“LA POSIBILIDAD DE LULA EN 20018 ASUSTA A LOS SECTORES DE LA DERECHA Y
POR ESO TRATAN DE DEBILITAR Y DESESTABILIZAR A DILMA ROUSSEFF”: EMIR SADER
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Aunque las
presiones de la derecha son muy fuertes y se ha puesto en marcha toda una
estrategia política, económica y comunicacional para derrocarla, es difícil
tumbar a la presidenta Dilma Rousseff, explica el sociólogo y politólogo
brasileño, Emir Sader.
En diálogo con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net,
aprovechando su participación en el II Encuentro Latinoamericano Progresista
(ELAP) 2015, que tuvo lugar en Quito, Ecuador, entre el 28 y 30 del pasado mes
de septiembre, el reputado científico social llamó la atención sobre el reto
que tienen los gobiernos progresistas de la región de quebrar la hegemonía del capital
financiero, que además de no posibilitar créditos para producción, consumo, ni
investigación, sus tentáculos buscan a como dé lugar desestabilizar los
procesos democráticos como viene ocurriendo en países como Brasil y Venezuela.
Sobre la coyuntura política de su
país, Sader dijo que la crisis que le han creado a la presidenta Rousseff se
debe a que fue reelegida con la fuerte oposición del gran empresariado
brasileño, por un lado, y se eligió un Congreso conservador, por otro. La
mandataria busca de recomponer la gobernabilidad con esos sectores y como está
frágil políticamente se verá presionada a hacer un ajuste económico, explica el
sociólogo, coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad
Estadual de Rio de Janeiro y exsecretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano
de Ciencias Sociales (CLACSO).
La posibilidad de que Luiz Inácio
Lula da Silva retorne a la arena política presentándose a las elecciones
presidenciales en 2018 “asusta a los sectores de la derecha y por esa razón
tratan de debilitar y desestabilizar a Rousseff”, señala Sader.
“Aunque las presiones son muy
fuertes y se ha puesto en marcha toda una estrategia para derrocarla, es
difícil de tumbar a Dilma”, agrega.
Afirma también que el tema de la
corrupción pública está sobrevalorado por cuanto que no es más que una
operación mediática de la derecha. Si bien reconoce que en el gobernante Partido
de los Trabajadores (PT) dejaron que pasaran las cosas, escándalos como el de
Petrobras no afectan ni a Dilma ni a Lula. En contraste, dijo, es curioso que
sobre la corrupción privada no se habla.
Destacó que durante los gobiernos
del PT las políticas sociales se han expandido, por eso en Brasil “nadie añora
a Fernando Henrique Cardozo sino a Lula, además porque no encuentra razones
para apoyar a la derecha”.
POLÍTICAS MOVILIZADORAS ANTE LOS EMBATES DE LA DERECHA
Sobre el panorama político
latinoamericano, Sader dijo en Quito que no es cierto que ha irrumpido una
nueva derecha en Latinoamérica. Si se examina bien, agregó, los candidatos que
se presentan a las elecciones presidenciales por los sectores de la derecha son
los tradicionales cuyos programas se sustentan en el neoliberalismo.
Respecto del inveterado
intervencionismo de Estados Unidos en los países de la región afirmó que nunca
Washington ha estado tan aislado en el continente como ahora, por eso no es
gratuito que aumente la presencia de sus tropas en Perú y Paraguay. Además la
CELAC debilita a la OEA que está lejos de cualquier protagonismo.
“Washington busca con mucha
dificultad un protagonismo en el mundo multipolar que se está configurando. Por
eso, en el caso latinoamericano se puede señalar que la doctrina Monroe apenas
está terminando ahora”.
Exhortó a los gobiernos, partidos
y sectores sociales progresistas a tener políticas movilizadoras ante el embate
de la derecha y sus hegemónicos medios de comunicación que imponen la agenda
informativa.
REACCIÓN A LA NOCHE NEOLIBERAL
Sader trajo a colación la etapa
de la “larga y triste noche neoliberal”, como dice el presidente Rafael Correa,
a lo largo y ancho de América Latina.
No hay que olvidar, señaló, que
los gobiernos progresistas irrumpen después de un trágico periodo de aplicación
de políticas neoliberales caracterizado por la crisis de la deuda externa, las
dictaduras militares, medidas radicales de ajuste y privatización de activos
públicos.
Lo que han hecho estos gobiernos
es darle prioridad a las políticas sociales para disminuir las inequidades en
un continente que es el más desigual del mundo y rescatar el rol del Estado,
recalcó.
En esta hora, dijo Sader, la
tarea que tienen los gobiernos progresistas es impulsar procesos de integración
regional sur-sur en vez de los tratados de libre comercio que buscan imponer a
toda costa Estados Unidos y la Unión Europea.
Igualmente, “el tema central es cómo quebrar la hegemonía
del capital para volver al ciclo expansivo de la economía”.
Sader expuso las “dificultades
objetivas” que generan un escenario de crisis en la actualidad, entre ellas el
permanente ataque a través de denuncias de supuesta corrupción, que busca
debilitar al Estado; el pesimismo económico, que genera la baja de la
autoestima en la población; y el rol todavía hegemónico de los medios de
comunicación que en la práctica son partidos políticos de derecha.
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