martes, 29 de septiembre de 2009

SOCIALISMO SIGLO XXI


OPINA EL POLITÓLOGO ARGENTINO ATILIO BORÓN EN DIÁLOGO CON WWW.CRONICON.NET

“PESE A LAS AMENAZAS, ESTÁ EMERGIENDO CON FUERZA UNA CONCIENCIA EMANCIPADORA LATINOAMERICANA”

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

Aunque los sectores recalcitrantes de la derecha en América Latina impotentes ante la ola de liderazgos y gobiernos progresistas se resisten a perder las jugosas ventajas que obtuvieron gracias al criminal modelo neoliberal, y por eso dan coletazos como el golpe de Estado en Honduras, o se amenaza a la región con la presencia de tropas norteamericanas en siete bases militares de Colombia, las circunstancias políticas en la región dan para el optimismo. Así lo considera el reputado científico social argentino Atilio Borón en entrevista concedida al Observatorio Latinoamericano WWW.CRONICON.NET.

Destaca, por ejemplo, el avance que viene teniendo un mecanismo de cooperación como la Alternativo Bolivariana para América (ALBA), al tiempo que considera que la crisis del capitalismo está impulsando a los países del hemisferio a buscar mecanismos efectivos de integración.

En el ámbito mundial, Borón opina que “las condiciones objetivas son extremadamente favorables en la actual coyuntura para derrotar al capitalismo y generar un proceso revolucionario, siempre y cuando se articule una gran instancia mundial que logre coordinar la lucha de los movimientos sociales y de los partidos políticos de izquierda”. Para ello, recomienda que una instancia como el Foro Social Mundial sea el llamado a avanzar en esa dirección, pues según dice, “debe dejar de ser el gran escenario de debate y de la pluralidad de los sujetos para transformarse en la instancia articuladora de la lucha que hay quedar contra el capitalismo”.

“Así como el capitalismo está librando una lucha planetaria para enfrentar su crisis, los movimientos sociales y las fuerzas progresistas no pueden dar una lucha local, parcial y parroquial, sino que es necesario concretar una coordinación mundial de todas las resistencias a lo largo y ancho de todos los continentes. Este es el gran desafío de los actores populares”, señala el sociólogo argentino.

AISLAR EL GOBIERNO COLOMBIANO DE URIBE VÉLEZ

Dos temas en los últimos meses han sido motivo de cuidadoso análisis por parte de Borón. Por un lado, la amenaza regional que ha desplegado el presidente Álvaro Uribe Vélez al invitar, motu propio, al Comando Sur de los Estados Unidos a operar al menos siete bases militares en Colombia; y por otro, el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya en Honduras.

Respecto del caso colombiano, este politólogo ha sido categórico al señalar que “hay que oponerse a las bases extranjeras en la región, adoptando toda clase de iniciativas, como por ejemplo, aislando a los gobiernos que favorecen la instalación de las mismas. No puede haber ninguna clase de equívoco o duda sobre el objetivo de estas bases militares de Estados Unidos: constituyen un apoyo en tierra fundamental para la plena participación de unidades del ejército norteamericano, no en el combate contra el narcotráfico o la guerrilla, sino para un despliegue militar en esta zona en donde es muy fácil prever que Colombia va a incurrir en actos de provocación tendientes a generar una guerra con Venezuela”.


Para Borón, “el presidente Uribe es un personaje que está absolutamente maniatado, porque el prontuario por sus vinculaciones con el narcotráfico y sus nexos con los paramilitares hacen de él un personaje al que si Washington le pide setenta veces siete bases militares se las va a dar, porque sabe que sino su destino es el de Manuel Antonio Noriega, el ex presidente de Panamá y colaborador de la CIA que se encuentra preso en Estados Unidos con una sentencia de por vida”.


AMBIGÜEDAD DE OBAMA


En cuanto al golpe de Estado propinado por sectores fascistas de Honduras, Borón ha criticado la postura ambigua asumida por el gobierno norteamericano del presidente Obama, “producto de la puja interna dentro de la administración” que facilitó la usurpación del poder.
Sin embargo, “el inicial rechazo al golpe manifestado por Obama fue luego atenuado y entibiado por su antigua rival, la secretaria de Estado Hillary Clinton, el carácter indisimulablemente retrógrado de Roberto Micheletti y su entorno, así como la interminable sucesión de exabruptos e insultos dirigidos a Obama cada vez que la Casa Blanca expresaba alguna crítica a Tegucigalpa, fueron creando una atmósfera cada vez más antagónica en relación con los golpistas”.

PREMIO UNESCO JOSÉ MARTÍ

Por su acuciante actividad investigativa y sus profundos análisis de la realidad latinoamericana, el pasado mes de julio de 2009 le fue concedido a Borón el Premio Internacional José Martí por parte de la UNESCO.


Con este reconocimiento se resalta también su sólida trayectoria académica. Su condición de observador político, catedrático universitario y analista de la realidad socioeconómica de América Latina le permite tener una visión muy certera de los fenómenos sociales que vienen suscitándose en el continente. Ph. D. en Ciencia Política de la Universidad de Harvard, Magister en Ciencia Política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) de Santiago de Chile, y Licenciado en Sociología con diploma de honor de la Universidad Católica Argentina de Buenos Aires, Boron cuenta además con una amplia experiencia como docente. Desde 1986 está vinculado con la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la cual fue su vicerrector, es investigador principal del Consejo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Argentina (CONICET). Entre 1997 y 2006 se desempeñó como secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), ha sido profesor visitante de varias universidades del mundo (entre ellas, Columbia, MIT, UCLA) y actualmente se desempeña como director del PLED, el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Autor de varios libros, entre los cuales se destaca "Imperio e Imperialismo", que obtuvo en 2004 el Premio honorífico de ensayo Ezequiel Martínez Estrada de Casa de las Américas.

EL CAPITALISMO CONVIERTE TODO EN MERCANCÍA

En su discurso al recibir el Premio Internacional de la UNESCO José Martí el pasado 17 de julio en La Habana, Borón hizo el siguiente símil:

“Si el rey Midas de la mitología griega convertía en oro todo lo que tocaba, y caía víctima de ese don, el capitalismo convierte en mercancía todo lo que toca, desde los alimentos hasta las más elevadas manifestaciones del espíritu humano, pasando por la educación y la cultura y llegando, en esta loca carrera autodestructiva, hasta la propia naturaleza, fundamento último de la vida en nuestro planeta”.

Respecto de la concepción hegemónica de los Estados Unidos señaló que sus intereses “poco o nada se modifican en función de las características de los ocasionales ocupantes de la Casa Blanca, sean éstas su extracción económica, su orientación ideológica o la pigmentación de su piel: un aristócrata como Teodoro Roosevelt, plebeyos como Ronald Reagan o Harry Truman, un magnate como John F. Kennedy o un afrodescendiente como Barack Obama son todos igualmente funcionales a la hora de desempeñar las tareas que les cabe como jefes del imperio. Hoy más que nunca es preciso no dejarse engañar por las apariencias”.

“Decía Martí que los norteamericanos ‘creen en la necesidad, en el derecho bárbaro como único derecho: esto es nuestro, porque lo necesitamos’, sentencia ésta que prefigura con un siglo de anticipación la más reciente innovación doctrinaria norteamericana en materia de seguridad: la ‘guerra preventiva’ contra todo aquél que sea definido como una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos”.

LA IDEOLOGÍA NEOLIBERAL ESTÁ MUERTA


En su oficina del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED) que dirige, y el cual hace parte del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, localizado en la populosa Avenida Corrientes de Buenos Aires, Borón con su deferencia característica nos atiende para responder a nuestros interrogantes.

- ¿Es dable hablar en América Latina, en esta coyuntura, al despuntar el siglo XXI, de una reconfiguración del sujeto político?

- Yo creo que está en proceso. Eso si, si lo miramos como un proceso en marcha, es válido hablar de una reconfiguración. Es un sujeto político que en algunos países se ha ido reconstituyendo antes que en otros. Me parece que hay algunos avances por ejemplo en el mundo andino, fundamentalmente en Ecuador y en Bolivia, cuyos procesos son bien interesantes, es lo que explica hoy la solidez de la legitimidad de gobiernos como el de Evo Morales y el de Rafael Correa. También hay una cosa parecida, aunque tiene matices propios que lo distinguen en el caso venezolano, que ha sido hecho con rasgos distintos. Venezuela es un caso muy especial, es un mundo andino, pero al mismo tiempo, un mundo caribeño. Y digo un mundo andino porque es algo muy especial, tiene una gran tradición que arranca de épocas precolombinas, de organización popular de base. Eso es un dato que muchas veces los sociólogos pasan por alto pensando que las sociedades tradicionales, precapitalistas, carecían de esta forma de organización popular, pero no, no era cierto. Tenían formas comunitarias muy, muy fuertes que están en la base de la emergencia de movimientos verdaderamente potentes en América Latina como son los que vemos en Bolivia, Ecuador o en Perú, y no sé si en parte de Colombia también. Entonces, ese sujeto está en reconstitución. Es un proceso lento porque la fragmentación que el capitalismo neoliberal produjo en las clases populares fue muy profunda. Destruyó la unidad que traían del pasado. Si tú comparas lo que era el mundo obrero popular en cualquiera de nuestros países en la década de los sesentas con lo que es hoy, la diferencia es abismal. ¿Por qué? Porque en el medio ha habido procesos de precarización laboral, de expulsión de fuerza de trabajo de los empleos formales, y esto ha producido una atomización, una dispersión del universo popular, lo cual complica mucho a la hora de darle una unidad política, una unidad organizativa a un conjunto tan heterogéneo como este.

- En reciente videoconferencia en la Universidad Nacional de Colombia, usted dijo que el modelo neoliberal estaba muerto, no obstante es evidente que en Chile, México, Colombia, e inclusive Argentina, siguen manteniendo este modelo. ¿Por qué hace esa aseveración?

- Porque ese modelo está muerto ya en los países centrales y eso se propaga lentamente hacia la periferia. Pero, evidentemente, hoy en día hablar del neoliberalismo en países como los Estados Unidos, y lo mismo en la Unión Europea, donde el reforzamiento del papel del Estado en la vida económica ha llegado a superar, inclusive el que tenía en las épocas del keynesianismo, me parece que ya es un anacronismo. Incluso, uno de los grandes pensadores y articuladores de la propuesta neoliberal como Allan Greenspan lo reconoció señalando que el mundo ya jamás va a volver a ser como era antes. Por lo tanto, el neoliberalismo como esa ideología de decir liberalicemos todas los contactos económicos, las transacciones económicas, privaticemos todo, dejemos todo en manos del mercado, que los individuos en su egoísmo individualista sean capaces de resolver sus problemas, etcétera, eso ha quedado totalmente sepultado. Claro que como acá llegaron bien tarde las noticias de la caída de Fernando VII cuando era rey de España, producto de la invasión napoleónica, se demoraron varios años, lo mismo pasa ahora y a varios sectores les cuesta tomar nota. Es diciente lo que está pasando en un gobierno como el argentino, que de repente ha tenido que adoptar medidas tales como estatizar los fondos de pensión que estaban en manos privadas. ¿Por qué? No por una vocación socializante del gobierno de Cristina Kirchner, sino porque esos fondos estaban al borde de la banca rota, y tuvieron que ser rescatados por el Estado para evitar su desplome. Lo mismo con la empresa Aerolíneas Argentinas que ha sido vaciada y saqueada por los capitales españoles y el gobierno argentino no tuvo más remedio que retomarla, y lo mismo pasó en Chile donde también había problemas con los fondos de pensiones que hizo que el gobierno neoliberal de Bachelet tuviera que meter mano en el asunto. O sea, esta gente está abandonando el neoliberalismo con medidas puntuales y todavía no se han dado cuenta de que tales medidas obedecen a un agotamiento de un ciclo, lo cual no quiere decir que se acabe el capitalismo. Yo creo que es muy importante distinguir entre neoliberalismo como una fase especial en el desarrollo del capitalismo y el capitalismo en si.

- ¿Y el sistema capitalista no estará agonizando?

- El neoliberalismo está agotado, está muerto en el corazón del sistema capitalista. El capitalismo sigue vivo todavía, y va a seguir vivo por un tiempo, por que para que desaparezca el capitalismo hace falta que alguien lo haga desaparecer, no se cae solo. El capitalismo no es un sistema que se cae solo, es un sistema que tiene una enorme resistencia, una enorme capacidad de volver a ponerse en pie, de superar su propia crisis y por lo tanto lo que se requiere es que haya un actor social que sea capaz de darle el golpe de nocaut. Y ese actor social, en el mundo desarrollado, todavía no ha aparecido, esto es evidente, en el mundo desarrollado tú no tienes ese actor. Si hubiéramos tenido ese actor en los Estados Unidos el capitalismo estaría en el suelo, pero no existe y tampoco lo hay en Europa. Infortunadamente los antiguos partidos comunistas europeos se han convertido, casi, en adalides del neoliberalismo. Entonces realmente es muy difícil pensar que ante condiciones de ausencia de actores que lo quieran hacer caer, el capitalismo se va a caer. Pero se está debilitando y mucho.

LA RAPACIDAD DE ESPAÑA SIGUE INTACTA

- En América Latina se observa un capitalismo de saqueo que usted ha calificado de “recolonización” de España en plena época del bicentenario de la emancipación de nuestros pueblos, aunque si bien ahora los ibéricos ya no vienen con carabelas, espada, ni monjes. En España dicen que aquí no hubo procesos de emancipación anticolonial. ¿A qué atribuye ese discurso?

- Es parte del mismo discurso que los españoles forjaron al amparo del PSOE, en la época de Felipe González, cuando dijeron que en realidad no había habido conquista de América, sino un encuentro de civilizaciones. O sea, una falsedad gigantesca como esa. Ahora lo que están diciendo es que en realidad ellos no quieren que las celebraciones del bicentenario sean sobre la lucha independentista de las colonias iberoamericanas en contra de sus amos coloniales, sino que quieren presentarlo como parte de un proceso básicamente interno y sostienen que fue una lucha entre facciones internas, no fue una lucha contra ellos, una lucha entre dos sectores que no se pusieron de acuerdo, había un sector más radical, y otro sector liberal, pero agregan que los españoles estaban también en plena en lucha en ese momento, porque enfrentaban la ocupación del ejército napoleónico. De lo que se trata es de dulcificar, atenuar, lo que fue el proceso de independencia de América Latina con el objeto de congregar más a la confusión general y hacer pensar que España es nuestra aliada, es nuestra socia, que tiene con nosotros una relación especial, cuando España ha demostrado en los últimos años en América Latina que la rapacidad que le conocimos en la época de los viejos conquistadores, sigue presente hoy con sus empresas y con su afán de controlar los sectores claves de la economía en nuestros países.

- Desde el punto de vista político, ¿América Latina en su concepto sigue siendo una ficción o ya hay procesos de integración que se pueden mirar con esperanza?

- No. No es una ficción. A quien tenga duda de esto hay un hermosísimo libro de Roberto Fernández Retamar que se llama “Todo Caliban” en donde explica, muy bien, la naturaleza no ficcional de América Latina. América Latina nunca fue una ficción, fue siempre un continente con una unidad de origen y de destino, con una cultura común y una situación compartida en materia internacional en tanto sector oprimido por el imperialismo. Pero lo que marca hoy la diferencia, que esta emergiendo con mucha fuerza, es una conciencia emancipadora latinoamericana. Y en ese punto tenemos que enmarcar el legado de José Martí que se extiende a través de la revolución cubana en todos estos años, y después ya comenzando este siglo, la influencia enorme que ha tenido la revolución bolivariana y toda la recuperación de la agenda emancipadora de Simón Bolívar, una agenda continental que nos permite poner bajo una misma perspectiva todos estos procesos de integración que están avanzando. El ALBA cuando se inició era lo que algunos decían una simple idea, una ilusión. Hoy en día el ALBA es una realidad. Todavía es pequeña pero es una realidad. Es una planta que está creciendo muy vigorosamente. Me parece que en ese sentido esta crisis actual refuerza la necesidad de buscar mecanismos efectivos de integración. Porque de esta crisis no hay ningún país que pueda salir solo. Brasil no puede salir solo como la economía más grande de América Latina, México no puede salir solo, las economías europeas tampoco, ellos están reforzando la coordinación entre las diferentes economías para enfrentar a la crisis. Entonces, me parece que esta idea de la integración de una América Latina que aparte de tener una unidad sociológica, filosófica, histórica, se convierte en un actor político, y de a poco se va convirtiendo en una realidad. Pero claro, eso tropieza con los cálculos fenomenales de los Estados Unidos que no quieren una América Latina unida. Por el contrario, para los Estados Unidos lo esencial es una América Latina que esté balcanizada, por que de esa manera la va a dominar más fácil. Esa ha sido una estrategia permanente del imperio. Y antes fue una estrategia permanente de Inglaterra, como gran centro de la organización imperial a finales de siglo XIX, principios del siglo XX. Pero se está avanzando, y en ese sentido los nuevos gobiernos de izquierda en América Latina, en particular los de Venezuela, Bolivia y Ecuador, están marcando un rumbo que habrá que ver ahora si en el marco de esta crisis se profundiza, cosa que yo espero, o si se debilita el impulso producto del efecto erosionante que está creciendo sobre todas las economías de la región.

- Finalmente, ¿cómo se encuentra América Latina al momento de celebrar el bicentenario de su emancipación? ¿Cuáles son las perspectivas? ¿Se nos abre un buen horizonte? ¿Es superable en el corto y mediano plazo la crisis económica en la región?

- Creo que en el corto plazo va a ser difícil. Entramos en un momento muy complicado. Tenemos una crisis que es la de mayor gravedad que ha tenido el sistema capitalista en quinientos años. Esto lo he desarrollado mucho en el trabajo que presenté en La Habana en marzo pasado, en el Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, y que luego Fidel Castro comentó largamente en una de sus reflexiones. Y en ese contexto me parece que hay que tener mucho cuidado y tratar de impedir que esa crisis devore los avances progresistas que ha habido en la región. Yo avizoro este bicentenario con muchos problemas, un continente que está muy fragmentado todavía a nivel gubernamental, y a nivel social empiezan a haber cosas como la articulación entre movimientos y fuerzas sociales y políticas de distintos países de la región. Pero a nivel gubernamental hay gobiernos con un claro signo de izquierda que son Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. Después tenemos una serie de gobiernos que navegan a media agua con un discurso por momentos de izquierda pero una práctica política y económica que no es de izquierda caso Argentina, Brasil, Chile, Uruguay. Y luego tenemos un núcleo duro de derecha, muy fuerte en América Latina en el que están México y Colombia con un papel creciente en tratar de ser un poco el gendarme suramericano, agregándole ahora el caso de Perú y Panamá en donde la derecha ha ganado las dos últimas elecciones. De manera que estamos en un escenario que en el plano gubernamental hay tres grandes bloques. Entonces, América Latina se encuentra todavía sin tener un proyecto unitario a nivel gubernamental, pero por debajo están pasando cosas. Y la esperanza mía es que estos avances de los movimientos sociales, de las fuerzas políticas, esta creciente a nivel de coordinación, este intercambio enorme que se está produciendo en el mundo de la cultura y que hace que nuestros países y los grupos sociales se comuniquen cada vez más, se conozcan cada vez más, me parece que abre unas perspectivas razonablemente optimista. En el 2010 no es que vamos a concretar la revolución inconclusa que nos debemos desde hace dos siglos, como decía muy bien el maestro Orlando Fals Borda, pero podemos empezar a dar un par de pasos fuertes. Yo creo que acá es fundamental reforzar la estabilidad de los gobiernos de izquierda de la región. Yo creo que si tenemos problemas por ese lado, el retroceso va a ser muy grande. Por eso es decisivo fortalecer a Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, que son los países que están a la vanguardia de este proceso. No puede haber problemas ahí, no tenemos que dejar, tenemos que hacer todos los esfuerzos, inimaginables inclusive, para sostener esos procesos, por que si se llegaran a caer, el retroceso que experimentaríamos sería muy, muy grande. Yo confío en que vamos a lograr ayudarles y en que ellos van a lograr sobrevivir bien.

Septiembre de 2009.

ECONOMÍA


AFIRMA ALICIA BÁRCENA, SECRETARIA EJECUTIVA DE LA CEPAL

“AMÉRICA LATINA DEBE AVANZAR HACIA UN MODELO SOCIAL BASADO EN LA GARANTÍA REAL DE LOS DERECHOS”

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

Desde una óptica no solo económica sino ecológica y sociológica, Alicia Bárcena Ibarra, la bióloga mexicana, actualmente secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo de estudio e investigación dependiente de Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile, hace una análisis en entrevista exclusiva con http://www.cronicon.net/ sobre el impacto de la crisis sistémica del capitalismo en esta región.

Bárcena sostiene que el desafío de los países latinoamericanos es “encontrar nuevas fórmulas que nos permitan, como región, retomar una ruta de crecimiento económico en consistencia con nuestras necesidades sociales”.

Es enfática en señalar que ahora luego del rotundo fracaso del neoliberalismo, en el capitalismo no se puede optar por un solo modelo económico, y por el contrario, cada país en el caso latinoamericano, debe adoptar su propio esquema que posibilite un real desarrollo social pero no a partir de la exportación única de productos primarios sin valor agregado, sino procurando la innovación industrial y, sobre todo, lo que denomina como “el ADN de la igualdad social” para garantizar efectivamente los derechos fundamentales a los ciudadanos.

Se trata, explica, de “transitar de la exclusión social a un desarrollo incluyente con convergencia productiva y empleo”.


A partir de julio de 2008 asumió el cargo de Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, posición desde la cual está interesada en promover un análisis sobre el impacto de la crisis del capitalismo en América Latina y cómo esta región puede construir una agenda de desarrollo social en el largo plazo. Es bióloga con estudios completos de Maestría en Ecología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especializada en Administración Pública en la Universidad de Harvard. En el área académica ha realizado tareas de docencia e investigación en el campo de la botánica, la etnobotánica y la ecología. Con anterioridad se había desempeñado como Secretaria General Adjunta de Gestión en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York y coordinadora tanto del Programa de Desarrollo Sostenible de América Latina y el Caribe como del Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas. Fue fundadora y directora del Consejo de la Tierra, organización no gubernamental con sede en Costa Rica y en su país, México, estuvo a cargo de la Dirección del Instituto Nacional de la Pesca y del Viceministerio de Ecología.

PUNTO DE INFLEXIÓN DEL CAPITALISMO

- ¿La crisis mundial del capitalismo qué impacto ocasiona a América Latina durante este año de 2009?

- El principal impacto que ha tenido la crisis en la región ha sido de carácter comercial, más que financiero. Nuestra región está menos frágil en el ámbito financiero, aunque hay falta de crédito. En cuanto al comercio cayeron tanto las exportaciones como las importaciones porque los precios de las valores de los bienes primarios se redujeron, aunque ya vuelven a estabilizarse. En segundo lugar y aunque es un tema global pero en América Latina es muy preocupante, es el impacto en el desempleo. Habíamos logrado en los últimos seis años disminuirlo de 11% al 7% y ahora estamos en niveles de 9%, quiere decir que se suman tres millones y medio de desocupados a los 15 millones que teníamos antes. Y en tercer lugar, la caída de las remesas es otro aspecto que hay que destacar. En 2008 a la región le llegaron aproximadamente 69 mil millones de dólares por este concepto, se espera una caída este año entre 5 y 10%. La situación varía según los países, el más afectado este año será México, pero también Ecuador y El Salvador sobre todo porque son economías dolarizadas que no tienen el instrumento de depreciación de la moneda para poder equilibrar los volúmenes que llegan a las casas de los hogares pobres. Finalmente, otro aspecto que se ve afectado es el turismo del cual muchos países, como los del Caribe, son dependientes por todo lo que tiene que ver con el sector servicios. Aunado todo ello a la influenza que ha tenido un impacto fuerte.

- ¿Este panorama que usted pinta va a generar un crecimiento muy negativo en la economía de América Latina?

- La caída del comercio tiene un impacto muy fuerte en la actividad industrial, realmente la producción ha disminuido y por eso en el 2009 nosotros los que esperamos en la CEPAL es una contracción del crecimiento. La región venía teniendo un crecimiento consecutivo en los últimos cinco años y en este cae, por lo que consideramos que habrá una contracción de la economía de 1.9%, una cifra más bien optimista porque prevemos que habrá un repunte de la economía durante este segundo semestre.

- ¿Para la CEPAL esta crisis es sistémica y por lo tanto se requiere de un nuevo modelo económico para enfrentarla?

- Nosotros sí estamos convencidos de que este es un punto de inflexión, un cambio muy fuerte, en realidad no lo vemos como un ciclo en el sentido de que vamos a volver al sitio donde estábamos, creemos que el futuro será diferente, el cual tendremos que enfrentarlo con mucho menor crecimiento, con menor comercio, y vamos a tener que explorar nuevas formas de producir, también por otra razón, y es que tenemos que optar por un modelo que debe ser libre de carbono, porque enfrentamos ese gran riesgo que es el cambio climático. Entonces el futuro lo vemos desde la CEPAL como algo muy diferente y por eso queremos impulsar y traer de la historia cepalina el tema sobre la importancia de la convergencia productiva. En esta crisis lo que queda desnudo son dos aspectos que América Latina no ha podido resolver en su historia que son la desigualdad social, seguimos siendo la región más desigual del mundo; y segundo, la heterogeneidad productiva, es decir, la brecha entre los más ricos y los más pobres, pero también entre los más insertos dentro de la modernidad y los menos, esa brecha de acceso a la innovación es para nosotros un tema muy importante.

- Uno de los elementos del neoliberalismo son los mal llamados tratados de libre comercio que ha buscado imponer Estados Unidos en varios países latinoamericanos, y la experiencia indica que a un país como el suyo, México, no le ha ido bien con este tipo de convenios. ¿No constituyen estos tratados en su concepto una amenaza para el desarrollo económico de los países de la región?

- Los tratados de libre comercio son al fin y al cabo acuerdos de intercambio de bienes y servicios. A México, por ejemplo, no le ha ido bien porque se concentró en un solo mercado, 80 por ciento de sus exportaciones van a los Estados Unidos que fue el país más afectado del mundo en esta crisis. El tema de fondo es que nos falta tener una mezcla apropiada para saber entre cuánto abrirse o cuánto no. Si nosotros vemos las economías de Suramérica observamos que algunas de ellas son las menos abiertas como Brasil y Argentina; Chile es una de las economías más abiertas y no le ha ido mal.

- Pero Chile fue el primero de los países de la región en optar el modelo neoliberal en la región y eso le permitió obtener ciertas ventajas al abrir su comercio…

- Claro, pero Chile tiene un aspecto interesante y es que se abrió a varios destinos y con varios productos. En comparación, México se abrió fundamentalmente con la maquila y no hubo innovación, en consecuencia se estancó en una oferta determinada y en un destino determinado. Yo diría, entonces, que lo que vamos a vivir es un comercio más administrado.

- ¿Procesos de integración como el MERCOSUR son experimentos que pueden anteponerse a convenios comerciales asimétricos como los TLC que impulsan Estados Unidos y la Unión Europea en Latinoamérica?

- A mí me gusta más la idea de una integración que vaya más allá del comercio, porque MERCOSUR empezó como una instancia comercial con mecanismos arancelarios. Ahora hay una evolución en el sentido de tomar en cuenta las asimetrías de los países, estos acuerdos que se están dando por ejemplo entre Brasil y Argentina de intercambio vía moneda local; o el reciente convenio suscrito entre Brasil y Paraguay para el intercambio de electricidad, son muy importantes. El MERCOSUR es el pretexto para unirse, pera ya se están discutiendo aspectos más allá de lo comercial y a eso le doy mucho valor.

- ¿Después del estruendoso fracaso del neoliberalismo, considera usted que hay que reivindicar históricamente el modelo cepelino de los años 60 del siglo XX en América Latina que impulsó el mercado interno, la sustitución de importaciones, el fortalecimiento de las industrias locales, y retrotraer algunas experiencias positivas de ese modelo?

- Creo que no hay un solo modelo, en eso quiero ser enfática. Considero que el creer que se puede optar por un solo modelo dentro del capitalismo es inapropiado. Cada país tiene que encontrar su modalidad para sacar el mejor provecho de sus ventajas comparativas, sus recursos naturales y sus recursos humanos; ser competitivos pero no a partir de la exportación única de productos primarios sin valor agregado, porque ahí está nuestra gran falla. Pretendemos exportar la materia prima sin innovación y ahí radica el gran cambio que tenemos que hacer. También hay que trabajar por lo que desde la CEPAL hemos denominado el ADN de la igualdad desarrollando políticas activas para volver a la sociedad más equitativa. El empleo no es la única llave que nos va a llevar a la equidad, es muy importante porque constituye el ingreso, pero también debemos avanzar hacia una política social basada en derechos, es decir en una sociedad de garantías, porque eso se ha ido perdiendo en la región: el derecho a educación, a la salud, a la protección social. Entonces, a partir de la historia económica de América Latina si debemos analizar un tema que es cómo volvemos a ser lo que fuimos: potencias industriales con innovación. No sé si sustitución de importaciones es ahora la frase, pero si creo que debemos procurar incentivar un comercio intrarregional, por eso la integración de América Latina es tan importante y debe ser nuestra prioridad.

- ¿Un observatorio económico y de análisis como la CEPAL en qué está en este momento? ¿Está apuntando a dar recomendaciones a los países de Latinoamérica y del Caribe?

- Nosotros estamos en un proceso de reflexión muy interesante y le agradezco su pregunta por oportuna, en el sentido de qué sigue después de la crisis; de cómo América Latina puede construir una visión de largo plazo; y de cómo vincular las acciones urgentes con las importantes. Se trata de que las medidas que están adoptando los países para enfrentar la crisis se hagan con mirada de mediano y largo plazo y para ello creo que hay ingredientes esenciales: primero el tema fiscal en términos de equidad social; segundo, el de la innovación; tercero el tema de la seguridad social y la igualdad; y cuarto, cómo logramos diseñar economías mucho más eficientes en el ámbito energético sin carbón. Entonces en la CEPAL estamos en esa reflexión sobre el futuro de América Latina, porque el futuro va a ser distinto.

Septiembre de 2009.

NEOLIBERALISMO


ENTREVISTA CON JORGE ALTAMIRA, LÍDER DEL PARTIDO OBRERO DE ARGENTINA

“PARA ENFRENTAR AL CAPITALISMO HAY QUE PONER MÁS ÉNFASIS EN EL MODELO POLÍTICO QUE EN EL ECONÓMICO”

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

La oportunidad que brinda la bancarrota del capital obliga a los sectores sociales y políticos progresistas y de izquierda “a sacudir la rutina y a plantear las viejas necesidades en una nueva perspectiva, o sea a desarrollar nuevas propuestas y buscar nuevas posibilidades”, sostiene el máximo dirigente del Partido Obrero de la Argentina, Jorge Altamira.

En su concepto, el sustento político es fundamental cuando de discutir el modelo económico se trata, y por ello considera que el desafío en países como los de América Latina está en avanzar en forma sustancial en la consolidación de un proyecto en que el sujeto político sea el protagonista.

La política define, entonces, hacia cuál clase social está dirigido el modelo económico y cuál es su proyección histórica, explica.

En las actuales circunstancias de la realidad socioeconómica del mundo, este caracterizado dirigente de la izquierda argentina considera pertinente plantear “el desarrollo de una coalición anticapitalista” con el propósito de ambientar e impulsar “la conciencia del cambio de las condiciones de la lucha que posibilite el derrumbe del capitalismo”.
José Saúl Wermus, más conocido como Jorge Altamira, el fundador y máximo dirigente del Partido Obrero se caracteriza por ser un agudo analista de los fenómenos económicos mundiales. Ha sido varias veces candidato presidencial de Argentina y se ha desempeñado como diputado nacional. Es asiduo conferencista invitado de varias universidades latinoamericanas y de foros sobre economía.

Desde temprana edad participó en huelgas obreras y su activismo político lo llevó a luchar desde la clandestinidad contra tres dictaduras en su país: la que encabezó Eduardo Lonardi en contra de Juan Domingo Perón en 1955, conocida con el nombre de Revolución Libertadora; la de Onganía-Lanusse en 1966; y la que lideró Jorge Rafael Videla en 1976, la cual se prolongó hasta1983.

En el año1964 Altamira fundó la revista Política Obrera, que luego se convertiría en la agrupación del mismo nombre y posteriormente tomaría en 1982 el nombre de Partido Obrero. []En el año 2000 fue electo Legislador de la Ciudad de Buenos Aires, cargo que desempeñó hasta el año 2004. Tuvo la iniciativa de varias leyes en favor de la clase obrera: entre otras, la que estableció la jornada de seis horas para los trabajadores del transporte subterráneo (metro), las referidas a la expropiación de varias fábricas recuperadas y una ley de salud ante el colapso de la economía argentina de 2001.

PERIODO DE TRANSCICIÓN DEL CAPITALISMO

Para analizar las repercusiones de la crisis capitalista en América Latina y el papel de los sectores obreros en los procesos de emancipación en la región, http://www.cronicon.net/ invitó a conversar a Jorge Altamira. Departiendo una aromática bebida en uno de los acogedores cafés de Buenos Aires, se desarrolló la siguiente entrevista:

- ¿El sistema capitalista está agotado?

- La mayoría de los observadores considera que esta crisis es sistémica. Pero con esto quieren decir algo muy limitado. Quieren decir que afecta a casi todo el mundo. Esta que es una crisis histórica, no se refiere solo al ámbito geográfico, que tiene su amplitud, sino a que por primera vez en mucho tiempo se discute la viabilidad del capitalismo. Y esto se manifiesta desde la discusión política en los parlamentos y en los medios de comunicación, hasta la discusión un poco más concreta en aquellas empresas que cierran o que tienen dificultades económicas y que muchos países están llevando, concretamente en Argentina, a ocupaciones de empresas y a que asuman la gestión de las mismas los trabajadores. Quiere decir que de un modo concreto se plantea ese cuestionamiento del capitalismo. Para ser sintético, yo creo que entramos en un periodo de transición, donde en forma creciente, los sectores populares van a discutir la viabilidad del capitalismo.

- ¿Qué elementos destacaría de la crisis sistémica del capitalismo?

- El capitalismo se agotó como sistema no solo ahora, sino en el tiempo. Esto se manifiesta simplemente en dos datos elementales: el hecho de que la actividad especulativa llegara a ocupar una proporción tan importante de la riqueza general, era de poner fin a un régimen que se ha agotado en su capacidad de desarrollar las fuerzas productivas; el otro aspecto, en el plano político, es el incremento de la guerra. Probablemente nunca lograría tener tantas guerras en forma simultánea como en la actualidad. Genocidio de pueblos enteros. El sistema político refleja esta conclusión. Naturalmente, como el capitalismo tiene una capacidad de asimilación de aprendizaje de 400 años de existencia, desarrolla recursos de sobrevivencia, pero los límites de esos recursos son cada vez más manifiestos.

- ¿Cuál sería una salida anticapitalista al despuntar el siglo XXI?

- Cuando yo le digo que estamos en un periodo de transición quiero decir con eso que es un periodo en el que esas salidas anticapitalistas se van a elaborar. Ahora, el 40% del sistema bancario argentino no está apoyando la actividad productiva. Se han convertido los depósitos en liquidez. El gobierno nacional ha sustituido el sistema bancario mediante los recursos del sistema de la seguridad social. Es decir, que nos pasa una crisis del sistema de la seguridad social, por que se están usando sus fondos para rescatar empresas que están demostrando incapacidad de sobrevivir. Cada vez, más claramente, en la Argentina se van a plantear dos problemas; que no hay que rescatar empresas en crisis y que hay que nacionalizar el sistema bancario, por que el sistema bancario se ha colocado al margen de la crisis y está operando sobre una base puramente especulativa comprando títulos de la deuda pública, financiando la salida de capitales. Todos estos elementos, en algún momento que creo que va a ser a corto plazo, conducirán a un factor de disolución social. El aumento de la desocupación y de la pobreza van a provocar resistencias populares, y éstas a su vez, van a generar una agenda para el debate, que necesariamente va a ser anticapitalista. Ya ocurrió durante la crisis del 2001, ahora se presenta mucho más manifiesto porque la crisis es mundial.

- ¿Cómo analiza usted algunos procesos de volver a nacionalizar de empresas públicas, como en el caso de Argentina? ¿Esto corresponde a una respuesta a la crisis del neoliberalismo?

- Acá lo que importa es la intencionalidad. Porque el gobierno muy tardíamente en su gestión tomó este tipo de medidas. Y lo hizo, no en función de un plan de desarrollo nacional, sino por la presión de una quiebra económica. Es decir que, invierte los recursos del Estado en el rescate de empresas en crisis. Es muy diferente a una nacionalización, entendida como una apropiación de recursos para desarrollar un plan de desarrollo metodológico. Acá, en realidad, se bloquea ese crecimiento económico, porque los recursos del Estado van a fondo perdido. Difícilmente esas empresas van a devolver el dinero. Le agrego un dato: el gobierno adelantó las elecciones legislativas precisamente porque preveía lo que le estoy señalando, una sucesión de quiebras, entonces llamó a la gente a votar antes de que lleguemos al pico de la crisis. Pasadas las elecciones de junio ya no tiene el problema del escrutinio popular, a la hora de tener que tomar medidas antipopulares porque no se vuelve a votar sino hasta el 2011.

- ¿Desde el punto de vista político, usted considera que en América latina se hace necesaria la reconfiguración de un nuevo sujeto político?

- En América Latina se ha producido un avance considerable con la aparición de sujetos políticos que en el pasado no tenían este nivel de expresividad. Me refiero, por ejemplo, al movimiento indigenista en Ecuador, en Bolivia, e incluso, los movimientos campesinos en Brasil y algunos movimientos campesinos en el norte de Argentina. El problema es que sobre la base de esos movimientos se ha encumbrado una suerte de burocracia indigenista, que yo llamaría pequeño burguesa, que procura enganchar estos movimientos en un marco capitalista. El teórico de este desarrollo es el vicepresidente de Bolivia, García Linera, que cuando era opositor jugó con la idea de un socialismo indígena o andino, y una vez que llegó al gobierno decidió reformularlo y hablar de un capitalismo absurdo, que entiende como una alianza entre el capital internacional, el Estado y las formas primitivas de economía campesina. Está claro que acá la batuta la va a tener el capital internacional, en primer lugar, obviamente, frente a la economía campesina, e incluso frente al propio Estado, porque García Linera fantaseó con el incremento de recursos fiscales que se produjo entre 2003 y 2008 cuando hubo esas curvas ascendentes del precio del petróleo, de las materias primas, que proveyeron de muchos recursos fiscales a todos los gobiernos de América Latina, inclusive al de Colombia que no tiene nada de indigenista. El tema es que ahora con la crisis mundial queda al desnudo que estos dirigentes no tienen la capacidad de impulsar un proceso consecuente. Lo mejor que podría ocurrir es que la clase obrera pudiera ganarlos como aliados. Algo que no esta ocurriendo, en primer lugar debido a una actitud sectaria de los representantes de la clase obrera en los países andinos, respecto del movimiento indigenista, al que han recusado y ahora eso se ha transmutado en las cooptaciones de las centrales obreras por parte de los gobiernos indigenistas.

- Usted señala que en América Latina, incluida Cuba, no se ha logrado estructurar una clase obrera. ¿Por qué?

- En primer lugar quiero subrayar que no se ha logrado porque la clase obrera no es solamente el personal asalariado de la gran producción capitalista, sino que se constituye cuando adopta una estructura política propia, por lo tanto puede transmitirle a la sociedad su propio horizonte histórico. El chavismo, que en cosas muy significativas, adoptó medidas radicales en Venezuela, ha seguido desde el comienzo, desde el primer momento una actitud de hostilidad frente a la independencia de la clase obrera. Y eso se ha manifestado ya directamente en el lenguaje, porque se le reprocha a los obreros que pelean en forma independiente el espíritu corporativo. Porque Lenin había explicado que el nacionalismo, incluso el más atrevido de los países semicoloniales o atrasados, sabe que la clase obrera es su adversario. Además, son dos visiones de cómo encarar la independencia nacional. El marco capitalista procura extender el ámbito de explotación del capitalismo nacional a expensas del capitalismo extranjero, pero también reforzando la explotación de la clase obrera. En cambio, los obreros conciben la independencia nacional como un tránsito hacia la emancipación social. En el caso de Cuba, el fenómeno es más complejo porque es el fenómeno revolucionario más radical que conoció América Latina. Lo que ocurrió con Cuba es que la clase obrera se adhirió completamente al ideario castrista. Llegó a ver en ese ideario su propio interés. Y el movimiento castrista en ningún momento permitió que el proletariado cubano se estructurara en forma política. Desde el comienzo ejerció una fuerte regimentación sobre los sindicatos del Partido Comunista, que no es un partido que opere como expresión política de la clase obrera de Cuba. Es un mecanismo del gobierno, del Estado, en su relación con los trabajadores.

- ¿Cuál es su percepción del proceso político de la clase obrera industrial de Brasil?

- Lamentablemente, en estos últimos años ha quedado al margen, pero la clase obrera industrial de Brasil es clave en América Latina. Aunque vivió una intensa experiencia de independencia política fue completamente canalizada por el Partido de los Trabajadores y por Lula. Y con el acceso de Lula al gobierno, el Partido de los Trabajadores ha utilizado todos los medios para neutralizar a la clase obrera. Una cosa muy significativa y es que la clase obrera brasileña no protagonizó, con el gobierno de Lula, ni el uno por ciento de su actividad política y sindical que había tenido en el periodo de oposición a los gobiernos neoliberales. Y en la creación de nuevos sujetos políticos proletarios, el papel de la clase obrera brasileña es fundamental.

- ¿Qué rol está cumpliendo el sector obrero o de los trabajadores en el proceso social de América Latina?

- Yo veo tres grandes componentes: en primer lugar a los obreros de la industria pesada de Venezuela, que están luchando para estructurarse en forma independiente y tienen roces cada vez más profundos con el chavismo; en segundo lugar, a la clase obrera industrial argentina que en los últimos años se ha desarrollado mucho en le plano de independencia de clases; y finalmente, al proletariado brasilero. Desde el punto de vista continental creo que van a ser el eje que liderarán al movimiento popular cuando se haga mucho más evidente que la crisis capitalista no es episódica, si no que va a ser una larga etapa en el desarrollo moderno del capitalismo.

- ¿Cuáles cree que deberían ser los elementos característicos de un nuevo modelo económico para América Latina?

- Ocurre lo siguiente, nosotros no ponemos énfasis en el modelo económico, ponemos énfasis en el modelo político. Por que en nuestra opinión si gobiernan los trabajadores en alianza con los campesinos, ellos van a modelar una salida económica. Y normalmente cuando se discute el modelo económico, sin esta consideración política, se están buscando alternativas a los planes que están fracasando en estos momentos. Y van a seguir fracasando, incluso los planes alternativos, porque el problema es en función de qué clase social y de qué perspectiva histórica. En el caso argentino, la centroizquierda propone un modelo de medidas de intervención estatal para desarrollar tal aspecto de la industria, o del agro. ¿Cuál es el defecto de ese modelo? Es que ignora la crisis capitalista. Ignora que sobre la base del capitalismo, no se abre ahora un periodo de desarrollo, sino un periodo de bancarrota. Y siguen operando con modelos como si la crisis del capitalismo no estuviera, y hacen abstracción de esta contradicción fenomenal que se ha producido. Entonces, omiten primero la naturaleza de ésta época histórica y a los sujetos políticos sociales, montan una creación tecnocrática, con mayor o menor ambición redistributiva, pero nada más. El problema es el sujeto político.

- ¿Qué impacto tienen en los procesos de emancipación de varios países latinoamericanos que se están dando o están latentes la movilización social y la lucha pacifica de masas?

- Eso tiene vigencia y uno lo observa luego en los grandes levantamientos de Bolivia, Venezuela, Argentina. Ese fenómeno ya es un hecho. El problema es darle un enfoque político. En realidad no hay que empujar al trabajador a luchar, eso ya es un dato que ha sido creado por la historia de nuestros pueblos. Porque América Latina tiene una historia de combates y eso está en la conciencia popular, en la conciencia nacional de cada país. Y además por que lo incentiva la gente capitalista. El problema es político porque un amplio sector de la izquierda, tomando y manipulando el fracaso de la Unión Soviética, le dice a las masas que la perspectiva socialista está excluida, porque habría sido derrotado en la Unión Soviética. Naturalmente eso supone que en la Unión Soviética había socialismo. Y además, es curioso, porque estos sectores que dicen, bueno a partir de esta política no hay alternativas socialistas son los que tienden a presentar modelos económicos alternativos. Y que los modelos económicos alternativos son semiestatizantes; la Unión Soviética era completamente estatizante. En realidad el modelo económico alternativo depende del modelo político porque las estatizaciones de la economía no pueden ser predeterminadas. Es un largo periodo de transición histórica en donde se da la capacidad de absorber la esfera privada por la pública, no a fuerza de decretos, ni imposiciones desde arriba, sino del propio desarrollo histórico, que es lo que de alguna manera el estalinismo violó. En un determinado momento el estalinismo dijo, para asentar sólidamente mi dominación tengo que tener hasta el control de los almacenes. Y eso no es un modelo económico, sino que es una perversión. En realidad, el problema es político del gobierno y los trabajadores, y luego se abre un periodo de transición, de contradicción, entre lo público y lo privado, entre las ambiciones de las clases que vienen para delante y lo que sobra del periodo precedente y eso va a modelar el proceso económico.

Septiembre de 2009.

ECUADOR


SOSTIENE EL PERIODISTA KINTTO LUCAS EN DIÁLOGO CON CRONICÓN.NET

“EL VERDADERO OBJETIVO DE URIBE ES INVOLUCRAR A ECUADOR EN CONFLICTO COLOMBIANO”

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

Aunque el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez busca por todos los medios avanzar en la búsqueda de mecanismos diplomáticos para restablecer las relaciones diplomáticas con Ecuador con el propósito de concentrar todas sus energías a satanizar y a convertir en enemigo externo a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, el gobierno de Rafael Correa es consciente ahora del riesgo que corre al volver a tratar con el inquilino de la Casa de Nariño.


El experimentado periodista uruguayo-ecuatoriano Kintto Lucas en entrevista con http://www.cronicon.net/ alerta sobre las implicaciones políticas que tendría el presidente Correa al restablecer el diálogo con un presidente de la catadura de Uribe Vélez, defensor de la tesis de la extraterritorialidad para atacar a la insurgencia de las FARC en los países vecinos, y por insistir en la necesidad de involucrar a Ecuador en el inveterado conflicto colombiano.
Bogotá viene presionando por restablecer la normalidad de las relaciones con Quito rotas a raíz del bombardeo al campamento del jefe guerrillero Raúl Reyes en territorio ecuatoriano en marzo de 2008, debido en buena medida a la presión que ejercen sobre Uribe varios empresarios colombianos que cuentan con importantes inversiones en Ecuador y quienes han sido un sólido apoyo a su mal denominada política de “Seguridad Democrática”.

Pero, además, porque como está en trance de una nueva reelección, el mandatario colombiano necesita consolidar su estrategia política consistente en mostrar que hay necesidad de continuar avanzando en la derrota del grupo guerrillero de las FARC, que lo muestra como el enemigo interno; y estigmatizar aún más al presidente Hugo Chávez, para convertirlo como una amenaza externa.

Lucas opina que ahora el presidente Correa es plenamente consciente de la estratagema que montó Uribe para desprestigiarlo y descalificarlo internacionalmente, porque antes de la violación a la soberanía territorial ecuatoriana por parte de Bogotá, “le faltó reaccionar”.

URIBE MINTIÓ

El periodista nacido en la población uruguaya de Salto y radicado en Quito desde 1992, recuerda la treta que montó Uribe Vélez para hacer aparecer el bombardeo al campamento de Reyes como una simple persecución en caliente y minimizar sus efectos.

Y es que, como dice Lucas, Uribe en primera instancia le miente a Correa respecto de las incidencias del bombardeo. Y, posteriormente, va configurando una matriz de desprestigio orquestada desde la Casa de Nariño en Bogotá en coordinación con un sector golpista ecuatoriano liderado por el ex presidente Lucio Gutiérrez, mediante una sucia campaña mediática lanzando todo tipo de mentiras y montajes para desestabilizar al gobierno ecuatoriano.

“Correa fue dándose cuente con el pasar del tiempo” de los alcances y los verdaderos propósitos de Uribe Vélez, quien violó la soberanía ecuatoriana adrede para vincular en forma directa al gobierno de Quito, colige Lucas.


No hay que olvidar que Uribe ha venido haciendo suya la táctica según la cual "es mejor pedir perdón que pedir permiso" y las "disculpas" que presentó recientemente al gobierno del presidente Correa no son más que la consecuencia de los efectos que a corto plazo podría enfrentar Colombia por el rompimiento de relaciones con Ecuador, su tercer socio comercial.
Si bien, como es apenas obvio, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Ecuador facilitará las dinámicas comerciales y migratorias entre ambas naciones, el gobierno de Uribe mantiene su postura guerrerista y ahora por simple conveniencia política, quiere mostrar su cara amable al Palacio de Carondelet. Por eso Uribe ha disminuido el tono de los ataques y ha parado los infundios y la elaboración de montajes, como el video que hizo circular profusamente en que el guerrillero conocido con el mote de Mono Jojoy habla se una supuesta financiación de la guerrilla de las FARC a la primera campaña presidencial de Correa.

Sin embargo, no tiene escrúpulo alguno para seguir defendiendo a su ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien tiene una orden de captura en Ecuador y que en forma enfática continúa esbozando la conveniencia del dislate de la extraterritorialidad. Pero al mismo tiempo, insiste en la conveniencia de que tropas norteamericanas ocupen al menos por ahora siete bases militares en Colombia, lo cual como sostiene Lucas constituye “un peligro para toda América Latina, específicamente para Ecuador, Venezuela y Brasil por todo lo que significa la Amazonía”.

SE TRATA DE REGIONALIZAR EL CONFLICTO

En esta entrevista, Kintto Lucas hace un pormenorizado análisis de los entretelones de la relación colombo-ecuatoriana, sobre todo, a partir de la puesta en marcha del Plan Colombia.

Este periodista, docente universitario y autor de varios libros, actualmente corresponsal en Quito de Inter Press Service (IPS), se ha destacado por hacerle un seguimiento a fondo a los efectos del conflicto colombiano en Ecuador. En el año 2000 en su trabajo bibliográfico “Plan Colombia. La paz armada”, vislumbró lo que se venía.

En efecto, hace casi ya una década, Lucas visualizó que el conflicto colombiano entraría en una fase desconocida, en la que serían común los bombardeos selectivos a los campamentos guerrilleros y, simultáneamente, se involucraría en forma directa a Ecuador en lo que denominó un “Kosovo andino”.

Cuando entrevistó al jefe guerrillero Raúl Reyes en un lugar selvático del Putumayo y le planteó la hipótesis de los bombardeos selectivos, éste le manifestó que ello era imposible en una geografía tan tupida como la colombiana. El tiempo le daría la razón. En marzo de 2008, el ataque al campamento del jefe guerrillero confirmó aquel anuncio.

Su último libro “La guerra en casa. De Reyes a la base de Manta”, editado en octubre de 2008, aporta información de primera mano sobre las incidencias del conflicto armado colombiano en el último lustro.

En la dedicatoria al autor de esta entrevista, Lucas escribió que las imágenes esbozadas en dicho libro “son parte de una historia a la cual todavía le falta el fin…”

CON EL PLAN COLOMBIA VENÍA TODO

- En su libro “El Plan Colombia, la paz armada”, publicado en el año 2000 hizo un análisis premonitorio respecto de lo que iba a suceder en Ecuador a consecuencia del conflicto colombiano. ¿Qué elementos lo llevaron hacer ese análisis clarividente?

- Desde hace nueve años cuando escribí ese libro pudimos analizar que el propio Plan Colombia como se concibió, llevaba a hacer inviable la estrategia del yunque y el martillo. Era imposible porque las Fuerzas Armadas Ecuatorianas, o buena parte de ellas, no se iban a prestar para eso, y por lo tanto era necesario involucrarlas y la forma de hacerlo era justamente vincularlas con las FARC. Pero, además, en ese momento se estaban dando determinados pasos sobre las formas como se trabaja en Israel contra Palestina, lo mismo lo que se vio en Kosovo. Y una operación rápida como las de Kosovo en determinado momento podía darse en Colombia. Era la única manera de golpear a las FARC, dado que tenía una base social importantísima. Entonces cuál era la fórmula: atacar a las FARC y diezmarla a través de los paramilitares, por un lado, y por otro, involucrar al Ejército ecuatoriano para regionalizar el conflicto. Y para regionalizar el conflicto qué hacen: después de un trabajo de inteligencia localizan y bombardean el campamento de Reyes, pudiéndolo haber hecho perfectamente en territorio colombiano lo hicieron en Ecuador con ese propósito. Utilizaron, repito, las tácticas de la guerra en Kosovo adaptadas obviamente a Suramérica, no iban hacer los grandes bombardeos. Entonces lo mejor era la operación quirúrgica de buscar un campamento y golpear, eso les llevó tiempo pero lo hicieron a través del lapso de un año, además era una forma expedita porque cuando entra el ejército en donde hay población y se encuentra las FARC se habrían producido muchas matanzas.

-¿Qué papel jugó la base de Manta en el bombardeo al campamento de Raúl Reyes?

- Es que desde el año 2000 con el Plan Colombia venía todo: la estrategia y la base de Manta que se instaló en 1999 pero que empezó a operar en el 2000 y cumplía un papel fundamental con la información que le brindaba a las Fuerzas Armadas Colombianas. Esta base fue determinante para darles las coordenadas del campamento. Antes cómo ubicaban los campamentos guerrilleros, les costaba muchísimo. Y a pesar de la incredulidad de la guerrilla que se sentía tan fuerte y eso fue algo de soberbia, ahora nada es imposible con la tecnología existente.

- ¿Y por qué esa información que los militares norteamericanos obtenían desde la base de Manta no se la pasaron al gobierno ecuatoriano?

- Es que nunca pasaron ninguna información; los militares ecuatorianos nunca participaron en casi nada. ¿Por qué se crea la base de Manta? Con la excusa de combatir el narcotráfico, pero además con el argumento de de que esa base no era norteamericana sino ecuatoriana y en la que simplemente hacían presencia unos instructores norteamericanos que trabajaban en la lucha contra las drogas. Es la misma excusa que ahora utilizan para instalar tropas norteamericanas en las bases de Colombia. Pero ese es un cuento, cuando es evidente que la base de Manta y las siete que se utilizarán en Colombia serán operadas y dirigidas por el Comando Sur. En el caso ecuatoriano cuando los periodistas solicitábamos ingresar a la base de Manta debíamos pedir permiso a la embajada norteamericana y eso va a pasar en Colombia. La base de Manta fue estratégicamente fundamental en el combate contra las FARC.

- ¿El gobierno del presidente Rafael Correa definitivamente desconocía la presencia de Raúl Reyes y su campamento en territorio ecuatoriano?

- Yo creo que no sabía pero hay evidencias en el sentido de que había gente que tenía conocimiento de que estaba cerca un campamento de Reyes. Tengo datos que después se confirmaron en el sentido de que en la zona de Angostura, donde fue el bombardeo, emisarios franceses se iban a reunir con Reyes. Los franceses pensaban que la reunión se iba a dar en territorio colombiano y fueron llamados por el comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo para decirles que cancelen ese encuentro porque había enfrentamientos. Los franceses que coordinaban todo con el gobierno de Colombia no fueron. En el alto gobierno ecuatoriano no se tenía conocimiento de la presencia del campamento guerrillero, además porque los periodistas que en más de una oportunidad entrevistamos a Raúl Reyes lo hicimos en el lado colombiano, nunca hicimos contacto con la guerrilla en el lado de Ecuador. Y en mi caso fui a hablar con Reyes en una zona del Putumayo en donde las FARC ejercían total control, no sé como se encuentra la situación en este momento, pero entonces la guerrilla ejercía como Estado.

- ¿Por qué en su concepto el gobierno colombiano no informó al ecuatoriano de la presencia de Reyes en territorio ecuatoriano para que hubiera adoptados las medidas pertinentes?

- Lo normal hubiera sido que esta situación se manejara a alto nivel pero hay una cosa clara que queda establecida y es que había un seguimiento exhaustivo a Reyes. Si habrían querido pudieron haber bombardeado perfectamente en el lado colombiano. Además el campamento en Angostura era de paso. Sin embargo esperaron un momento coyuntural como la frustrada reunión con los franceses para involucrar al gobierno ecuatoriano, hasta el punto de que el propio Álvaro Uribe le llama a Rafael Correa para decirle que, al parecer, se presentó una persecución en caliente. No obstante que el gobierno de Correa si ha repelido a la guerrilla, el gobierno de Uribe lo que buscaba era involucrarlo en este asunto, eso queda evidente de todo lo que ocurrió a raíz del bombardeo.

- Hay una estrategia coordinada por desprestigiar al gobierno de Rafael Correa por parte de la derecha golpista ecuatoriana encabezada por el ex presidente Lucio Gutiérrez y el gobierno colombiano de Álvaro Uribe, ¿no le parece?

- Lucio Gutiérrez y ciertos medios le hacen el juego al gobierno colombiano. Hay una posición de la derecha en América Latina frente a los gobiernos progresistas y es que no ha logrado posicionar líderes para enfrentarlos con éxito después de más de una década de neoliberalismo, por eso su estrategia es buscar por todos los medios fortalecer al gobierno de Uribe y hacerlo aparecer mediáticamente como “exitoso” entre comillas, puesto que si va de nuevo a la reelección tiene opción de lograrlo. Pero al mismo tiempo está promoviendo formas golpistas. Creo que se está creando una forma de golpes de nuevo tipo, como el de Honduras para echar abajo los proyectos de cambio. Y eso en Ecuador no es inviable y Uribe y toda la derecha latinoamericana juegan a eso. No porque el golpe sea ahora, porque Correa tiene una gran popularidad, pero si se comienza a golpear y a lanzar toda clase de infundios como lo hace el gobierno colombiano al vincular al Presidente ecuatoriano con las FARC, eso termina calando.


Sepotiembre de 2009.