PERIODISTA FERNANDO ARELLANO DESDE BOGOTÁ:
«ES SORPRENDENTE LA MANERA COMO HA REACCIONADO LA POBLACIÓN COLOMBIANA»
POR GILBERTO LOPES / SEMANARIO UNIVERSIDAD,
SAN JOSÉ DE COSTA RICA /
“En Colombia había habido paros de dos o
tres días y generalmente la represión terminaban con la protesta. Sin embargo
lo que ocurre ahora es increíble", comentó el periodista a UNIVERSIDAD.
El periodista
colombiano, director de la página Cronicón,
Fernando Arellano Ortiz,
vive desde Bogotá la ola de protestas que sacude Colombia desde hace una
semana. UNIVERSIDAD conversó con él
por teléfono, cuando las noticias desde ese país anunciaban un recrudecimiento
de la represión, ante unas protestas que no ceden.
Es
sorprendente la manera como ha reaccionado la población, mayoritariamente
jóvenes y de capas medias, para protestar frente a la política neoliberal del
presidente Iván Duque, dijo Arellano.
Colombia es
una sociedad muy conservadora, agregó, muy influenciada por los medios del
oligopolio liberal, con los que han construido su hegemonía.
“En Colombia había habido paros de dos o
tres días y generalmente la represión terminaban con la protesta. Sin embargo
lo que ocurre ahora es increíble. Una inicua reforma tributaria, que ha sido
rechazada de manera contundente por la mayoría de la población, fue la chispa
que prendió la pradera. Fue tal el impacto de esta propuesta que la población
de rebeló”.
La gente no se ha atemorizado
Desde antes
del 28 de abril, cuando fue convocado un paro nacional, ya habían comenzado a
manifestarse diferentes sectores de opinión.
¡Y ya estamos
a cinco de mayo y no han parado las protestas!, dijo Arellano
“Anoche, en el sector occidental de Bogotá,
donde yo vivo, se desataron las protestas entre la 7:30 y 9:00 de la noche. Fue
una manifestación continua a través de cacerolazos y el himno nacional de
Colombia, que la gente cantaba”.
En la medida
en que siguen las manifestaciones, la represión se ha hecho más y más brutal.
El gobierno de Duque no solo ha desplegado a la policía, sino también al
ejército. Inevitable pensar en el modelo chileno de represión de las protestas
que se desataron en ese país en octubre del 2019.
A Arellano, lo
que está pasando en Colombia le recuerda la desapariciones puestas en práctica
por la dictadura militar argentina en el siglo pasado. Han desaparecido más de
80 personas, afirma. “En el Valle del
Cauca la policía está atacando a la población de manera indiscriminada,
desapareciendo, matando, hiriendo a jóvenes, violando mujeres”.
“El comandante general del Ejército viene
diciendo que hasta que no se tome Cali, capital del departamento del Valle, no
descansará. Desde la madrugada de hoy están atacando a la población del
departamento del Valle, como en Buga. La gente del puerto de Buenaventura ha
sido también hostigada”.
Lo importante
en este momento es que no obstante el despliegue militar y policial y la
persecución de la población civil la gente no se ha atemorizado, agrega.
“En este momento, en Pasto, mi ciudad natal,
al sur de Colombia, está convocada una inmensa manifestación estudiantil. Lo
mismo en Bogotá, donde hay marchas por diferentes vías céntricas de la ciudad”.
El uribismo se quedó sin discurso
El escenario
en el que se desarrollan las protestas está caracterizado por una creciente
crisis económica, que Arellano describe señalando que, antes de la pandemia,
entre 60 y 65% de la población venía enfrentando circunstancias de pobreza y
precarización laboral.
“Hoy la situación se ha agravado
ostensiblemente. Los niveles de pobreza se han incrementado, como en todo el
mundo.
“Pero en Colombia, al haber el gobierno
presentado torpemente una reforma tributaria cuyo peso recae sobre el salario y
no sobre el gran capital, eso enardeció a la gente.
“La gente lo que está buscando hoy es una
alternativa para sobrevivir. Ni siquiera pretenden una reforma laboral que
permita obtener los derechos que durante el gobierno de Álvaro Uribe se
perdieron. Es una la alternativa para poder sobrevivir”.
Arellano
señala que las propias cifras oficiales dicen, en la última semana, que muchos
colombianos están ingiriendo una sola comida diaria.
“Algo más de 20 millones de colombianos
están en esa situación. Las pequeñas y medianas empresa prácticamente han
desaparecida. La industria está reducida a su mínima expresión.
“Ya la población no le come cuento al
gobierno. Le perdió el temor. Y el Uribismo se quedó, finalmente, sin discurso.
No tiene capacidad de convocatoria. Ya nadie le cree”.
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