miércoles, 21 de diciembre de 2011

ARGENTINA


ENTREVISTA CON EL SOCIÓLOGO ARGENTINO HORACIO GONZÁLEZ


MODELO ECONÓMICO IMPULSADO POR CRISTINA DE KIRCHNER BUSCA CONTRAPONER EROSIÓN QUE PRODUJO EL NEOLIBERALISMO EN ARGENTINA



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ



Con el claro propósito de profundizar el modelo económico iniciado en 2003 por el entonces presidente Néstor Kirchner, cuyo fundamento es doblar la terrible página de los inmensos costos sociales e institucionales que generó el neoliberalismo en Argentina durante los gobiernos de la dictadura y de los mandatarios Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, el pasado 10 de diciembre reasumió para un nuevo cuatrienio en la Casa Rosada, la mandataria Cristina Fernández de Kirchner.


Para ahondar sobre los alcances socioeconómicos y políticos del modelo kirchnerista, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET, entrevistó en Buenos Aires al sociólogo, docente universitario y ensayista, Horacio González.


Considerado como un agudo analista de la realidad argentina y latinoamericana, González es actualmente el director de la Biblioteca Nacional e integra Espacio Carta Abierta que reúne a intelectuales simpatizantes del gobierno de Fernández de Kirchner.


MODELO PARA HACE MÁS PRECISA LA VÍA REFORMISTA



- En esta última etapa política de Argentina ha sido muy común hablar del propósito del nuevo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner de “profundizar el modelo”. ¿Qué alcance tiene esta expresión?


- En primer lugar es una frase optimista de este gobierno que ha tenido éxito electoral reiterado y que la utiliza para trazar sus metas futuras. La idea de profundización proviene de las izquierdas, de la socialdemocracia, de los procesos democráticos en general, es una metáfora en relación a hacer más preciso aún la vía reformista. Dicho en términos más específicos, cuando se habla de modelo en Argentina se alude a una fuerte intervención estatal en la vida económica del país, equilibrando lo que en los años pasados fue la erosión que produjo el neoliberalismo en las empresas públicas debido a que prácticamente desmanteló el sistema industrial, afectando muy negativamente la mediana y pequeña empresa. En ese sentido, la idea del modelo supone una política exportadora e industrial, fortalecimiento del mercado interno y, al mismo tiempo, una fuerte apuesta científico-tecnológica para abrir al país a la corriente mundial de la economía. Ese es un poco la ambigüedad que tiene la idea del modelo. Ambigüedad necesaria e interesante también: fuerte apertura internacional en lo científico-tecnológico y restricción desde el punto de vista de custodia de los procesos específicos del mercado interno y eso sin intervención del Estado no se puede hacer. En los últimos tiempos la Nación se ha hecho cargo de empresas que fueron privatizadas como Aerolíneas Argentinas y la petrolera YPF, así como pasaron al control estatal los fondos de pensiones, son todos movimientos de construcción de un espacio público más que estatal que forman parte de lo se llama el modelo. No es que a mí me guste especialmente esa expresión, pero cierra un poco la idea de lo que ambiciona hacer un gobierno reformista que seguirá este trazado de las acciones de construcción de espacio colectivo en lo político.


- ¿En materia cultural que es su área, que aportes hace el modelo político y económico que impulsa el gobierno kirchnerista?


- Dentro de este modelo yo postulo un énfasis en lo científico-tecnológico industrialista acompañado de fuertes políticas culturales que tengan en cuenta la inclusión social, pero al mismo tiempo tiene en cuenta la alta cultura, el lenguaje público, el lenguaje íntimo, que toma la cuestión de la lengua social como aspecto primigenio y relevante.


- ¿Qué destacaría en cuanto al desmonte del “pensamiento único” en Argentina?


- Todo lo que ha hecho este gobierno es desmontar las piezas del pensamiento único tal como aparecía en los años 90: el Consenso de Washington y todo lo que implicó el arrasar con la fuerza pública del Estado. Este gobierno lo que ha hecho es apartarse claramente de ello en consonancia con otros gobiernos de Latinoamérica en el sentido de la creación de Unasur que es un gran logro de Néstor Kirchner, quien fue uno de los primeros en impulsarla; el apoyo decidido a Mercosur que se mantiene como una fuerza constructiva colectiva, al mismo tiempo las reuniones que se hicieron en Argentina que permitieron hacer fuertes acuerdos con Ecuador, Bolivia, Venezuela, y generar también grandes unidades en la diversidad al hacer una apertura con los gobiernos de Chile y Colombia con los cuales no concuerda ideológicamente, lo que revela lucidez y realismo. Este gobierno ha enfatizado una Unasur más ligada a las experiencias renovadoras como la de Lula y la de Chávez pero con visión inclusiva y estratégica, capaz de crear grandes unidades aún en la diversidad.


- ¿En materia de política públicas respecto de cultura popular que destacaría de este gobierno?


- Destacaría algo que puede no tener directamente que ver con cultura popular sino con la economía de la cultura. Durante los dos últimos gobiernos es el periodo en que ha habido mayor inversión en la cultura de Argentina. Está lleno el país de construcciones culturales en la Universidad y también en los centros de todo tipo. Para destacar está el Museo del Libro y de la Lengua así como la puesta en marcha de una serie de museos. Hay que señalar que la inversión no es la única dimensión de una política cultural, por lo que ahora el debate que viene en estos cuatro años de gobierno es la posibilidad de anudar de una manera más imaginativa las corrientes de vanguardia de la cultura con las corrientes populares que deben retroalimentarse mutuamente.


- Usted ha hablado del reto que tiene la Argentina de la unidad nacional. ¿Cómo entiende usted este concepto de unidad nacional?


- Lo tengo como un concepto que tiene sus problemas por eso parto de la política como conflicto, del reconocimiento de las fisuras que tiene la sociedad y el modo de hacer creativa la construcción de consensos. No consenso en abstracto sino uno que surja de la lógica creativa del conflicto. Por eso la noción de unidad nacional debe acompañarse con el hecho de no considerar lo abstracto, es decir, una imposición del Estado, un proceso por encima de las clases sociales, un intento de sabotear el conflicto, en ese sentido creo que la proposición de unidad nacional que hace el gobierno está ligada a una sociedad dinámica que está en conflicto y en antagonismo permanente.


- ¿Desde esa óptica usted también ve el panorama de Américas Latina en un conflicto permanente?


- Sí, la sociedad democrática se funda en el conflicto y no a la inversa, es decir, la forma democrática no es una proposición consensual inerte que expulsa el conflicto, por el contrario bebe del conflicto permanente para ver sus metas creativas y para crear horizontes de conjunción y de trabajo en común de muchas fuerzas sociales. Pero este horizonte en común no significa sino versiones más imaginativas del conflicto.

INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA


AMÉRICA LATINA Y SU EMPEÑO POR CONSOLIDAR UN POLO DE PODER REGIONAL


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Especial para Revista Topos



En medio de la crisis civilizatoria o multidimensional que enfrenta el mundo a causa de los efectos perniciosos del capitalismo y su última fase (una de las más predatorias) el neoliberalismo, América Latina se constituye prácticamente que en la única región que está sorteando más bien que mal la debacle económica planetaria, y de alguna manera, apunta no obstante las infaltables dificultades y contradicciones sociopolíticas, hacia mejores niveles de desarrollo humano.


En efecto, en contraste con las profundas crisis económicas de Europa y Estados Unidos, los países latinoamericanos en su gran mayoría están rompiendo con los dogmas neoliberales y apuestan por una integración que vaya más allá del mero interés comercial y se sustente en la solidaridad política que permita consolidar cauces de cooperación en diversos ámbitos institucionales para alcanzar un óptimo Estado de Bienestar. Al fin y al cabo América Latina es la región con mayor desigualdad socioeconómica del mundo.


Por ello los gobiernos de América del Sur trabajan en la consolidación de un escenario como la Unión de Naciones del Sur (UNASUR) para poner en marcha mecanismos de desarrollo y defensa de la región. Simultáneamente, varios gobiernos progresistas del continente gracias al impulso de Venezuela han hecho realidad la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la cual no es una zona de libre comercio, sino un espacio político y económico organizado, basado en la solidaridad y la complementariedad que tiene en cuenta las asimetrías.


Los pueblos del hemisferio han entendido que para salir de “la larga y oscura noche neoliberal” de la que habla el presidente ecuatoriano Rafael Correa, y que tanto dolor humano ha causado a millones de latinoamericanos, la región debe circunscribir su política de relaciones internacionales en la cooperación y no en la competencia.
Un despertar social y político


Para lograr el cambio de paradigma económico y posibilitar la elección de gobiernos de tinte progresista que han jalonado este proceso de integración regional y ejecución de políticas públicas de desarrollo social, muchas de ellas consideradas asistencialistas, Latinoamérica debió soportar los embates de las medidas de ajuste y saqueo que impuso el funesto modelo neoliberal. Estas fórmulas de pillaje y de desconocimiento de las conquistas sociales inspiradas en el llamado Consenso de Washington que muy poco tuvo de consenso y mucho de Washington, generaron el despertar de los pueblos que a través de su organización en movimientos sociales y en la movilización pública lograron convertirse en sujetos de cambio que posibilitaron llevar al poder a líderes con vocación de cambio cuyo propósito al llegar a los gobiernos ha sido la lucha contra la pobreza, el desempleo, la exclusión, garantizando el acceso gratuito y universal a la educación y la salud. Es decir, hacer efectivo y real el rol del Estado de garantizar los derechos fundamentales.

La CELAC: ser o no ser


La búsqueda de autonomía, pero sobre todo, la integración política y la colaboración efectiva de la región, constituye “el ser o no ser” de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), dijo el presidente de Uruguay, Pepe Mujica, durante el acto de creación de este organismo que busca reemplazar a la desgastada y desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA).


La Cumbre de la CELAC realizada en Caracas entre el 2 y 3 de diciembre sin la presencia incómoda de Estados Unidos y Canadá es otro paso más en la ruta por solidificar políticamente a la región. Este nuevo organismo de integración latinoamericana buscará concretar en el corto plazo un fondo común de reservas para enfrentar las turbulencias financieras y la creación de un organismo de derechos humanos alternativo al de la OEA.


Hacia un polo de poder


América Latina avanza paulatinamente hacia su propio destino como región no obstante ser un continente muy disímil, heterogéneo, lleno de diversidades de todo género: étnicas, geográficas, costumbristas, históricas. En medio de esa diversidad y de los elementos comunes como el idioma y las similitudes culturales que son decisivos en un proceso de integración, la sociedad latinoamericana está llegando a cierto grado de madurez política que le ha permitido comprender a cabalidad las circunstancias de la globalización en el sentido de entenderla como una muy hábil estrategia de los países desarrollados para cautivar los mercados del planeta. Tras las fracasadas recetas económicas del Consenso de Washington que solo han beneficiado al capital financiero especulativo transnacional en perjuicio de los intereses locales, la dirigencia latinoamericana de postura progresista terminó dándose cuenta, por fin, de que la dinámica del capitalismo salvaje que eufemísticamente lo denominan “globalización”, obliga a concretar sinergias, por lo cual América del Sur se encuentra en pleno proceso de estructurar un bloque común, en medio de las diferencias, para defender intereses compartidos en el ámbito internacional.


Para algunos analistas en geoestrategia internacional como el mexicano Alfredo Jalife-Rahme, América del Sur en ese sentido ya cuenta con un proyecto y se encamina a constituirse en un polo de poder.


Jalife-Rahme se refiere a América del Sur por cuanto que México y Centroamérica siguen siendo parte consustancial de la órbita política, militar y económica de Estados Unidos.


Nueva arquitectura financiera regional


Ese renovado espíritu integracionista de los gobiernos de América del Sur expuesto en diversas reuniones presidenciales se ha logrado concretar tanto en la creación de UNSAUR como en el fortalecimiento de instancias comerciales como MERCOSUR.


Las buenas intenciones de los jefes de Estado no solo se han quedado en retórica como en el pasado, sino que en medio de las normales limitaciones de un proceso de integración ambicioso, se avanza en la concreción de una propuesta para generar una nueva arquitectura financiera regional.


Los pilares básicos de esta propuesta que le dará sustento práctico a UNASUR se pueden sintetizar así, en palabras del representante del gobierno ecuatoriano Pedro Páez Pérez, quien en los últimos años ha venido trabajando para cristalizar este empeño integracionista:


• Una banca de desarrollo de nuevo tipo, como la iniciativa del Banco del Sur, con un conjunto de nuevas prioridades en materia de alimentación, energía, cuidado de la salud, ciencia y tecnología, conectividad física, financiamiento de la economía popular y nuevas prácticas bancarias.


• Una banca central alternativa, comenzando por la conexión directa, en red regional, de los bancos centrales, enlazados a sistemas de compensación de pagos, mercados virtuales de liquidez, sistemas multilaterales de créditos recíprocos, facilidades de emergencia de balanza de pagos, caja fiscal, y un fondo común de reservas regional.


• Desarrollo de un espacio monetario común, incluyendo la emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) regionales en el marco de convenios de compensación de pagos como la experiencia del SUCRE dentro de la Alianza Bolivariana para los Pueblos (ALBA).


• Bloquear la restauración del poder de chantaje de la vieja arquitectura financiera, pues el FMI ha dado más créditos desde la explosión de la crisis que en toda la década previa, y espera aún mayores aportes.


• Crear espacios para la política fiscal. La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), por ejemplo, ha sugerido una moratoria inmediata de la deuda externa que debe ser combinada con la generalización de procesos de auditoría que podrían aprender críticamente de la experiencia ecuatoriana articulándose a la formación de un Tribunal Internacional de Arbitraje.


• Bloquear con medidas efectivas la ofensiva de los especuladores a nivel mundial.


• Para evitar retaliaciones políticas y sabotajes económicos a los procesos democráticos, es necesario impulsar una definición pronta y universal de controles de capitales y un impuesto a través de la denominada Tasa Tobin.


El liderazgo de Brasil y Argentina


El mapa político de Latinoamérica permite observar con claridad los avances o retrocesos del proceso de cambio que se viene dando en buena parte del hemisferio.


Brasil y Argentina, los países líderes de Suramérica, son las economías de mostrar. Ambas naciones que hacen parte del G-20, es decir, el grupo de países con las economías más fuertes del mundo, evolucionan en un modelo de mejoría social e industrialización que les ha posibilitado reducir la pobreza, mejorar los índices de desarrollo humano y configurarse como los impulsores de la integración regional.


Brasil por sus condiciones geoestratégicas y económicas juega como polo en América del Sur, hace parte del grupo de países conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que está en pleno ascenso, y apuesta a consolidar el proceso de regionalización porque de él depende solidificar su influencia.


El rol de los gobiernos de izquierda


Los gobiernos de Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador, y Evo Morales en Bolivia, se caracterizan por sus posturas de izquierda en el sentido de proclamar un socialismo para el siglo XXI y ser críticos de los efectos negativos del capitalismo en el desarrollo de la sociedad.


Estos gobiernos ostentan un gran respaldo popular y coinciden en haber logrado revertir la negativa realidad social de sus pueblos mediante la ejecución de políticas que han mejorado sustancialmente la situación de los sectores más vulnerables de la sociedad.


Mientras Chávez tiene como caballito de batalla un discurso antiestadounidense que le ha traído las simpatías de amplios sectores sociales y políticos tanto nacionales como internacionales y el desprecio de las oligarquías venezolana y latinoamericanas, Correa y Morales deben hacerle frente no solo a sus adversarios de la derecha sino a sectores de izquierda que los cuestionan y que intentan sin éxito organizarse para restarles sustento popular.


Los tres mandatarios tienen en común que su popularidad ronda el 60% y por lo tanto esa legitimidad les permite seguir adelante con sus reformas sociales y antimonopólicas.


¿Hacia dónde va Perú?


Tras la pesada herencia de los gobiernos neoliberales de Alejandro Toledo (2001-2006) y Alan García (2006-2011), quienes erigieron toda una arquitectura para favorecer el modelo de libre comercio entre Perú y Estados Unidos fundamentalmente, el presidente Ollanta Humala en sus primeros cien días ha dado tímidas muestras de querer avanzar hacia una política de contenido social.


En medio de los poderes fácticos de la derecha peruana, Humala se ha atrevido en este breve lapso de gobierno a aumentar el salario mínimo, incrementar los presupuestos de educación y salud y poner en marcha varias políticas sociales. Sin embargo tiene como limitante que el modelo económico está sustentado en el extractivismo mediante la explotación de los recursos minero-energéticos.


El gobierno del mandatario peruano es una mixtura política del que hacen parte sectores tanto de la derecha como de izquierda y lo complicado es que su propósito es el de quedar bien con todo el mundo, lo cual puede terminar favoreciendo más los intereses del gran capital y los mercados que respondiendo a las ingentes demandas sociales.


Chile y Colombia: representantes de la derecha hirsuta


Finalmente, en el espectro político de Suramérica aparece lo más hirsuto de la derecha representado por los gobiernos conservadores de Sebastián Piñera de Chile y Juan Manuel Santos de Colombia, caracterizados por su apego irrestricto tanto a los dictados de Washington como a los principios fundantes del malhadado modelo neoliberal.


Tanto el heredero de Pinochet como del cuestionado expresidente colombiano Álvaro Uribe coinciden en ser agentes oficiosos del capital transnacional y como tales no tienen prejuicio alguno pare entregar el patrimonio nacional a los grandes saqueadores que en términos neoliberales se conoce como “socios estratégicos” o “inversionistas extranjeros”, a quienes según su credo hay que darles todas las garantías de seguridad para el éxito de sus colocaciones financieras y empresariales.


Piñera y Santos, coinciden además en que, a diferencia del resto de gobernantes de América Latina, consideran a la educación no como un derecho sino como un negocio que debe manejarlo el sector privado. Ambos se enfrentan a sendas protestas y movilizaciones estudiantiles de gran aliento. El mandatario neopinochetista sigue adelante con su neoliberal propósito, mientras que el colombiano, más astuto en el manejo político, vio pasos de animal grande y temeroso de las consecuencias de la explosión social y del paro estudiantil en todo el país, se vio obligado a desistir de continuar con su desventurada reforma a la educación universitaria.


Para ambos mandatarios conservadores la “inversión extranjera” es fundamental para el desarrollo de sus pueblos y qué mejor entonces que entregar en manos de las transnacionales los recursos minero-energéticos para su explotación. Piñera busca denodadamente entregar un recurso estratégico para Chile como es el cobre mediante la privatización de Codelco, la corporación estatal dedicada a la exploración y explotación de este importante mineral. Santos, por su parte, fomenta la explotación de las transnacionales de minas de oro a cielo abierto, continuando con la política extractiva que dejó su mentor, el expresidente Uribe Vélez, cuyo gobierno otorgó 8750 títulos mineros que prácticamente equivalen a la mitad del territorio colombiano.


Chile y Colombia como Centroamérica han unido su destino al de Estados Unidos, país con el cual tienen tratados de libre comercio y son además sus satélites en el hemisferio en lo militar.


México y Centroamérica muy cerca del Tío Sam


La región centroamericana, es decir la franja que geográficamente va desde Panamá hasta México depende económica, comercial y militarmente de Washington. Su dependencia se refleja en los dos últimos años en su lento crecimiento dada la crisis norteamericana y su panorama de seguridad es desolador. El narcotráfico, la criminalidad, la violencia en sus diversas expresiones y la corrupción permean los diversos actores de prácticamente todos los países centroamericanos, lo cual amenaza la estabilidad política e institucional de esta región.


Este ambiente enrarecido sumado al accionar de los carteles del narcotráfico de México hace que Centroamérica sea la zona de mayor tensión en el hemisferio. Políticamente la situación también es conflictiva. Si bien Nicaragua y El Salvador cuentan con gobiernos de tinte progresista sus pequeñas y débiles economías son dependientes de Washington.


Los gobiernos conservadores de Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala, en donde se eligió como mandatario a un militar represor como Otto Pérez Molina, mantienen el statu quo y obedecen instrucciones del Comando Sur estadounidense en materia de seguridad nacional.


Guerra asimétrica financiera


No obstante la adhesión y su complejo de dependencia a Estados Unidos de Centroamérica y de países andinos como Chile y Colombia, Washington ha perdido influencia en las últimos dos décadas particularmente en América del Sur. En 2005 a instancias de los mandatarios de Brasil y Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva y Néstor Kirchner el hemisferio le dijo no al ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas) en la propia cara del tristemente-célebre George W. Bush, durante la Cumbre de las Américas de Mar del Plata. Y ahora, Argentina y Venezuela prácticamente le declaran a la Casa Blanca una guerra asimétrica financiera.


Desde la Casa Rosada en Buenos Aires se está desconociendo el orden financiero anglosajón y por si fuera poco, Argentina y Brasil pusieron en marcha los denominados swaps (permutas financieras) para evitar utilizar el dólar.


Entre tanto, desde el Palacio de Miraflores en Caracas, el presidente Chávez ordenó sacar buena parte de las reservas de oro. Según algunos analistas los halcones de Washington tarde o temprano pasarán cuenta de cobro a los gobiernos de Argentina y Venezuela por haberse atrevido a tanto.


La gran amenaza de América Latina


Si bien Latinoamérica a diferencia de Europa y los propios Estados Unidos está logrando crecer económicamente a un promedio del 5% anual según la CEPAL, los rezagos del modelo neoliberal son un gran riesgo para el desarrollo social y la defensa de su medio ambiente.


El resurgimiento del denominado neodesarrollismo que se plasma en el predominio del extractivismo de materias primas, principalmente de recursos minero-energéticos, la extranjerización de la economía y el desplazamiento de las viejas burguesías nacionales por nuevos grupos exportadores, constituye una verdadera limitación en el avance por limitar los abusos y desafueros del capitalismo especulativo y depredador.


Este esquema lo único que busca al decir del economista y científico social argentino Claudio Katz, es remodelar el orden social vigente mediante la aplicación de acciones de regulación estatal y fuertes subsidios a los grupos empresariales que se desea promover como protagonistas de la vida económica.


Y como protagonistas de primera línea en la vida económica de los países suramericanos se encuentran actualmente las trasnacionales dedicadas a la explotación de recursos naturales, particularmente a los proyectos de minería a gran escala.


Es lo que el exministro de Energía ecuatoriano Alberto Acosta ha denominado “la maldición de la abundancia” para significar que “somos pobres, porque somos ricos en recursos naturales”.


En el proceso de explotación de estos recursos como base para financiar la economía, explica Acosta, “los efímeros boom acarrean profundas perversiones. A la postre el conjunto social se empobrece, los derechos fundamentales de las comunidades son atropellados, la naturaleza es depredada, los ingresos generados no dinamizan la economía nacional, la violencia y la voracidad se institucionalizan, el autoritarismo gana terreno y se mina la democracia”.


Lo anterior lo confirma la doctora argentina en Sociología Maristella Svampa, quien en uno de sus múltiples análisis recientes sobre el modelo extractivista señala que en la actualidad, no hay país latinoamericano con proyectos de minería a cielo abierto “que no tenga conflictos sociales suscitados entre las empresas mineras y el gobierno versus las comunidades: México, varios países centroamericanos (Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá), Ecuador, Perú, Colombia, Brasil, Argentina y Chile. Según el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) existen actualmente 120 conflictos activos que involucran a más de 150 comunidades afectadas a lo largo de toda la región”.


“La minería metalífera a cielo abierto se ha convertido en la actividad más cuestionada en la región, en una suerte de figura extrema, un símbolo del extractivismo depredatorio, al sintetizar este conjunto de rasgos particulares directamente negativos para la vida de las poblaciones y el futuro de nuestros países. En consecuencia, no se trata solamente de una discusión económica o ambiental, sino también de una discusión política sobre los alcances mismos de la democracia: se trata de saber si queremos debatir lo que entendemos por desarrollo sostenible; si apostamos a que esa discusión sea informada, participativa y democrática, o bien, aceptamos la imposición de nuestros gobernantes locales y las grandes corporaciones, en nombre del nuevo consenso de los commodities y de un falso desarrollo”, puntualiza Svampa.


La nueva cara de las luchas sociales


Los movimientos sociales de América Latina siguen estando alerta para enfrentar los rezagos del funesto modelo neoliberal y muy seguramente serán capaces de volverse a movilizar cuando los gobiernos no sean capaces de frenar los abusos de los agentes del capitalismo especulativo y rapaz como en el caso de la infame explotación de la minería a gran escala.


En los últimos meses una nueva oleada de protestas sociales que empalma perfectamente con la irrupción de los llamados Indignados de Europa y Estados Unidos han sido las extraordinarias movilizaciones de los movimientos estudiantiles de Chile y Colombia. Podría afirmarse que son la nueva cara de las luchas sociales en la región, sobre todo, en el corazón del neoliberalismo suramericano. En Chile donde ha resucitado el espíritu político del pinochetismo y su afán utilitarista del capitalismo; y en Colombia, un satélite económico-militar de Washington, que al decir de la periodista María Antonia García de la Torre, es “el tercer país más desigual del mundo que cuenta con el ejército más temible de Latinoamérica y la educación más inequitativa”.


La expresión de inconformidad y rebeldía de los jóvenes así como de los sectores populares de la región constituyen el nuevo sujeto de transformación y la nueva cara del provenir de Latinoamérica.

BOGOTÁ


En entrevista con TOPOS alcaldesa Clara López Obregón hace balance de su gestión


“Con una inversión social sin precedentes logramos bajar a una tercera parte la pobreza en Bogotá”


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Especial para Revista Topos



Con la satisfacción de haberles devuelto a los bogotanos la esperanza y de dejar proyectada la ciudad en materia de movilidad e inversión social, la alcaldesa de la capital de la República, Clara López Obregón, culmina su gestión este 1 de enero, con un sólido liderazgo político que será decisivo en el proceso de reinventar el proyecto de la izquierda colombiana.


Durante los seis meses que estuvo al frente de la Alcaldía de Bogotá, esta economista de Harvard y abogada de la Universidad de los Andes, candidata a doctorado de la Universidad de Salamanca, demostró su capacidad de liderazgo y sobre todo, su amplia experiencia administrativa, adquirida en el desempeño de diversos cargos públicos y su apego a la investigación y a la docencia.


López Obregón logró cambiar la percepción negativa que tenían los bogotanos de su administración. Llegó en un momento político-administrativo tremendamente complicado, pero a los pocos días fue cambiando esa desazón que se había apoderado de los habitantes de la capital colombiana. Por ello es que la actual alcaldesa de Bogotá termina su gestión en menos de un mes con una de las aprobaciones más altas del país (78 por ciento según la última encuesta Gallup, el máximo performance de ese sondeo desde que comenzó a hacerse en 1994).


De acuerdo con esta misma encuesta, López Obregón supera en imagen favorable y popularidad al alcalde electo Gustavo Petro, quien obtiene un 59% de aceptación.


Esa es una de las razones por las que analistas políticos y varios medios de comunicación no sólo la han escogido como uno de los personajes del año que termina sino que ven en Clara López como potencial candidata presidencial, puesto que en la actual coyuntura política colombiana, constituye el máximo referente de la izquierda democrática colombiana.


Para hablar de sus realizaciones y de su inmediato futuro político, TOPOS dialogó con López Obregón. En esta entrevista, la alcaldesa de Bogotá hace una especie de balance destacando, fundamentalmente, tres logros de su corta pero efectiva gestión: la concreción del Metro para la ciudad, megaobra tantas veces aplazada; la disminución significativa de la pobreza en la capital en buena medida debido a la sustancial inversión social realizada; y la atención efectiva a las víctimas desplazadas del conflicto armado.


Una ciudad más equitativa


Coherente con su visión de garantizar “el derecho a la ciudad” del que habla el geógrafo inglés David Harvey, la alcaldesa López Obregón deja a la próxima administración de Bogotá los cimientos y todo el marco referencial que le permita actualizar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) con el propósito de proyectar en forma óptima, responsable y con sentido de equidad a la ciudad.


El POT es un instrumento que posibilita planificar las diversas interrelaciones económicas, sociales, políticas, ambientales y culturales de una ciudad tan compleja como Bogotá, identificando las inversiones y regulando los usos del territorio.


A través del POT que deja listo, explica la alcaldesa López Obregón, se posibilitará “el orden y la integración, se dotará a la ciudad de un sistema tributario que incite a la responsabilidad y a la equidad y no a la evasión. Un programa de seguridad que nos ofrezca confianza y no temores. Servicios públicos que sean un derecho y no un lujo. Una visión de crecimiento regional que incluya a nuestros vecinos y que no se dé a costa de ellos, por eso nace el concepto de Región-Capital”.


Plataforma de desarrollo regional


La mandataria capitalina señala que la relación de Bogotá con los municipios circunvecinos es decisiva y fundamental para el desarrollo económico y socioambiental, por eso desde que ocupó la Secretaría de Gobierno trabajó conjuntamente con la Gobernación de Cundinamarca para avanzar en la concreción del instrumento legal que permita poner en marcha en forma efectiva la relación conurbana.


“Esta plataforma de desarrollo regional –sostiene la alcaldesa López Obregón- crea iniciativas para la sostenibilidad ambiental, económica y social como el Plan Integral Regional de Cambio Climático, pionero en el mundo, la protección de la estructura ecológica principal como su eje ambiental, el Macroproyecto Urbano Regional de impacto del Aeropuerto Eldorado, propuestas de movilidad distritales y departamentales, la estructuración de redes logísticas, la promoción de turismo regional y mecanismos para garantizar la seguridad ciudadana”.


Recuperación del compromiso ético



- Usted sale con un índice envidiable de popularidad, 78% según la ultima encuesta de Gallup. ¿Cuál es la fórmula: alta dosis de liderazgo político y alta dosis de gerencia?


- Yo pienso que es una combinación de varios factores: no puedo descontar el tema de liderazgo y la gerencia que desde luego nos aplicamos a fondo. Pero para generar confianza y recuperar credibilidad en una administración en crisis se hizo necesario también procurar espacios de confianza mutua entre los funcionarios del Distrito y la ciudadanía, y lo hice con un criterio de direccionamiento diáfano habida cuenta que no podían pagar justos por pecadores ya que la estigmatización de toda una administración lo que hace es restarle legitimidad al gobierno y a la gobernabilidad. Por eso desde muy temprano iniciamos un proceso de recuperación del compromiso ético de la administración con la ciudad. Mediante eventos simbólicos y la construcción colectiva de un código de ética logramos sacar la ética de los anaqueles y la volvimos una práctica diaria fundamentada en un criterio muy importante que es la transparencia, la eficiencia, la honestidad en el manejo de los recursos públicos que tiene como finalidad la realización de los derechos fundamentales y colectivos de la sociedad.


Metro y Sistema Integrado de Transporte


- Hablemos de avances puntuales. ¿Se puede decir que esta administración conforme a su compromiso político-electoral deja para los bogotanos la concreción definitiva de ese sueño tan anhelado y postergado que es el Metro?


- Sin lugar a dudas. Nosotros hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance para concretar un acuerdo con el Gobierno Nacional y tuvimos la coincidencia y la voluntad política expresada por el señor presidente de la República, Juan Manuel Santos, con quien impulsamos el proyecto de la primera línea del Metro para Bogotá que se venía estudiando. Logramos levantar la suspensión que había sido decretada del proceso de contratación de los diseños de detalle de la primera línea. Con el Alcalde electo durante una reunión con el Presidente de la República se convino seguir adelante con este proceso de contratación de los diseños de ingeniería básica con algunos aditamentos muy encomiables hechos por el alcalde electo, Gustavo Petro, en el sentido de que esta primera línea que parte de Kennedy al llegar al centro de la ciudad y recorrer la parte oriental busque una extensión hacia la localidad de Suba. Esto será objeto de estudios posteriores, pero debo decir que dejamos el plato servido.


- ¿Por qué dice que el proceso del Metro estuvo suspendido?


- Porque fue suspendido durante la etapa que estuvo encargada de la Alcaldía la ministra de Educación, María Fernanda Campo. Cuando llegamos nos correspondió reactivarlo y dejamos todo listo para la contratación del diseño básico del Metro, pero también dejamos lista la financiación de la primera línea a través de un cupo de endeudamiento de la ciudad, cuyas finanzas tienen calificación triple A en su grado de inversión, y lo que tiene que ver con la sobretasa a la gasolina que apenas termine de pagar la tercera fase de Transmilenio, en su próxima etapa, se dedica al Metro de Bogotá.


- Y en cuanto a otro proyecto importante para la movilidad de la ciudad como es el Sistema Integrado de Transporte, ¿en qué queda?


- Queda adjudicado el Sistema de Recaudo Único, en proceso de implementación ese contrato que es muy ambicioso que cubre un periodo de 16 años, los primeros cuatro de empate con los actuales recaudadores. Dejamos ya diseñados los nuevos equipos de transporte, los nuevos buses, adjudicadas las trece zonas y un procedimiento mediante el cual debe comenzar a implementarse zona por zona a partir del mes de marzo o junio de 2011 dependiendo de la terminación de los últimos detalles de las obras y la solicitud de equipos que hagan los nuevos operadores del transporte colectivo urbano de Bogotá.


Inversión social sin precedentes


- ¿Si se afirma que la inversión social que ha hecho esta administración en materia de educación, salud, nutrición, no tiene precedentes en Bogotá, es exacto?


- Sí, es correcto, es una inversión sin precedentes porque nosotros en este gobierno y con lo que dejamos proyectado del presupuesto para 2012 destinamos el 80% a inversión social. Los resultados hablan por sí solos y permítanme hacer un recuento muy corto, porque generalmente uno se queda en palabras y no cae en cuenta de la magnitud de los logros. Porque en razón de los grandes escándalos que rodearon la contratación pública y las alegaciones de corrupción se invisibilizó lo que fue la profunda huella social que dejan las dos administraciones del Polo Democrático Alternativo en Bogotá. La ciudad tiene un activo muy importante que son las encuestas mutipropósito elaboradas por el DANE en coordinación con Planeación Distrital. Se han hecho tres de ellas: en el 2003, en el 2007 y en 2011, son extraordinarias porque sirven de línea base para medir la gestión de cada administración y a la vez permiten evaluar los logros obtenidos. Estas encuestas muestran que empezamos en 2003 con el 31% de la población de Bogotá en pobreza medida por el indicador multidimensional que incluye educación, salud, vivienda y servicios públicos, trabajo y atención a la infancia y adolescencia; pasamos a 21% en 2007 y al 12% en el 2011; hemos logrado bajar a una tercera parte la pobreza en la capital de la República. Casi 300 mil familias han salido de la pobreza, lo que significa un millón doscientas mil personas, es un logro que se puede atribuir, en gran parte desde luego no exclusivamente, a ese enorme esfuerzo en inversión social que ha hecho la administración distrital a razón de 4 billones 500 mil millones de pesos al año. Por eso tenemos educación gratuita del grado 1 al grado 11; contamos con un sistema de prestación de servicio de salud fundamentado en la atención primaria con prevención, con amplia cobertura, con garantía de derechos, especialmente en gratuidad para los más vulnerables: menores de cinco años, mayores de 65, población en situación de discapacidad severa, los niveles 1 y 2 del Sisbén. Tenemos la red de comedores comunitarios y comedores escolares que cubren a un millón de personas; y una generación de espacio de tierra que nos permite decir que para vivienda de interés social el metro cuadrado en Bogotá está a un precio inferior al de Soacha lo que ha posibilitado reducir el déficit cuantitativo y el hacinamiento, lo cual es uno de los grandes logros de la administración en estos cuatro años. Pero todo esto en el contexto de finanzas sanas, más no infinitas, Triple A en finanzas, grado de inversión reconfirmado hace quince días. Y en materia de trabajo, tal vez la gente no capta, pero esta administración adelantó con la asesoría muy importante del exministro y exsecretario de la CEPAL, José Antonio Ocampo, algo novedoso y es una política de generación de empleo que implicó Banca Capital, temas de formación, de emprendimiento, de primer empleo, y desde luego las obras públicas que nos han permitido completar ya un año en Bogotá con desempleo de un dígito y llegar a un guarismo casi del primer mundo: 7.6% de desempleo el pasado mes de octubre, unido a una tasa de crecimiento económico muy robusta del 4.7, cinco décimas por encima del crecimiento reportado a nivel nacional del 4.2%. A veces uno dice estas son cifras cuantitativas, la gratuidad, la cobertura ciento por ciento en educación, es un tema en el que hay que recabar porque esa es la crítica que siempre se hace: cobertura pero sin calidad. Hemos hecho avances enormes en materia de calidad, pasamos en esta administración de 17% a 57% de los colegios distritales en los niveles superior y más del ICFES y ninguno en los niveles malo y peor.


TLC y conflicto armado


- Hablemos de los riesgos que se ciernen sobre la ciudad. ¿Bogotá estará preparada para los efectos del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos? ¿Habrá que generar políticas de mitigación para un peligro de esta magnitud?


- Yo creo que el peligro es para el país y como Bogotá no está exenta de ser la depositaria de todos los problemas nacionales, lo hemos visto con el conflicto armado y el enorme número de víctimas y de desplazados que llegan a la capital de la República, son temas que uno no puede eludir ni evitar. Cuando uno ve las protestas de los cebolleros en Boyacá y aún no hemos implementado el Tratado de Libre Comercio, por el hecho que se autorizaron importaciones del Perú que llevaron el precio colombiano a diez mil pesos el bulto, nos llama la atención en el sentido de que Bogotá va a recibir un impacto que puede afectar la generación de empleo y otros aspectos. Yo diría que lo que tiene que hacer Bogotá para enfrentar esta realidad es prepararse para reinventar su economía y dirigirla hacia la innovación y la tecnología, y eso es precisamente lo que estamos haciendo nosotros con todos los proyectos que hemos presentado a consideración del Fondo Nacional de Regalías. A través de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) hemos hecho un convenio fundamental para entregarle computadores con servicio de Internet a los estudiantes de últimos grados en los colegios distritales para que tengan acceso a contenidos académicos y plataformas interactivas. Al mismo tiempo, en desarrollo urbano, en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y en las áreas de renovación se deben generar los espacios para la industria sin chimeneas, que es la que tiene que reemplazar todo esto que nos va a caer encima con o sin el TLC. En materia de globalización el que no se meta en la carrera de la tecnología no solamente va a perder el año, va a perder la posibilidad de participar en el progreso.


- ¿Cómo ha sorteado Bogotá en los últimos cuatro años las repercusiones del conflicto armado?


- Yo creo que el país no está consciente de lo que hemos hecho en la capital de la República para afrontar los rigores del conflicto armado en lo que nos corresponde, y es la atención integral a las víctimas. Bogotá atendió a las víctimas antes de que hubiese Ley de víctimas. Desde el año 2008 iniciamos un programa muy robusto al punto que hoy tenemos 14 centros de atención integral a víctimas de crímenes de lesa humanidad, de violaciones graves de derechos humanos y desde luego del conflicto armado, con muchas especificidades como por ejemplo, ayuda jurídica a obtener las reparaciones por parte del Estado; apoyo integral, sicosocial, acceso a toda la red social del Distrito en materia de salud, educación, alimentación; también tenemos un centro especializado en género para atender especialmente a mujeres víctimas de violaciones gravísimas a su dignidad en materia sexual; otro destinado a la protección de tierras que surgió del conocimiento que adquirimos con la toma del parque Tercer Milenio por parte de los desplazados; otro más para asistir a defensores de derechos humanos y sindicalistas. En todos estos centros hemos atendido más de 14 mil personas, y está el Centro Memoria de la Paz y Reconciliación que es el aporte de la ciudad a la memoria histórica y a esa reparación fundamental que es el derecho a la verdad. Creo que somos ejemplo a nivel nacional.


- ¿Este drama del conflicto que tiene efectos muy graves sobre Bogotá, la hace reafirmar en su posición de hace muchos años en el sentido de que la única solución a la confrontación armada colombiana es la salida política negociada?


- Efectivamente, a pesar de los últimos acontecimientos tan condenables que han sucedido recientemente como el asesinato de cuatro uniformados en manos de la guerrilla hace pocos días que lo llenan a uno de desazón y de dolor, creo que Colombia debe superar el conflicto y no veo una salida definitiva que no sea negociada, mientras tanto Bogotá seguirá viviendo el posconflicto dentro del conflicto, un tema bastante complejo que tiene pocos antecedentes en el mundo.


- ¿Por qué?


- Porque normalmente el tratamiento de las víctimas, de los desmovilizados, los procesos de construcción de paz y reconciliación suceden después de terminado el conflicto. Pero aquí tenemos un conflicto que se reproduce y se proyecta en el tiempo, Bogotá sigue recibiendo 20, 30 familias desplazadas diariamente, por lo que no veo una salida distinta a una negociación política que le ponga fin a esta confrontación armada.


Cohabitación y futuro político


- ¿Cómo se sintió en esta cohabitación política con un Presidente de la República de distinta vertiente política que la suya, algo similar a lo que les ocurrió a Miterrand y Chirac en Francia?


- Creo que dimos una lección de gobernabilidad y legitimidad democrática en estos seis meses cortos de gobierno porque en la función administrativa la colaboración, articulación y coordinación entre los gobiernos distrital y nacional son fundamentales para el bienestar de la población de la capital de la República. Encontramos un presidente receptivo y presto a ayudar. Tengo que decir que las relaciones fueron excelentes, de mutuo respeto y de una enorme colaboración del primer mandatario y su equipo de gobierno para con los programas Bogotá. Resalto proyectos como el Metro, el corredor verde, toda la articulación que logramos para atender la emergencia social de la población embera durante tres meses y su plan retorno, todo lo cual generaron buenos resultados para los habitantes de la capital. Y tengo que decir además que me enorgullezco de haber sido la alcaldesa que invitó al Presidente de la República de signo político distinto, por primera vez en la historia, al Palacio Liévano, sede del Gobierno Distrital, lo cual demuestra que sí es posible generar unas relaciones en las que disentir no implica pelear.


- Usted pertenece a la catadura de una familia política, cuyos más destacados exponentes los expresidentes López Pumarejo y López Michelsen dedicaron su vida a pensar el país. ¿En su caso y de aquí en adelante, va a continuar pensando a Bogotá y a Colombia?


- Sin lugar a dudas, esa es mi mayor aspiración. Tengo el proyecto con un grupo de amigos intelectuales interesados en el bienestar y en la proyección de una democracia profunda en nuestro país, de generar un centro de pensamiento donde podamos mantener vivo el debate de esa alternativa de izquierda que necesita no solamente Colombia sino el mundo.

GLOBALIZACIÓN


ENTREVISTA CON EL HUMANISTA BELGA FRANÇOIS HOUTART

“URGE NUEVO PARADIGMA SUSTENTADO EN EL BIEN COMÚN ANTE EL CAPITALISMO QUE AMENAZA SUPERVIVENCIA DE LA HUMANIDAD Y DEL PLANETA”

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


“Una Declaración Universal del Bien Común se hace necesaria como un instrumento pedagógico que permita concretar un conjunto coherente de alternativas al capitalismo que ha causado una profunda crisis de civilización”, afirma en forma categórica el intelectual y humanista belga François Houtart, durante la conferencia que dictó en la Alcaldía Mayor de Bogotá para conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Invitado por la Dirección de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno de la capital colombiana, Houtart explicó que es inaceptable que el capitalismo haya llegado a niveles inauditos de especulación y ganancia, hasta el punto que actualmente el 75% de la economía mundial es ficticia.

Al mismo tiempo destacó cómo el neoliberalismo, el modelo más leonino y criminal del capitalismo, ha profundizado la crisis multidimensional en la que hoy se debate la humanidad. En buena medida este malhadado modelo, dijo, ha generado una crisis ecológica y alimentaria que tiene relación directa con la codicia del capital en la concentración de tierras para destinar un alto porcentaje de ellas a los agrocombustibles que están destruyendo la biodiversidad de los países del sur.
“La lógica del sistema capitalista ha causado el fenómeno del cambio climático, afectando en forma mortal el 30% de las especies vivas del planeta, y produciendo además innumerables catástrofes naturales”, señaló este científico social comprometido con las resistencias alrededor del mundo.

Ante este panorama desolador, Houtart viene planteando la necesidad de aplicar una Declaración Universal del Bien Común de la Humanidad por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas que permita encontrar un nuevo paradigma civilizatorio.
En su concepto, cuatro ejes fundamentales debe tener en cuenta esta Declaración del Bien Común con miras a construir alternativas y también orientar nuevas prácticas de convivencia social: 1) utilización sostenible y responsable de los recursos naturales; 2) privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio; 3) generalizar la democracia a todas las relaciones sociales y a todas las instituciones; y 4) hacer realidad la multiculturalidad, a fin de darle la posibilidad de participar a todos los saberes, a todas las culturas, a todas las tradiciones filosóficas y religiosas.
Profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina, director del Centro Tricontinental, secretario ejecutivo del Forum Mundial de Alternativas, miembro del Consejo Internacional del Forum Social Mundial de Porto Alegre, presidente de la Liga Internacional por el Derecho y la Libertad de los Pueblos y director de la Casa Editorial Ruth, Houtart es ante todo un sacerdote cálido, impulsor de la Teología de la Liberación, con una sólida cultura, que ha dedicado su vida a luchar contra las injusticias y a difundir en forma activa y denodada el pensamiento alternativo por un mundo mejor.

Viajero incansable, tiene estrechos vínculos con Latinoamérica. Fue profesor y amigo personal de Camilo Torres Restrepo, el sacerdote revolucionario colombiano que en los años 60 hizo parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y quien fue muerto en combate en una región montañosa del departamento de Santander. Igualmente en la Universidad de Lovaina tuvo como alumno suyo al actual presidente del Ecuador, Rafael Correa Delgado.

A su paso por Bogotá, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET entrevistó a Houtart para profundizar en su planteamiento respecto de un nuevo paradigma ante el fracaso rotundo del capitalismo.

La entrevista en el siguiente video:


martes, 13 de diciembre de 2011

DERECHOS HUMANOS


ENTREVISTA CON LA PERIODISTA ARGENTINA STELLA CALLONI


SOBRE GOBIERNOS PROGRESISTAS DE LA REGIÓN PENDE AMENAZA GOLPISTA DE UNOAMÉRICA, ORGANIZACIÓN SUPRANACIONAL MILITAR DE ULTRADERECHA


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


En América Latina se cierne una amenaza latente de sectores militares de ultraderecha que buscan reeditar la Operación Cóndor contra los gobiernos progresistas, la misma que en las décadas de los años 70 y 80 y con auspicio de Washington asoló a los países del Cono Sur, en el sentido de realizar un trabajo supranacional de desestabilización con el respaldo de dirigentes de la catadura del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, denuncia la periodista argentina, investigadora y activista de derechos humanos, Stella Calloni.


Con apoyo de la CIA, fundaciones norteamericanas, así como del neofranquista Partido Popular de España, la ultraderecha latinoamericana está empeñada a como dé lugar en propiciar golpes de Estado o crear circunstancias de choque en aquellos países de la región gobernados por líderes de izquierda. El foco fundamentalmente está dirigido contra los gobiernos de Hugo Chávez en Venezuela; Rafael Correa en Ecuador; Evo Morales en Bolivia; Cristina Fernández de Kirchner en Argentina; y Daniel Ortega en Nicaragua, al tiempo que lanza fuegos contra los presidentes Dilma Rousseff de Brasil y José Mujica del Uruguay, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y claro está, contra el Foro de Sao Paulo que reúne a los partidos de izquierda del hemisferio.


Calloni, experimentada investigadora de los horrores cometidos por las dictaduras militares de Suramérica, autora del libro Operación Cóndor, pacto criminal (Ediciones La Jornada, México 2001), señala que Unoaamérica (www.unoamerica.org) nació en Colombia en diciembre de 2008 y está integrado por militares acusados de violación de derechos humanos y comprometidos con las dictaduras latinoamericanas que buscan reeditar el trasnochado discurso anticomunista de la Guerra Fría.


En consonancia con Unoamérica, el expresidente Uribe Vélez creó recientemente su Fundación Internacionalismo Democrático (http://fidauv.org) y una de sus primeras tareas es trabajar por el desprestigio de los gobiernos de Chávez y Correa en Venezuela y Ecuador respectivamente.


La periodista y escritora argentina cuenta que al frente de la dirección de Unoamérica está el golpista venezolano Alejandro Peña Esclusa, actualmente en la cárcel por haberle encontrado en junio de 2010 en su residencia material explosivo y estar vinculado con el terrorista salvadoreño Francisco Chávez Abarca, deportado por autoridades de Caracas a Cuba en julio de ese año.


Para hablar sobre los planes de la ultraderecha latinoamericana que es un instrumento de Washington en la región y analizar la actual coyuntura política del continente, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET dialogó en Buenos Aires con Stella Calloni.


Al calor de un buen café en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, en plena Avenida Corrientes, la investigadora nos hizo un concienzudo análisis de la realidad latinoamericana y la injerencia estadounidense.


Calloni es una experimentada periodista, escritora y poeta. Fue corresponsal de guerra en Centroamérica y se especializó en política internacional. En su vasta obra publicada se incluyen crónicas, ensayos y libros entre otros como: Torrijos y el Canal de Panamá (1975); La guerra encubierta contra Contadora (1993); Nicaragua: el tercer día (1986); Panamá, pequeña Hiroshima (1992); Los años del lobo: Operación Cóndor (1999); Operación Cóndor, pacto criminal (2001); Argentina: de la crisis a la resistencia (2002); la invasión a Irak, guerra imperial y resistencia (2002); América Latina siglo XXI (2004); Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia (2009).


Actualmente es corresponsal del Cono Sur para el diario La Jornada de México y se desempeña como docente universitaria. Entre las múltiples distinciones que ha recibido se destacan el Premio Latinoamericano José Martí (1986); Premio Madres de Plaza de Mayo (1998); Premio Margarita Ponce Derechos Humanos de la Unión de Mujeres Argentinas y Premio Latinoamericano de Periodismo Samuel Chavkin, de la revista Nacla Report of the Americas de Nueva York, ambos en 2001; además del Premio Escuela de Comunicaciones de la Universidad de la Plata, Argentina (2002).


En función periodística ha recorrido prácticamente que toda América Latina así como varios países de Europa y África, por lo que sus análisis los hace a partir de palpar la realidad en el terreno. Es conferencista internacional sobre temas de geopolítica latinoamericana y derechos humanos.


LA INVASIÓN SILENCIOSA DE E.U. A AMÉRICA LATINA


- ¿Usted considera que se ha reconfigurado de una manera más sutil la injerencia de los Estados Unidos, o sigue manteniendo la misma estrategia de finales del siglo XX para dominar a los pueblos?


- Si ellos en todos sus documentos de política exterior comenzaron a considerar que había que tener de presente la Doctrina Monroe (“América para los americanos”) equivale a señalar que ella sigue siendo la base de muchas cosas de lo que hacen, con algo mucho más grave y es que ahora se ha transformado en “el mundo para los americanos”. Todo eso, más la reconfiguración que tiene lugar después del atentado a las Torres Gemelas, que es un hecho que no sabemos aún quién lo hizo, porque podrán decir lo que digan, pero pruebas no hay de ninguna especie, es como si usted me dijera que alguien me puede dar a mi una prueba de que la persona que mataron en Pakistán era Bin Laden. No hay pruebas, no existen y lo que diga Estados Unidos para mí no tiene ninguna veracidad porque ha mentido eternamente. Después de que se configura esa doctrina de seguridad hemisférica también empieza la nueva doctrina de guerra preventiva, de guerra sin fronteras y sin límites, desconociendo las soberanías nacionales, al tiempo que pone en marcha otra vertiente de trabajo que es sutil: el envío de todas esas fundaciones que nacieron durante el esplendor conservador de Reagan para evitar la presencia directa de la CIA, sobre todo después de 1975 cuando se formó la Comisión Church en el Senado estadounidense que investigó el papel de esta agencia de inteligencia en el golpe de Estado en Chile, lo que motivo que se renovara en los años 80 la estrategia de conflictos y de guerra de baja intensidad que tiene como base lo que es la contrainsurgencia que en el lenguaje norteamericano es el permiso abierto para todo tipo de ilegalidad en el plano militar, político, cultural, social, económico, etc. Cuando ya se recicla para el periodo de los años 90 se conforman la NED, la National Endowment for Democracy, fundación para la democracia, pero habría que preguntarnos qué tipo de democracia; la USAID, la agencia internacional para el desarrollo que nunca ha tenido ese papel sino que uno sabe que donde se encuentra este organismo hay una interferencia directa de Estados Unidos y la CIA está detrás. Con ello lograron la invasión silenciosa en América Latina. Yo pude palparlo directamente en el propio terreno, en Bolivia, y observé cómo trabajan estas fundaciones que a su vez crean ONGs que cumplen un papel clave en lo que es la guerra de baja intensidad, es decir, desestabilización de gobiernos, intromisión en lugares, trabajo con grupos indígenas como en el caso boliviano en que han buscado un líder indígena para hacerlo figura con el propósito de reemplazar a Evo Morales. Infortunadamente los gobiernos son muy débiles todavía en Latinoamérica y no tienen la suficiente claridad en el sentido de que hay que detener este intervencionismo que pueden llevar a situaciones muy complicadas, de hecho en el golpe de Estado en Venezuela estaban la NED, la USAID y otras fundaciones inclusive socialdemócratas de Europa que quedaron metidas dentro del esquema internacional de la CIA.


LA ULTRADERECHA MILITAR LATINOAMERICANA


- ¿Y en el golpe de Estado en Honduras contra el presidente José Manuel Zelaya?


- En Honduras también y en este país centroamericano intervino además una fundación que se llama Unoamérica, sobre la cual Colombia tiene que tener mucho cuidado y puesta la mirada sobre sus actuaciones. Esta es una fundación que nació en Colombia con un grupo de militares de la ultraderecha y con varios de los exmilitares de todas las dictaduras de América Latina.


- ¿Y cuál es el propósito?


- El propósito es prácticamente ejecutar la Operación Cóndor llevada a otro plano. Si bien la Operación Cóndor no se puede repetir como tal, en lo que coincide Uno América es en el trabajo supranacional para poder moverse sin ningún límite en los distintos países. Estos militares de ultraderecha sostienen lo mismo que en la época del Plan Cóndor en el sentido de que así como en el Cono Sur había que combatir a la coordinadora guerrillera que se había integrado en los años 70, ahora hay que enfrentar tanto a los gobiernos de izquierda que pertenecen al Foro de Sao Paulo como a la Unasur, a la que consideran igualmente una organización supranacional, y por lo tanto ellos deben actuar para evitar el comunismo, porque hablan del comunismo como si fuera la Guerra Fría. Y por eso han nucleado a lo peor que encuentran de militares involucrados en las dictaduras latinoamericanas y realizan un trabajo especial dentro de los grupos de seguridad de los ejércitos y las policías, reciclando el discurso anticomunista del pasado. Hacen un trabajo de zapa en las Fuerzas Militares de la región porque tienen sus viejas conexiones y por eso jugaron un papel determinante en el golpe de Estado en Honduras. Alejandro Peña Esclusa que hoy está detenido en Venezuela y que es el presidente de Unoamérica, fue condecorado por Roberto Micheletti por su colaboración efectiva para dar el golpe. Uno América provee mercenarios, hace contrainsurgencia para las necesidades de la CIA, se mueve por toda América Latina, varios de sus integrantes estuvieron en Bolivia metidos en el golpe de Estado que se le quiso dar a Evo Morales y sobre todo en el intento que hubo de asesinarlo.


- ¿Conociendo la catadura de un expresidente colombiano como el tan cuestionado Álvaro Uribe Vélez, qué papel juega él en Uno América de acuerdo con sus investigaciones?


- Varios de los militares que hacen parte de Unoamérica, según los registros que tengo, apoyan a los grupos paramilitares en Colombia y son muy cercanos a Uribe. En Argentina tenemos ya la lista de los vinculados a esa fundación, la cual la encabeza el coronel del grupo de caras-pintadas, Jorge Mones Ruiz, así como hay militares de la ultraderecha boliviana, uruguaya, ellos buscaron los remanentes de las viejas dictaduras latinoamericanas y se apoyan políticamente en los grupos ultraderechistas de la región.


- ¿Geopolíticamente hablando, en las actuales circunstancias cuáles son los aliados más importantes de Estados Unidos en América Latina?


- Geopolíticamente mientras está la invasión silenciosa, por arriba están mandando tropas y el portaviones de Estados Unidos en la región obviamente es Colombia con todas sus bases militares y sus estructuras, además el golpe de Honduras conservó la base de Palmerola y las nuevas como la base de Gracia de Dios que les permite controlar a Nicaragua.


- Aquí en Argentina existe el convencimiento de que en Colombia están operando las siete bases que en el gobierno de Uribe Vélez se entregó al Comando Sur de los Estados Unidos. Sin embargo la Corte Constitucional prohibió la utilización de esas bases. ¿Según sus investigaciones, dichas bases militares en la práctica están operando?


- En la realidad están ahí. Es algo muy similar con lo que ocurre con la base Mariscal Estigarribia de Paraguay o la base de Palmerola en Honduras. Ahí lo que hay son pistas donde pueden aterrizar aviones grandes como han hecho en Colombia. Esas bases no están ocupadas permanentemente por soldados norteamericanos porque ellos nunca se meten en lugares cerrados. Ahora, Estados Unidos no necesitan enviar soldados para poner a funcionar las bases militares sino que las tienen a su entera disposición. Obviamente tienen todo preparado por si acaso necesitan mandar tropas. O como ocurría en Bolivia, en que metían una estructura de la DEA dentro de una base, que utilizaron cuando quisieron matar a Evo Morales en la época en que era diputado. Algo así están haciendo en Colombia.


JUAN MANUEL SANTOS Y SU RELACIÓN CON EL MOSSAD


- En Colombia también operan el Mossad (agencia de seguridad israelí) y el Mi6 (servicio de inteligencia inglés). ¿En otros países latinoamericanos también operan?


- El Mossad está en Paraguay, Bolivia, Venezuela y Guatemala. En Venezuela su presencia es muy fuerte y en Colombia opera hace muchos años, incluso antes de que llegara su agente Yair Klein que entrenaba y traía desde Jamaica armas para los grupos paramilitares. El problema es que el Mossad hoy en día tiene más fuerza que la CIA, varios de sus miembros se infiltran en las comunidades judías de los países latinoamericanos, pero además hacen presencia en Irak y en Libia. En las tareas y en la dirección de todas las movidas de guerra sucia el Mossad es clave. En el caso colombiano el presidente Santos es hijo del Mossad y él no puede separarse de Israel. No hay que olvidar el papel que jugó Santos en el ataque a Sucumbíos cuando se violó la soberanía ecuatoriana para atacar el campamento de Raúl Reyes. Me acuerdo la sonrisa de hiena de Santos cuando mataron a ese jefe guerrillero. Yo no creo que Santos quiera la paz en Colombia como Israel tampoco la quiere, él lo que desea únicamente es terminar a como dé lugar a un grupo político-militar insurgente.


- ¿Y en México, cuya situación social es muy explosiva?


- En esta ocupación geopolítica con el Plan Colombia que es un plan de recolonización del continente se ha pasado al Plan Mérida de México. Este plan es un calco del Plan Colombia y de hecho en seis años México ha caído en una violencia atroz. En ese lapso tenemos el mismo número de muertos que en Colombia y a eso hay que añadirle la destrucción del campo mexicano y de la cultura profunda de los pueblos con el Tratado de Libre Comercio que tiene con Estados Unidos y Canadá.


DESINFORMACIÓN, ARMA DE GUERRA


- Hablemos de otro aspecto fundamental para aconductar a los pueblos que es la guerra mediática…


- La guerra mediática es parte del proyecto contrainsurgente. La desinformación es un arma de guerra hoy, se utiliza para armar un proyecto de guerra como pasó en Irak con el invento de las armas de destrucción masiva, o con lo que ocurrió en Libia, en donde nunca hubo un bombardeo de Gadafi contra la población civil, lo cual está totalmente probado. Para controlar el mundo necesitan controlar la información.


- Usted ha denunciado el aprovechamiento de las mafias durante la etapa de esplendor del neoliberalismo


- Uno de los aspectos que tenemos que identificar en este periodo histórico es la presencia mafiosa en los gobiernos. Estados Unidos está bajo el poder de mafias, siempre las ha usado para sus juegos. Necesitan de la mafia, no pueden sobrevivir a este esquema sin ella. ¿Quién recibe la droga en Estados Unidos? ¿Dónde se recibe? Resulta que vienen a matar del lado de México pero por qué no se dedican a pescar del otro lado a quienes reciben la droga. ¿Por qué los aviones cargados de droga llegaban a las bases del Comando Sur en la Florida? Y no era Manuel Antonio Noriega quien la mandaba porque él no tenía ninguna capacidad de operar en el Comando Sur. Mintieron de una forma descarada en la invasión a Panamá y me di cuenta de todo lo que montaron porque yo estaba allí. La génesis de todas las intervenciones tiene una mentira detrás y un aparato de desinformación, que ahora les resulta más fácil porque controlan todo.


EL LIDERAZGO DE CHÁVEZ


- Si bien hay una matriz de manipulación mediática, buena parte de la gente en América Latina ya no cree, y eso uno lo observa en países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay… ¿No lo ve así?


- Lo que ocurre es que no entendieron que el proceso neoliberal iba a traer una realidad social terrible y la gente empezó a tener una mirada distinta. Eso ocurrió en países como Venezuela con Chávez cuyo pueblo pasó a ser pensante y consciente.


- Hablando de Venezuela, usted estuvo recientemente en Caracas. ¿Cómo está el liderazgo de Chávez, tiene posibilidad de reelegirse en octubre de 2012?


- Sí, sí, tiene posibilidad de reelegirse, incluso ha aumentado los índices de popularidad y de apoyo a su gobierno. Veo que hay una gran conciencia en la gente respecto de los alcances positivos del proceso político que lidera Chávez. Las cosas y los grandes avances que se han hecho en Venezuela no se difunden pero hay una recuperación del sentido de patria, de defensa, de dignidad, y la enfermedad de Chávez produjo un apresuramiento en las bases para solidificar la unidad y la organización.


- ¿Procesos integracionistas que se están dando en Latinoamérica como Unasur y la Celac constituyen una piedra en el zapato para Washington?


- Sí, cualquier cosa que sea unidad e integración es una piedra en el zapato. La unidad africana y la intención que tenía Gadafi de concretar una moneda común en África molesta a Estados Unidos. Son cosas que no pueden aceptar. Ahora tienen una América Latina con unos países modelo de algo distinto. Al principio no le daban importancia porque siempre Estados Unidos lograba interferir, por ejemplo, en procesos como Mercosur, pero ahora la cosa es a otro precio y en esto Chávez ha tenido una presencia histórica porque ha sido la cabeza para producir una federación distinta. Esta nueva integración política y comercial de los países de América Latina es algo terrible para Estados Unidos y sobre todo lo hechos que van produciendo presidentes como Hugo Chávez y Evo Morales. En el caso de Bolivia, Morales sacó a la CIA y a la DEA. Desde que la DEA salió de Bolivia, y esto para los bolivianos es esencial, el país dejó de tener una violencia del pico que tenía antes, dejó de morir gente por la supuesta guerra contra el narcotráfico. La embajada norteamericana contaba con una oficina en la casa de gobierno junto a la del presidente de Bolivia. Cuando Evo Morales subió al poder preguntó por una puerta cerrada junto a su despacho que conducía a las oficinas de la DEA y de la CIA. Para que nos demos cuenta hasta dónde llegó la injerencia norteamericana sin que los países de América Latina lo hayan sabido.


EL BLOQUEO A CUBA, DELITO DE LESA HUMANIDAD


- Hablemos de Cuba. Hoy la revolución cubana no es ninguna amenaza para los Estados Unidos, ¿sin embargo en pleno siglo XXI cómo se explica que Washington siga manteniendo el bloqueo económico a la isla? ¿No es acaso un delito de lesa humanidad?


- Claro, es un delito de lesa humanidad. Además, todo lo que ha producido el bloqueo, lo que han causado las agresiones como la guerra química y biológica contra Cuba, la cifra de enfermos, el número de muertos por el dengue hemorrágico, más la invasión a Bahía Cochinos, está reconocido por el propio Congreso de los Estados Unidos. Es que Cuba sigue siendo un ejemplo de cómo poder resistir a noventa millas del imperio para mantener una revolución que no quiere salir del socialismo. En contraste, Estados Unidos quedó en manos de una mafia que ellos mismos crearon. Una mafia cubana que cuenta con senadores, representantes, gobernadores, alcaldes, todos con un pasado espantoso y con relaciones profundas con el narcotráfico. Han tratado de destruir por todos los medios a Cuba, el bloqueo lo han hecho incluso más fuerte pero no han podido asfixiarla y no creo que lo logren.


AMÉRICA LATINA Y SU MEJOR MOMENTO HISTÓRICO


- A excepción de países como México, Colombia, Chile y algunas naciones centroamericanas, América Latina está pasando por un buen momento histórico, ¿no cree?


- América Latina está pasando por su mejor momento históricamente, ante todo ha logrado salvarse de la crisis económica y mostrar ante el mundo que el remedio que están utilizando en Europa no sirvió para nada acá, por lo que podemos decir que estamos a la vanguardia de la resistencia, con liderazgos como los de Chávez, Kirchner, Evo, Correa, que brotaron dentro del juego electoral que Estados Unidos imponía como salvación. ¿Cuántas tropas van a necesitar para poder controlar el mundo? Lo cierto es que Estados Unidos va camino al hundimiento. Y en relación con América Latina hay que decir que nuestros gobiernos no pueden mostrar ni un poquito de debilidad, porque cualquier hendidura de debilidad da pie para que se meta ese poder imperial, tenemos todo para evitarlo y una muestra de ello es en lo que ha quedado la OEA que ya no tiene voz, está hablando como un afónico porque Unasur la reemplazó y eso que aún no es un aparato sólido.


Buenos Aires, diciembre de 2011.