embargo, esa base no
está oficialmente reconocida”.
Retornando a
Colombia, el científico social señaló que el hecho de que haya bases militares
con mercenarios estadounidenses en las áreas minero-energéticas explotadas por
las transnacionales, demuestra la particularísima relación que tiene este país andino con Estados Unidos, “sobre
todo la intensa cooperación militar”. Además “porque Colombia es el único país
de América Latina que cuenta con una ayuda militar anual permanente solo comparable
a la guerra civil en algunos países estratégicamente situados en el mapa geopolítico
como Israel, como Irak, como Corea del Sur. En determinados casos Colombia
recibió más dinero de ayuda militar que alguno de estos tres países. Todo lo
cual nos lleva a pensar que evidentemente en Colombia tiene que haber muchas
más y esa debe haber sido la razón por la cual Álvaro Uribe en la conferencia
de Unasur en Bariloche de agosto de 2009 cuando le dijeron, Hugo Chávez le
dijo, bueno vamos a inspeccionar las bases, su respuesta fue terminante señalando
que de ninguna manera su gobierno permitiría esa obra de inspección, incluso
hizo una alusión a la soberanía nacional pero sospechosamente la soberanía
nacional como argumento no lo es a la hora de permitir la presencia de bases
militares”.
Boron
recalcó que el tema de la soberanía nacional “sí es importante cuando se trata
de inspeccionar qué es lo que hay en esas bases y yo creo que es de la mayor
trascendencia plantear este asunto ante la opinión pública, porque si en esas
bases llegara a haber armas de destrucción masiva o armas nucleares, Colombia en
primer lugar coloca a su población en una situación de mucho riesgo. Yo no
quisiera estar ahí en una zona donde de repente hay armas de destrucción
masiva, por muchas razones, porque sabemos lo que es el tráfico ilegal de
armas, conocemos lo que es el contrabando de armas, y sabemos también lo que
puede pasar en caso de que haya una confrontación militar y un país como
Colombia se convierta en un blanco predilecto
de quien tenga intención de agredir a los Estados Unidos”.
Recordó que
“los argentinos tenemos una experiencia de lo que nos costó a nosotros el
involucramiento de la Argentina en la guerra del Golfo y el involucramiento con
la OTAN que lo pagamos con los atentados a la Embajada de Israel en marzo de
1992 y el atentado a las instalaciones de
la AMIA, la Asociación Mutual Israelita Argentina en junio de 1994, y estas
cosas no son gratuitas, no, por lo que tenemos mucha preocupación por lo que
pueda llegar a revertir en contra de la propia población colombiana”.
Buenos
Aires, mayo de 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario