viernes, 24 de septiembre de 2010

ARGENTINA


ENTREVISTA CON EL CANCILLER ARGENTINO HÉCTOR TIMERMAN

“EN EL G-20 ARGENTINA SOSTIENE QUE NO SÓLO IMPORTA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LOS PAÍSES, SINO LA DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA”

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

El desafío que se ha propuesto el gobierno de Argentina dentro del G-20 es el de interactuar con los demás países latinoamericanos “para promover un diálogo de políticas más plural que se aleje del pensamiento único y ponga el centro del debate en el objetivo central del desarrollo, esto es el crecimiento con inclusión social, la erradicación de la pobreza, el pleno empleo y la distribución equitativa del ingreso”, sostiene en entrevista con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET, el canciller de ese país del cono sur, Héctor Timerman.
El Grupo de los 20, conocido como G-20, es un es un espacio de deliberación política y económica de países formado en 1999 por las siete naciones más industrializadas (G-7), Rusia y otras once que han obtenido óptimos índices de crecimiento económico de todas las regiones del mundo, que han decidido actuar en bloque.

El canciller argentino hace énfasis en que su país busca llevar al G-20 una posición unificada de América Latina sobre los temas de interés global y por ello ha activado una interlocución con los gobiernos de la región.
En el marco del IV Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo entre el 9 y 11 de septiembre en Buenos Aires, tuvimos oportunidad de dialogar con el canciller Timerman, quien abrió el evento académico dictando una charla sobre el rol de la Argentina en el G-20.

Timerman es un sociólogo con maestría en relaciones internacionales de la Universidad de Columbia y periodista de amplia trayectoria que se ha destacado como columnista de opinión de New York Times, Los Angeles Times, Newsweek y The Nation. Como activista de derechos humanos, en 1981 fue co-fundador de Americas Watch, capítulo de Human Rigths Watch para América Latina. Ocupó la embajada de Argentina en Washington entre 2007 y 2010 y desde junio de este año se desempeña como Ministro de Relaciones Exteriores por designación de la presidenta Cristina Fernández.

LOS FONDOS BUITRES, UN PELIGRO PARA LOS PAÍSES

Dentro de su disertación, el canciller argentino llamó la atención de la comunidad internacional por la amenaza que constituye para las economías de los países los denominados fondos buitres.

Relató que como embajador en Washington dedicó buena parte de su gestión a enfrentarlos, pues estos fondos compraron por centavos bonos argentinos durante el default (suspensión de pagos), para obtener luego sentencias favorables en Nueva York y cobrar astronómicas sumas en perjuicio de las finanzas del país.

Los “buitres” lograron llegar hasta el Congreso de los Estados Unidos, donde en 2007 intentaron sacar un proyecto de ley que sancionaba a la Argentina hasta que se les pague, propiciando un embargo que destrozaría las relaciones bilaterales.

“La estrategia se sostiene únicamente con una intensa propaganda y la contratación de influencia: Por caminar los pasillos del Congreso hablando mal de la Argentina un conocido lobbysta cobra medio millón de dólares por año”, explicó el canciller.

“Pese a que a los lobbystas de los fondos buitres les encanta mencionar el ‘daño a los contribuyentes estadounidenses’, dichos fondos tienen domicilios en paraísos fiscales. El propio Obama ironizó en un discurso apenas asumió sobre lo gigantesco que habría de ser un edificio en las Islas Caimán, donde habían establecido su domicilio doce mil empresas que operaban en los Estados Unidos”, agregó.

Por ello y frente al hecho de que la experiencia argentina con estos fondos inescrupulosos no se ha agotado, Timerman señala que esta situación fue denunciada ante el G-20, “donde propiciamos medidas que atacan los paraísos fiscales, porque no operan únicamente como santuarios de la evasión y la corrupción sino que también son indispensables para el lavado y financiación de dinero proveniente y destinado al crimen internacional y el terrorismo. Argentina circuló una propuesta destinada a multilateralizar la obligación de intercambiar información tributaria, actualmente basada en acuerdos bilaterales para evitar la doble imposición”.

LA SILLA DE ARGENTINA EN EL G-20 ESTÁ A DISPOSICIÓN DE AMÉRICA LATINA

- ¿Cuál es el desafío de la Argentina en el G-20 respecto de América Latina?

- Nosotros ponemos la silla del G-20 a disposición de América Latina, queremos compartirla. No es una silla que solo representa a Argentina sino a todos los pueblos del hemisferio. Entre más unidos estemos más peso vamos a tener en el G-20 y eso se va a notar en poder llevar adelante políticas que beneficien no solo al pueblo argentino sino a toda la región. Por eso vamos a llevar la postura de América Latina al G-20.

- ¿Qué destacaría del rol que viene cumpliendo el G-20 para mejorar las condiciones socioeconómicas de los pueblos?

- Aunque el panorama no deja de ser serio en el plano global por la crisis económica, destaco la orientación que la Argentina ayudó a dar en materia de desarrollo y crecimiento sustentable, que requiere el tratamiento indefectible de temas como el empleo, la reforma de las instituciones financieras y del sistema financiero internacional, el combate a la pobreza, la seguridad alimentaria, el cambio climático y el impulso a las energías renovables. Si bien la crisis no ha sido completamente superada, creemos que hasta el momento la coordinación propiciada por el G-20 ha permitido alcanzar algunos resultados positivos concretos: se ha evitado la depresión económica gracias a los paquetes de estímulo fiscal y financieros. Se han reforzado los mecanismos del sistema financiero internacional mediante la ampliación de los recursos del FMI y la emisión de Derechos Especiales de Giro, entre otras medidas. Se ha aprobado el proyecto de Carta de Actividad Económica Sustentable y el marco para un alto crecimiento sustentable y equilibrado.

- ¿Cómo alcanzar crecimiento sustentable y equilibrado en medio de la crisis sistémica que vive el capitalismo?

- La conclusión a la que han llegado muchas naciones respecto a que el bienestar de su población depende no solo de generación de riqueza sino también de la equidad en la distribución, está echando raíces en su interpretación a nivel planetario. Aún desde una perspectiva egoísta, resulta cada vez más evidente que la riqueza de algunos países es insostenible si en otros el hambre sigue siendo una constante. Es decir, se necesita desarrollo en África, Latinoamérica y Asia para recomponer la demanda mundial. Asimismo, se reduciría de esta forma la presión inmigratoria sobre los países ricos que recurren a mecanismos, muchas veces abominables, para cerrar sus puertas a aquéllos que tuvieron la desgracia de nacer en países que no ofrecen oportunidades laborales comparables, desnudando un doble estándar al momento de consagrar derechos humanos aplicables efectivamente solamente para los portadores de ciudadanía.

- ¿Cuál es en ese sentido la posición de Argentina en el G-20?

- Nosotros defendemos como política de gobierno una visión según la cual no sólo importa el crecimiento sino que éste debe ser orientado hacia la distribución equitativa de sus beneficios, promoviendo una amplia inclusión social. No es posible hablar de derechos humanos sin garantías a una alimentación sana, una vivienda digna y los beneficios de una educación y asistencia de salud en condiciones equitativas para todos. A eso apunta el desarrollo sustentable contemplado como objetivo de la Argentina en el G-20. Esta visión, que tratamos de llevar al Grupo, se repite en otros países de la región y es por ello que estamos trabajando para establecer un mecanismo de consulta con nuestros países vecinos previo a cada cumbre para llevar su voz al G-20

- Usted ha hablado de los “fondos buitres” que han amenazado a la economía de su país. ¿Esos fondos constituyen una amenaza para el resto de los países latinoamericanos?

- Todos los países sufren este tipo de amenazas. Los fondos buitres buscan situaciones de debilidad económica y presionan política y financieramente para destruir las economías de los países con base en la extorsión, cobrando 15 y 20 veces más de lo que pagaron.

- ¿Qué se puede hacer?

- Hay que prohibir el funcionamiento de los fondos buitres.

- ¿En materia de concertación política en el hemisferio, la UNASUR puede avanzar más que la OEA en la actual coyuntura de América Latina?

- Creo que hay temas y situaciones en las cuales la UNASUR está más preparada para resolver los conflictos que la OEA.


- Desde el Uruguay se han escuchado voces en el sentido de que hay que revitalizar Mercosur para evitar que se convierta en un club de cancilleres. ¿Qué opina?

- Siempre se puede revitalizar todo organismo sino se muere. Hay que ver qué han querido decir con la revitalización, pero si es para un mejor Mercosur, yo estoy de acuerdo.

Buenos Aires, septiembre de 2010.

lunes, 6 de septiembre de 2010

GLOBALIZACIÓN


BOAVENTURA DE SOUSA Y LA EPISTEMOLOGÍA DEL SUR COMO ALTERNATIVA DE EMANCIPACIÓN SOCIAL

POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

La globalización neoliberal mediante la especulación financiera, la apertura indiscriminada de mercados, el accionar de las bolsas de valores y los organismos internacionales de crédito, ha generado un “fascismo social” que entre sus consecuencias está produciendo silenciamiento y dolor, sostuvo el científico social portugués Boaventura de Sousa Santos en desarrollo de la conferencia que dictó en Bogotá, en la Cátedra Orlando Fals Borda.

Se trata, explicó, de un tipo de fascismo pluralista producido por la sociedad en lugar del Estado. “El Estado es simplemente un testigo complaciente, cuando no un culpable activo. Buena parte del mundo, agregó, vive un régimen de poder e intercambios extremadamente desiguales, que se dirigen a formas de exclusión particularmente severas y potencialmente irreversibles”.

De Sousa, doctor en Sociología del Derecho de la Universidad de Yale y catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra es además director del Centro de Estudios Sociales de esta institución, así como profesor distinguido de diversos establecimientos académicos del mundo. Es uno de los académicos e investigadores más importantes en el área de la sociología jurídica y cumple un papel de activista desde el Foro Social Mundial.

LOS PUEBLOS NO SON SUJETOS DE DERECHOS

Su enfoque sobre la actual crisis mundial es el de que los pueblos, en su inmensa mayoría, no son sujetos de derechos humanos, no obstante que la invasión a Irak o las colonizaciones se hicieron so pretexto de la defensa de tales derechos. “Es una sociedad donde los derechos constituyen un falso universalismo. Esto es así porque no todos tienen derechos, muchos no son ciudadanos, quedaron fuera del contrato social, arrojados al estado natural. Es también una sociedad en la que, sobre todo en las ciudades coloniales, no se constituyó la sociedad civil. Para los indígenas, nativos eran los colonos, o sea, en el Estado capitalista, la sociedad civil es siempre el otro. Por lo tanto, ¿por qué vamos a apelar en este momento al concepto de sociedad civil planetaria para resolver el problema? Porque no somos capaces de pensar un nuevo escenario a partir de lo viejo y de conceptos que están a nuestra disposición para ser trabajados”.


Desde su óptica de sociólogo sostiene que “vivimos hoy en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas. El Estado actúa a veces en forma democrática, en las llamadas áreas civilizadas de la sociedad, a veces en forma fascista, en las áreas más marginadas de la sociedad, contra los campesinos sin tierra, contra los marginales de este mundo. Por lo tanto, el mismo Estado tiene ese doble comportamiento”.

ESTADO DE BIENESTAR PARA LAS EMPRESAS

Lo que ha sucedido, explica, “es que el Estado de bienestar de los ciudadanos pasó a ser un Estado de bienestar de las empresas. Nunca se otorgaron tantos incentivos a las empresas como hoy. Pero la sociedad civil por la cual luchamos es la sociedad de los oprimidos y de los explotados. Y del conjunto de sus luchas es que los explotados dejan de ser víctimas para pasar a ser protagonistas y sujetos. Eso es una sociedad civil planetaria. Existe una diferencia entre explotados y oprimidos. Los explotados siempre fueron una minoría y las clases dominantes siempre tuvieron miedo a los explotados, nunca a los oprimidos. En este momento, asistimos a una fusión entre explotados y oprimidos y eso lleva al colapso del contrato social. Las luchas de las sociedades civiles tienen que articularse en tres escalas: local, nacional y global”.

EPISTEMOLOGÍA DEL SUR

De Sousa Santos analizó la construcción de Estados plurinacionales e interculturales, para los cuales el reconocimiento y la incorporación de las prácticas políticas, culturales y económicas de los pueblos indígenas y afroamericanos son fundamentales. Condición indispensable para ello es el cambio de paradigmas en el ámbito académico, que parta por categorizar desde la realidad específica de América Latina; por ello, plantea y fundamenta una “Epistemología del Sur” que supere esa racionalidad monocultural de Occidente.


Se trata, dice, de aprender del sur, “que es una comprensión del mundo mucho más amplia que la que nos da la comprensión occidental, y que a pesar de ser cada vez más clara, no está todavía contabilizada en las soluciones políticas y teóricas que por ahora tenemos”.

En consecuencia, “hay que aprender toda la riqueza práctica y también teórica que en el sur global ha surgido en las últimas décadas. Por eso es necesario pensar que la diversidad del mundo es inagotable, por lo que no hay una teoría general que pueda surgir y dar cuenta de toda esta diversidad”.

REINVENTAR LA EMANCIPACIÓN

Al repensar la diversidad del mundo, el científico social portugués considera necesario también “reinventar la emancipación social”, tema complejo que tiene que ver “con la idea de la diversidad e interculturalidad, que no es solamente una cuestión cultural, sino un aspecto político, y por eso tiene que ser tratado a nivel del Estado y la democracia”.


El término revolución, hoy en día si es aceptable, señala, tiene que ser entendido no en una concepción de Marx, pero probablemente sí en una concepción de Walter Benjamin.
“Para Benjamin la revolución no era el motor de la historia; era un freno antes del abismo. Es decir tenemos que crear una revolución para impedir que caigamos en el abismo, y me parece que eso es lo que está pasando”, sostiene.

PARA ENFRENTAR EL CAPITALISMO Y EL COLONIALISMO

El concepto de desarrollo fue inventado para satanizar a los países subdesarrollados, por ello planteó la necesidad de enfrentar el capitalismo y el colonialismo desde una dimensión epistemológica para lo cual considera necesario luchar por una democracia participativa y redistributiva mediante sistemas alternativos de producción. Pero al mismo tiempo, “la ciencia tiene que caminar junto con otras formas de conocimiento. El conocimiento de los indígenas, o de los campesinos tiene que transformarse en materia prima, por cuanto la biodiversidad va a ser una gran lucha contra el saqueo al Tercer Mundo, esa nueva forma de imperialismo que es el bioimperialismo”.

Así mismo, las luchas sociales deben convertirse en un ejercicio de ciudadanía a través de la articulación de alianzas, al tiempo que es prioritario enfrentar el monopolio de la palabra en manos de los grandes consorcios mediáticos. Esta dificultad, dice, de Sousa, “tiene que ser combatida a través de formas alternativas de información y comunicación”.

“El objetivo a largo plazo es generar un pensamiento alternativo de alternativas que posibilite la transformación hacia una nueva ética, una nueva estética, una nueva sensibilidad para una nueva política. Es una utopía, pero no se dejen intimidar por la idea de que somos utópicos. Todas las grandes ideas, antes de que se hicieran realidad, fueron consideradas utópicas”.