ENTREVISTA CON LA DIPUTADA DEL FMLN, NIDIA DÍAZ, SOBRE EL
PROCESO DE PAZ EN EL SALVADOR
“SI NO SE RESUELVEN PROBLEMAS ECONÓMICOS Y SOCIALES DE LA
POBLACIÓN, A LA LARGA SE CREA EL CONFLICTO ARMADO NUEVAMENTE”
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Para que un proceso de paz como
el que se desarrolla en Colombia pueda salir adelante es imprescindible el involucramiento
de la población que tiene que estar vigilante de la aplicación efectiva de los acuerdos que se
suscriban entre el gobierno y la insurgencia, e igualmente es de suma
importancia garantizar la participación política de la gente, los movimientos
populares y de las fuerzas políticas. Ello dentro de una concepción política de
generar condiciones de democracia integral, en el sentido de “que si no se
resuelven los problemas económicos y sociales a la larga se crea el conflicto
nuevamente”, explica la cofundadora del Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN) y actual diputada
de El Salvador, María Marta Concepción Valladares Mendoza, más conocida por su
nombre de combate, Nidia Díaz.
Con la
experiencia que le da haber luchado desde hace más de cuatro décadas en su país
en diversas trincheras: desde la lucha popular a la militar, desde la cárcel a
la diplomacia rebelde, desde la guerra a la negociación de paz, desde la
montaña al parlamento, Díaz reflexiona
sobre las implicaciones que ha tenido el posconflicto en El Salvador, luego de
suscrito los acuerdos entre el gobierno de ultraderecha de Alfredo Cristiani y
la insurgencia del FMLN, hace aproximadamente un cuarto de siglo.
Durante
el seminario internacional organizado por el Foro de Sao Paulo para analizar
los avances de reconciliación política en Colombia, realizado recientemente en
Bogotá, dialogamos con esta experimentada dirigente y diputada sobre los
avatares del proceso de paz en El Salvador y la accidentada aplicación de los
acuerdos.
ENTRE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA Y LA TRANSICIÓN NEOLIBERAL
- ¿Cómo fueron los primeros años
en materia de posconflicto en El Salvador? ¿Los acuerdos fueron cabalmente
cumplidos por los gobiernos de derecha para su implementación?
- El
posconflicto inicia hace 24 años con toda la voluntad política, la
implementación de esos acuerdos que fueron verificados durante más de 10 años
por las Naciones Unidas a través ONUSAL, después directamente por la Secretaría
General, y posteriormente para su fortalecimiento a través del PNUD en
proyectos dirigidos a consolidar la institucionalidad mediante un mecanismo
nacional que se llamó Comisión Nacional para la Paz (Copaz), integrado por
todos los partidos políticos que tenían representación legislativa en la Asamblea
y cuya tarea era desarrollar leyes derivadas de la reforma constitucional que
se había producido a raíz de los
acuerdos de paz. Lo más importante es que hubo dos transiciones durante estos
años. Hubo una primera que fue precisamente la transición democrática, el
cumplimiento de los acuerdos que traía implícito una reforma política con el
objetivo de fortalecer un Estado democrático de Derecho para lo cual se crearon
instituciones y medidas que se desprendían también de los acuerdos de paz. Y
otra transición que era la neoliberal que había comenzado en 1989 con el
Consenso de Washington. El Partido Arena gobernó 18 años de los 24 que tenemos
y en ese lapso se profundizó la confrontación o la separación de esas dos
transiciones. La transición democrática que estaba acorde a los propósitos de
instalar un país sustentado en el respeto a los derechos humanos y las
garantías sociales, y la transición económica que era contraria al espíritu de
los acuerdos que perseguían democratización de la economía y que además
contradecía los postulados de la Constitución de la República del año 83 que
habíamos reformado a raíz de los acuerdos. A la vuelta de 18 años ya nosotros
no valorábamos cuanto más, cuanto menos, sino si aquellos propósitos que
tuvimos al empezar toda esa negociación basada en acuerdos de paz se estaba
cumpliendo. De un país democrático, un país respetuoso de derechos humanos, un
país en reconciliación como aspirábamos, encontramos uno, cuando se da el
triunfo del FMLN en junio de 2009, con
un índice de -3.6% en economía. De país productivo pasamos a ser importador
de granos básicos, con muchos despedidos de trabajadores, con una crisis social
increíble en salud, educación, vivienda, desempleo, y empezando a desarrollarse
la crisis mundial capitalista. Entonces, lo primero que hacemos nosotros tras
un proceso de concertación sobre un programa de gobierno fue rescatar los acuerdos
de paz y proponernos a implementarlos sobre la idea básica de un modelo de
desarrollo social más justo y así empezó todo ese proceso con el FMLN. Nosotros
dedicamos los cinco años del gobierno de Mauricio Funes a hacer una reforma
social. En los siete años que llevamos gobernando no nos hemos dejado presionar
por el Fondo Monetario Internacional para quitar subsidios, para despedir
gente, para implementar impuestos regresivos o mucho menos para olvidar los proyectos
sociales, al contrario, hemos mantenido todo esto.
- La gran conclusión por lo que
relata es que ha sido un proceso de posconflicto lleno de contradicciones…
- Claro,
porque como reitero con una economía en decrecimiento con -3.6% en todos esos
años, los pobres se habían vuelto más pobres y los ricos más ricos. Cuando
nosotros asumimos teníamos que darle vuelta a toda esa situación y ya en el
segundo gobierno del FMLN, el primer objetivo es reactivar la base productiva
del país, continuar con la reforma social y garantizar la seguridad del pueblo
pero el problema de la inseguridad es estructural, viene de raíz, porque la
misma situación de pobreza y de injusticia social genera la conflictividad a
nivel social y se presta para altos niveles de delincuencia, a la cual se suma
el crimen organizado, el narcotráfico. A ello hay que agregar que en los
últimos años ha irrumpido la derecha como factor de desestabilización. No es un
problema que lo vamos a resolver de un día para otro. El presidente Salvador Sánchez
Cerén ha continuado lo que Mauricio Funes comenzó en cuanto a la recuperación
de la memoria, es decir, esclarecimiento de verdades porque el gobierno de Alfredo
Cristiani (1989-1994) rechazó el informe de la Comisión de la Verdad y dio una
ley de amnistía total que permitió la absoluta impunidad.
- Si bien ningún país o ninguna
organización puede dar consejos o sugerencias en materia de negociaciones de
paz, sin embargo con el proceso de Colombia hay una coincidencia: en este país
andino el gobierno es de derecha y constituye una plataforma para la profundización
del modelo neoliberal como ocurrió en El Salvador hace 25 años. ¿Qué horizontes
pueden abrirse en Colombia teniendo esta similitud con El Salvador y qué
perspectivas le ve a la etapa del posacuerdo una vez que se llegue a firmar la paz
entre el gobierno y las Farc?
- Para
mí la clave es la voluntad política que se tenga para cumplir con lo que se
pacta y eso pasa también porque una vez el presidente Santos firme los acuerdos
con las Farc, sea cual sea el gobierno que llegue los tiene que cumplir. En segundo
lugar, crear un involucramiento de la población que tiene que estar vigilante
de la aplicación de los acuerdos y dar garantía para la participación política
de la gente, los movimientos populares y las fuerzas políticas. Por otro lado,
no olvidar que la democracia es integral, económica, social y que si no se
resuelven los problemas económicos y sociales a la larga se crea el conflicto
nuevamente, dependiendo como se apliquen las soluciones reales. Por eso es
importante abordar seriamente el problema del desarrollo económico y social. Lo
otro que es importante es que nunca hay que ocultar la verdad de lo que sucedió,
hay que fomentar una cultura de paz permanentemente para que la gente se vuelva
constructora de paz y no fomente la violencia. Igualmente, no se puede mantener
una paz basada en la impunidad y poner mucha atención a la verificación de los
acuerdos, sobre todo al compromiso, que no debe ser de palabra sino que tenga
una base legal. Esa base legal es la refrendación de los acuerdos que se
convierten en ley y de esta manera se puedan aplicar.
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