“HAY QUE DERRUMBAR MITO DE LAS BONDADES DE
LA INVERSIÓN EXTRANJERA QUE LO QUE GENERA ES RETROCESO EN DESARROLLO INDUSTRIAL
Y CASUSA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL”
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
El
negativo proceso de globalización económica ha redimensionado a su mayor
potencia la extracción de excedentes de la periferia, al tiempo que ha puesto
en marcha un criminal proceso de “acumulación por desposesión”, para usar la ya
conocida frase del geógrafo británico David Harvey.
Consecuentemente,
en esta etapa de consolidación del modelo neoliberal, el capitalismo monopólico
se impone la búsqueda acelerada de recursos, especialmente energéticos
estratégicos como los hidrocarburos, pero también los minerales clave, así como
alimentos, bosques, tierra y agua. A los países capitalistas centrales, el tema
de los límites ambientales los inquieta, razón por la cual ven la necesidad
imperiosa de controlar los recursos del Sur.
La
politóloga colombiana Adriana Cadena Cancino, ha hecho una consistente y
detallada investigación sobre la manera cómo vienen siendo apropiados y explotados por empresas multinacionales recursos
minero energéticos en territorio suramericano, deteniéndose en un elemento como
el litio, cuyas máximas reservas mundiales de este que es considerado el
petróleo blanco del inmediato futuro, las ostentan Argentina, Bolivia y Chile.
“La
explotación minera en los países suramericanos se hace principalmente a través
de concesiones, -explica- por lo que se puede considerar que dichos minerales
en lugar de ser de uso estratégico para los países, resultan ser de carácter ‘extratégico’,
en el sentido de que son apropiados y explotados por multinacionales en
territorio suramericano, cuyos doce países pueden ser señalados por la ausencia
casi total, o la enclenque presencia, o déficit de soberanía nacional para
proteger los recursos naturales no renovables, que por definición son propiedad
del Estado en representación del pueblo o la nación”.
INVERSIÓN EXTRANJERA: EL PEOR NEGOCIO DE PARA LOS PAÍSES,
EL MEJOR PARA LAS MULTINACIONALES
Aparejada
al expolio de los recursos naturales por parte del capital transnacional en
América Latina, está la denominada inversión extranjera directa, que la
ortodoxa económica y los gobiernos neoliberales quieren hacer creer que
constituye la “salvación” para los países subdesarrollados. Una herramienta
eficaz del capital especulativo para perfeccionar la “acumulación por
desposesión” son los leoninos Tratados de Libre Comercio (TLC) y sus
respectivos capítulos de protección a las inversiones.
Cadena
Cancino, tomando como referencia el caso de Colombia, desenmascara los
verdaderos alcances de esos acuerdos impuestos por Estados Unidos y los
organismos multilaterales de crédito que están bajo su directa orientación.
Las
imposiciones del capital monopólico que a través de estos tratados busca salvaguardar
sus intereses llegan hasta tal punto de obligar a los Estados que los suscriben
a abandonar toda posibilidad de impulsar y promover la industria y la
agricultura nacionales, echando por la borda aspectos esenciales como la
soberanía alimentaria y la garantía al trabajo digno.
En
efecto, hay disposiciones contempladas en los TLC denominados “requisitos de
desempeño”, en virtud de los cuales el Estado tiene la posibilidad de exigir
ciertas garantías a las empresas transnacionales o de origen del país con el
cual se suscribe el tratado, para satisfacer algunas necesidades de tipo
económico, laboral, industrial y/o tecnológico. Pues bien, en el caso
colombiano, su gobierno en una actitud de total obsecuencia prohibió los
requisitos de desempeño, otorgándoles el máximo de gabelas a las empresas
extranjeras.
“Es
que a través de los requisitos de desempeño, el gobierno pudo haber exigido
contenido nacional en la producción extranjera; exigir que se empleara a
colombianos; exigir que la inversión no se limite a la explotación minera;
exigir la transformación de los recursos naturales que exploten las compañías
multinacionales; exigir reinversión de las utilidades; exigir transferencia de
tecnología; exigir joint venture entre extranjeros y nacionales; entre otras
formas de mejoramiento de las condiciones de la economía nacional”, explica
Cadena Cancino.
Pero
hay más, agrega esta politóloga: “a partir del mecanismo de solución de controversia
contemplado en dichos acuerdos de inversión, hoy Colombia tiene elevadísimas
sumas de dinero en demandas internacionales, que a agosto de 2017 ascienden a
más de US$23.000 millones, lo que equivale aproximadamente a 67 billones de
pesos” ante organismos que fungen de árbitros como el CIADI del Banco Mundial y
la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, más
conocido como CNUDMI, que por lo general siempre fallan a favor de las
transnacionales y en contra de los Estados
Lo
anterior, agrega, “nos indica que el gobierno colombiano está llevando a cabo
el peor negocio de la historia, pues es mucho más lo que está en disputa por
concepto de demandas de las multinacionales contra el país, que lo que
anualmente está ingresando por concepto de inversión extranjera directa, que
por ejemplo en 2016 se ubicó en algo más de 13.000 millones de dólares”.
LA TRISTE REALIDAD DE AMÉRICA LATINA: RECURSOS NACIONALES
EN BENEFICIO DE LOS CAPITALES EXTRANJEROS
Para
abordar estos aspectos sobre el expolio del capital especulativo en América
Latina invitamos a dialogar a Adriana Cadena Cancino, quien se ha dedicado a
investigarlos desde la academia.
Esta
investigadora social es candidata a doctora en Procesos Políticos, Sociales y
Económicos de América Latina, Magíster en Gobierno y asuntos públicos, especialista
en Gerencia Financiera, profesional en Relaciones Económicas Internacionales, docente
de la Universidad Autónoma y coordinadora de la Mesa Nacional de Pescadores
Artesanales de Colombia.
Llama la atención de tu investigación la referencia que
haces respecto de que los países suramericanos manejan no solamente el litio
sino los recursos naturales desde dos puntos de vista: uno estratégicamente que
sería lo ideal; y ahora en la globalización liberal, “extrategicamente” con x, y
lo subrayas, ¿para indicar qué?
Sí,
cuando hablamos de la estrategia o lo que significa la importancia que tiene la
alta demanda de los recursos naturales para la producción mundial, se supone
que tendríamos unas condiciones de negociación importantes. Sin embargo, observamos
que los gobiernos no están tomando esos recursos como estratégicos para el
desarrollo nacional sino que se están concesionando con grandes ventajas para
su explotación a las multinacionales que son capitales extranjeros, por lo
tanto esto es “extrategico”. Es decir, son recursos que les beneficia a los
capitales extranjeros y no a los nacionales.
En las últimas décadas se ha hablado que en América Latina a
partir del modelo neoliberal se ha vuelto a la primarización de las
economías. Pero lo que se observa es que
América Latina no despegó en su proceso de industrialización. ¿Se puede señalar,
en ese sentido, de que el continente no ha salido de su primarización, para no
hablar de reprimarización?
Durante
el modelo de industrialización por sustitución de importaciones, hubo un avance
importante en materia de industria, aunque no hubo nunca un requisito real para
las empresas que explotaban recursos naturales los industrializara. Entonces sí
se puede decir que, en efecto, no salimos de la primarización, pero ahora acabamos
con la industria, retrocedimos, entonces esto nos lleva a pensar que en algún
sentido si ha habido un proceso de reprimarización de la economía.
En tu estudio también hablas de la importancia que tendría
para Latinoamérica el impulso de una verdadera política para industrializar o darle
valor agregado a la explotación de los recursos mineros, y señalas la necesidad
de un regionalismo estratégico que estaría sustentado en las cadenas de valor. ¿En qué consistiría ello; cuál es el
significado de las cadenas de valor en el ámbito, por ejemplo, minero-energético?
Si, más
que cadena de valor yo hablaría de cadena de valor regional, es decir que si se
unen, si cada uno de los países aportara un recurso o investigación para que los
minerales fueran industrializados, pudiéramos manejar soberanamente los
recursos naturales para apuntarle al desarrollo regional. Es eso lo que
significa la cadena de minerales, cada uno pone un aporte, no dejar concesionar
los minerales, no dejar que las multinacionales exploten per sé sin
industrializar, sin trasladar tecnología.
Por
ejemplo, como hizo China, que cuando realizó su salto hacia la
industrialización, digamos el modelo que implementó Deng Xiaoping, lo que empieza a hacer es un cambio de modelo perfecto,
diciéndoles a los inversionistas que si quieren participar, en la explotación
de minerales, primero que todo tienen que hacer un invento con una empresa
local; segundo, deben industrializar; y tercero, tienen que transferir
tecnología. De esta manera vamos adquiriendo de capital extranjero y al mismo
tiempo vamos aprendiendo.
Los gobiernos tienen que hacer centros de investigación para
ir avanzando en el desarrollo de un producto más elaborado, para ello se requiere
del nivel regional. Si hay varios países que tienen el mismo recurso natural
que cuenta con un fuerte porcentaje de oferta es posible controlar su mercado, pero
es inaudito que en América del Sur, el control de los precios de los bienes
estratégicos lo manejen las multinacionales mas no los Estados. La manera
entonces de generar realmente una integración estratégica es entre los países
involucrados.
En ese sentido, tú hablas de la necesidad
de proyectar una relación Sur-Sur, ¿por qué?
Sí, porque tendríamos condiciones, por ejemplo, en cuanto a los recursos naturales, de controlar los precios
y la oferta, para lo cual se requiere un desarrollo mayor. Se requiere, además,
cooperación entre los países Sur-Sur para que esto se pueda dar, porque no puede
continuar que las naciones desarrolladas sean las que controlen todo.
En América Latina, los gobiernos de
derecha fundamentalmente están arrodillados al capital transnacional y tal
parece que nuestros pueblos estuviéramos condenados a otros “cien años de
soledad”, ¿no te parece?
Sí, lamentablemente es así, la posición ideológica es
fundamental en los procesos de integración y ahora con el retroceso que hubo de
los gobierno progresistas en América del Sur pues se echaron para atrás los esfuerzos
integracionistas y de complementación enmarcados en el desarrollo y no solamente
en el tema de comercio.
¿En ese sentido, la integración sería un
elemento fundamental para la segunda emancipación de nuestros pueblos?
Así es, la integración es necesaria porque cuando uno ve el mundo,
este ya se comporta es en regiones. Los Estados siguen siendo la unidad más
importante del sistema pero cuando se ve cómo está funcionando el comercio, las
estrategias regionales, las cadenas globales de valor, todo eso tiene que ver
con regionalismos o con la regionalización.
¿Con la conformación de bloques?
Sí, la conformación de bloques a través de procesos de
regionalización. Entonces, no se puede actuar solo, eso ahora es imposible. Cuando
uno negocia por ejemplo un TLC, Colombia versus Estados Unidos, la disparidad
es muy grande, la asimetría es grandísima.
La Alianza del Pacífico, integrada por
gobiernos neoliberales, no está mirando este tipo de temas, no es una
integración sino es un acuerdo para favorecer el capital transnacional, ¿tú lo verías
así?
Sí, es para favorecer el capital transnacional, aunque tiene algunos
temas estratégicos que es mirar hacia el Pacífico para buscar comercio, pero
eso es bilateral, también hay que traer importaciones, no solo exportaciones y el
problema es el nivel de competitividad de nuestros países que están muy por
debajo; pero sí, la Alianza del Pacífico no favorece el tema de desarrollo
industrial porque se basa en plataformas de exportación, en la inversión extranjera
directa, en la atracción de inversiones; por lo tanto, todas esas “buenas practicas”
de la OCDE y esa intención de entrar a este organismo internacional solo tiene
como fin que los capitales se inviertan seguros en estos países. Pero ni una cosa,
ni la otra. La inversión extranjera que está viniendo, por lo menos a Colombia,
no es la que se requiere para un desarrollo porque prácticamente está enfocada
a temas de servicios, que tienen un aprendizaje con tendencia cero, servicios
que son de hoteles, de restaurantes y demás.
En uno de sus libros, el profesor de la
Universidad de Harvard, Dani Rodrik, demuestra que la inversión extranjera es un
mito, en el sentido de que la misma no contribuye al desarrollo social o
industrial de un país, como ocurre en Colombia, en donde las grandes
plataformas de explotación de recursos de importantes operadas por transnacionales
que están localizadas en diversas regiones, no se han revertido en progreso para
las comunidades. ¿Ese discurso de que la inversión extranjera es una gran
bendición, no termina siendo demagogia?
Claro que sí es demagogia porque la imposición en los
acuerdos de comercio y de inversiones que obligan a que los países periféricos
atraigan inversión extranjera pone más restricciones al desarrollo local, lo
que está generando un retroceso en el nivel de desarrollo industrial y aparte
de eso causando contaminación y otros problemas colaterales.
En los tratados de libre comercio o
acuerdos de inversiones se contemplan los denominados requisitos de desempeño.
Durante los últimos dos gobiernos en
Colombia (el de Uribe y el de Santos) se han prohibido expresamente esos
requisitos de desempeño en los tratados comerciales que han suscrito. ¿Qué son,
en qué consisten y cuáles son sus alcances?
El requisito de desempeño es un aporte que podría darse. En
las negociaciones de inversión el gobierno puede negociar condiciones para
favorecer el desarrollo local, regional, la industrialización, la transferencia
de tecnología, a través de figuras como los joint venture (inversión conjunta),
etcétera. Si vienen multinacionales, el gobierno les podría exigir este tipo de
requisitos de desempeño, como también que su inversión tenga contenido local o regional
para que una parte de la producción jalonara el desarrollo industrial. Sin
embargo cuando se lee, por ejemplo, el capítulo de inversiones de los tratados
de libre comercio (TLC) que suscribió Colombia con Corea, Estados Unidos, Canadá,
y también el que se está negociando actualmente con Japón, explícitamente dice
que se prohíbe algún requisito de desempeño. Es decir, es el propio gobierno
colombiano el que pone un requisito de
este nivel para frenar y desfavorecer el desarrollo local y nacional.
Entonces, son gobiernos apátridas…
Apátridas absolutamente, genuflexos, sí vende patrias, claro
que sí, porque estos requisitos de desempeño que servirían para el desarrollo
en término de inversiones se están negando, se están prohibiendo por los
propios gobiernos. Lo único que se permite, lo único que se exige al
inversionista es que capacite a la gente, a sus trabajadores siempre y cuando
no se transfiera un nuevo conocimiento, dice así claramente en los tratados de
inversión. Ni siquiera se exige que los empleados que contrate la multinacional
sean colombianos, ni siquiera eso.
¿Los tratados de libre comercio también llevan un capítulo
referido a los acuerdos de inversión? ¿Cuáles son sus alcances?
Son leoninos
porque lo que pretenden es dar seguridad jurídica a los capitales
internacionales pero en su contenido no hay aspectos que realmente estén
favoreciendo el desarrollo local y nacional. Aparte de eso hay otras cláusulas
que prohíben los subsidios o estímulos para impulsar las exportaciones o temas
de propiedad intelectual porque restringe la posibilidad de generar tecnología
o transferencia de ésta. En síntesis, estos acuerdos lo que hacen es favorecer
la política industrial de los países desarrollados. Y aparte de eso exigen que
la solución de controversias esté a cargo de supuestos organismos de arbitraje
como el CIADI que pertenece al Banco Mundial y la CNUDMI que es la Comisión de
Naciones Unidas para el Desarrollo Mercantil Internacional.
Que son organismos creados para favorecer las necesidades e
intereses de las transnacionales…
Absolutamente,
esos organismos favorecen directamente a las multinacionales para que puedan
reclamar ante cualquier modificación. Una cláusula que se contempla en estos
tratados de inversión que medio se modifique o se cambie o que ellos sientan
que se cambia es motivo de sanción. Y hay una cosa terrible que es el termino
de inversión; cuando uno habla de la definición de inversiones es una algo
supremamente amplio. Incluso, las perspectivas de ganancias así sean a 100 años
constituye inversión. Entonces, cuando por ejemplo, hay una intención de darle
una concesión minera de oro, como en el caso del páramo de Santurbán, ya
tenemos una demanda internacional porque no ha habido claridad del Estado sobre
cuáles son los límites para la concesión, por lo tanto y de acuerdo a su
parecer, ahí ya hay retrasos y perjuicios. Ello evidencia que no hay un trato
justo y equitativo, todo eso, todo ese clausulado tiene una cosa que implica
una posibilidad de sanción para el
Estado.
¿Los países de América Latina gobernados por la derecha, su
economía se sustenta en la financiarización, en la especulación del capital,
por lo que está muy lejos de proyectarse
el fomento a la industria y la agricultura?
Sí,
claro, porque para fomentar la industria necesariamente tiene que haber una
política interna de apoyo a través de subsidios, con una legislación de
respaldo a lo nacional frente a lo extranjero y con esos tratados de inversión
y los TLC no se puede hacer, no hay posibilidades. Son acuerdos que limitan la
posibilidad de generar una política de desarrollo nacional, porque de lo
contrario, el país es objeto de sanciones y de demandas ante el CIADI.
¿Eso quiere decir que si no hay un cambio de modelo
económico en América Latina, apague y vámonos?
Sí,
porque no se está tomando la inversión como debe ser. Si hubiera esos
requisitos de desempeño de verdad sería importante porque jalonaría el
desarrollo con las inversiones extranjeras, pero cuando se prohíbe eso, cuando
no se obliga a las inversiones, no se le da un condicionamiento mínimo para que
venga a explotar, es prácticamente imposible lograr avances. Así no se puede,
pues es como poner a competir a una multinacional con una pyme. Las pymes tienen
una duración de 5 años. Uno a 3 años, las más grandecitas a los 5 años mueren,
eso es lo que está estimado en Colombia y del 80% del empleo está supeditado a
las mipymes.
¿A partir de todo este sombrío panorama lo que obliga es
una nueva arquitectura financiera regional?
Más
que una nueva arquitectura financiera yo diría que lo que hay es que renegociar
esos tratados, un TLC se denuncia y en seis meces está listo, se va. Los de
inversiones no, son más demorados, una vez que se denuncian dura entre 10 a 15
años, como lo hizo Evo Morales en 2007, pues Bolivia se salió del CIADI y ahora
está tratando de sacarse esos tratados bilaterales de inversión y demás. El
primer paso entonces es renegociarlos, tanto los acuerdos internacionales de
inversión como los tratados de libre comercio. Renegociarlos o denunciarlos y
acabarlos, pero con el modelo que tenemos hoy impuesto de afuera hacia adentro
es muy difícil realmente que esto se dé. Tendría que haber un cambio total de
ideología, de Estado, de gobierno.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos
tiene un discurso muy bonito para “vender” la idea de que Colombia debe
ingresar a la OCDE que es la organización publicitaria del neoliberalismo y que
eufemísticamente la presentan como la de “las buenas practicas económicas”. ¿En
tu concepto, qué significaría el ingreso de Colombia a la OCDE?
Que los presidentes colombianos vayan a un club fino a tomar
buen whisky, no más.
Creo que para Colombia es un despropósito el ingreso a la OCDE.
¿Es la entrega total del país al capital transnacional?
Exactamente,
hay que mirar los niveles de desarrollo de los países que hacen parte de ese
organismo. No considero que lo que impone la OCDE sea lo que requiere este
país.
AMÉRICA DEL SUR CON LAS MAYORES RESERVAS MUNDIALES DE LITIO
Ahora entremos en materia respecto de tu investigación. ¿Qué
te motivó a hacer la investigación respecto de un recurso geoestratégico como
es el litio?
Primero
que todo el hecho de que América del Sur tiene las reservas más grandes de litio
en el mundo, más o menos el 86% posee esta región entre Bolivia, Argentina y Chile.
Otra cuestión es que no solamente en litio sino en otros recursos naturales
tenemos una posición inmejorable como es, por ejemplo, la del niobio. Brasil
tiene el 98% del niobio mundial
¿Y para qué sirve el niobio?
El
niobio sirve para toda la industria aeroespacial, para cohetes, muy importante,
necesaria entonces, por ejemplo para América del Sur, si realmente se uniera.
Alí Rodríguez Araque cuando era secretario general de Unasur, planteaba hacer
una especie de OPEP de recursos naturales y de minerales en América del Sur por
las condiciones favorables que tenemos de controlar estos recursos estratégicos
de altísima demanda mundial. Si bien América del Sur los está proveyendo no está
ganando lo que debería porque estamos en el
inicio de la cadena de valor. Ante esta gran posibilidad que tiene la
región me decidí a estudiar el litio porque es el petróleo blanco del futuro. Dentro
de poco empezará el boom del litio.
O sea, que posteriormente ya no va a ser Venezuela uno de los
países acosados por las grandes potencias económicas sino serán otras naciones que
tendrán la posibilidad de producir litio, como es el caso de Argentina, Chile,
Bolivia, donde se va a concentrar la atención…
Sí, la
atención ya está puesta en ellos, solamente que Chile y Argentina son amplios
con la inversión extranjera y por lo tanto las multinacionales están dominando
toda la exploración y explotación.
¿Ya hay exploración y explotación?
Claro,
y son empresas estadounidenses, de China, Japón y Corea del Sur que están
dominando la explotación. Canadienses y australianas son las empresas
importantes en materia de explotación del litio.
¿Y los términos de esos contratos son de expolio? O sea,
como ha sido tradicional en América Latina, que las transnacionales vienen,
saquean el recurso y dejan cualquier centavo al Estado. ¿Esos son los términos de
los contratos de exploración y explotación de litio?
En
Argentina de hecho les quitaron un impuesto que tenían para la explotación de
recursos naturales, el presidente Macri lo acabó de derogar, por lo tanto, esto
también da más apertura al capital. Su gobierno le ha dado mucha apertura al
capital extranjero para que se quede con concesiones del litio. Diría que el 99%
del litio argentino ya está concesionado a empresas multinacionales.
En Chile
la cosa es más grave porque desde 1980 hicieron una alianza con una empresa
estadounidense que se llamaba Futa Minerals y determinaron que no debía pagar
impuestos. Esta empresa que era la encargada de generar el litio para las
bombas de hidrógeno y tenía que ver con la bomba nuclear, fue comprada y
reemplazada por otras y se ha quedado Estados Unidos finalmente con su
propiedad. Entonces, desde 1980 la explotación de este mineral a través de esta
empresa que ahora se llama Sociedad Chilena del Litio, no paga impuestos de
renta ni de arrendamiento. Hay otra empresa que es SQM que tiene dineros
chilenos y es del yerno de Pinochet. Ellos la tienen desde 1995 y pagaron
impuestos de venta más o menos hasta el 2016 por 406 millones de dólares en la
explotación y por arriendo más o menos unos 206 millones de dólares.
¿Y en el caso boliviano?
El caso
boliviano es el único en el que por disposición del presidente Evo Morales el
litio es totalmente del Estado. Desde el 2006 su gobierno dio la directriz de que
la Comibol (Corporación Minera de Bolivia) sea la empresa que explote ese
recurso. En consecuencia, es el único Estado que realmente está generando un
proyecto estratégico para el desarrollo del país aunque van un poco atrasados
los planes y proyectos de la explotación porque lo que quieren es generar
baterías de ion líquido y para ello tuvieron que importar tecnología china. Están
buscando alianzas estratégicas pero siempre y cuando la mayoría en la
participación la tenga Bolivia.
Si bien el litio va a ser un elemento determinante en el
ámbito de la energía, ¿existe la posibilidad de que vaya a sustituir un
hidrocarburo como el petróleo?
Hay
planteamientos que señalan que para el 2040 las reservas de petróleo van a
disminuir en gran cantidad en el mundo, por eso hay un reemplazo y sería el
litio.
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