martes, 28 de julio de 2015

MANIPULACIÓN MEDIÁTICA

ES IMPERATIVO EN AMÉRICA LATINA CONVERTIR LA COMUNICACIÓN EN UN CAMPO DE DISPUTA DE LOS IMAGINARIOS DEL CAMBIO SOCIAL: FRANCISCO SIERRA, DIRECTOR DE CIESPAL
 



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito

A construir una comunicología contrahegemónica, incluyente, participativa, pensada para el Buen Vivir y que contribuya a consolidar el proceso emancipatorio de Latinoamérica, exhortó el científico social español Francisco Sierra Caballero, director general del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), con sede en Quito, durante su intervención en el acto de apertura del Congreso Internacional con motivo del décimo aniversario del canal interestatal Telesur, que se realizó entre el 22 y 23 de julio en la capital ecuatoriana.

Este encuentro internacional que tuvo como consigna “Comunicación e integración latinoamericana desde y para el Sur” permitió debatir sobre los retos que tiene la region desde el punto de vista de los procesos políticos emancipatorios.

Sierra Caballero acaba de cumplir un año al frente de CIESPAL y su gestión en tan poco tiempo ya se nota al haberle impreso dinamismo a este centro de pensamiento dedicado a la investigación comunicacional, convirtiéndolo en un referente en la contribución y enriquecimiento del proceso latinoamericano que apunta a democratizar el acceso ciudadano a los medios, cuya propiedad tan concentrada, es una característica de los países del hemisferio.

Por eso es que en su disertación al inaugurar este foro hizo énfasis en que la comunicación debe estar enfocada a producir sentido común, destacando que Telesur lo hace mediante una apuesta histórica que posibilita proyectar nuevos futuros, sentando las bases de una integración regional, pensando desde el Sur y desde abajo, reivindicando la memoria y de esta manera desarrollando una agenda soberana en lo informativo.

Para el director de CIESPAL, no existe en otra parte del mundo una experiencia de integración regional pionera como la de América Latina con este canal interestatal con sede en Caracas, cuyo impulsor hace dos lustros fue el presidente venezolano Hugo Chávez.

Telesur, dijo, es un espacio de reivindicación de los pueblos de América Latina, que ha permitido redescubrir lo propio.

Puso de presente el hecho de que actualmente el capital especulativo transnacional y los intereses geopolíticos del norte han activado una campaña para descalificar los procesos progresistas como los que se desarrollan en América Latina.

Para enfrentar esa batalla, Sierra Caballero dijo que es necesario desarrollar una comunicación desde una óptica regional, recurriendo a la memoria que es cultura y futuro histórico, pues constituye requisito básico para contribuir a consolidar  los procesos de cambio.

Al mismo tiempo, hizo hincapié en la importancia de generar espacios de debate para articular redes, generar sentido común, rescatar la memoria histórica e involucrar a la ciudadanía a ser parte de los procesos de emancipación en América Latina.

CIESPAL, UN ESPACIO PARA LA ARTICULACIÓN DE LA COMUNICOLOGÍA LATINOAMERICANA


Con el liderazgo de Sierra Caballero, CIESPAL ha recobrado su ímpetu misional de investigación e intercambio de experiencias, consolidándose en la región como “un espacio de encuentro y articulación de la Comunicología Latinoamericana pensada, en su proyección, desde el sentido y sentimiento del Sur como una guía o norte en tanto que caja de herramientas”.

Este periodista y académico español, doctor en Ciencias de la Información y posgraduado en Sociología, especialista en Ciencia, Tecnología y Sociedad, docente universitario de amplia trayectoria, comprometido como el que más con el proceso emancipatorio latinoamericano, considera que llegó el momento de “reformular las bases epistémicas de la Comunicología en virtud de un proyecto histórico transmoderno, transoccidental, dialógico y articulado en, por, desde y para el Sur, atendiendo la singularidad creativa de sus culturas originarias”.

Para ello, afirma, no se parte de cero, pues en América Latina hay un acervo muy rico de insumos e investigaciones realizadas por connotados intelectuales como Paulo Freire, Aníbal Quijano, Enrique Dussel, Néstor García Canclini, Jesús Martín Barbero, Luis Ramiro Beltrán, y Arturo Escobar, entre otros, que posibilita apostar “por la descolonialidad del saber-poder informativo y reformular las bases del discurso científico comunicacional a partir de una crítica del poder mediador del pensamiento hegemónico angloamericano a partir de las matrices culturales del paradigma amerindio”.

Es imperativo, en consecuencia, subraya Sierra Caballero, “convertir la Comunicología en un campo de disputa de los imaginarios del cambio social”. El reto, en consecuencia, y en ello está comprometido desde CIESPAL, “es construir una comunicología contrahegemónica, incluyente, participativa, pensada para el Buen Vivir, reconstruyendo una vez más utopías de futuro para la región”.

Lo anterior supone “el acceso a la información y la democratización de la comunicación como componente fundamental de los derechos humanos”.

POR UN PERIODISMO REPOSADO

Para este investigador y científico social en América Latina si se quiere avanzar definitivamente en el proceso de reforma social, económica y política, se hace necesario cambiar la agenda de información, mudar los contenidos, hacer pedagogía para una comunicación del Buen Vivir.

Cambiar el sentido común se logra mediante políticas públicas ejecutadas desde los gobiernos, explica Sierra Caballero. Se lamenta porque la academia no ha avanzado en cuanto a generar nuevas narrativas. Hay que lograr un “periodismo reposado” que trabaje el contexto de las realidades y que se caracterice por su compromiso social, al tiempo que es preciso renovar las estéticas y las narrativas con otras técnicas. Retornar, por ejemplo a la crónica, uno de los géneros que se produce con mayor riqueza en Latinoamérica, recomienda el director de CIESPAL.

Concluye señalando que el periodismo tiene que aprender a escuchar y debe pensarse además como servicio público. Porque la gente quiere ser escuchada y por lo tanto el periodismo debe generar mecanismos en ese sentido.

Quito, Ecuador.



lunes, 27 de julio de 2015

MANIPULACIÓN MEDIÁTICA

EN LATINOAMÉRICA EXISTEN TENTATIVAS DE GOLPES DE ESTADO CONTRA GOBIERNOS PROGRESISTAS DESDE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN: IGNACIO RAMONET
 


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito

La principal batalla que libra América Latina en la actualidad es mediática, sostuvo el periodista y comunicólogo hispano-francés, Ignacio Ramonet, durante un diálogo que sostuvo con la presidenta de Telesur, Patricia Villegas, en el marco del Congreso Internacional “Comunicación e Integración Latinoamericana desde y para el Sur”, que se realizó en el Centro de Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), con sede en Quito, entre el 22 y 23 de julio.

Durante la teleconferencia que fue transmitida desde Venezuela para Ecuador, Ramonet llamó la atención en el sentido de que en Latinoamérica existen tentativas de golpes de Estado en contra de los gobiernos progresistas desde los medios de comunicación y también desde el ámbito judicial.

En desarrollo del diálogo que sostuvo con la presidenta de Telesur, el periodista, escritor y director de la edición de Le Monde Diplomatique en español, realizó un balance sobre la labor informativa que a lo largo de dos lustros ha realizado esta cadena informativa con sede en Caracas que en 2005 fue inaugurada por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez Frías.

En este contexto, Ramonet señaló que Telesur es una respuesta al golpe mediático de 2002 contra el presidente Chávez, al tiempo que resaltó la importancia histórico-política de este canal interestatal que, aseguró, cambió la realidad comunicacional en América Latina al promover el paso de “consumidores a usuarios de la información”, entendiendo a la comunicación como un derecho de todas las personas.

Recordó que los medios internacionales privados informaban sobre la región desde la mirada de medios norteamericanos como CNN. Por eso ha sido de vital importancia contar con una voz que diera a conocer las noticias en América Latina, con una lectura diferente.

“Era indispensable que hubiera una voz latinoamericana para latinoamericanos”, recalcó.
Gracias a Telesur se ha revelado lo que estaba oculto, lo que no querían revelar los medios hegemónicos, como el caso del golpe de Estado en Honduras contra el presidente José Manuel Zelaya en junio de 2009, recordó el comunicólogo.

En ese sentido, agregó, Telesur permite ver la diferencia de las realidades latinoamericanas de las ópticas reaccionarias que difunden los canales de televisión de la derecha. Por eso, insistió, es en los medios de comunicación en donde se da la batalla política.

El proceso de conformación de Telesur requirió de la integración y compromiso de otros Estados latinoamericanos. La iniciativa de Venezuela caló en países como Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Uruguay, los cuales además de aportar con recursos incentivaron la creación de este medio que, en palabras de Ramonet, permitió dar a conocer “la palabra emancipadora latinoamericana en el escenario mundial”.

Por su parte, la presidenta de este canal informativo internacional, Patricia Villegas, sostuvo que tras diez años de transmisión de Telesur se han roto esquemas sobre la función que debe cumplir la televisión pública. Una muestra de este cambio es la utilización de dos géneros que desde lo público no han sido articulados: lo noticioso y el entretenimiento.

Esta iniciativa garantiza, además, la integración latinoamericana, incluyendo a países del Caribe, donde predomina la lengua anglosajona. Villegas también resaltó el hecho de que se está cumpliendo el primer año de transmisión de Telesur en inglés.

Telesur no es un canal tradicional de televisión, es un multimedio y multiplataforma que tiene entre sus prioridades diversificar los contenidos con aquellas expresiones latinoamericanas como la música, la gastronomía, la historia, la cultura, para que los habitantes de la región conozcan la historia de sus países y su identidad.

EL RETO ES DESMONTAR LA MANIPULACIÓN

Retomando el tema de la batalla mediática, Ramonet ejemplificó la realidad de la manipulación que ejercen los medios hegemónicos en el Ecuador y cómo el propio presidente Rafael Correa, a quien los sectores conservadores acusan de “autoritario”, ha enfrentado con decisión a estos órganos publicitarios de la derecha.

“La batalla en Ecuador, la dirige casi personalmente el presidente Correa haciendo un análisis de deconstrucción prácticamente cada semana, en cada sabatina, donde enseña cómo se desmonta una manipulación mediática. Y aporta una lectura mediática precisamente para alertar a los ciudadanos contra las manipulaciones”, señaló el periodista hispano-francés.

Ramonet llamó la atención sobre la coyuntura política latinoamericana en donde  los medios privados en la actualidad cumplen una función política ante el debilitamiento de los partidos de la ultraderecha que impulsan el criminal modelo neoliberal que arruinó a los países de la región. Señaló que con Telesur ha habido un despertar de los medios públicos que muestran otra realidad, otro relato, al de la prensa hegemónica, pero también destacó la irrupción de medios comunitarios para que las personas y los sectores populares puedan difundir su palabra. Este, dijo, es un proceso de democratización y diversidad de los medios y sus contenidos.

Añadió que los medios públicos en diversos países están innovando en lo informativo, con noticias y lecturas de las realidades nacionales, regionales e internacionales, desligándose de lecturas que obedecen a intereses corporativistas y hegemónicos. Antes el monopolio de la noticia politizada, subrayó, lo tenían los medios privados y los dueños de estos medios “que hacían política, que han hecho política y siguen haciendo política contra los procesos revolucionarios”.

En conclusión, para Ramonet América Latina vive un proceso de comunicación vertical Sur-Sur, en el que los países se observan entre ellos y no solo de manera horizontal en la que la mirada siempre se centraba en Norteamérica.

Puntualizó señalando que el mundo está  presenciando el cambio de las audiencias gracias en buena medida a los avaneces tecnológicos como Internet que ha posibilitado la interacción a través, por ejemplo, de las redes sociales. “Hemos pasado –dijo- de los medios de masas a la masa de medios”.

Quito, Ecuador.


lunes, 13 de julio de 2015

DEMOCRACIA


CHANTAL MOUFFE EN BOGOTÁ: “LA IZQUIERDA NO DEBE TEMER A LA MOVILIZACIÓN DE LAS PASIONES PARA GENERAR POLÍTICA CONTRAHEGEMÓNICA”




POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

La filósofa y politóloga belga sustentó en su disertación en la capital colombiana que “resulta imposible comprender la política democrática sin reconocer las pasiones como la fuerza motriz en el ámbito político”.

En ese sentido, señaló, la dimensión afectiva cobra un papel fundamental, porque los afectos, constituyen las pasiones colectivas y pueden ser movilizados dentro de un esquema democrático.

El problema radica en que algunos sectores de izquierda creen que solo se puede utilizar la “razón” para movilizar y motivar a la sociedad porque eso de utilizar las pasiones es lo que hace la derecha echando mano de su herencia fascista.

“Política y pasiones: cómo movilizar afectos en una dirección democrática” fue el título de la conferencia que dictó Chantal Mouffe en la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República de Bogotá el pasado 8 de julio, dentro del programa académico Ciclo Entrecruzamientos-Ciudadanías en el Posconflicto, organizado por esta entidad conjuntamente con la Universidad Javeriana y la Alianza Francesa.

La destacada catedrática universitaria y autora de numerosos libros y ensayos habló en esta oportunidad de las pasiones y de cómo esta dimensión subjetiva influye en la construcción de identidades colectivas y por ende en la articulación real de la democracia.

Mouffe (Charleroi, Bélgica, 1943) es filósofa y politóloga, actualmente profesora de teoría política de la Universidad Westminster de Londres. Entre los numerosos textos que ha publicado se destacan: Hegemonía y estrategia socialista; El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical; La paradoja democrática; En torno a lo político; y Agonística. Pensar el mundo políticamente. Son obras cuyo hilo conductor pone en tela de juicio la aplastante hegemonía neoliberal y plantea otros caminos para construir democracia desde la actividad de actores políticos renovados en sus formas y planteamientos.

En 1985 ganó reconocimiento cuando publicó junto al filósofo y politólogo argentino Ernesto Laclau (fallecido en 20014), quien además fue su esposo, “Hegemonía y estrategia socialista”, un libro que generó amplio debate y controversia por haber marcado las líneas del denominado “posmarxismo”, al tiempo que le planteó a la izquierda la necesidad de optar por distintas alternativas. Para muchos analistas esta es una obra anticipatoria de los fenómenos políticos que han irrumpido en estos tiempos como “Podemos” en España y “Syriza” en Grecia.

ARTICULACIÓN DE AFECTOS PARA GENERAR UNA POLÍTICA CONTRAHEGEMÓNICA


Al ampliar el alcance de su tesis, esta científica social explica que “no basta con crear afectos, sino que también hay que ver cómo articularlos” para lograr una transformación política. En ese sentido, agregó, es necesario traspasar la mera idea de movimiento, como representan los casos de los indignados en España u Occupy en Estados Unidos.

“Una política contrahegemónica necesita la creación de un régimen diferente de deseos y afectos, con el fin de generar una voluntad colectiva capaz de desafiar el orden existente. Eso es la movilización de las pasiones”, enfatizó la filósofa.

“Sería trágico para la izquierda y para el futuro de la democracia abandonar ese terreno (de las pasiones) sólo a los movimientos populistas de derecha. Hoy en día una política de izquierda tiene que pensarse como populismo de izquierda. Una articulación de demandas colectivas que constituyan un ‘nosotros’”, precisó Mouffe.

“Las pasiones –continuó– permiten destacar la dimensión del conflicto político y sugerir una confrontación entre ideas polémicas colectivas, dos aspectos constitutivos de la política”.

Criticó a algunos sectores de izquierda, sobre todo de Europa, porque “no entienden nada sobre el papel de los afectos y le tienen miedo a la dimensión afectiva, a las pasiones”. Dijo que esa visión está oscurecida por el tema del nazismo, por el ejemplo de Hitler, que logró suscitar las pasiones de todo un pueblo.

Con esa visión, insistió, se le deja todo el campo libre a la derecha y la izquierda debe actuar logrando movilizar la dimensión afectiva y las pasiones en una dirección democrática. “Esta es para mí una de las características del populismo: reconocer la importancia de crear una dimensión popular a través de la movilización de las emociones afectivas”, explicó.

Mouffe hace énfasis en que en estos tiempos de lucha contrahegemónica por parte de sectores progresistas y partidos de izquierda, “dejar el terreno de las pasiones abierto solo a la derecha populista o a la extrema derecha es terriblemente peligroso. Estoy convencida –afirma- de que hay una relación muy clara entre ese modelo racionalista aceptado por los partidos democráticos tradicionales -que no deja lugar para una movilización de las pasiones hacia objetivos democráticos-, y el éxito del populismo de derecha. Las pasiones no son eliminables de la política, están ahí. Forman parte del maquillaje de los individuos. Elias Canetti lo subraya de manera muy interesante en su libro Masa y poder, donde muestra que los seres humanos estamos atraídos por dos fuerzas opuestas: por un lado la afirmación de la individualidad, y por otro una pulsión a formar parte de una masa. Lo que quiero denotar con el término "pasiones" son todas las fuerzas afectivas que están en juego en la creación de identidades colectivas. No estoy de acuerdo en llamar a eso afectos o sentimientos. No se trata de una pasión individual, son pasiones colectivas. Hoy en día está creciendo mucho la investigación sobre el papel de las emociones”.

Las emociones están en general vinculadas a lo individual, por esta razón prefiere el término "pasiones" porque permite destacar la dimensión de conflicto y sugerir una confrontación entre ideas políticas colectivas, dos aspectos constitutivos de la política.

EL “AGONISMO” COMO MANERA DE TRAMITAR LOS CONFLICTOS POLÍTICOS


Dentro de su ya dilatado trabajo investigativo Mouffe ha aportado a la Ciencia Política el término de “agonismo” para significar que una tarea clave de la democracia es proporcionar las instituciones que permitan que los conflictos adopten una forma en la que los oponentes no sean enemigos sino adversarios entre quienes exista un consenso conflictual.

Lo que se requiere en el continuo debate político de las sociedades es que las contrapartes, o los “otros” no sean percibidos “como enemigos a ser destruidos, sino como adversarios cuyas ideas pueden ser combatidas, incluso encarnizadamente, pero cuyo derecho a defender esas ideas no sea cuestionado. En otras palabras, lo importante es que el conflicto no adopte la forma de un ‘antagonismo’ (una lucha entre enemigos) sino la forma de un ‘agonismo’ (una lucha entre adversarios)”. (1)

En su conferencia en Bogotá, la filósofa belga explicó que la teoría agonística contempla que “los desacuerdos respecto de cómo interpretar los principios ético-políticos compartidos no son solo legítimos, sino también necesarios. Permiten que existan diferentes formas de identificación ciudadana y constituyen la esencia de la política democrática”.

Además, en la lucha agonística lo que está en juego es el tipo de hegemonía que se construye y las relaciones de poder.

Dentro de ese marco teórico, Mouffe propone un modelo de democracia radical pluralista que permita crear un espacio político en el que se comparta una identidad común, que defienda los principios democráticos y la garantía de los derechos individuales, y en el cual puedan construirse identidades políticas en el marco de una confrontación “agonista”. Ello, afirma, exige no sólo redefinir las nociones de ciudadanía e identidad, sino también modificar la concepción misma de la política.

“Para mí los conflictos realmente importantes son los que llamo antagónicos, es decir, cuando realmente no hay posibilidad de una reconciliación racional. Para la visión pluralista liberal no hay conflictos antagónicos, porque todos pueden encontrar una solución, mientras que en la visión weberiana que yo sigo hay conflictos por fuerza antagónicos. Entonces, ¿qué hacer con ellos? Mi propuesta es ver cómo se puede transformar el antagonismo en agonismo. El objetivo fundamental de la democracia es crear las instituciones que permitan que, cuando el conflicto emerja, adopte una forma agonística y no antagónica”, enfatiza la politóloga.


1.- Mouffe, Chantal. Agonística. Pensar el mundo políticamente. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2014.