ENTREVISTA CON RAMÓN
TORRES GALARZA, EMBAJADOR ITINERANTE DEL ECUADOR PARA TEMAS ESTRATÉGICOS
“GOBIERNOS PROGRESISTAS LATINOAMERICANOS SURGEN
COMO RESPUESTA A LA FASE INCONCLUSA DE LA INDEPENDENCIA Y A LA DESTRUCCIÓN QUE
GENERA EL CAPITALISMO”
POR FERNANDO
ARELLANO ORTIZ
Medellín
Desde 2012, el gobierno
ecuatoriano del presidente Rafael Correa impulsa en algunos países de la región
un programa académico o cátedra que con el título “Democracias en revolución y
Revoluciones en democracia”, desarrolla investigaciones sobre los logros de los
gobiernos progresistas en la región, las cuales, desde la docencia
universitaria, permiten analizar sus desenvolvimientos, desafíos y dificultades
y al mismo tiempo lograr enfrentar las matrices ideológicas, políticas, educativas,
mediáticas y culturales que se instalan para desconocer, denigrar y acusar estos
procesos de transformación. Al frente de este programa se encuentra el abogado,
doctorado en Ciencias Sociales, Sociología y Derechos Humanos, Ramón Torres
Galarza, quien se desempeña como embajador itinerante para temas estratégicos.
Al concluir sus funciones de embajador
del Ecuador en Venezuela, el presidente Correa designó a Torres Galarza como
diplomático itinerante para cumplir misiones de solidaridad, paz, hermandad y
cultura entre los pueblos. Dentro de esas funciones está el de promover dicha
cátedra para lograr caracterizar las tendencias, y los procesos sociopolíticos
latinoamericanos, ver cuáles son los elementos de identidad común y cómo se
está avanzando.
Es la primera vez que el servicio
exterior ecuatoriano crea esta función para la promoción de un debate académico
como el mencionado que ha posibilitado la creación de un programa regional
latinoamericano sobre docencia e investigación que actualmente se ejecuta en
Ecuador, Bolivia, Venezuela, Argentina, Brasil y Uruguay.
“En estos países hemos involucrado una
red de universidades y centros de investigación. En el programa están los
organismos regionales de investigación de docencia más importantes de América
Latina como el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), entre otros”, explica
este docente e investigador social con una dilatada experiencia universitaria.
CONSTRUIR
HEGEMONÍAS PLURALES
Como marco referencial del programa
“Democracias en revolución y Revoluciones en democracia”, Torres Galarza señala
que “América Latina está caracterizada por una diversidad que constituye su
origen. De su diversidad geológica y biodiversidad surge la diversidad
cultural. Surge una civilización que concibe las formas de relación entre los
seres humanos y la naturaleza de un modo distinto. Mas sucede que en la
conquista se nos impone una forma ajena de organización del Estado que niega
esa diversidad. Se nos impuso un modo de vida no propio, sino ajeno. Eso nos
hace ver cómo hoy estos procesos tienen que coexistir en disputa con esa
diversidad, con formas de pensamientos e intereses distintos. Pero si somos
revolucionarios contemporáneos debemos siempre crear nuevas hegemonías, debemos
constituir hegemonías plurales que representen el interés de todos, inclusive
de esa alteridad, porque somos gobiernos democráticos. En ese sentido nuestros
gobiernos contemporáneamente ya no representan solamente a las izquierdas, sino
a la totalidad, a la pluralidad. Pero para eso necesitamos gobernar esa
diversidad, es decir, encontrar la causa común. Para ello requerimos una
capacidad de gestión de lo público. Un gobierno no puede representar solo un
interés. Evidentemente, la conducción revolucionaria requiere una correlación
de fuerzas y una organización política y social que vaya radicalizando esos
procesos; pero si lo hacemos en democracia, necesariamente tenemos que
equilibrar, confrontar, negociar, dialogar, que son las palabras fundamentales
de estos liderazgos de las democracias en revolución”.
LA IZQUIERDA Y
LOS NUEVOS DERECHOS
En Medellín, Torres Galarza participó
como panelista en el marco de la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de
Ciencias Sociales que se realizó entre el 9 y el 13 de noviembre bajo el
auspicio de CLACSO. Entre sus reflexiones se refirió sobre el reto de la
izquierda latinoamericana y los nuevos derechos.
“Las izquierdas contemporáneas, en su
propio transcurrir y frente al capitalismo en crisis, -dijo- generan procesos
que disputan nuevos sentidos sobre el carácter del Estado, la sociedad, la
economía, los derechos y obligaciones ciudadanas, las formas de relación entre
los seres humanos y la naturaleza, la cultura… En definitiva, la vida en común,
la causa común, la casa común”. Por ello, agregó, “el nuevo derecho que surge
desde la izquierda se fundamenta en el reconocimiento del carácter individual y
colectivo de los derechos sociales y económicos, las obligaciones y de las
garantías necesarias para su ejercicio; el reconocimiento de los derechos de la
naturaleza y el reconocimiento de los derechos culturales. Ubican a los
derechos humanos como la prioridad que define las relaciones entre el Estado,
la sociedad y la naturaleza.
RESTAURACIÓN
CONSERVADORA
Sobre el avance político-electoral de la
derecha en la región, como en el caso argentino, el diplomático ecuatoriano
explicó que “ese intento de restauración conservadora se da por lo logros que
en paz y en democracia nuestros procesos han permitido transformar, reformar y
democratizar el Estado; así como desarrollar una capacidad para que nuestros
recursos naturales permitan crecimiento y desarrollo, generando nuevas
condiciones de distribución y redistribución de la riqueza, condiciones de
soberanía económica, política, territorial de nuestros países”.
PROGRESISMO EN
LA REGIÓN: NUEVA CONDICIÓN DE UNA TEORÍA Y PRÁCTICA POLÍTICAS
El Observatorio
Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, dialogó con Torres Galarza sobre estos
temas y estas fueron sus reflexiones:
-
Cuando hablas de que los
gobiernos progresistas de América Latina propenden por “democracias en
revolución y revolución en democracias” necesariamente hay que generar
hegemonía desde el punto de vista gramsciano en aras de que las políticas de
Estado puedan tener continuidad. ¿Concretamente
en los países gobernados por sectores progresistas se está generando hegemonía
en ese sentido?
-
Yo
creo que sí. Fíjate hablamos como tu bien mencionas de una hegemonía basada en
la teoría gramsciana pero en nuestro caso nuestra hegemonía es plural. Es
decir, la hegemonía tiene que ver con la condición de una capacidad, de una
correlación de fuerzas, pero también tiene que ver en América Latina con la
toma del poder y entonces no es solamente una hegemonía política sino una
hegemonía para la toma del poder y para el ejercicio de un poder para todas y
para todos. Por eso la democracia. Generamos hechos revolucionarios pero
administramos nuestros gobiernos a partir de la democracia para todos y esa es
una característica nueva en la historia política y la teoría política porque
las experiencias de estos procesos latinoamericanos son absolutamente inéditos
y definen una nueva condición de una teoría y práctica políticas.
-
¿Desde ese punto de vista la
Revolución Ciudadana si bien es un hito histórico en Ecuador después de la
Revolución Liberal de Eloy Alfaro, tú crees que se está consolidando el proceso
liderado por el presidente Rafael Correa o hay peligros, acechos, como en
Argentina?
-
El
liderazgo del presidente Correa y de la Revolución Ciudadana es una continuidad
de las luchas en el origen de la nación del Estado de la república en el
Ecuador. La Revolución Ciudadana es heredera de un legado de la Revolución
Liberal radical conducida por Alfaro. No te olvides que Alfaro trabajó
simultáneamente en 15 países latinoamericanos, incluido Colombia, para generar
los procesos de transformación liberal. Lo que sucede es que el capital, el
capitalismo y la burguesía siempre han actuado para destruir, para
desarticular, para dejar inconclusos nuestros procesos y en América Latina
vivimos un proceso inconcluso en la independencia, en las revoluciones
liberales, en relación con lo que significaron nuestro procesos de liberación
nacional. Precisamente por eso surgen o insurgen los gobiernos democráticos,
los gobiernos progresistas, que les toca asumir esa herencia del pasado para
poder en condiciones del presente generar transformaciones y revoluciones
democráticas y revolucionarias en favor de nuestros pueblos. Correa y los
liderazgos latinoamericanos son la expresión de todo eso. En las actuales
circunstancias vivimos un momento de terrible y de permanente amenaza contra
nuestras democracias en revolución, porque ¿sabes que hemos demostrado? Que es
posible crecer en paz y en democracia; es posible redistribuir en paz y en
democracia; es posible tener factores de crecimiento económico, de soberanía
política sobre nuestros recursos naturales estratégicos, de integración
latinoamericana y del poderío latinoamericano disputando geopolíticamente el
sentido con el imperialismo. Todo eso enfrenta amenazas permanentes de afanes de
desestabilización y de caotización.
-
Es evidente e indiscutible el
avance que ha habido con estos gobiernos progresistas en la última década en
América Latina en cuanto a garantizar en forma efectiva los derechos sociales
fundamentales. Sin embargo el sociólogo venezolano Edgardo Lander, quien
participa en esta Conferencia de CLACSO en Medellín, me decía que ello es
simplemente neodesarrollismo que le hace el juego al sistema capitalista. ¿Qué
opinas de esa percepción?
-
Nuestros
pueblos, nuestros países, nuestra gente tiene el derecho al desarrollo, no
podemos permanecer condenados a un pasado que no nos permitió generar
democratización de la educación, de la salud, de la vivienda, de lo que
constituyen los derechos sociales de los pueblos. Ese derecho al desarrollo lo
hemos conciliado adecuadamente con los derechos de la naturaleza y con la
crítica respecto del control social del Estado sobre el mercado, con un
profundo enfrentamiento con las transnacionales, con las corporaciones. Pero nosotros
no podemos subordinar la razón, la racionalidad ambiental en relación con los
objetivos de desarrollo, de crecimiento y de distribución. Los nuestros, los
gobiernos progresistas, democráticos, revolucionarios en América Latina hemos extraído
recursos naturales estratégicos para generar factores de distribución, para
generar factores de inclusión, de equidad, de justicia. No podemos pensar en
una lógica que no nos permite extraer nuestros recursos naturales, lo que
necesitamos en complementar la explotación racional sustentable de recursos
naturales con nuevas matrices de energía, nuevas matrices de producción y de
conocimiento. Sólo así romperemos la dependencia del extractivismo. Pero, ¿acaso
en América Latina hemos inventado ya una nueva forma de economía distinta a la
dependencia, a la maligna dependencia sobre el petróleo? Díganme qué otra forma
de economía es posible plantear para el desarrollo de nuestros pueblos, si es
que no enfrentamos con pragmatismo, pero con soberanía y con dignidad estos temas.
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