LATINOAMÉRICA

 

LA VIGENCIA DEL PENSAMIENTO DEL LATINOAMERICANISTA VICENTE SÁENZ

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ /

El pensamiento del ensayista, político y periodista costarricense Vicente Sáenz Rojas (1896- 1963), mantiene plena vigencia y su legado intelectual debe ser reivindicado, por cuanto su visión emancipatoria sobre América Latina no solamente es actual sino que responde a los ideales bolivarianos y de Francisco Morazán, cuya idea unionista quiso transformar Centroamérica.

Si bien la figura de Vicente Sáenz es poco conocida en el ámbito latinoamericano y su valiosa obra ha pasado desapercibida, debe destacarse su importante aporte intelectual tanto para Costa Rica como para el continente.

Autor de más de una veintena de libros, Sáenz nació en San José, el 30 de septiembre de 1896, en una familia de clase media; se graduó del Liceo de Costa Rica; vivió la mayor parte de su vida fuera de este país, en especial en Estados Unidos y México, donde ejerció la docencia; y fue justamente en la nación azteca en donde desarrolló su talento como ensayista y escritor, aunque también se involucró de lleno como cronista en la guerra de España de 1936. Sobre el país ibérico publicó en Nueva York el libro España heroica, por la Editorial Iberoamericana en 1938.

Sáenz basó su carrera en el exterior en un permanente discurso antiimperialista y en su ideal de unión centroamericana. Su pensamiento tuvo amplia acogida en el México revolucionario, donde había círculos de políticos e intelectuales muy afines con sus inquietudes.

Al retornar a Costa Rica en 1935, fundó la revista Liberación y el Partido Socialista Costarricense (PSC), del cual fue nombrado secretario general. Su intención parece haber sido utilizar tal organización como base para constituir la Internacional Socialista Hispanoamericana.

Latinoamericanista

Sáenz con su visión antiimperialista siempre alentó el ideal de que América Latina sea una gran patria. Influyó en su pensamiento el intelectual uruguayo José Enrique Rodó, autor del Ariel, que tuvo gran impacto en la formación ideológica de los jóvenes latinoamericanos de comienzos del siglo XX.

Además de Rodó, en Sáenz se ve también la influencia de pensadores como Alfonso Reyes, José Ingenieros, autor del célebre El hombre mediocre y de poetas como el chileno Pablo Neruda, quien elogiara la obra del escritor costarricense.

De su concepción sobre la Patria Grande habla uno de sus libros más destacados titulado Hispanoamérica contra el coloniaje. En esta obra concebida en un estilo sereno hace referencia a la importancia vital de ser independientes y soberanos. Apelaba a “la América para la América”, resaltando la dignidad de lo hispanoamericano.

La obra ensayística de Sáenz tiene un altísimo valor para la identidad cultural y política latinoamericana. Otro de sus libros de gran valía es Traidores y déspotas de Centroamérica. En él se encuentran algunas cartas de relevancia del precursor de la unión centroamericana, el general hondureño Francisco Morazán, en las que plasma su visión de lo que debe ser el desarrollo de nuestros pueblos.

En 2013 el Centro de Investigación de Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) publicó, gracias a una indagación del periodista y politólogo Gilberto Lopes, seis tomos de la obra de Sáenz.

Para Lopes, la recuperación de la obra de Sáenz es una forma de rescatar “una veta de pensamiento profunda y riquísima”.

Crisis política del mundo moderno. Dos visiones de la Escuela de Frankfurt y del escritor costarricense Vicente Sáenz (Uruk Editores, San José, Costa Rica, 2020), sugerente libro de autoría de Lopes, constituye un detallado análisis de la obra de este gran latinoamericanista, precursor de la Teoría de la Dependencia, surgida en las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado.

“Sáenz identificó el fin del conflicto en Europa y el nacimiento de la Guerra Fría como un momento de penumbra para América Latina en vista de que, bajo el pretexto del control comunista, el imperialismo estadounidense explotaría a su gusto a los países latinoamericanos”, anota el prologuista del libro de Lopes, el historiador costarricense David Díaz Arias.