jueves, 22 de mayo de 2014

EL IMPERIO

ENTREVISTA CON ANA ESTHER CECEÑA, DIRECTORA DEL OBSERVATORIO LATINOAMERICANO DE GEOPOLÍTICA

LA ALIANZA DEL PACÍFICO ES UNA VISIÓN DE CONTROL Y DE REORDENAMIENTO TERRITORIAL INTEGRAL PARA MODIFICAR SENTIDOS GEOGRÁFICO-POLÍTICOS






POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

Por su ubicación geográfica, América Latina y el Caribe representan la principal zona de seguridad para Estados Unidos, razón por la cual su concepción de hegemonía hemisférica que viene aplicando, es una traducción moderna de la Doctrina Monroe (“América para los (norte)americanos) consistente en “cuidar el territorio para disponer de sus riquezas y para impedir que otros lo hagan”.

La investigadora social mexicana, Ana Esther Ceceña, directora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, viene analizando en forma pormenorizada no solamente las estrategias de disciplinamiento político de Washington tanto a nivel global como continental, el reparto y supervisión del mundo y los equilibrios geopolíticos, sino que ha profundizado en el análisis sobre la estrategia de “dominación de espectro completo” desplegada por el Pentágono que supone el abarcamiento en extensión geográfica-espacial y profundidad (dinámicas sociales) que permita identificar nodos estratégicos y líneas de avanece en el terreno con el fin de aplicar políticas de seguridad, defensa y ocupación, creando un escenario de pérdida de soberanías que confronta a los proyectos democráticos y progresistas que se vienen desarrollando en varios países latinoamericanos.

En ese contexto, los países que integran la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile, caracterizados por ejecutar modelos económicos de acento neoliberal), claramente funcionan como aliados de Estados Unidos, reciben beneficios bajo la forma de ayuda y, en el caso colombiano, explica Ceceña, cumple parte de las funciones que antes era asumido directamente por personal estadounidense.

Además, señala la científica social mexicana, esta Alianza que se presenta con fines de libre comercio, “es una figura específica de control territorial, de ciertos procesos y de ciertas riquezas. Muy particularmente es el brazo territorial para avanzar, lo que no lograron concretar con ALCA, en un corredor de seguridad para Estados Unidos que constituye una amenaza para otros procesos en la región”.

Para analizar las amenazas que se ciernen sobre América Latina así como el proceso de los movimientos sociales emancipatorios y las posibilidades de avance de los gobiernos progresistas en la región, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicón.net, dialogó con Ceceña, quien participó como conferencista en el Seminario Internacional Geopolítica y extractivismo en Colombia que se realizó entre el 13 y 14 de mayo en Bogotá, organizado por la Corporación Podion y el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana.

Ana Esther Ceceña, es economista con maestría en estudios de relaciones económico-internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con doctorado de la Universidad de París I Sorbona. Dirige el Observatorio de Geopolítca Latinoamericano cuyo propósito es la investigación  de temas relacionados con el nudo crítico en el que se enfrentan, se disputan y se remodelan los proyectos sistémicos o civilizacionales sobre los que se construye la hegemonía y las relaciones de poder en el mundo contemporáneo desde una perspectiva compleja que integra la territorialidad como dimensión básica de organización de la vida social.    

ESTADOS UNIDOS Y VISIÓN INTEGRAL DE DOMINACIÓN

-       ¿Ante la declinación del gran hegemón norteamericano, lo único que le queda a Washington es la “dominación de espectro completo”, como lo ha definido el Pentágono, desde el punto de vista militar?

-       No, la “dominación de espectro completo” justamente es una visión integral que lo que proclama es que no se puede dominar algo o tener la supremacía si no se empieza desde la conciencia. Es decir, la idea es que lo importante es transmitir y universalizar una acción del mundo y esa visión contempla tanto aspectos simbólicos, ideológicos, culturales como materiales. Es entonces la visión del campo de batalla, de la competencia, la visión del progreso que tiene implícita la guerra, pero la guerra no tiene solamente una vertiente militarizada o bélica sino que es guerra económica y cultural. Justamente el gran logro desde la perspectiva de los tanques pensantes del Pentágono es que han entendido esto porque además han sido derrotados por estas razones, como sucedió en Vietnam y en otros lugares donde tuvieron problemas por la falta de comprensión  y comenzaron a darse cuenta de que todo debe ir por la misma ruta, que es un solo proceso de dominación y por lo tanto debe abarcar todas las dimensiones. Para ello se debe determinar cómo se alimenta la población, cómo se divierte, cómo vive, cómo piensa, cómo trabaja, para articular todo el despliegue capitalista en el terreno de la alimentación con los transgénicos, con la comida rápida o chatarra, etcétera, lo cual constituye simultáneamente un modo de vida y también una adecuación de los cuerpos, porque están ocupando el territorio corporal que es lo más íntimo. Hay, al mismo tiempo, una ocupación de territorios geográficos y mentales, con lo cual se está trabajando en todos los terrenos al mismo tiempo. Creo que la hegemonía de Estados Unidos es algo que está en discusión, que está siendo disputada, que en ciertos sentidos muestra signos de deterioro, pero todavía no se pierde. Como la hegemonía es precisamente esta universalización de visión del mundo y no una imposición de fuerza, aunque se hace con imposición de fuerza, ese modo de vida americano es algo que está muy presente y aún no se pierde, además porque no se ha inventado un modo de vida chino o un mundo de vida islámico que sustituya al american way on life, y mientras eso no ocurra ellos tienen condiciones usando la fuerza, la tecnología y todos sus recursos para mantener esa hegemonía sobre el planeta. Ahora, lo que está declinando es la hegemonía del capitalismo, desde mi punto de vista. Lo que se está cuestionando hoy en día más fuertemente es el modo de vida capitalista, ya no si es americano o chino, o sea, no es el hegemón interno al sistema, es la hegemonía del sistema como un todo. Y lo que se ve es la irrupción de los pueblos originarios, de los ambientalistas, las conciencias de un tipo o de otro, que están preocupados por la depredación y aniquilación de la vida en el planeta y están planteando revueltas en el pensamiento desde algo que aparece como exterior al propio sistema. No se trata de si la manera es americana, europea, u oriental, todas son depredadoras y por lo tanto hay un cuestionamiento general al sistema. Esta declinación me parece que sí es muy clara, lo cual está apuntando también a la hegemonía interna.

NUEVOS MODOS DE VER EL MUNDO

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   Efectivamente, en América Latina han irrumpido cosmovisiones como el Sumak Kawsay y el Sumak Qamaña (Buen Vivir en quichua y aymara respectivamente) que usted ha tratado pormenorizadamente en un reciente libro de la investigadora social ecuatoriana Ana María Larrea. ¿Cómo los definiría, nuevos modelos de producción o nuevos modelos epistemológicos?

-       Eso, son nuevos sistemas de vida, nuevos modos de ver el mundo, nuevos sistema de organización social en complemento con la naturaleza. Es decir, una organización social pensada incorporando la vida en su conjunto y no solamente una sola forma de vida. A eso me estoy refiriendo cuando digo que hay un cuestionamiento del sistema desde fuera del sistema. El Sumak Kawsay es un cuestionamiento epistemológico  desde dentro del sistema que lo que hace es dislocar los principios básicos de ordenamiento del sistema capitalista, por eso es importante, y por eso puede verlo desde fuera para criticarlo. Esos dislocamientos epistemológicos nos están hablando de la posibilidad de cómo un sistema llega a ciertas condiciones de entropía, de distensión, pierde sus ejes de cohesión, todo este tema que ha trabajado Immanuel Wallerstein, que es lo que permite que emanen muchas cosas diferentes que a su vez posibilitan nuevas formas de entender el mundo que a veces provienen de tradiciones milenarias o herencias culturales muy lejanas pero que son al mismo tiempo una construcción actualizada. No estamos intentando ver el mundo de ninguna manera como lo veían los mayas, tomamos cosas de ahí, a veces tenemos prácticas que quizás vienen de esta cultura pero que son otra cosa hoy en día. Hay un pensamiento que propone un orden social distinto al capitalista que se asienta en lo que hubo antes de este sistema pero apunta a lo que hay después del mismo. Y en ese sentido lo que hace es señalar que el capitalismo es un momento histórico, es un proceso que tiene principio y que puede tener fin.

EL DESARROLLO, UN CONCEPTO CAPITALISTA

-       ¿Ante la crisis civilizatoria que afrontamos como consecuencia del capitalismo, la disyuntiva es el “desarrollo o la vida”, como tituló algún ensayo suyo?

-       Por supuesto, porque el desarrollo es un concepto capitalista. Es un modo capitalista de entender el avance, el ir más allá. El desarrollo como palabra puede ser empleada de muchas maneras pero es un concepto que acuñó el capitalismo para decir cómo la especie humana era tan importante, superior, bien dotada que era capaz de dominar las fuerzas de la naturaleza. El desarrollo se mide por la capacidad de dominio sobre la naturaleza. Y el dominio sobre la naturaleza es la negación de la vida al final de cuentas. O sea, es un modo de ir imponiendo cierto tipo de criterios de la especie humana sobre las otras especies e irlas corrigiendo. Es lo que hacen los transgénicos, por ejemplo, que son una de las perversiones más acabadas y adelantadas de ese proceso. Es decir, van corrigiendo los procesos naturales, eso es el desarrollo; y claro tiene muchos logros también.

-       Muchos logros para el capitalismo, porque un antropólogo colombiano como Arturo Escobar habla de la necesidad de un postdesarrollo por cuanto que el “desarrollo”, entre comillas, simplemente ha sido un dispositivo de poder para favorecer el gran capital transnacional…

-       Con Arturo y con muchos otros estamos en una discusión en torno de que si bien nos encontramos en un momento de crisis civilizatoria es también de emergencia civilizatoria por cuanto que es un momento que debe ser creado. No es que estén ahí las alternativas civilizatorias y que las tomamos, no, hay que crearlas, hay que inventarlas, nombrarlas y formular sus conceptos.

-       ¿Pero no cree que en este plano se ha avanzado con corrientes como el ecosocialismo, el ecomarxismo, el culturalista de los pueblos amerindios y el ecologismo?

-       Se ha avanzado mucho. El Sumak Kawsay, el Sumak Qamaña, la tierra sin mal, en cada una de las culturas sobrevivientes al capitalismo se encuentran modos distintos de nombrar lo mismo, que es esta tierra sin males en síntesis. Es este lugar donde se puede establecer la armonía de la vida. Siempre son como lugares ideales y por eso se critica mucho diciendo que es una utopía, algo romántico que no existe. No, es una guía de acción, es siempre un horizonte lo que implica principios de organización social. En el horizonte del progreso hay una organización de un modo que es el capitalista que se funda en la competencia la que pone las pistas para lograr ese progreso. Y cuando es la competencia la que traza la ruta se está en un campo de batalla. O sea, la competencia es la negación del otro. En cambio, en lo que se llama entre otras denominaciones la tierra sin mal, la pista es el nosotros, lo cual no implica que hay que destruir al otro para prevalecer sino que tengo que complementarme con el otro para tener fuerza. Siempre la fuerza está en esa articulación de visiones, de esfuerzos, de energías, en consecuencia, entre más, somos mejores y ni siquiera somos la suma de las partes, somos mucho más que ello. Esta idea, que yo digo es una ruta epistemológica distinta, está siendo explorada por muchos pensadores de diversas partes del mundo que están produciendo este debate.

GUERRA PREVENTIVA, LA GRAN AMENAZA DE HOY






-       Immanuel Wallerstein hace quince o veinte años avizoró lo que él denominó la declinación del imperio estadounidense. Es evidente que estamos en pleno proceso de es declive y Atilio Boron sostiene que en este periodo el coletazo va a ser muy fuerte y el que primero va a sufrirlo es América Latina por lo que es comprensible entonces el altísimo grado de militarización, son 77 bases norteamericanas que están rodeando en este momento el hemisferio. ¿Todo este arsenal militar está dispuesto para tomarse los recursos naturales de los países latinoamericanos?

-       Y para controlar la insurgencia, entendida desde un sentido muy amplio. Los recursos naturales están ahí y avanzan todos los días sobre ellos, pero es más importante controlar a aquellos que impiden que logren su cometido. Controlar a todos los que están queriendo procesos diferentes o las comunidades que se están organizando para que no se abra una mina, frenando todo aquello que se sale de la lógica sistémica y que está tratando de rechazarla. Hay muchísimas bases militares las cuales son muy importantes para garantizar presencia física sobre los territorios, pero no es la única forma de militarizar ni de apropiarse, no es la única forma de hacer la guerra. Si bien la militarización tiene esa vertiente muy visible de las bases, es mucho más importante la militarización soterrada que está tanto en los cambios de leyes y normativas como en los cambios de la mentalidad social. Toda esta mentalidad securitista que ha ido penetrando por todos lados y que tiene estos panópticos que se van estableciendo, en que hay cámaras por todos lados, esta idea del Gran Hermano que hace que la gente tenga miedo. Siempre hay una fuerza que puede reprimir y yo pienso que eso es justamente el gran peligro que enfrenta nuestro continente, más que la base militar. Todo esto es parte de la idea de dominación de espectro completo que surge en gran medida del balance que hacen en el Pentágono de Vietnam. Qué fue lo que llevó a su derrota en Vietnam y que no entendieron, pues que el enemigo era chiquitito, viral, lo que llaman asimétrico, pero que no comprendieron porque nunca lo tuvieron en cuenta. Ahora nos están empezando a tomar en cuenta a los chiquitos invisibles pero de esta manera. Como no nos entienden bien entonces proclaman la guerra preventiva que busca controlar todo antes de dar la posibilidad de que los pueblos reaccionen, esa es la verdadera amenaza que hay hoy.

-       ¿Cómo analiza el proceso de América Latina si se tiene en cuenta que, como bien usted ha señalado en uno de sus recientes ensayos, Washington ha logrado penetrar el brazo sur del Pan Colombia con Perú y Paraguay y el brazo norte con México para controlar Centroamérica? ¿Con ello Estados Unidos logrará agotar a los gobiernos progresistas y a los movimientos de resistencia que han surgido en Latinoamérica?

-       No, para nada, no va a terminar por agotarlos, lo que sí es que los va a golpear muy fuerte, de repente puede tirar alguno de estos gobiernos. Tirar un gobierno tiene que ver con lo de la visibilidad del enemigo, es muy fácil, está ahí localizado. Desactivar un movimiento social es muy difícil y si lo logra golpear se reproduce por generación espontánea, porque está ahí, defendiendo lo suyo, su tierra, sus convicciones, sus sentidos de realidad. Mientras haya vida hay lucha por la vida y hay creatividad, y mientras hay creatividad no pueden vencer los portadores de la muerte.

ALIANZA DEL PACÍFICO: UNA ESTRATEGIA DE CONTROL TERRITORIAL

-       ¿La Alianza del Pacífico como está concebida en el sentido que detrás de ella van los megaproyectos del capital transnacional como IIRSA y el Plan Puebla Panamá (ahora Proyecto Mesoamérica) y por supuesto está la mano de Washington, se puede asimilar a la figura de acumulación por desposesión de la que habla David Harvey?

-       Creo que la acumulación por desposesión de la que habla Harvey está en todos lados. La Alianza para el Pacífico es una figura específica de control territorial de una cierta región del mundo, de ciertos procesos y de ciertas riquezas. Muy particularmente es el brazo territorial para avanzar, lo que no lograron concretar con ALCA, en un corredor de seguridad para Estados Unidos que constituye una amenaza para otros procesos en la región. Si uno observa con atención, la Alianza del Pacífico pasa por en medio de los países del ALBA, con lo cual busca romper su articulación territorial. Es muy claro lo que se está buscando ahí, además que es la constitución de un mercado específico, pero sobre todo es una visión de control y de reordenamiento territorial integral no solo para la producción y el comercio sino para modificar reglas del juego, incluso sentidos geográfico-políticos que vienen del siglo XX y que para la concepción dominante no son los más adecuados para el siglo XXI. En la perspectiva de esta alianza, porqué seguir manteniendo estos países de la región si es mucho más funcional pensado por ejemplo, desde la visión de IIRSA, agrupar de otra manera porque este proyecto de Integración de la Infraestructura Suramericana está marcando otras fronteras.

LA TERRIBLE EXPERIENCIA DE MÉXICO CON EL TLC CON E.U. Y CANADÁ





-       Los Tratados de Libre Comercio que han suscrito los últimos gobiernos neoliberales en Colombia han terminado por acabar con el sector agrícola y están amenazando muy seriamente la sobrevivencia de la industria en esta nación andina. Dada la experiencia de su país, México, con el tratado de libre mercado suscrito hace 20 años con Estados Unidos y Canadá, ¿cuál es el balance que puede hacer al respecto?

-       Veinte años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) más los que se tomaron de preparación del mismo que son muy importantes porque ahí se cambian muchas reglas del juego, han eliminado la posibilidad de tenencia colectiva de la tierra en México. Eliminaron la posesión comunal, la posibilidad de subsistencia a partir del campo, dejaron entrar el latifundio con el monocultivo que trae como consecuencia el arrasamiento de los terrenos. Además, se desbarató la poca industria nacional  que había, rompieron el aparato productivo, y la maquila que es la industria más precarizadas y frágil que existe se extendió por todos lados. Incluso en términos laborales ese fue un golpe muy fuerte porque la maquila lo que trae consigo es un régimen laboral en el que no hay contratos de 30 días sino de 28 para desconocer antigüedad, derechos sindicales, garantía en salud y de protección de los trabajadores. Toda esta situación ha producido una serie de enfermedades en los trabajadores de las maquilas y no hay forma de defenderlos porque no existe ninguna manera de protección legal. A ello hay que agregar la desestructuración de las comunidades rurales y semi-rurales tanto por el cambio de tenencia de la tierra como porque comenzó a no haber oportunidades de empleo, produciéndose un éxodo laboral hacia Estados Unidos, desestructurando comunidades en las que terminó entrando todo tipo de negocios ilegales que ha permitido que la violencia prospere y que se vuelva todo una tierra de nadie pero al mismo tiempo con dueños bien establecidos. Es decir, mucha confusión, mucha violencia desatada y selectiva para sembrar pánico, para crear sensación de horror, y de esta manera, poder controlar muy bien los territorios y las poblaciones, todo lo cual apunta a crear un reordenamiento social en función de otro tipo de negocios, otro tipo de lógicas empresariales y condiciones de poder que han cambiado completamente la territorialidad en México.


DEMOCRACIA

ENTREVISTA CON EL POLITÓLOGO ESPAÑOL JUAN CARLOS MONEDERO

“AYUDAR A DESAPRENDER Y LOGRAR QUE EL MIEDO CAMBIE DE BANDO, ESENCIAL PARA ENFRENTAR A LOS CANALLAS QUE ESTÁN ENVALENTONADOS”





POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

En la actividad política, “la indecencia se convirtió en norma y la decencia fue volviéndose un valor escondido”, razón por la cual para recuperarla de las manos de “los mercaderes de la democracia” que la robaron, y que ahora están envalentonados como se ve en varios países latinoamericanos donde las contiendas electorales se han convertido en verdaderos estercoleros, es preciso y urgente lograr que “el miedo cambie de bando para convertirlo en la cotidianidad de los de arriba”. Adicionalmente, es prioritario  “ayudar a la gente a desaprender todo lo que el sistema le ha metido en la cabeza a través de los medios de comunicación y los púlpitos, iluminando los ángulos oscuros, así como haciendo preguntas incómodas”. Estas y otras sugerencias las hace el politólogo y sociólogo español, Juan Carlos Monedero, para tratar de enfrentar la encrucijada política y socioeconómica en que se debate buena parte de Occidente por el sometimiento de una mafia política rentística sometida a los dictados del criminal modelo neoliberal del cual es cómplice, que convirtió a los seres humanos en cosas que, si no son rentables para el pernicioso sistema económico, terminan siendo desechables.

A finales del año pasado, Monedero, acuciante investigador social y hoy activista político del movimiento Podemos en España publicó su último libro Curso Urgente de política para gente decente (Planeta 2013), en el que desnuda los términos del debate social tanto de Europa como de América Latina y plantea una serie de reflexiones para repensar el modelo de sociedad carcomido por un sistema portador de explotación, ruina y depredación como el capitalismo.

Es enfático es señalar que “no hay salida individual y no hay otra autoayuda que la colectiva que se llama política y nos pertenece”, e invita a “visualizar entre todos horizontes concretos para sacar a la luz los caminos de una vida decente”.

Desde esa óptica, no duda en señalar que el primer obstáculo a enfrentar es el de los canallas que están envalentonados, asumiendo actitudes de prepotencia gracias a que cuentan con los grandes medios de comunicación, el poder político y económico y ese aparato ideológico ultramontano que es la iglesia católica. Para ello, explica Monedero en tono magisterial, se debe comenzar por contar la historia de otra manera; “tenemos que, como decía Walter Benjamin, pasar la historia a contrapelo; aprender a mirar donde nos dicen que no miremos; y construir un nuevo relato de nuestra realidad desde la emoción porque no basta con la racionalidad”. Todo ello, agrega, tiene que ir acompañado por la lucha política-electoral para tomar el comando del Estado como lo hizo el neoliberalismo que lo desmanteló para su propio provecho, y desde ahí hacer las grandes transformaciones sociales y económicas.

Monedero estuvo en Bogotá en la primera quincena del pasado mes de abril invitado por el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación para hablar sobre víctimas de conflictos políticos y aportar luces teniendo en cuenta la trágica experiencia histórica que por más de 40 años sufrió su país, España, con la dictadura fascista de Francisco Franco, quien desató la Guerra Civil de 1936. Aprovechando su presencia en la capital colombiana, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicón.net dialogó sobre estos y otros tópicos con este destacado científico social muy vinculado a los procesos emancipatorios de América Latina.

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, cuenta con un doctorado de la Universidad de Heidelberg (Alemania). Es profesor invitado en varias universidades tanto europeas como latinoamericanas. Fue asesor del coordinador general del partido español Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y posteriormente del presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, así como responsable de formación del Centro Internacional Miranda de Caracas. En 2010 fue ponente central en Naciones Unidas del acto conmemorativo del Día Internacional de la Democracia. Es colaborador permanente de las tertulias políticas televisivas de La Tuerka y Fort Apache (Hispantv), así como escribe columnas de prensa para diversos medios de prensa y portales web. Entre sus últimos libros están: El gobierno de las palabras (Fondo de Cultura Económica, 2009);  La Transición contada a nuestros padres (La Catarata, 2011);  Dormíamos y despertamos. El 15M y la reinvención de la democracia (Editorial Nueva Utopía. 2012); Curso urgente de política para gente decente (Planeta, 2013); y A la izquierda de lo posible, conversaciones con Julio Anguita (Icaria, 2013).

LA EXCLUSIÓN SOCIAL ES LA NUEVA CARA DEL FASCISMO









-      Tanto usted como el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos han hecho suya la frase de fascismo social para significar el vaciamiento de la democracia por parte del neoliberalismo con el propósito de favorecer el capitalismo especulativo. ¿Por qué denominar este fenómeno político-económico fascismo social?

-       Esta denominación la aplicó el escritor y director de cine italiano Pier Paolo Pasolini cuando se da cuenta en los años 70 que la cultura consumista está devorando cualquier transformación del sistema y que irrumpe de una manera muy fuerte bajo ropajes democráticos, y es un concepto que después lo va a desarrollar Boaventura de Sousa, y yo también lo uso. La idea central es que hoy nos encontramos con que países enteros pueden ser devorados sin necesidad de que se manden tanques, vemos que la lógica de Alemania que ahora mismo afecta a toda Europa condena a la miseria a países enteros como Grecia, Portugal, una parte sustancial de España, el sur de Italia, sin necesidad de mandar a la Panzer división, y por lo tanto tenemos que encontrar alguna forma de explicar esto. Cómo es posible que se genere la misma violencia, la misma exclusión social, el mismo autoritarismo, el mismo clima de miedo, el mismo trato discriminatorio a una buena parte de la población y a otra como es la de la inmigración, en países que se proclaman democráticos, donde hay libertad de prensa y elecciones. La fórmula de fascismo social lo que hace es que haya la posibilidad de que identifiquemos que bajo este envoltorio supuestamente democrático lo que hay es un profundo régimen de exclusión social que nos obliga a entender que la democracia está totalmente vaciada, y que si no la reinventamos estamos condenados a creer que democracia es solo esto, cuando no lo es. Pensemos que en Europa la única vez que ha habido recientemente la posibilidad de hacer política democrática ha sido en las últimas elecciones de Grecia en 2012 cuando se presentó Syriza, el partido de izquierda con su líder Alexis Tsipras que estuvo a punto de ganarlas, toda la Unión Europea empezó a levantar profundas amenazas en el sentido de que si triunfaba iba a ser la ruina no solo para la nación helena sino para el resto de los países. Mientras que tanto en Grecia como en Italia Goldamn Sachs quitó presidentes de gobierno y puso a gente suya, estoy hablando de Lukás Papademos y Mario Monti. La conclusión es que la democracia está totalmente vacía y ellos a fuerza de repetir la palabra pueden conseguir que pensemos que esto es una democracia, pero es simplemente una cacofonía.


-       Si como bien afirma la democracia está completamente vacía en buena parte de occidente, y como estamos tan llevados, ¿se hace necesario un Manual de política para gente decente?

-       Y urgente, además. Creo que necesitamos ayudar a la gente a desaprender, hay que iluminar esos ángulos oscuros, hay que hacer preguntas incómodas, igual que Bertolt Brecht cuando decía aquello de qué es robar un banco en comparación con fundarlo, lo cual obliga a pensar y llegar a la conclusión de que quienes fundan un banco son más ladrones que los pobres maleantes que intentan asaltarlo. Tenemos además que contar la historia de otra manera; tenemos que, como decía Walter Benjamin, pasar la historia a contrapelo. Por eso este Curso urgente sobre todo en este momento en que la democracia cuyo concepto se creó como referente universal después de la Segunda Guerra mundial y que se plasmó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ahora mismo está en peligro. En América Latina creo que este desmantelamiento de la Declaración de los Derechos Humanos se adelantó, ahora está llegando a Europa y a Estados Unidos. Y aunque la gente que fue expulsada del poder en Latinoamérica por impulsar las políticas neoliberales quiere volver como sea, sigue sin embargo teniendo mucha hegemonía en el pensamiento. Estoy hablando del PRI en México, Acción Democrática y Copei en Venezuela, los partidos conservadores en Colombia, el sector más retardatario y autoritario del peronismo en Argentina, todos estos sectores tienen la hegemonía, porque la hegemonía del mundo occidental es neoliberal, y por lo tanto cuentan con la posibilidad de tumbar a los gobiernos progresistas latinoamericanos y regresar al mundo de la caverna. Por eso es urgente que hagamos una reflexión porque si perdemos ahora mismo esa posibilidad que hay de reinventar la democracia con el ejemplo de América Latina pero también con el ejemplo de la indignación en Europa, y estas experiencias son derrotadas, creo que será un giro histórico que nos llevará a la caverna.

LAS DOS VISIONES SOBRE VENEZUELA

-       Dada su estrecha vinculación con Venezuela habida cuenta de que se desempeñó como asesor del presidente Hugo Chávez y como director del Centro Internacional Miranda, ¿cómo analiza el momento político por el que atraviesa este país y su Revolución Bolivariana?

-       Hay dos interpretaciones de lo que está pasando en Venezuela. Una es la de la corriente occidental que desgraciadamente se repite en Colombia y es la que infunden los grandes medios de comunicación, y la otra, la del resto de América Latina. Sale el presidente de Uruguay, Pepe Mujica y dice que lo que está pasando en Venezuela es un intento de golpe de Estado blando y no es gratuito entonces que hace un par de meses Estados Unidos haya sido derrotado precisamente en su organismo de influencia, la OEA, 26 votos a 3, su propuesta que buscaba que una comisión suya hiciera presencia en Caracas para supuestamente defender los derechos humanos. En países como España o Colombia que están bajo la hegemonía de  los medios de comunicación de propiedad de grandes empresas, que son las mismas allá y acá, lo que la gente de buena fe escucha es que en Venezuela poco menos lo que hay es una dictadura. No informan de las reuniones del gobierno con parte importante de la oposición o de los avances en derechos sociales que está teniendo lugar en el país. Es decir, lo que hacen es cubrir la estrategia de la derecha más extrema que ni siquiera es Capriles, quien ganó las elecciones en el Estado de Miranda, reconoce al Consejo Nacional Electoral y dice que la lucha contra el gobierno de Maduro tiene que ser electoral. Hay otro sector influenciado por Estados Unidos que quiere acelerar el ritmo. Porqué lo quiere acelerar, bueno porque estaban convencidos que con el fallecimiento de Chávez había llegado su hora. Resulta que Maduro derrota a Capriles y este quiere convertir las siguientes elecciones municipales en un plebiscito con el convencimiento de que si la oposición logra más votos que las fuerzas chavistas justifica el golpe de Estado. En estas elecciones Maduro le saca a la oposición once puntos de diferencia, cuando en contraste McCain perdió por menos de tres puntos frente a Obama, y qué ocurre, pues una parte de la derecha dice: si no somos capaces que todavía están consternados por la muerte de Chávez, no los derrotamos nunca, por tanto vale todo y ponen en marcha toda esa batería de las guarimbas que son estudiantes de clase media alta que cortan las vías de la ciudad especialmente en barrios ricos; son gente armada que dispara y que cuenta con el soporte de todo tipo por parte de Estados Unidos para tumbar al gobierno de Maduro, porque están convencidos de que si este cae luego caerá el boliviano, el ecuatoriano, caerá Brasil y esa es en definitiva la estrategia.

LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA: UN GRAN ENGAÑO

-        Cambiemos de tercio. Con motivo de la muerte el pasado mes de marzo del expresidente español Adolfo Suárez usted realizó un interesante debate en su programa televisivo La Tuerka en el que se coligió que la denominada Transición en su país fue toda una impostura. ¿En su opinión, por qué todo este proceso entre comillas “democrático” que se dio a partir de la muerte del dictador Franco hasta nuestros días cuando gobierna en España una mafia fascista como el Partido Popular ha sido una falsedad?

-       Hay que tener en cuenta que Franco murió en la cama pero el franquismo murió en la calle. Entre 1974 y 1979 se dieron los años de mayor conflictividad de España, entonces el rey nombrado por Franco empezó a intentar de surfear la ola como se dice, aprovechar ese impulso para ver hasta dónde podía llegar para mantener sus privilegios y cuánto tenía que ceder. La oposición al franquismo tuvo fuerza para intentar frenar el mantenimiento de la dictadura pero no tuvo la suficiente fuerza para plantear la ruptura, de la misma manera que el franquismo fue débil como para tener que asumir un régimen de libertades pero fue lo suficiente fuerte como para frenar el advenimiento de una república democrática. En esa correlación de debilidades luego se zanjó a favor del poder, y esto es muy importante para Colombia, porque quien construyó el relato de lo que había ocurrido fue la derecha. Es como si aquí en Colombia hay unos acuerdos de paz, los cuales solamente se entienden cuando hay una correlación de debilidades, porque nadie es lo suficientemente fuerte para ganar y concretar un acuerdo, pero después quien hace hegemónico el relato de lo que ha ocurrido de repente va a poner ese proceso al servicio de sus intereses actuales que es lo que pasó en España. En el relato de la Transición desparecen los millares de muertos por parte de la derecha y de las fuerzas del orden; desparece como el rey hasta el 23 de febrero de 1981 no tenía legitimidad; desaparece el hecho de que el rey es el que estuvo detrás del golpe del 23F; desparece  el hecho de que Manuel Fraga Iribarne, el fundador del Partido Popular, firmó sentencias de muerte bajo una dictadura lo que lo hubiera inhabilitado en cualquier parte del mundo para formar parte de un gobierno democrático, así como para firmar la Constitución de la democracia, Constitución que apuntaló a un rey de origen franquista. El relato de la Transición ha ocultado todas estas cosas. Por eso la gente de mi generación hemos puesto en marcha todo un proceso de desmitificación. Yo de hecho escribí un libro que se llama La Transición contada a nuestros padres (La Catarata, 2011), en el que hago una evaluación muy crítica y donde pido a mis mayores que reconozcan que hicieron lo que pudieron. No me digan que hicieron maravillas porque si el ejercicio fue tan maravilloso yo no me puedo explicar porque ahora la democracia española es tan débil.

PODEMOS, UNA INICIATIVA QUE TRATA DAR RESPUESTA AL 15M

-       ¿En qué consiste esa iniciativa política denominada Podemos que ha lanzado un grupo de intelectuales españoles liderada entre otros por el politólogo Pablo Iglesias Turrión y por usted? ¿Es un movimiento ciudadano o un partido político?

-       Somos un partido que nos inscribimos hace un par de meses pero por imperativo legal, nosotros no teníamos la intención de ser un partido político porque hay muchos en España, pero para participar en las elecciones europeas de este mes de mayo tuvimos que presentarnos como tal. Con esta iniciativa nosotros queremos señalar tres agujeros: el primero es que están muy fragmentadas todas las fuerzas progresistas y la fuerza a la que le correspondía la obligación de sumar que es Izquierda Unida, no lo hizo. De hecho hace unos meses abortó un proceso que llevaba algún tiempo de gestación de un frente amplio, lo cual generó mucha rabia de la gente y los sectores que esperaba que Izquierda Unida lo concretara. En segundo lugar, hay cierto acompasamiento con el régimen, lo cual veo que también ha ocurrido aquí en Colombia, las fuerzas transformadoras terminan siendo rehenes del régimen y estancadas, contentándose en recibir migajas del voto que pierde el Partido Socialista y el Partido Popular, cuando debería estar disputándose el del 90% de los ciudadanos que están sufriendo la crisis y que están totalmente inconformes con seis millones de parados. Entonces nosotros nos indignamos mucho con ello porque prefieren seguir siendo cabeza de ratón a cola de león, contentándose apenas con el 10 o el 12% de la votación. Y en tercer lugar hay un hecho muy relevante en el que tiene que ver también nuestra mirada politológica y es que sabemos que primero son los movimientos sociales y luego las organizaciones políticas y en España ha habido tres oleadas sociales, una a finales del franquismo que se concentró en el sindicato de Comisiones Obreras, en el Partido Comunista y el Partido Socialista; en los años 80 un movimiento muy fuerte vinculado al No a la OTAN que se plasmó en Izquierda Unida como una fuerza pluralista; y ahora mismo un tercer movimiento muy poderoso que es el 15M, movimiento de los indignados que todavía está a la espera de cuál es su instrumento político. Nosotros sin querer representar al 15M porque creemos que las masas populares en ebullición no son representables, entendemos que una parte de esa población que está reclamando la necesidad de cambiar, hay que orientarla políticamente. Sabemos que el modelo neoliberal se tomó primero el aparato del Estado y después transformó, nosotros creemos que hay que hacer lo mismo. Consideramos que hay que ocupar las alcaldías, las comunidades autonómicas, el propio Estado, y desde ahí volver a reinventarnos, poner en marcha un proceso constituyente que a su vez sirva como una escuela de ciudadanía para una gente que tiene mucho que aprender y mucho que desaprender porque tenemos que replantearnos todo el modelo económico por cuanto el planeta tierra no da más de sí. Y además para que la gente asuma que hay que consumir de manera diferente, consumir menos y que necesitamos todos, además, de un marco de diálogo que nos ayude a superar nuestras propias contradicciones que tenemos en la vida cotidiana. Para todo eso y para ser una piedra en el estanque decidimos mover ficha y creamos Podemos que ha generado un esperado y comprensible resquemor, preocupación y nerviosismo en las fuerzas políticas españolas.







-       ¿Podemos va a participar en las elecciones para el Parlamento Europeo?

-       Hemos hecho unas primarias abiertas que fue la exigencia que hicimos a todos los partidos políticos que estuvieran contra las políticas de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para que presentaran su cabeza de lista, puesto que entendemos que no es posible cambiar en la ciudadanía si no se compromete, a lo cual Izquierda Unida se negó. Tras esas primarias salió una lista de 54 miembros que encabeza Pablo Iglesias, se armó el programa mediante una discusión abierta y estamos ya en campaña electoral. Estas son unas elecciones especiales en España porque la circunscripción es todo el Estado, y es la oportunidad para contarnos y saber cuánta gente está de acuerdo con esta propuesta de ruptura que busca dar respuesta a ese movimiento hermoso que fue el 15M.






COLOMBIA

REVELADOR LIBRO DE RENÁN VEGA CANTOR Y FELIPE MARTÍN NOVOA

COLOMBIA, EL ESLABÓN GEOESTARTÉGICO DE ESTADOS UNIDOS, ESTÁ SUMIDO EN EL CRIMINAL FIN  DE LA ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN






POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


“Colombia y el imperialismo contemporáneo”, es el título del nuevo libro del historiador, catedrático e investigador social Renán Vega Cantor en coautoría con el antropólogo Felipe Martín Novoa, el cual fue presentado el pasado 2 de mayo en el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá. En forma rigurosa los autores explican la realidad de Colombia y América Latina en la geopolítica imperialista norteamericana, detallando como este país andino se ha consolidado como el portaaviones terrestre del Pentágono y su Comando Sur.


El libro trae datos reveladores como por ejemplo que simultáneamente a la suscripción del leonino Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Colombia, va aparejada la estrategia de Washington de convertir el territorio colombiano en uno de los epicentros de la guerra de “cuarta generación” que el imperialismo libra contra la República Bolivariana de Venezuela, así como en el alfil para la consolidación de la Alianza del Pacífico, “un verdadero caballo de troya con la clara intención de dinamitar el ALBA, Mercosur y UNASUR”.


Colombia, afirman en su bien documentado trabajo bibliográfico Vega Cantor y Martín Novoa, es la actualidad “un laboratorio de experimentación en el que se entrecruzan las viejas y nuevas formas de dominación imperialista, en donde se entrelazan los intereses de los Estados capitalistas centrales -a la cabeza de los cuales se encuentran los Estados Unidos-, y sus aparatos militares con los del capital financiero y las empresas multinacionales”.  Es lo que en palabras del geógrafo británico inglés David Harvey se traduce como “acumulación por desposesión”, para lo cual se recurre a cualquier medio con el delictivo fin de asaltar, explotar y diezmar pueblos y obtener así el botín.


Por ello no es gratuito, como lo revela el libro, que en Colombia se encuentren en pleno funcionamiento 15 bases militares norteamericanas, “aunque oficialmente se hable de siete” en el acuerdo suscrito en octubre de 2009, que si bien declaró inexequible la Corte Constitucional, funcionan de facto.


Los autores de este importante trabajo investigativo demuestran hasta la saciedad que, definitivamente, Colombia desde comienzos de la década de los 90 se convirtió en la estructura militar norteamericana para monitorear y controlar buena parta de Latinoamérica, y a la vez en la plataforma de la especulación del capital financiero transnacional. Por ello es que los gobernantes colombianos ya no son líderes políticos sino que juegan el rol de gerentes para favorecer los intereses de las multinacionales que buscan arrasar con el territorio y sus recursos naturales sin importar la suerte de millones de colombianos cuyo destino está en el desplazamiento, el rebusque y la delincuencia común.


EL PEÓN DE BREGA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Apartes de la presentación del libro Colombia y el imperialismo norteamericano son los siguientes:


En los últimos años se acuñó la denominación del Israel de Sudamérica para referirse al papel que el Estado colombiano viene desempeñando como peón de brega de los Estados Unidos en su tradicional «patio trasero», como todavía los voceros más francos del imperialismo del norte se refieren a los territorios que se encuentran al sur del Río Bravo. Dicho apelativo no es exagerado, si se tiene en cuenta que el Estado y las clases dominantes de Colombia han dado muestras de una vergonzosa sumisión ante sus amos de Washington, como se ha rubricado con numerosos hechos en la última década, entre los cuales pueden recordarse los más notables por su grado de abyección: la aprobación y puesta en marcha del Plan Colombia —una estrategia contrainsurgente que financia y dirige en forma directa el Pentágono—; la adopción incondicional de la «guerra contra el terrorismo» de George Bush por parte del uribismo y del santismo; el crecimiento y rearme de las Fuerzas Armadas del país, hasta el punto que son unas de las más grandes y peligrosas del continente; el ataque artero al Ecuador, donde fueron asesinadas veintiséis personas el primer día de marzo de 2008, en una maniobra en la que participaron Israel y los Estados Unidos; la aprobación de leoninos Tratados de Libre Comercio, siendo el más publicitado el que se firmó con el gobierno de Barack Obama; la implantación en nuestro territorio de unas quince bases militares de los Estados Unidos —aunque oficialmente se hable de siete en el «acuerdo militar» de octubre de 2009—; la conversión de este país en una de los epicentros de la guerra de «cuarta generación» que el imperialismo libra contra la República Bolivariana de Venezuela; el saboteo permanente por parte del régimen a cualquier proyecto de integración autónomo e independiente que se intente poner en marcha en Latinoamérica, como se ratifica con la formación de la «Alianza del Pacífico», un verdadero caballo de Troya imperial, con la clara intención de dinamitar el ALBA, Mercosur y UNASUR.


Todos estos hechos que la propaganda oficial en los medios de comunicación y en la mayor parte de la academia suelen presentar como asuntos irreversibles que dicta la manida «globalización» —una supuesta nueva época que nos beneficiaría a todos por igual y una noción que se emplea en forma abusiva cuando no se puede o no se quiere explicar algún fenómeno social— son una demostración palpable de que el imperialismo existe, aunque el concepto haya sido desterrado del ámbito de las ciencias sociales. Y, en ese sentido, Colombia es un laboratorio de experimentación, en el que se entrecruzan las viejas y nuevas formas de dominación imperialista, en donde se entrelazan los intereses de los Estados capitalistas centrales —a la cabeza de los cuales se encuentran los Estados Unidos—, y sus aparatos militares con los del capital financiero y las empresas multinacionales. En esas circunstancias, el ejemplo de Colombia indica la importancia de retomar la categoría de imperialismo como una imprescindible forma de análisis histórico y social, para desentrañar los mecanismos de expansión del capitalismo en la actualidad.


En Colombia y América Latina el imperialismo contemporáneo impulsa procesos de recolonización, que se inscriben en la órbita de la acumulación por desposesión, a la que el geógrafo marxista David Harvey considera como una característica central de lo que él denomina Nuevo Imperialismo. Entre los mecanismos de esa acumulación por desposesión vale destacar la mercantilización de todos los bienes comunes, entre ellos el agua, la biodiversidad, los bosques y los saberes ancestrales de los pueblos indígenas, lo que está ligado al renacer de la extracción minera y el resurgir de las economías primarias de tipo exportador, lo cual a su vez se articula con la desindustrialización, el despojo territorial, la expropiación de indígenas, afros y campesinos, y la militarización de la vida cotidiana. Todo esto, además, asegura el flujo de materia y energía hacia los centros imperialistas, con el fin de mantener la acumulación de capital, que perpetué sus niveles de producción y consumo.




COLOMBIA

“HA SIDO UNA CAMPAÑA ELECTORAL SIN IDEAS PERO LLENA DE AGRAVIOS”





POR MARÍA CONSTANZA COSTA / PORTAL DEL SUR

A menos de una semana de que se celebren las elecciones presidenciales, Colombia transita la recta final de una campaña electoral que cambió su tono radicalmente en medio de acusaciones de corrupción y de “campaña sucia”, sumado a una profundización de un discurso de derecha cuyo apoyo va creciendo en las encuestas, pero que no lograría alcanzar la mayoría necesaria para ganar la elección. Este panorama parece empujar el escenario político hacia la polarización entre santistas y uribistas, en el que el eje principal será “la guerra o la paz”. De este y otros temas, conversó Portal del Sur con el periodista colombiano Fernando Arellano Ortiz, director del sitio web crónicon.net y columnista de rebelión.org.

¿Cómo fue cambiando el escenario electoral en los últimos meses teniendo en cuenta una caída en la intención de voto a favor de Juan Manuel Santos?

La estrategia de Juan Manuel Santos orientada y dirigida por el cuestionado sicólogo y publicista político, Juan José Rendón, el venezolano asesor de los sectores de derecha más recalcitrantes en América Latina, ha apuntado a “inflar” al candidato escogido por Álvaro Uribe Vélez, el ex ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, con el convencimiento de que es el más fácil a derrotar en la segunda vuelta presidencial. Para forzar el crecimiento en las encuestas de Zuluaga, la campaña de Santos ha tenido la decidida colaboración del oligopolio de los medios de comunicación que respaldan su reelección. No hay que olvidar que la concentración de medios en Colombia es aberrante, peor que en Argentina con el Grupo Clarín. Tres grupos empresariales concentran más del 98% de la propiedad mediática, cuyos accionistas o directivos o están directamente emparentados con el presidente Santos, o les unen con él relaciones políticas, económicas o de estrecha amistad. No obstante esta circunstancia, hay que señalar que Zuluaga, luego de las elecciones de Congreso de marzo pasado fue adquiriendo peso político, habida cuenta que su movimiento Centro Democrático, que dirige Uribe Vélez, hoy senador electo, logró obtener más de dos millones de votos, con lo cual se fue posicionando en las encuestas. Dentro de este panorama electoral, la guerra sucia entre santismo y uribismo (por denuncias de cobros a narcotraficantes por parte de Rendón y de Germán Chica, ex asesor presidencial de Santos para lograr una negociación de rebaja de penas con el gobierno colombiano, por un lado; y el espionaje cibernético por parte de la campaña uribista a los negociadores del proceso de paz en La Habana, por otro) ha generado que la campaña presidencial en Colombia haya terminado criminalizada y que los reflectores de la prensa enfoquen principalmente a los candidatos en pugna: Santos y Zuluaga. De esta manera, y siguiendo los cálculos de la campaña santista, los colombianos, en caso de que el candidato del uribismo pase a la segunda vuelta, no tendrían otra disyuntiva que escoger entre la paz o la guerra, entendiendo que Santos inició el proceso de la salida política negociada con las FARC, mientras que el uribismo en cabeza de Zuluaga ha anunciado que pondría una serie de requisitos y exigencias a la guerrilla para continuar negociando en Cuba. Lo cierto es que en esta oportunidad, Colombia se debate, en caso de que estos aspirantes presidenciales logren pasar a la segunda vuelta, entre el mal menor, pues Santos y Zuluaga representan lo mismo ideológica y políticamente, pero están divididos simplemente por odios personales.

En una campaña en la que parece no haber “grandes temas instalados”, Santos ha instaurado el eje de que existe una campaña sucia. ¿Qué análisis puede hacer sobre estas denuncias?

La campaña sucia surgió por la cantidad de versiones, filtración de información y manipulación tanto en medios de comunicación como en redes sociales tras la denuncias que hicieran el columnista de opinión de la revista Semana, Daniel Coronell y el diario El espectador de Bogotá, en el sentido de que el estratega publicitario de la campaña de Santos, el cuestionado Rendón junto con un ex asesor y amigo cercano del presidente habían recibido 12 millones de dólares de algunos narcotraficantes para que sirvieran de puente con el gobierno colombiano a fin de entrar en una negociación de rebaja de penas. Tras ese escándalo, la campaña santista no podía quedarse quieta y destapó con la colaboración efectiva y sorprendentemente oportuna del fiscal general, el espionaje que estaba realizando el uribismo a través de un hacker de los correos de algunos negociadores del gobierno y de las FARC que avanzan en el proceso de paz que se desarrolla en La Habana. En este escándalo que terminó criminalizando la campaña presidencial, el “latifundio mediático” colombiano, para utilizar una denominación del periodista Ignacio Ramonet sobre la concentración de la propiedad de los medios de comunicación, ha jugado un papel predominante. La “gran prensa” colombiana viene siendo cómplice de esta guerra sucia, pues titula e informa de acuerdo a la conveniencia de su respectivo candidato, contrata encuestas y las manipula según sus intereses políticos y corporativos. Además los dos canales privados de televisión que ostentan la mayor audiencia del país (RCN y Caracol) se han negado en forma reiterativa a realizar debates con los candidatos para hacerle el juego a Santos. Ha sido tan perniciosa esta guerra sucia entre el santismo y el uribismo con su candidato Zuluaga que las propuestas de los diversos aspirantes presidenciales quedaron relegadas a un segundo o tercer plano. En esta campaña los colombianos quedaron sin información adecuada ni contexto de las plataformas programáticas de los cinco candidatos que aspiran a gobernar el país. Lamentablemente ha sido un proceso político-electoral sin ideas pero lleno de agravios por los dos sectores de derecha que puntean las encuestas y que se odian a muerte.

En el último tiempo hubo un crecimiento de Zuluaga y su discurso de derecha. Una derecha que sigue resistiéndose a la transformación de los grupos armados en fuerzas políticas para la disputa electoral. ¿A qué factores le atribuye ese crecimiento?

Como lo señalé anteriormente, el crecimiento de Zuluaga se debe a dos factores fundamentalmente: el primero es que su sector político, que lidera el ex presidente Uribe, obtuvo en las elecciones a Congreso de marzo algo más de dos millones de votos lo que le permitirá contar desde el 20 de julio próximo con una sólida bancada parlamentaria: 19 senadores y 20 representantes a la Cámara. Ello sumado al protagonismo político desmedido de un dirigente cuestionado como Uribe que, no obstante su pasado inmediato, tiene amplia recepción en diversos sectores de la derecha. En un país “conservatizado” como Colombia, esta circunstancia ha producido sus réditos políticos. El segundo factor, es que la campaña santista considera que Zuluaga es el contrincante más fácil a vencer en segunda vuelta por cuanto que explotará el eslogan de “paz o guerra” e instalará como ya lo viene haciendo, las versión cierta de que Zuluaga es “un títere” de Uribe. Además, insistirá en que elegir a Zuluaga sería como reelegir a Uribe y sacará a relucir los múltiples escándalos de corrupción de sus ocho años de gobierno y sus estrechos nexos con el narcoparamilitarismo, así como sus pésimas relaciones con los gobiernos progresistas de América Latina, particularmente con los de Venezuela y Ecuador. En ese propósito de “inflar” a Zuluaga está contribuyendo el sistema monopólico de medios de comunicación que está alineado con Santos, el cual se ha prestado además, para la manipulación de encuestas y sondeos de opinión.

Podría pensarse que el Acuerdo de Paz sería el tema más relevante de la campaña, sin embargo los sondeos de opinión ponen como prioridad otros temas como el desempleo, cuando ni siquiera está en su índice más alto…

Si bien el tema del proceso de paz con las FARC es de suma importancia para un país como Colombia que lleva más de 60 años de conflicto interno, en esta campaña su incidencia no ha sido de mayor relieve como habría de esperarse por cuanto de los cinco candidatos, tres: Santos, Clara López (Polo Democrático Alternativo) y Enrique Peñalosa (Partido Verde) han expresado abiertamente su respaldo a los diálogos de La Habana, mientras que Zuluaga y la conservadora Martha Lucía Ramírez son claramente adversos al mismo. La campaña presidencial en materia de paz solo ha girado en torno de quiénes son los candidatos que continuarían con los diálogos y quiénes no, por lo que el tema ha terminado reducido en si los colombianos quieren “paz o guerra” para el cuatrienio próximo. En cuanto al tema del desempleo, hay que decir que sí genera inquietud e interés en razón a que si bien el gobierno muestra cifras en la dirección de que la desocupación laboral viene reduciéndose, lo cierto es que las mismas son engañosas y manipuladas. En efecto, no hay que olvidar que en Colombia, por virtud de las políticas neoliberales, algo más del 65% de la población activa labora en la informalidad y un gran porcentaje de los trabajadores son tercerizados. No existen por lo tanto prestaciones ni derechos laborales para el grueso de la población activa, razón por la cual el tema del empleo y la obtención de un salario digno constituyen una prioridad para la sobrevivencia de la mayor parte de los colombianos que deben soportar la precariedad laboral.

Volvió la Unión Patriótica, la izquierda logró confluir con una candidatura de unidad. ¿Cómo se imagina los cambios a futuro en el escenario político?

En buena medida, el futuro de la izquierda en Colombia va a depender del proceso de paz con las FARC. Si se llega a buen puerto en la negociación con la insurgencia, el tablero político del país cambiará sustancialmente y ahí la izquierda podrá tener perspectiva y horizonte en la medida en que logre concretar una gran convergencia de los sectores progresistas y democráticos para entrar a disputarle el poder a la derecha que tradicionalmente ha gobernado a Colombia. Por lo pronto, sectores de izquierda como el Polo Democrático y la Unión Patriótica tienen que seguir apostándole a consolidar un frente amplio de los sectores políticos y sociales alternativos (tipo el que gobierna en Uruguay) capaz de convertirse en opción válida de poder.

¿Por qué hay una gran parte de la sociedad que se abstiene de ir a votar?

Tradicionalmente Colombia ha sido un país de una inmensa abstención electoral debido al alto grado de corrupción de su clase gobernante y su incapacidad reiterativa para solucionar los ingentes problemas de la sociedad. Más del 60% de la población se abstiene de acudir a las urnas por su desencanto con una clase política conservadora que no ofrece alternativas. Cuando surge en este país un líder progresista o de izquierda, la misma clase tradicional liberal-conservadora que ha gobernado esta nación desde su independencia lo extermina vía la estigmatización y el homicidio como ha sucedido con dirigentes como Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro y Jaime Pardo Leal. La mayoría de la población vive por ello desencantada con la política, habida cuenta que los colombianos deben convivir con un esquema político paralizante caracterizado porque hay alternancia de personajes en el poder pero sin alternativas reales de cambio. En definitiva y parodiando al dirigente argentino peronista John William Cooke, podríamos decir que las zozobras del establecimiento colombiano “son las de un mundo agotado tratando de estirar los plazos de su aniquilamiento”.

En caso de que Santos y Zuluaga lleguen a segunda vuelta, tal como indican los sondeos de opinión, ¿cuál considera que será el escenario en el futuro inmediato de Colombia?

El escenario que se vislumbra en caso de que Santos y Zuluaga pasen a la segunda vuelta va a ser de incremento de la guerra sucia. La campaña presidencial se criminalizará aún más con denuncias penales de lado y lado. Con un Álvaro Uribe de jefe de campaña de Zuluaga siendo agresivo contra el proceso de paz y obviamente con Juan Manuel Santos. Se desencadenará entonces un período de agravios, los ataques personales subirán de tono, lo que puede ocasionar actos violentos. El santismo, por su parte, buscará por todos los medios instalar una matriz de opinión en el país según la cual la disyuntiva es guerra o paz, e inculcará temor por el retorno de un estilo de gobierno de ultraderecha como el de Uribe, representante del narcoparamilitarismo, capaz de hacer lo que sea por lograr sus funestos propósitos. La realidad política y social colombiana se tensará aún más en medio de un inconformismo generalizado de una población que solo ve postergar las soluciones a sus problemas más acuciantes.

Por último, ¿cuáles son sus expectativas en relación a los diálogos de La Habana?

Mis expectativas apuntan a que tanto el gobierno como las FARC logren concretar un acuerdo de desmovilización de la insurgencia que es el principio para comenzar a construir la paz. De esta manera se podrían poner los primeros cimientos para iniciar el posconflicto que debe caracterizarse por la ampliación de espacios democráticos y la ejecución de reformas como la agraria y la económica para posibilitar una mejor distribución de la riqueza y garantizar simultáneamente verdaderas oportunidades para la inmensa mayoría de los colombianos. Es un camino largo, lleno de dificultades, pero un reto apasionante para los sectores democráticos y alternativos que buscan para este país, “una segunda oportunidad sobre la tierra”, como en la crónica novelada del escritor colombiano Gabriel García Márquez.



Portal del Sur.info, 22 de mayo de 2014.