sábado, 11 de diciembre de 2010

SOCIALISMO SIGLO XXI


EL FORO DE SAO PAULO ES UNA INICIATIVA DE IZQUIERDA VICTORIOSA EN AMÉRICA LATINA, AFIRMA SU SECRETARIO EJECUTIVO VALTER POMAR


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


Estamos convencidos de que el Foro de Sao Paulo es una iniciativa victoriosa. Porque cuando empezamos 20 años atrás, el mundo tenía tres características: la hegemonía imperial unilateral de los Estados Unidos; la caída del campo socialista; y La ofensiva neoliberal. Hoy, veinte años después, tenemos la crisis del capitalismo neoliberal, el quiebre de la hegemonía norteamericana y el resurgimiento de la perspectiva socialista como alternativa real, por lo menos en nuestra región”, sostiene Valter Pomar, secretario ejecutivo de esta organización que agrupa a los partidos y movimientos progresistas y de izquierda de América Latina.


Pomar, un historiador brasileño que además ocupa la Secretaría de Relaciones Internacionales del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), hace un paralelo entre lo que está ocurriendo con la izquierda europea y la latinoamericana. “Mientras en el viejo continente la izquierda está en descenso, acá está en ascenso. Esto significa que el rol de los movimientos sociales, los partidos de izquierda, los parlamentarios, ha sido tan importante que permitió que acumulásemos fuerza y llegáramos a tener hacia fines de los 90 y principios de esta década un grupo de gobiernos progresistas como nunca tuvimos en nuestra historia en América Latina”.


Si bien la experiencia del Foro de Sao Paulo es exitosa desde que el Partido de los Trabajadores de Brasil impulsó su fundación en el año de 1990, “no podemos estar tranquilos, porque por un lado, la derecha está desplegando un contraataque. Y por otro, porque no alcanza con llegar al gobierno. Los gobiernos deben ser instrumentos de transformación profunda de nuestras sociedades y hay mucho que hacer en términos nacionales y de integración”.


Pomar estuvo en Bogotá entre el 25 y el 27 de noviembre participando de la celebración del 5º Aniversario del Polo Democrático Alternativo (PDA) y con tal motivo presidió la mesa de trabajo del Foro de Sao Paulo en esta ciudad.


EL POLO, UN ALIADO FUNDAMENTAL PARA LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA


Al expresar su felicitación al PDA por sus cinco años de lucha política en Colombia, el vocero del Foro de Sao Paulo señaló que el trabajo que viene dando este partido es importante y fundamental para América Latina, porque contribuye a solidificar el accionar de la izquierda en la región.


Sostuvo que no hay que amilanarse con las amenazas de la derecha que se ciernen sobre los sectores democráticos y progresistas como el Polo, pues esa estrategia sistemática se utiliza por parte del adversario para tratar de debilitar y aniquilar.


En el caso de Brasil con el Partido de los Trabajadores, dijo, con mucha frecuencia la derecha dice que está acabado, aniquilado, pero lo cierto es que en las elecciones presidenciales de octubre volvió a ganar la Presidencia con Dilma Rousseff.


Como cualquier partido político que se respete “en el PT también tenemos escisiones y a pesar de ello seguimos creciendo en gran medida porque nuestro imperativo es la unidad y porque además existe una gran presión de las bases hacia adentro”.


Pomar afirmó que la izquierda latinoamericana tiene un aliado fundamental en el Polo para contrarrestar las intenciones oscuras del bloque de la derecha que opera en contra de la integración latinoamericana y los derechos de los pueblos, más aún cuando Estados Unidos tiene a Colombia como su punta de lanza para solidificar su posición hegemónica.


En cuanto a los adversarios de los sectores progresistas en la región encabezados por los “latifundios mediáticos” sostuvo que lo paradójico es que a la izquierda latinoamericana la critican por sus aciertos que por sus errores”.


ESTADOS UNIDOS Y SU DECADENCIA DE LARGA DURACIÓN


Sobre el debilitamiento de la hegemonía de Estados Unidos sostuvo que “es un proceso de decadencia de larga duración que aún va a causar mucho daño. Porque no quiere decaer sino mantener su presencia, su fuerza, y van a hacer de todo para revertir ese proceso. Esto significa, en concreto, que necesitan recuperar el control sobre su patio trasero. Por eso es que no hubo ninguna alteración real de la política de Obama en relación a la de Bush para América Latina. Sin embargo, tiene mucha dificultad, porque se está enfrentando con una correlación regional de fuerzas muy distinta de la que había hace treinta años, con una capacidad económica más debilitada, y con el liderazgo de Brasil como fuerza económica y política”.


“Estados Unidos en el fondo lo que aspira es que Brasil sea un socio menor para mantener el control de la región. Pero Brasil no acepta esa subordinación, porque lo que quiere es la integración de América Latina”.


Para el secretario ejecutivo del Foro de Sao Paulo el objetivo de la izquierda en la región debe apuntar “a derrotar en el terreno de la política” la hegemonía norteamericana.


LOS RETOS DEL GOBIERNO DE DILMA ROUSSEFF


El Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net dialogó con Pomar sobre los desafíos tanto del PT como del nuevo gobierno del Brasil que a partir del 1 de enero de 2011 presidirá la economista Dilma Rousseff.


- ¿Qué significa para el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil después de ocho años de mandato de Lula da Silva, un nuevo gobierno bajo el liderazgo de Dilma Rousseff?


- Significa un reconocimiento de la mayoría de los brasileños en el sentido de que el PT realizó un gobierno exitoso en términos de democratización, de cambio para mejoría en la vida del pueblo. De otra parte, la victoria de Dilma Rousseff significa un desafío porque cuando tome posesión del gobierno el próximo 1 de enero de 2011enfrentará una realidad tanto internacional como nacional distinta a la que le correspondió a Lula en sus ocho años. No será un gobierno de continuidad, por lo que para ser mejor tendrá que ser diferente.


- ¿El desafío del PT ahora es el de institucionalizarse más y dejar de ser “lulista”? ¿El fenómeno de Lula da Silva no es caudillista?


- Esto tiene algo de verdad y algo de mentira. Lula es producto del PT y logra ser Presidente gracias a este partido. El lulismo surge cuando él desde el gobierno logra que amplias capas populares que antes no veían con simpatía al PT lo apoyen y lo voten. El fenómeno entonces no es como en otros países que aparece un caudillo que crea un partido. En el caso de Lula, existe un partido que proyecta un personaje, y que luego de 22 años de lucha llega al gobierno y gana autoridad propia porque consigue amplio apoyo a su gestión. El desafío que tenemos es que esos sectores que apoyan a Lula pasen a respaldar al PT, que cuenta con el 25% del electorado del país, el que le sigue apenas alcanza el 8%. La derecha decía en Brasil que el PT sólo tenía opción de elegir a Lula y ahora ganamos la elección presidencial con otra persona, lo que indica que nuestro partido tiene identidad y fuerza propias.


- Un sociólogo brasileño como Ricardo Antunes dijo hace poco en Bogotá que el gobierno de Dilma Rousseff tendría continuidad con el de Lula da Silva, entre otras cosas, en el mantenimiento de algunas políticas neoliberales, que el PT en estos ocho años no modificó y prefirió seguir con esa herencia del ex presidente Fernando Henrique Cardoso. ¿Cuál es su opinión?


- No estoy de acuerdo con esa percepción de Antunes. Hace algunos meses participé de un debate con la gente del grupo de Antunes y les hice una pregunta muy sencilla: ¿díganme una cosa: la vida del pueblo brasileño mejoró o empeoró? ¿Hoy tenemos más o menos neoliberalismo en Brasil? Y ello se callaron porque saben que la vida del pueblo ha mejorado y hoy tenemos menos neoliberalismo. Ellos pueden acusar al gobierno de Lula o al PT de adoptar una estrategia lenta y gradual, que hace muchas concesiones, pero señalarnos de neoliberales es una tontería, porque si fuera así, Brasil fuera más neoliberal de lo que era hace ocho años y pasa exactamente lo contrario. Tanto es así que cuando ocurrió la crisis internacional de 2009 nosotros sufrimos menos. Si fuera un gobierno neoliberal estaríamos quebrados. Entonces, no es que no existan políticas neoliberales porque toda América Latina aún está sobre la hegemonía neoliberal o que no haya continuidad en algunos aspectos, pero hacer una exageración como lo hace Antunes y otros intelectuales del Partido Social Liberal es desligarse de la realidad concreta.


- El gobierno de Lula de Silva ha dicho que apuesta por la integración latinoamericana, sin embargo algunos países de la región acusan a Brasil de estar poniendo palos en la rueda para la concreción del Banco del Sur…


- El proyecto del Banco del Sur va a ser concretado, lo que existe es una diferencia entre los gobiernos progresistas que hacen parte de UNASUR sobre la naturaleza de los mecanismos de integración. Nosotros consideramos que una institución como el Banco del Sur debe tener sustentabilidad y por eso no puede ser construida de manera ligera, y ello no es tan fácil como parece. En concreto, ¿cómo será el aporte de capital? ¿Cómo será la votación? ¿Será por el aporte de cada país? Se trata de construir un mecanismo que evite lo que pasa con el Banco Mundial cuyas decisiones no se adoptan a través del mecanismo de un país, un voto. Por todo esto hay una discusión que tiene que darse para crear una institución que funcione y que en el corto plazo no colapse.


martes, 7 de diciembre de 2010

AMÉRICA LATINA


¿UN CABALLO DE TROYA EN UNASUR?


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) que se constituyó en 2008 como un organismo de integración política que posibilite por fin la interacción de los países del subcontinente sin la injerencia hegemónica e históricamente funesta de Washington, corre el serio peligro de ser infestada por la derecha latinoamericana que, como se sabe de sobra, su principal objetivo en política exterior sigue siendo el fortalecimiento de su relación con Estados Unidos.


UNASUR se crea precisamente para generar espacios autónomos en lo político y en lo económico, luego de que en la ciudad de Mar del Plata en 2005, el entonces presidente de Argentina, Néstor Kirchner, secundado por sus colegas de Brasil, Luiz Inácio Lula de Silva y de Venezuela, Hugo Chávez, le dijera en su cara al tristemente-célebre George Bush, No al Acuerdo de Libre Comercio para las Américas (ALCA), un leonino y criminal tratado de inversiones y de capital especulativo que sólo beneficiaba a las empresas norteamericanas en detrimento de las economías de nuestros países.


Con este antecedente se puede afirmar que UNASUR tiene el sello indeleble del respeto por la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Por eso no ha sido gratuito que sus dos secretarios ejecutivos hayan sido el ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja Cevallos, conocido por sus posturas progresistas y democráticas, quien permaneció un año, y Kirchner, quien por su fallecimiento alcanzó a estar apenas cinco meses.


La derecha y su caballo de Troya


En el sutil pero no menos hipócrita juego diplomático que viene utilizando el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos para hacer creer que su gobierno en materia internacional se diferencia de su antecesor, el tenebroso Álvaro Uribe Vélez, no sólo ha logrado normalizar las relaciones diplomáticas con sus vecinos y hasta se ha hecho “amigo” de los mandatarios Hugo Chávez de Venezuela y Rafael Correa de Ecuador, a quienes no bajaba del calificativo de “populistas” y de ser un “peligro” para los intereses colombianos, sino que ahora busca jugar papel predominante en UNASUR, postulando una candidata para la Secretaría Ejecutiva.


Santos, un hábil tahúr de póker, ladino, sinuoso y traicionero consuetudinario, busca avanzar en materia internacional para frenar los vientos progresistas y de emancipación que se están dando en varios países del hemisferio. Por ello, en la última Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata impulsó la conformación de un bloque con los mandatarios de México, Felipe Calderón; Perú, Alan García; y Chile, Sebastián Piñera; para consolidar el impulso de políticas neoliberales ya no sólo en sus respectivos países sino en forma subregional.


Una de sus primeras acciones es hacerse sentir en UNASUR, para lo cual Santos con el apoyo de estos mandatarios de derecha, candidatizó a una ficha suya, como es la camaleónica política y ex canciller colombiana María Emma Mejía Vélez, para reemplazo de Kirchner en el organismo multilateral que reúne a los países del sur del hemisferio.


Mejía Vélez que ha sido funcional a todos los gobiernos de los últimos 25 años en Colombia y, como buena parte de la corrupta clase dirigente del establecimiento de este país, sabe disfrazar sus intereses personales como enfrentamiento de principios, es la ficha perfecta para servir de caballo de Troya contra la integración política suramericana.


Igualmente, Santos, García y Piñera tienen entre sus planes, tomarse la Comunidad Andina de Naciones (CAN) mediante el ingreso pleno de Chile a este organismo subregional, dejando en minoría a Ecuador y Bolivia.


De esta manera, los gobiernos de derecha buscan hacer presencia en bloque en el ámbito latinoamericano para aminorar su desprestigio continental por sus políticas antipopulares, mantener su apego irrestricto a las directrices de la Casa Blanca y continuar favoreciendo al capital especulativo transnacional.


Oportunismo en pasta


Santos con sus buenas maneras, y la capacidad del encanto femenino de Mejía Vélez, pretende hacerse a la Secretaría de UNASUR, con lo cual la derecha con Estados Unidos a la cabeza, logrará horadar este proyecto de integración política.


Sería funesto para el proceso emancipatorio de Suramérica que una persona como Mejía Vélez que está años luz del liderazgo político, la solvencia intelectual y la coherencia ideológica de un Rodrigo Borja o de un Néstor Kirchner, terminará elegida para esa importante posición.


No es más que dar una rápida mirada a su oportunista carrera pública en Colombia: fue directora de Focine en el gobierno conservador de Belisario Betancur (192-1986); consejera presidencial y embajadora en España durante el gobierno neoliberal de César Gaviria (1990-94); ministra de Educación y canciller en el gobierno liberal socialdemócrata de Ernesto Samper (1994-98); negociadora de paz en el gobierno conservador de Andrés Pastrana (1998-2002). Luego de dejar de ser alta empleada del Estado gracias a su padrinazgo, porque no cuenta con mayor preparación académica, se aventuró a participar en política electoral sin ningún éxito.


En 1998 fue designada como candidata a la Vicepresidencia de la República en el tiquete presidencial del Partido Liberal que encabezaba Horacio Serpa Uribe. Luego en el año 2000 apareció con el sello de “independiente” y se lanzó a la Alcaldía de Bogotá, y en 2006 dio el salto al Polo Democrático Alternativo (PDA), el único partido de izquierda en Colombia, con el propósito de pescar en río revuelto, pues su aspiración era encabezar la lista al Senado de la República por esta colectividad, cosa que no logró.


Sin embargo persistió en sus intentos electorales y en 2007 a nombre de este partido se lanzó como precandidata a la Alcaldía de Bogotá, siendo derrotada abrumadoramente en las primarias por el hoy burgomaestre de la capital colombiana, Samuel Moreno Rojas.

Tras ese consecutivo proceso de descalabros electorales y de desfiguración política, Mejía Vélez se refugio en la farándula y en el periodismo.


Con un buen simulado rol de altruismo, asumió la presidencia de la Fundación Pies Descalzos de la prestigiosa cantante Shakira, que le ha servido de punta de lanza para hacer excelentes relaciones públicas con las firmas transnacionales, con el propósito de promover falsas campañas de “responsabilidad social empresarial”, como denominan los neoliberales las causas de solidaridad pero con plata ajena.


Igualmente, y dada su cercanía con el magnate colombiano Julio Mario Santodomingo, accionista mayoritario de Caracol televisión, se hizo otorgar la conducción de un programa de entrevistas que se llama “Entérate con María Emma”, en el cual la mayoría de sus invitados son representantes de la derecha y del statu quo.


Ese es, a grandes rasgos, el perfil de la candidata de Santos para la Secretaría Ejecutiva de UNASUR. Sobra decir que la “gran prensa” y los representantes más conspicuos del establecimiento colombiano han salido a resaltar su aspiración y no hay adjetivos para calificar su “excelsa” trayectoria pública. No importa sus continuas metamorfosis políticas, pues el argumento que utilizan es que la política internacional de Colombia es de Estado y, en consecuencia, es multipartidista. Por eso utilizan la manida y oportunista frase de un dirigente liberal de principios del siglo XX: “la patria por encima de los partidos”.


Los gobiernos y los sectores progresistas y democráticos de América Latina no deben ni pueden permitir la elección en ese importante organismo subregional de una persona de la catadura política de Mejía Vélez, por cuanto sería, por un lado, un estropicio y una grave amenaza al proceso de autodeterminación de los pueblos del hemisferio. Y de otro, un triunfo para la derecha retardataria, apátrida y lacaya auspiciada por Washington, que representan Santos y sus oscuros aliados en la región.


viernes, 3 de diciembre de 2010

ECONOMÍA


ENTREVISTA CON EL ANALISTA ECONÓMICO COLOMBIANO, EDUARDO SARMIENTO PALACIO

“LA INVERSIÓN EXTRANJERA EN AMÉRICA LATINA HA RESULTADO UNA GRAN MENTIRA”


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Buenos Aires

Caracterizado por ser el más persistente y agudo crítico del infame modelo neoliberal y por haber predicho lo que le iba a pasar a Colombia al abrir sin ninguna prudencia su economía, el analista e investigador Eduardo Sarmiento Palacio viene pregonando desde hace más de dos décadas el cambio del esquema económico predominante por otro consistente, según su planteamiento, en una apertura selectiva combinada con mecanismos proteccionistas para recuperar el sector productivo y generar empleo.

Invitado especial al IV Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo de Buenos Aires, de la cual hace parte como integrante del Consejo Asesor Internacional, Sarmiento Palacio en su intervención hizo un pormenorizado análisis sobre la crisis financiera mundial y los efectos en América Latina.

Planteó que la solución de fondo que se requiere “es una acción coordinada de la comunidad internacional para devaluar el dólar, reducir el déficit en cuenta corriente, erradicar la especulación financiera y bajar los consumos en Estados Unidos, al igual que propiciar en los países emergentes la aplicación de políticas industriales, comerciales y salariales para ampliar sus mercados internos y elevar los consumos”.

Sobre Latinoamérica sostuvo que varios países aún no han logrado reducir la pobreza por lo que planteó algunas alternativas para avanzar en la redistribución equitativa del ingreso y mejorar las condiciones sociales de los pueblos. Reconoció que los ensayos que se vienen haciendo en algunos países latinoamericanos de reformar los bancos centrales, de mejorar el salario mínimo, de formalizar la economía, están en la dirección correcta, pero siguen siendo insuficientes para obtener equidad social.

RESULTADO APOCALÍPTICO

En lo que respecta a Colombia, en forma categórica señala que lo peor que le pudo pasar a esta nación en su historia reciente fue el “revolcón” aperturista del gobierno de César Gaviria (1990-94), que posteriormente fue acentuado por las administraciones de Andrés Pastrana Arango y Álvaro Uribe Vélez, signadas por claros tintes neoliberales, y ahora por el mandato de Juan Manuel Santos, otro de sus aplicados epígonos.

Las glosas que desde comienzos de los 90 ha venido haciendo Sarmiento Palacio al neoliberalismo y que en Colombia generaron incomodidad en el gobierno de César Gaviria (1990-94), ocasionaron su salida de la decanatura de la Facultad de Economía de la Universidad de Los Andes por presión directa del entonces mandatario y su ministro de Hacienda, Rudolf Hommes.

El tiempo terminó por darle la razón. Sus diagnósticos analíticos y certeros recogidos en ensayos, libros y columnas periodísticas no solamente han generado opinión, sino que demuestran acierto en su visión macroeconómica.

Este ingeniero civil de la Universidad Nacional de Colombia y economista, con un Ph. D, en la Universidad de Minnesota, miembro del board de la Sociedad Econométrica para América Latina, se ha desempeñado como subdirector del Departamento Nacional de Planeación, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, consultor de organismos internacionales y docente universitario. Sus actividades de investigador y catedrático las alterna con sus labores de asesor privado y de escritor. Mantiene una columna de opinión dominical en el periódico El Espectador de Bogotá, en la que hace análisis y predicciones económicas. Actualmente es director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingeniería y es un reputado conferencista nacional e internacional, así como autor de varios libros.

En su último libro “La recesión mundial. Colapso del modelo único” (ediciones Aurora y Escuela Colombiana de Ingeniería, 2009), Sarmiento Palacio señala que en las dos últimas décadas ha demostrado “cómo los hechos han controvertido los dogmas y los paradigmas dominantes, y cómo la evidencia se ha ignorado o deformado. La teoría de la neutralidad del dinero, la teoría de la ventaja comparativa, la teoría de las exportaciones como motor de crecimiento y la teoría del vínculo directo entre el crecimiento y la distribución del ingreso no corresponden a la realidad y cómo su aplicación ha resultado contraria al interés público”.

El balance de la aplicación del esquema neoliberal en Colombia desde los años 90 es totalmente desafortunado y si se quiere, apocalíptico, pues según Sarmiento, “la apertura, las privatizaciones, la especulación financiera y la represión monetaria configuraron en este país una de las sociedades más desiguales del mundo”. Y no es para menos, con cifras en la mano se demuestra en forma tajante que en este periodo Colombia decreció por primera vez en 70 años; las 700 mil toneladas de importaciones de los años 80 son ahora alredor de 8 millones; el desempleo está en dos dígitos, los pobres del campo y los trabajadores informales aumentaron ostensiblemente; las privatizaciones no mejoraron los servicios públicos pero aumentaron en más del cien por cien las tarifas; las exportaciones no crecieron lo que se esperaba; y las deserciones escolares y universitarias alcanzaron niveles sin precedentes en la historia.

MANTENER EL MODELO ASÍ SE HUNDA EL PAÍS

Pese a que la aplicación del modelo aperturista resultó un monumental fiasco para sus diseñadores e impulsores ( los conspicuos neoliberales César Gaviria, Rudolf Hommes, Armando y Santiago Montenegro Trujillo, Roberto Junguito, Juan Camilo Restrepo Juan Manuel Santos, Alberto Carrasquilla, Juan Carlos Echeverry, Enrique Peñalosa Londoño, encabezan la lista), Sarmiento Palacio se lamenta ante el hecho de que una clase dirigente, un grupo de seudointelectuales y de economistas formados en el exterior que se las vinieron a dar de tecnócratas en Colombia, y que jamás han representado los intereses nacionales, no sólo se equivocaron en materia grave sino que no han querido ni quieren reconocer sus errores, pues su planteamiento es mantener el modelo, sostenerlo hasta donde sea posible, así se hunda el país.

Pero así como en lo económico Sarmiento ha sido el analista más acertado en sus predicciones sobre los efectos del modelo neoliberal en este país, también lo ha sido en el ámbito político al citar una frase de Galbraith según la cual una gran enseñanza quedó de la crisis de los años treinta: "Uno puede ser tolerante, comprensivo con quienes se equivocan y hasta compasivo ante la dificultad que implica dar con las medidas acertadas para salir de una situación de crisis, pero lo que no se puede es seguir delegando en ellos la dirección del país". Por lo visto, el pueblo colombiano aún no ha prendido la lección.

EJEMPLO DE CINISMO

Como Colombia es el país del realismo mágico, resulta que el Presidente que impulsó la apertura económica a comienzos de la década de los 90, ahora, sin ningún asomo de sonrojo, se muestra sorprendido por sus consecuencias.

Por eso Sarmiento en su momento señalo: “Se necesita ser muy cínico para declararse perplejo, como lo hizo el ex presidente César Gaviria a comienzos de 2001 por el pésimo desempeño de la economía, cuando él es el principal responsable de la crisis colombiana. Durante su gobierno se adoptó la gran parte de las reformas neoliberales del llamado Consenso de Washington, lo que produjo al año y medio de iniciada su administración la destrucción de 500 mil hectáreas, la pérdida de la cuarta parte del empleo industrial y la eliminación de toda posibilidad de ocupación para la mano de obra de menos de 14 años de educación”.

"Infortunadamente para este país, la apertura económica se mantiene pese a sus desastrosos resultados porque favorece únicamente al sector financiero y a la plutocracia".

CAMBIAR EL MODELO PARA CRECER Y MEJORAR LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

En la sede de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo de la capital argentina, al término de su charla, el Observatorio sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET, lo abordó para realizar la siguiente entrevista.

- Usted en su conferencia en Buenos Aires ha señalado que buena parte de la crisis financiera mundial se debió a un exceso de ahorro en los países desarrollados. Si el ahorro es un factor positivo para el desarrollo de los pueblos, la pregunta es: ¿se manejó mal ese excedente por parte de los gobiernos de estas naciones?

- La crisis en el orden internacional ha tenido los siguientes elementos: de un lado los países emergentes generaban superávit en la balanza de pagos y grandes excedentes de ahorros para poder llenar de productos a los países desarrollados. Y de otro, Estados Unidos por el ahorro que le venía de los países emergentes acabó con un exceso que superaba por definición la inversión y en consecuencia terminó llevándolo a la especulación, y ahí está la crisis mundial. Es decir, un gran exceso de ahorro mundial con epicentro en los Estados Unidos, financiado con la valorización de activos de la bolsa y de la construcción. Como las valorizaciones suben y luego bajan, la crisis es un exceso de ahorro que en un momento deja de ser apoyado por la valorización de activos y provoca una caída prácticamente libre de la actividad mundial.

- ¿La economía mundial va a seguir manteniéndose mediante burbujas financieras y prácticas especulativas?

- Claro, porque el exceso de ahorro le genera una tasa de interés cero y si usted tiene esa tasa en el sector financiero, va a invertir en activos físicos como construcción o en la bolsa que tienden a tener rendimientos mayores. De manera que el mundo se montó en un esquema tremendamente inequitativo y especulativo. Los países emergentes deprimen salarios para exportar, eso genera un exceso de ahorro que induce a la valorización de activos provocando un sistema en el que los salarios bajan y las ganancias del capital aumentan, por esa razón en todas partes del mundo se encuentra que la participación del trabajo en el producto nacional se redujo considerablemente.

- ¿La crisis de Estados Unidos en 2009 tuvo un impacto fuerte en América Latina?

- Sí, claro, lo que pasa es que los medios de comunicación pretenden decir que no. En el caso de Colombia se puede observar que la crisis estadounidense prácticamente coincidió con la de ese país. Este país suramericano venía creciendo al 6%; en el año 2008 baja a 2.5; y en 2009 se reduce a cero. Este año de 2010 vamos a tener una mejoría pero no va a ser más de 4%, pero tenemos un aditamento y es que la caída de los Estados Unidos en este segundo semestre ya está afectando a la economía colombiana. Eso que decían que vamos a terminar con una tasa de crecimiento muy alta no es cierto, porque la crisis norteamericana se está sintiendo en la bolsa, en las exportaciones industriales y en muchos otros frentes.

- Usted también habló en su disertación del modelo económico de América Latina. Cada país tiene su propia concepción para formular sus esquemas de desarrollo, sin embargo, ¿se puede sostener que no hay un modelo en la región?

- No, no hay, pero hubo uno como el modelo neoliberal en los últimos 20 años que fue catastrófico. Como consecuencia de ello, en todos los países de América Latina en ese lapso el crecimiento fue menor que en las tres décadas anteriores; en todas partes la distribución del ingreso se deterioró en forma considerable. Algunos países avanzaron en la reducción de la pobreza: Brasil, y en alguna medida Argentina, pero fue algo relativamente artificial obtenido a través del asistencialismo, porque si bien los ingresos de los pobres subieron, ese ascenso fue menor que la del promedio, con lo cual se alivió las condiciones de la pobreza pero no se resolvió el problema estructural. En consecuencia, hay que cambiar el modelo neoliberal para que las economías crezcan con mejoría en la distribución del ingreso.

- Algunos países latinoamericanos vienen haciendo reformas para enterrar el modelo neoliberal…

- Allá voy yo, países como Brasil y Argentina han logrado reducir la pobreza pero la equidad no ha avanzado, sin embargo hay que reconocer que los ensayos de reformar los bancos centrales, de mejorar el salario mínimo, de formalizar la economía, están en la dirección correcta, aunque son insuficientes.

- En el actual contexto de la economía latinoamericana, ¿cuál cree que debe ser el rol de la banca central?

- Debe ser el primer actor de reforma. Los bancos centrales pararon el crecimiento y el empleo por la obsesión a la inflación, pues le dieron un total privilegio a las ganancias financieras. Los países latinoamericanos necesitan un banco central totalmente distinto que le dé prioridad a la producción, al empleo, y que tenga por lo menos en cuenta los aspectos sociales.

- ¿En ese sentido, el Banco de la República de Colombia se quedó totalmente rezagado?

- Sí, totalmente atrás. En esta discusión en Buenos Aires todos han coincidido en que hay que dejar la obsesión por la inflación y poner a los bancos centrales a estimular los sectores productivos y a resolver el problema más grave que tiene la región que es el desempleo y la informalidad.

- En este foro internacional de Buenos Aires también se ha señalado que hay que superar la concepción de las ventajas comparativas. Colombia sigue reprimerizando su aparato productivo, es decir, ¿se ahonda el modelo neoliberal en este país?

- Ah sí, Colombia es uno de los países que más ahonda el modelo neoliberal que fracasó. Lo que se plantea en este momento en el sector externo es dejar de lado esa liberación comercial y sobre todo el predominio de la inversión extranjera que es la gran responsable de la informalidad.

- Usted ha señalado que la inversión extranjera es una gran mentira. ¿Por qué?

- Claro, porque la inversión extranjera se justificó sobre la base de que aumentaba el ahorro y que fortalecía el sector externo y lo que vemos es que los países muy dependientes de ésta debilitan el ahorro interno, y lo más grave de todo, debilitan los sectores externos a través de la revaluación. Todos estos argumentos que llevaron a justificar la inversión extranjera resultaron una gran mentira. Necesitamos, por el contrario, un modelo que le dé clara prioridad al ahorro interno y que de ninguna manera permita revaluaciones que destruyen a los sectores industrial y agrícola, y que llevan a la primerización de petróleo y minería.

- ¿En ese sentido el gobierno de Juan Manuel Santos es igual al de Álvaro Uribe y Andrés Pastrana?

- Es completamente igual, por lo cual yo he venido proponiendo un modelo que tiene tres elementos: primero, cambio del banco central no autónomo que le dé prioridad a la producción y al empleo, que regule severamente al sector financiero para extirpar la especulación. Segundo, sustituir el motor del libre comercio por el motor de la industrialización y la agrarización, eso daría mucho más impulso a la economía, sacándola de las ventajas comparativas. Y tercero, una política laboral conectada a la macroeconomía, orientada a reducir el desempleo y formalizar rápidamente la economía, para lo cual planteo un gran subsidio con recursos provenientes del sector financiero dirigido a sustentar la contratación de trabajadores informales en por lo menos medio salario mínimo.