EL ÚLTIMO LIBRO DEL
FILÓSOFO Y MILITANTE ARGENTINO NÉSTOR KOHAN
UNA LECTURA
LATINOAMERICANA SOBRE EL ESPÍRITU LIBERTARIO DE SIMÓN BOLÍVAR EN EL SIGLO XXI
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Una lectura
que permite “liberar el pasado”, reivindicar la verdadera causa revolucionaria
de la primera emancipación de los pueblos de Suramérica, enterrar la visión
oficial de una historia manipulada e impuesta por los sectores dominantes, a
través de una mirada propia sin los estereotipos eurocentristas, es lo que
posibilita el último libro del filósofo, investigador social y docente
universitario argentino Néstor Kohan, “Simón Bolívar y nuestra independencia.
Una lectura latinoamericana” (Editorial Yulca, Buenos Aires, 2013).
Además de ser una pieza
bibliográfica amena por el manejo de un estilo nada acartonado y académico como
suelen ser los estudios históricos tradicionales, este nuevo libro de Kohan
tiene la singularidad de derrumbar mitos respecto de la interpretación
europeísta que los historiadores oficiales de las oligarquías latinoamericanas
le han dado al periodo de la Independencia de los pueblos del sur.
En primer término, este
investigador social, profesor de la Universidad de Buenos Aires, coordinador de
la Cátedra Che Guevara, autor de varios libros, hace justicia al reivindicar el
sujeto político de la primera etapa emancipatoria del siglo XIX, por cuanto
sitúa el ciclo de la rebelión anticolonial “en 1780-1781 con Tupac Amaru II y
se prolonga en 1791-1804 con Haití” que fue pionero en América en declarar la
independencia, “hecho ‘olvidado’ por la historia oficial que no acepta que los
negros de las colonias fueron la vanguardia de la libertad”.
Haití, recalca Kohan en su libro,
“marcará a fuego la conciencia política de Simón Bolívar y su lucha contra la
esclavitud”. Además, el general Alexandre Pétion, uno de los primeros
presidentes de Haití, se convierte en apoyo fundamental de Bolívar y su causa
emancipadora, a quien socorrió en 1814 facilitándole apoyo logístico,
combatientes, armamento y todo tipo de recursos.
De esta manera, el autor
desarrolla “una nueva mirada de la historia social y política, articulada desde
abajo, desde los pueblos sometidos y clases explotadas y desde la rebeldía
descolonizadora del Tercer Mundo, anclada en el marxismo latinoamericano que no
se arrodilla sumisamente ante el fetiche del Progreso”.
En ese sentido, Kohan remarca en
su trabajo bibliográfico el hecho relevante de que la gesta de Bolívar no fue
“la de un individuo aislado sino la de todo un pueblo”, cuyas repercusiones
llegan hasta nuestros días porque “el bolivarianismo se ha convertido en el
siglo XXI en el emblema y en la mecha de una rebelión anticapitalista y
antiimperialista continental”.
Para Estados Unidos, Bolívar no
fue más que “un loco que estaba al frente de un ejército de negros y era
peligrosísimo” por su mirada continental respecto del alcance de su gesta
emancipadora. Además, en 1865 decretó la libertad de los esclavos, medio siglo
antes que Abraham Lincoln lo hiciera en territorio estadounidense, pero el
héroe mediático es él y no Bolívar.
Kohan también resalta el hecho de
que la lucha emancipadora del siglo XIX combinó reivindicaciones sociales y
nacionales y hace énfasis en que los ejércitos libertadores tanto de Bolívar
como de José de San Martín estaban constituidos por sectores populares.
Porque esta lucha contra el yugo
español tenía también motivaciones de reivindicación social fue que “las
burguesías criollas dieron la espalda a los proyectos libertarios y
emancipadores de Bolívar, San Martín, Mariano Moreno, Hidalgo, Morelos, Artigas
y otros libertadores para construir pequeñas naciones y republiquetas con una
institucionalidad, una liturgia falsamente patriotera”.
Eso explica “el abandono de San
Martín y Simón Bolívar, los asesinatos de Sucre, Moreno Monteagudo y Morazán,
así como el exilio forzoso de Artigas o el enjuiciamiento de Juan José Castelli
(patriota argentino) expresan el desprecio y odio visceral que estos líderes
populares independentistas se fueron ganando por parte de las clases dominantes
vernáculas”.
No hay que olvidar que los
líderes independentistas “solo pasaron a ser llamados ‘héroes’ y tener estatuas
de bronce en las escuelas y plazas después de triunfar. Antes… los llamaban
‘sediciosos’, ‘infieles’, ‘jacobinos’, ‘indianos’, ‘insurgentes’, ‘impuros’,
‘indecentes’, ‘locos’, ‘subversivos’. ¿Suena conocido?”
Por ello no es gratuito que en
los documentos Santa Fe IV de la CIA estadounidense se señale a Bolívar como
“enemigo” de la democracia por ser un inspirador de la causa contra el
imperialismo. De ahí que es obvio que la matriz y motor de inspiración de las
insurgencias, las resistencias y las rebeldías en Nuestra América sea el gran
caraqueño.
Otro de los mitos que derrumba
Kohan es la infundada antipatía según la versión de los manipuladores de la
historia oficial entre Bolívar y San Martín, cuando lo real es que ambos
patriotas se profesaron mutua admiración.
En el libro, el autor cuenta la
anécdota según la cual San Martín tenía en su casa tres retratos del libertador
caraqueño, uno de los cuales pendía en su habitación. ¿Cómo se explica entonces
tal animadversión? Al mismo tiempo el libertador argentino escribió sobre
Bolívar: “puede afirmarse que sus hechos militares le han merecido, con razón,
ser considerado como el hombre más extraordinario que ha producido la América
del Sur”.
Por su parte, Bolívar en carta a
Antonio José de Sucre en noviembre de 1824 escribió: “El genio de San Martín nos
hace falta y sólo ahora comprendo porque cedió el paso para no entorpecer la
libertad que con tanto sacrificio había conseguido para tres pueblos”.
EL BOLÍVAR DE MARX
Sobre el nada afortunado artículo
periodístico que a finales de 1857 escribió Karl Marx contra Bolívar, Kohan
señala que desafortunadamente el filósofo alemán no comprendió “su papel de
primer orden en la emancipación del colonialismo español ni su proyecto de
construir una gran nación latinoamericana”.
En buena medida la visión
equivocada de Marx sobre Bolívar, explica Kohan, se debió a que las fuentes
historiográficas que el autor de El Capital encuentra en el Museo Británico
para elaborar su texto periodístico tenían una fuerte carga eurocentrista,
férreamente opositora al líder independentista. Entre las fuentes testimoniales
se encuentran declaraciones de soldados europeos que estuvieron luchando en los
ejércitos libertadores por interés mercenario. Varios de ellos por diversos
motivos mantuvieron conflictos personales con Bolívar, aunque algunos se
arrepintieron y se retractaron públicamente de lo que escribieron contra el
Libertador.
TERMINAR DE CONSTRUIR EL PROYECTO INCONCLUSO DE LA PATRIA GRANDE
El análisis y las reflexiones de
este filósofo argentino consignadas en su imprescindible libro que contribuye a
comprender el devenir histórico de Nuestra América es además una invitación a
asumir el compromiso para culminar el proceso inconcluso de emancipación que
lideraron en el siglo XIX patriotas y revolucionarios de la talla de Bolívar y
San Martín.
“No habrá –colige Kohan-
liberación nacional sin emancipación social y jamás lograremos reorganizar la
nueva sociedad sobre bases no capitalistas ni mercantilistas si al mismo tiempo
no logramos constituir ese proyecto inacabado de Patria Grande, rompiendo con
toda sumisión y dependencia”.
En palabras del economista
argentino Claudio Katz, “este libro sobre Simón Bolívar es una obra
donde la
historia está vista como historia de la
lucha de clases y nos permite abordar la historia desde el ángulo de los
oprimidos. Con esta mirada, con este enfoque, con esta visión se recorre toda
la historia. La independencia como una
lucha social donde vemos el poder colonial, el poder de las élites
criollas y las mayorías excluidas. El libro está estructurado sobre un relato
donde vamos viendo a lo largo de toda una historia los momentos de convergencia
de los oprimidos con las élites y los momentos de divergencia entre estos
sectores. Néstor Kohan relata muy bien la primera etapa jacobina de la independencia:
Moreno, Belgrano, Monteagudo… Hace un interesante paralelo entre lo ocurrido en
el Río de la Plata y la Gran Colombia y luego la segunda etapa. Aquella etapa
de la independencia, la de la guerra social y colonial. Bolívar apelando a la
doctrina del pueblo en armas, el ‘contagio’
de Haití, la decisión de liberar a los esclavos, el sostén de sus luchas en los
llaneros, en los montoneros, en las fuerzas plebeyas, la convergencia con San
Martín, su oposición a las oligarquías sudamericanas que los traicionaron y los
abandonaron”.
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