domingo, 17 de noviembre de 2013

NEOLIBERALISMO

ENTREVISTA CON EL LÍDER PERUANO DE LA RESISTENCIA POPULAR, HUGO BLANCO GALDÓS

“PARA ENFRENTAR LA GUERRA DEL GRAN CAPITAL CONTRA LA HUMANIDAD, NO HAY MÁS QUE CONSTRUIR PODER DESDE ABAJO”



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

Con la experiencia que le dan décadas de lucha y de resistencia popular, Hugo Blanco Galdós, uno de los principales referentes de la dirigencia política y  campesina del Perú, no duda en señalar que para enfrentar el infame sistema capitalista y su criminal modelo de expoliación a los pueblos, el neoliberalismo, no hay más alternativa que construir poder desde abajo.

Sostiene que conjuntamente con la lucha por construir poder hay que desenmascarar a los gobiernos neoliberales como los que en América Latina impulsan a instancias de Estados Unidos la Alianza para el Pacífico, los cuales  para justificar la implementación de las políticas de libre mercado hablan de “progreso y desarrollo”, cuando en realidad se trata de mantener “la guerra del gran capital contra la naturaleza y la humanidad”.

Nacido en Cusco hace 79 años, Hugo Blanco es todo un personaje por los avatares de la vida que ha tenido que sortear y su incansable actividad política, social y periodística que desarrolla para resistir las injusticias y el neoliberalismo que carcome a su país.

A los 16 años de edad siendo aún estudiante comenzó su actividad de resistencia civil que lo ha caracterizado a lo largo de su vida. Recuerda que fue durante la dictadura de Manuel A. Odría cuando participó activamente en una huelga estudiantil de la que aprendió que “la acción colectiva enérgica contra la injusticia es efectiva”. Desde entonces su existencia ha transcurrido entre el exilio, la resistencia, la cárcel, la política, la organización campesina y popular, y el ejercicio del periodismo.

En 1955 cuando trabajaba como obrero frigorífico en Argentina participó en la protesta contra el golpe de Estado al presidente Juan Domingo Perón, posteriormente a comienzos de los años 60 hizo parte activa de la lucha que posibilitó la primera reforma agraria en el Perú para lo cual debió organizar una autodefensa que le valió un carcelazo de tres años, incomunicado. Vino el juicio y lo condenaron a 25 años de prisión. La condena no quedó ahí, su caso pasó a un tribunal militar en el que el fiscal pidió la pena de muerte. Las reacciones no se hicieron esperar, la solidaridad internacional fue contundente y la campaña por su liberación se hizo cada vez más fuerte por lo que le  fue otorgada una amnistía. Luego de siete años de prisión fue deportado a México, de ahí viajó a Argentina donde nuevamente fue encarcelado por sus antecedentes pero gracias a que en Chile se había instalado el gobierno progresista de Salvador Allende fue recibido para colaborar en el denominado Cordón Industrial que era un forma de organización obrera de contención a los ataques de la derecha fascista. A raíz del golpe de Pinochet, Blanco debió asilarse en la embajada de Suecia en Santiago y posteriormente viajó a ese país.

SOBREVIVIENTE DEL PLAN CÓNDOR


Luego de su periplo por Europa logró ingresar a Estados Unidos mediante una argucia legal, visitó 48 ciudades norteamericanas en las que dictó conferencias denunciando el rol imperialista de ese país y la política propagandística y de fachada del gobierno de James Carter que preconizaba el respeto por los derechos humanos. Mientras tanto, en el Perú, sus compañeros de lucha aprovecharon que la dictadura militar convocó a elecciones para integrar una Asamblea Constituyente para inscribirlo como candidato, ante lo cual el gobierno debió permitir su regreso. La campaña electoral se desarrolló en medio de un ambiente de pugnacidad y de confrontación con el régimen militar. Aprovechando un espacio de televisión otorgado a los candidatos, Blanco Galdós no dudó en señalar que “la lucha social era más importante que las elecciones” y llamó a respaldar un paro general. A las pocas horas ya estaba preso junto con otros líderes de izquierda.

Eran los tiempos del Plan Cóndor, mediante el cual las dictaduras del Cono sur actuaban coordinadamente para apresar, torturar y desaparecer a quienes consideraban enemigos internos. Por eso es que la dictadura peruana trasladó a Blanco y a sus compañeros de infortunio en un avión militar a un cuartel en Jujuy, Argentina. “Afortunadamente –recuerda- un periodista fotografió el avión y por eso no pudieron desaparecernos”. Tras su estancia en Argentina retornó a Suecia nuevamente como exiliado pero sin declinar en su lucha por lo que fue elegido en ausencia a la Constituyente con la más alta votación de la izquierda. Al retornar a su país luego de un año en Europa, fue elegido diputado primero y senador después, posición que ocupó hasta el autogolpe de Alberto Fujimori en abril de 1992.

Tanto la dictadura fujimorista como el grupo armado Sendero Luminoso lo sentenciaron a muerte por lo que decidió autoexiliarse y retornar luego de cuatro años para trabajar con la Federación Departamental de Campesinos del Cusco. Actualmente dirige el periódico mensual Lucha Indígena y continúa recorriendo el mundo invitado a dictar conferencias sobre sus luchas y la resistencia contra el proyecto minero de Conga en la región peruana de Cajamarca.

Para hablar sobre el extractivismo minero en su país y las organizaciones campesinas de resistencia, la Contraloría General de la República de Colombia lo invitó a participar del Seminario Internacional Política rural: riesgos, retos y perspectivas que realizó recientemente en Bogotá.

POR LA VÍA ELECTORAL NO HAY ESPERANZA


En diálogo con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET, Hugo Blanco es categórico en afirmar que los cambios sociales no se van a dar por la vía electoral sino que, reitera, hay que seguir en el empeño de construir poder desde abajo

-          ¿Si no es mediante política electoral cómo se construye poder?

-          Por vía de elecciones no tengo ninguna esperanza, por elecciones no se va a arreglar la situación. En el panorama tampoco se ve que va a haber una revolución como la rusa, la china o como la cubana. No se vislumbra eso en el panorama por lo que es necesario la construcción de poder. La gente involuntariamente, inconscientemente, sin saberlo, está construyendo poder. Por ejemplo, los zapatistas o las gentes de Tlaxcala en México conscientemente están construyendo poder. En Colombia los compañeros del Putumayo que están luchando por concretar un proyecto educativo, están construyendo poder. Quienes practican la medicina natural o alternativa y están contra el negocio rentable de los laboratorios farmacéuticos, ellos también están construyendo poder. También lo están haciendo aquellas cooperativas de productores de cultivos ecológicos que están conectados con consumidores. Hay algunos lugares donde se practica el trueque o las fábricas tomadas por los trabajadores en Argentina, eso también es construcción de poder. Entonces desde abajo tenemos que construir poder.

-          ¿En su país en que se privilegian las políticas neoliberales para favorecer al gran capital, se está construyendo poder?

-          En el Perú, concretamente en la región de Conga, quienes están luchando contra la gran minería contribuyen a construir poder pero no es algo muy notorio. En mi país estamos atrasados en la lucha social  en comparación con Ecuador y Bolivia, en gran medida debido a la guerra interna que vivimos por espacio de 20 años y en la que fueron asesinados más de 70 mil peruanos, la mayor parte de ellos indígenas y campesinos. La Confederación Campesina del Perú, a la que yo pertenezco, tenía bases populares casi  en todo el país y luego de la guerra interna quedaron dos o tres federaciones, con lo cual se debilitó la organización.

LA FARSA DEL GOBIERNO DE HUMALA

Al referirse al gobierno de Ollanta Humala, este luchador popular hace un sintético y esclarecedor perfil del actual presidente peruano:

- El liderazgo de Humala es prefabricado, es una farsa. Él fue un fujimorista servil y por eso lo pusieron de comandante en un cuartel en Locumba en el departamento de Tacna. Cuando Vladirmiro Montesinos, el asesor de Fujimori, necesitaba fugarse le ordenó que se insurreccionara entonces Humala sacó a los soldados de la guarnición y luego llamó a Radio Programas del Perú (RPP) para anunciar que se había levantado contra la dictadura. En ese levantamiento contra el gobierno de Fujimori no hubo ningún herido, ni siquiera un rasguño. Cuando llegó Valentín Paniagua al gobierno se rindió ante él, estuvo pocos días preso, luego se le concedió una amnistía y en el gobierno de Alejandro Toledo fue enviado como agregado militar a Francia y Corea del Sur. Además, Humala se enorgullece de las felicitaciones que recibió de sus superiores. En el Perú los altos mandos militares solo felicitaban en los años de la guerra interna a los que mataban en la selva. Y hubo militares que se negaron a matar inocentes y tuvieron que fugarse del país para que no los mataran a ellos, pero a Humala lo felicitaron. Y curiosamente su hoja de servicios militares se perdió.

LA GENTE NECESITA AGUA Y NO ORO PARA VIVIR


Blanco Galdós es enfático cuando habla sobre el extractivismo. Si bien apoya  y destaca a los gobiernos progresistas de Suramérica “porque verdaderamente han tomado medidas contra el imperio y contra las políticas neoliberales, y además han surgido gracias a movimientos populares fuertes”, es crítico de proyectos como la construcción de la carretera en el Tipnis en Bolivia, la explotación del Parque Yasuní en Ecuador, y la falta de atención a la comunidad indígena de los yukpas en Venezuela por parte del gobierno del presidente Hugo Chávez.

“La gente –sostiene en tono enfático- necesita agua y no oro para vivir. Como ahora ya no hay vetas de oro, lo que se hace es explosionar cuatro toneladas de roca para sacar un grano de oro, eso en cualquier parte es un desastre y es nocivo, en el caso del proyecto Conga en el Perú es criminal. Sin oro, repito, se puede vivir, ahora si se requiere para algunos instrumentos hay bastante depositado en los bancos del mundo”.

“En Conga, la empresa minera está armando escuadrones paramilitares con campesinos de la región de Cajamarca para que ataquen a sus paisanos y vecinos de la región que se oponen al proyecto minero. Lo que termina siendo es un enfrentamiento entre campesinos. Ello se debe a que es el gran capital el que gobierna el Perú”.

-          ¿Dada su postura de firme defensor del medio ambiente, se considera próximo al ecosocialismo?


-          Cuando estoy en Europa digo que soy ecosocialista, pero cuando estoy en Latinoamérica me da vergüenza decir que lo soy porque un mapuche chileno me dice que ellos están en contra del gobierno socialista de Bachelet y los indígenas bolivianos y ecuatorianos me dicen que están luchando contra el ecosocialismo. Pero sí, yo me considero ecosocialista.


NEOLIBERALISMO

ENTREVISTA CON EL ANTROPÓLOGO COLOMBIANO ARTURO ESCOBAR

LA ALTERNATIVA AL MODELO HEGEMÓNICO DE DESARROLLO CAPITALISTA ES EL CONCEPTO DEL BUEN VIVIR


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

El concepto de desarrollo no ha sido más que un proceso de acumulación de capital y de progreso técnico y es un proyecto económico, capitalista, imperial y cultural que “surge de la experiencia particular de la modernidad europea y subordina a las demás culturas y conocimientos”. Esta descripción de “desarrollo” es del antropólogo colombiano y catedrático universitario Arturo Escobar, quien a través de sus investigaciones y trabajos bibliográficos ha hondado sobre el tema para develar esta noción fantasmática y omnipresente que los decadentes organismos  hegemónicos de crédito internacional y sus centros de pensamiento han querido imponer a los países del llamado despectivamente tercer mundo, luego de la Segunda Guerra mundial.

Con base en la manipulación publicitaria por parte de los sectores hegemónicos, el término “desarrollo” se convirtió, explica Escobar, “en una certeza en el imaginario social”. Por eso es que se habla de planes de desarrollo de los gobiernos, estrategias para el desarrollo social, modelos de desarrollo económico y hasta se han erigido instituciones con dicha acepción como el funesto Banco Interamericano de Desarrollo que propala a los cuatro vientos la criminal doctrina neoliberal.

Lo cierto es que la concepción de desarrollo impuesta “privilegia el crecimiento económico, la explotación de recursos naturales, la lógica del mercado y la búsqueda de satisfacción material e individual por sobre cualquier otra meta”.

Frente a ese concepto, Escobar a través de sus investigaciones en el ámbito de la ecología política y la antropología busca plantear alternativas que posibiliten superar esa concepción de explotación y dominación capitalista y aporten a las transformaciones globales a partir del lugar, el medio ambiente y la articulación y fortalecimiento de los movimientos sociales.

Su profundo e interesante trabajo científico-social está contenido en varios textos y ensayos como su tesis de doctorado La invención del Tercer Mundo, construcción y deconstrucción del desarrollo (1996); o sus libros, Más allá del Tercer Mundo: globalización y diferencia (2005); Una minga para el postdesarrollo (2010); y El final salvaje. Naturaleza, cultura y política en la antropología contemporánea (1999).

Sobre estos tópicos y la situación social de Colombia, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET, entrevistó a este intelectual dedicado al estudio de temas como la globalización, la colonialidad, la modernidad, la antropología del desarrollo, la cultura, la ecología política y los movimientos sociales.

Escobar, oriundo de Manizales, Colombia, se formó como ingeniero químico en la Universidad del Valle en donde completó sus estudios con un postgrado en Bioquímica. Tras participar  en algunos proyectos de índole social en Colombia terminó realizando su doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad de California. Actualmente es profesor de antropología y director del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, e investigador asociado del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). Dada su brillante carrera académica es uno de los referentes actuales de las ciencias sociales de América Latina.

Recientemente estuvo en Bogotá invitado por la Contraloría General de la República de Colombia participando como expositor en el Seminario Internacional Política rural: riesgos, retos y perspectivas.

IR MÁS ALLÁ DEL DESARROLLO CAPITALISTA



-          En su libro Una minga para el postdesarrollo afirma que el “desarrollo” entre comillas simplemente ha sido un dispositivo de poder para el saqueo de los países del denominado tercer mundo, concretamente,  América Latina. Si ha sido un fracaso el “desarrollo” como usted bien lo expone en sus  trabajos bibliográficos, ¿por qué hablar del postdesarrollo, no sería mejor aludir a otro tipo de desarrollo?

-          Acabamos de salir de una de las sesiones de este foro de la Contraloría General de la República de Colombia sobre Ley de víctimas y restitución de tierras y una de las personas que hablaron fue precisamente el presidente de Fedegan (Federación de Ganaderos). Él da por sentado que el único modelo racional de desarrollo es el modelo de la gran empresa, lo cual indica que eso sigue muy vivo, por otro lado veíamos como se empieza a desquebrajar ese discurso con la intervención de la exministra Cecilia López, quien reivindica lo que me parece fascinante y es el modelo pequeño campesino con respecto a la de vida campesina que es un modelo muy diferente, aunque creo que todavía la concepción de desarrollo que tiene la mayoría de la gente, sobre todo en el poder del Estado y las empresas, es esa concepción tradicional de que el desarrollo tiene que ver con un gran capital, con grandes empresas, con crecimiento económico, con tecnología, etc., etc., y que nada que no sea eso puede competir, o que si quiere ser contado en las negociaciones tiene que saber competir, ser productivo y eficiente, entonces desde ese tipo de vista me parece que la crítica al desarrollo tiene que seguir haciéndose porque todavía continuamos por un modelo hegemónico de desarrollo aunque cada vez se cuestione más. Ahora, creo que usted tiene toda la razón en el sentido de que hablar de postdesarrollo es como una etapa provisional de que introduzcamos en el imaginario nacional y popular la idea de que no hay que quedarse estancado en este cuento del desarrollo, especialmente en el sentido convencional de la palabra, de que tenemos que ir más allá, pero hasta ahí podemos estar de acuerdo, ya de ahí para adelante comienzan los desacuerdos. ¿Qué quiere decir ir más allá del desarrollo? Ahí hay todo tipo de perspectivas, y todo tipo de propuestas. A mí en estos momentos me gusta mucho una propuesta que se discute mucho en Bolivia y en Ecuador, pero que también se discute en Perú, en Argentina, en Uruguay, empieza a discutirse en Colombia, que es el concepto del Buen Vivir. Con esto respondo a su pregunta, no hablemos de desarrollo, ni de postdesarrollo, hablemos del Buen Vivir, del Sumak kawsay en quichua o  Sumak qamaña en aimara. Desde esa perspectiva ya hay una alternativa para el desarrollo, tangible, concreta, que son esas propuestas del Buen Vivir que en Colombia algunos movimientos y asociaciones técnico-  territoriales indígenas y afrodescendientes están empezando a reivindicar y algunas comunidades campesinas también.

-          Usted también habla en otro de sus libros, La invención del desarrollo, en un texto muy interesante sobre la “transición al pluriverso”. ¿Qué quiere significar con ello?

-          Básicamente la idea es muy sencilla, eso suena como una palabra nueva, difícil de entender y está dividida en dos partes. La primera parte es que el modelo dominante se basa en que todos vivimos en un mundo globalizado y que es un mundo en donde hay una forma verdadera de entender las cosas que, de nuevo, es la forma que tiene que ver con el mercado y con  la racionalidad de las cosas, y con el individuo y con la rentabilidad, y  con la ganancia, con la eficiencia, etc.  Y que todos tenemos que acomodarnos a  ese mundo. Pues no. Si pensamos desde los territorios indígenas, desde los territorios de afrodescendientes, desde los territorios campesinos, nos damos cuenta que el mundo no es así solamente, ese es un mundo, el mundo dominante, pero hay muchos otros mundos, hay otras muchas formas de ver la vida, hay muchas otras cosmovisiones, cosmologías, cosmogonías, como quiera que se las llame. La mejor expresión del concepto de pluriverso la tienen los compañeros zapatistas, ellos hablan de un mundo en el que quepan muchos mundos, esa es la definición de pluriverso, no queremos un solo mundo, el que nos trata de vender la globalización neoliberal, el Estado, las transnacionales, el discurso empresarial, queremos un mundo en el que quepan muchos mundos, un mundo realmente pluralista.

-          Hace un par de semanas me llamó la atención que usted suscribió una carta con otros intelectuales de América Latina, en la que rechazan el anuncio del presidente Rafael Correa de explotar el parque Yasuni-ITT en la amazonía ecuatoriana. En su artículo periodístico “Pachamámicos versus modérnicos” señala precisamente que no se pueden cerrar las llaves del extractivismo y que  no podemos tampoco llegar a los extremos de los Eduardo Gudynas y Alberto Acostas, que terminaron haciéndole el juego a la derecha latinoamericana. En su calidad de ingeniero químico sabe usted muy bien que hoy existen tecnologías que pueden alivianar el impacto ecológico de las explotaciones minero-energéticas, que necesariamente va a haber. En Ecuador se está proyectando reconfigurar la matriz productiva a partir de la explotación de los recursos naturales, si no es así, entonces, ¿no se  pueden usar esos recursos y que la población se muera de hambre?

-          Yo creo que ni lo uno ni lo otro. Yo pienso que Gudynas y Acosta no están diciendo que no se puede tocar la naturaleza, ellos lo que están diciendo es que hay que subordinar el uso de los recursos de la naturaleza al Buen Vivir. Hay que subordinar la economía al Buen Vivir y no el Buen Vivir a la economía que es lo que está haciendo el progresismo de izquierda en América Latina. Ahora, mi posición personal es que tenemos que apoyar los regímenes de izquierda en América Latina. Tenemos que apoyar a Correa, tenemos que apoyar a Maduro en Venezuela, tenemos que apoyar a Evo Morales, a Mujica, a Cristina  Fernández, etc. Pero tenemos que hacerlo desde una posición crítica, es decir mucho mejor lo que están haciendo los gobiernos de izquierda progresista que lo que están haciendo los gobiernos de derecha puramente liberales y extractivistas como en Colombia y México. Pero eso no quiere decir que no sean extractivistas, continúan siendo extractivistas. La transición, la transformación de la matriz productiva de que habla Correa, de que habla el vicepresidente Álvaro García Linera en Bolivia, por ejemplo, es una perspectiva muy interesante e importante que, como bien sabemos, tiene cierta tendencia a la economía política marxista. pero hay muchas otras tendencias. La economía política marxista me parece que es importante, muy respetable y hay que defenderla hasta cierto punto, pero también hay que hacerle la crítica desde la perspectiva ambiental, y desde la perspectiva de los derechos de los grupos étnicos y sobre todo desde la perspectiva étnica territorial. Y por eso sabemos que muchos grupos indígenas en Bolivia y en Perú han pasado a la oposición, muchos ambientalistas obviamente han pasado a la oposición en Ecuador y me parece que es una posición que también tenemos que escuchar y respetar.

-          Usted también se refiere en sus trabajos e investigaciones a la modernidad-colonialidad. ¿Se puede hablar en América Latina de modernidad cuando aún no logramos la emancipación y seguimos siendo colonizados ideológica y económicamente?

-          Me parece que sí y no. Es decir, no podemos hablar de modernidad  como algo que ha tenido éxito, como algo que ya está acabado, como algo que se ha completado. Hay gente que dice que la modernidad es un proyecto incompleto, sí, está bien, pero yo creo que en América Latina, como lo dice por ejemplo Habermas, tenemos que llevar a éxito las promesas de la modernidad. A mí me parece que en América Latina la modernidad siempre ha tenido un lado perverso; la implementación de la modernidad ha sido perversa; no solamente incompleta sino perversa. Eso es lo que queremos decir con colonialidad, desde esa perspectiva ha habido intentos de implementar la modernidad pero han sido intentos parciales, fallidos, lo que se ha logrado es realmente crear sociedades incompletas, sociedades desiguales, sociedades que no responden a los imaginarios y los deseos y realidades de los mismos territorios y pueblos que existen en América Latina.


-          Finalmente, en uno de sus últimos artículos periodísticos titulado  “La Colombia del futuro”, usted comienza diciendo que este país de hoy es el “de la devastación, décadas de desarrollo solo han exacerbado la desigualdad social, la concentración de tierras, las injusticias”. Coligiendo, Colombia está inmersa en un proceso de capitalismo salvaje y se ha convertido en el epicentro de los grandes imperios financieros para su explotación. ¿Ud. lo ve así?


-          Sí, definitivamente, yo creo que como ha quedado muy claro en este foro, el modelo agrario en Colombia es un modelo fallido, los mismos entes del Estado lo están diciendo. Es decir, llevamos sesenta años de un modelo de desarrollo agrario en base de promover la gran empresa, el gran capital y cada vez es más cínico y más despojador como lo sucedido con programas gubernamentales como Agro Ingreso Seguro y los escándalos de apropiación de baldíos, entre otras cuestiones. Yo lo que veo definitivamente es un capitalismo salvaje. Por eso es digo que Colombia es un caso de prueba a nivel global de qué tanto se pueden exprimir los recursos, los pueblos y los territorios. La gente del poder se pregunta cómo nos podemos salir de este proceso de explotación y de despojo sin que se venga contra nosotros, porque tarde o temprano se va a venir contra todos por cuanto que los resultados son desastrosos.


GLOBALIZACIÓN

ENTREVISTA CON EL PERIODISTA CATALÁN RAFAEL POCH-DE-FELIU

AMÉRICA LATINA ES LA REGIÓN QUE GEOPOLÍTICAMENTE MÁS PUEDE SINTONIZARSE CON CHINA




POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

Invitado por la Contraloría General de la República de Colombia a participar como expositor en el Seminario Internacional Política rural: riesgos, retos y perspectivas que recientemente se llevó a cabo en Bogotá, el periodista catalán, especializado en temas europeos y asiáticos, Rafael Poch-de-Feliu consideró el proceso económico de China como un paradigma en la actual crisis global.

Según su análisis, “no hay en el mundo un país que reúna de una forma tan aguda y tan concentrada todas las contradicciones de la mundialización, los problemas de recursos de sostenibilidad como se presentan en China”, por lo que si logra salir adelante será un paradigma de verdadero desarrollo.

Aprovechando su presencia en Bogotá, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET dialogó con él sobre el liderazgo cada vez más creciente del gigante asiático en la geopolítica internacional, la crisis económica de Europa y la catástrofe social en que ha caído España, hoy gobernada por una mafia política de ultraderecha que ha profundizado el criminal modelo neoliberal.

Poch-de-Feliu nació en Barcelona y tiene una amplia experiencia periodística. Fue corresponsal en Europa del Este, en la Urss/Rusia y en China. Actualmente es corresponsal en Berlín del diario La Vanguardia de Barcelona. Antes fue corresponsal en España del diario alemán “Die Tageszeitung”, colaborador de la edición española de “Le Monde Diplomatique”, redactor de la agencia alemana de prensa DPA en Hamburgo. Ha escrito tres libros sobre Rusia, uno sobre China que lleva por título: “La actualidad de China. Un mundo en crisis, una sociedad en gestación”. Su último trabajo bibliográfico se llama “La quinta Alemania. Un modelo hacia el fracaso europeo. (2013).

EL AMOLDAMIENTO DE CHINA A LA GLOBALIZACIÓN




-          ¿Considera que con la emergencia geopolítica de China, en el caso de América Latina surge un proceso de bipolaridad frente a la potencia Norteamericana?

-          Bipolaridad quizá es una palabra muy grande, muy pretenciosa. En el caso de Latinoamérica yo no tengo una opinión formada, en lo que respecta a África la bipolaridad es modesta, pero existe en el sentido de que ahora hay otro polo al cual venderle las cosas y ya no hay un monopolio. Además, China no pone condiciones políticas en sus relaciones comerciales y económicas lo cual es interesante, se atreve a hacer obras en países desahuciados como es el caso de Sierra Leona o República Democrática del Congo. Ahora, yo quizá no iría tan lejos como para afirmar que hay elementos de alternatividad en la presencia comercial de China en estos países. De bipolaridad si la hay porque la hegemonía norteamericana tiene que hacer sitio a este país grande que emerge en una posición bastante débil todavía en la globalidad, una globalidad que no inventó China sino que la inventaron y controlan los países occidentales más importantes, China se ha amoldado a esta globalidad con cierta habilidad y ese es su éxito. Precisamente administrar con habilidad una posición débil dentro de la globalidad.

-          Su conferencia en este foro convocado por la Contraloría General de Colombia lleva por título: Mucha gente, poca tierra. El paradigma chino en la crisis global. ¿Por qué es un paradigma el proceso chino?

-          Porque probablemente no hay en el mundo un país que reúna de una forma tan aguda y tan concentrada todas las contradicciones de la mundialización, los problemas de recursos de sostenibilidad como se presentan en China, entonces es un paradigma en el sentido de que si logra resolver su vía de desarrollo basada en la crematística, en la combustión de combustibles fósiles para la producción de riqueza, si esta gran nación con todas las dificultades objetivas que tiene logra afirmar una vía de desarrollo sostenible, quiere decir que todo el mundo podrá hacerlo realmente porque nadie lo tiene más difícil que China.

-          ¿Cómo se podría definir el proceso político económico de China? ¿Una combinación de capitalismo salvaje y de régimen comunista en lo político?

-          Los ismos nunca han casado muy bien con China. Yo hablaría más que  de comunismo de capitalismo, capitalismo rojo o comunismo “capitalistoide”, formulas estrambóticas que se dicen. Yo hablaría de un modelo chino, de una vía china, y esa vía china tiene una lógica profunda que es la de salir del hoyo, de un país en desarrollo que quiere salir del agujero. Eso en los años treinta pasó por el comunismo, cuando el comunismo era percibido en el mercado de las ideas mundiales de aquella época y China compró entonces aquello. En los años setenta, después de la muerte de Mao, parecía que cierta economía de mercado era más exitosa, lo veíamos en los tigres asiáticos, todos los países que rodean a China y por la misma razón por la que en los años treinta y  cuarenta se compró el comunismo, en los años ochenta y noventa China compra la economía del mercado. Pero ambas operaciones de compra están unidas por la misma lógica, que es la idea de afirmar una China fuerte y próspera. Ese es un poco el impulso de los agentes chinos, por muy contradictorio que sea, desde el punto de vista del modelo chino es menos contradictorio de lo que parece.

-          ¿Europa y América Latina se están  familiarizadas con el proceso de emergencia de China? ¿Aún existe desconocimiento de este fenómeno por parte de  los dos continentes frente al gigante asiático?

-          América Latina y Europa son diferentes. Europa forma parte del centro mientras que América Latina está en una posición que históricamente puede sintonizar más con la posición china anticolonialista, con lo que es la tradición china. Yo creo que en general se conoce poco a China, pero las exportaciones, el papel creciente que China tiene en la vida europea, por ejemplo, en Alemania con la tremenda dependencia que empieza a tener con respecto a las exportaciones chinas hace que comprendiéndola o no tengan que tomarla en serio. La época en que China era un país allá al fondo a la derecha ha pasado a la historia realmente. No se puede ignorar a China. Pero sí que se la puede rodear, cercar y hacer todo tipo de perradas posibles para evitar lo que es la obsesión histórica de Occidente: que surja otro polo que domine el mundo. La obsesión occidental en este mundo de hoy es la del dominio, la del poder. Sí no mandamos nosotros mandaran otros y esos otros obligatoriamente harán lo mismo que hemos hecho nosotros. La idea que pueda haber de un nuevo poder emergente no tan obsesionado con el dominio mundial o con la hegemonía mundial es bastante extraña.

EUROPA VA CAMINO AL FRACASO

-          Cambiemos de tercio y hablemos un poco de Europa que atraviesa por una difícil situación económica, en gran medida por sus políticas neoliberales que dieron al traste la política de estado de bienestar. En su último libro La quinta Alemania, un modelo hacia el fracaso europeo, sugiere que el modelo  impuesto por este país a Europa va camino al fracaso, ¿por qué?

-          Sí, va camino al fracaso y esto no es una discusión ideológica sino que es empírica, o sea la receta que Alemania propone a Europa se basa en la posteridad, es una receta de planteamiento neoliberal, intenta solucionar el problema con las mismas recetas, los mismos medios que produjeron el problema y esa receta de austeridad encaminada a reducir las deudas de los países no está reduciéndolas sino que las está incrementando y a partir de esta realidad hay poca discusión. Pero lo que es muy desintegrador para lo que se llama el proyecto europeo, para la Unión Europea, es el hecho de que un país imponga a los 27 restantes o a gran parte de ellos su voluntad, eso no tiene nada que ver con el contrato social que algún día nos vendieron a los europeos para comprar la Unión Europea y lógicamente esto en la historia de Europa acaba conduciendo a un tipo de rebelión, las naciones contra aquella nación que intenta imponerse. Además, Alemania no tiene la fuerza suficiente, representa alrededor de un treinta por ciento de la economía de la eurozona como para afirmar una hegemonía comparable a la que Estados Unidos ejercía a todo un continente después de la Segunda Guerra mundial, cuando su economía era más fuerte que la de todos sus socios sumados.

-          ¿Podemos colegir con ello que la concepción filosófica eurocentrista y el proceso de Unión Europea están mandados a recoger?

-          Si mira las estadísticas ahora, el prestigio de la Unión Europea sobre todo en los países más preeuropeos que había que eran los del sur ha caído radicalmente. Hay un nivel de descontento enorme, entonces nadie quiere pertenecer a un club en el que tu soberanía nacional es arrasada,  donde tu Constitución es modificada en 24 horas por unas órdenes que se han elaborado en Berlín o en Bruselas sin ningún tipo de procedimiento democrático, esto es una especie de dictadura y sobre esto es muy difícil creer en un club basado en esos términos.

-          ¿Pero eso es consecuencia del neoliberalismo a ultranza?

-          Por su puesto, claro.

ESPAÑA Y LA IMPOSIBILIDAD DE PENSARSE A SÍ MISMA




-          Ahora hablemos un poco de España. ¿Usted es catalán o español?

-          Bueno, yo pertenezco a esa parte de catalanes que tienen una identidad doble o triple.

-          La pregunta es porque la España de ese partido conservador y neoliberal que es el Socialista Obrero Español al que sucede en el gobierno una mafia política llamada Partido Popular implosionaron ese reinado de Juan Carlos I de Borbón y lo que se observa es la reacción de los catalanes que buscan la separación de España…

-          Es un fuerte impulso independentista nuevo.

-          ¿Por qué?

-          Yo creo que contiene realidades diferentes, incluso contradictorias, por ejemplo diría que es el deseo de las élites catalanas que han tenido que acometer políticas neoliberales en Cataluña muy impopulares, de  recorte de sanidad y educación que han planteado este tipo de independentismo. Otro es el ansia popular, perfectamente legítima de amplios sectores de la sociedad catalana desencantados un poco con lo que ha sido la transición española y que a partir de la lectura independentista quieren reformular el pacto con Madrid. Reformularlo en muchas direcciones, en lo social firmando el derecho a decidir. Esta fórmula del derecho a decidir es muy interesante porque abre campos para la izquierda en cuanto al derecho a decidir el modelo de sociedad que queremos, el derecho a decidir no solo en nuestra relación con España sino también qué sanidad, qué educación queremos, etc. Entonces ese independentismo puede tirar para un lado o para otro. Puede tirar hacia el lado en que la élite catalana o parte de ella no ha querido conducir, un poco cómo ir hacia adelante ante problemas de recorte social, o puede conducir hacia la refundación ciudadana del consenso social. Si este segundo escenario  fuera el caso pues estaríamos ante un movimiento interesante que si se repitiera a nivel de España y a nivel de Europa nos daría la clave a la salida de esta crisis.

-          ¿La Constitución española del 78 se quedó corta respecto de las autonomías?

-          Sí, se ha convertido en una especie de fetiche, de vaca sagrada y realmente cuando se confeccionó en el año 1978 teníamos un ejército golpista que amenazaba con dar un golpe si se pasaban determinadas líneas rojas, hoy ese impedimento ya no existe entonces es el momento de replantear el pacto. ¿Por qué no? Si la mayoría de los catalanes quieren más autonomía, aunque tienen mucha, si quieren más todavía, ¡por qué no! Los vascos también. Si España es incapaz de pensarse a sí misma como una nación de naciones, que es lo que ha sido siempre, en realidad aunque políticamente nunca lo haya admitido y haya sido un Estado centralista por la fuerza, bueno pues es el momento de cambiar este estado de cosas.

-          Con un bipartidismo dominante representado por un lado por el PSOE con representantes neoliberales de la talla de Felipe González y Rodríguez Zapatero, y por el otro con una mafia política ultraconservadora y ultramontana como el PP, ¿cuál es la alternativa para España?

-          La única alternativa seria crear nuevas cosas políticas desde abajo que es lo que se está haciendo, nada más que se está haciendo muy despacio. Por ejemplo, en Cataluña están cambiando algunas cosas, pero en otras partes de España las cosas están mucho más verdes.

-          ¿EL 15M no es una esperanza?

-          Lo fue, pero parece que se ha desinflado como una burbuja de jabón que explotó. Ha sido a todas luces insuficiente, es decir, yo siempre afirmo que si hubiéramos tenido dos o tres Grecias en Europa, la cosa habría cambiado. Grecia celebró 17 huelgas generales en dos años, nosotros en España hicimos apenas una. Grecia no solo hizo esa protesta sino que además fue capaz de consolidar una fuerza política de izquierda que pasó de un 8% a una de 30%. Eso no ha pasado en España, no ha pasado en Portugal.

-          ¿Qué falta?

-          No sé, yo creo que falta trabajo, compromiso, faltan los ingredientes, concientización de un movimiento ciudadano, no basta con reunirse en las plazas y agitar las manos y decir esto no es democracia, hay que ir mucho más allá, es mucho más serio. De momento lo que hemos constatado es que les ha bastado y sobrado con la guardia municipal, con la policía de barrio.

AMÉRICA LATINA, UNA REGIÓN ENVIDIABLE

-          ¿Cómo ve desde Berlín y desde Europa la irrupción de resistencias en América Latina? ¿Cuál es la percepción que tiene?


-          La percepción que tengo es la de un continente vivo, que se mueve, probablemente el único continente del mundo donde lo social está ahí, y están pasando cosas y están planteando cosas, con todas las insuficiencias que queramos, pero todo el eje bolivariano, el Mercosur, las nuevas televisiones, los nuevos movimientos sociales, el debate que se está viviendo ahora mismo en Colombia, el movimiento campesino, son cosas que nos hablan de un continente vivo. Realmente es envidiable.


lunes, 21 de octubre de 2013

INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA

ENTREVISTA CON EL EDITOR DE LA REVISTA CONTEXTO LATINOAMERICANO, ROBERTO REGALADO

CORRELACIÓN DE FUERZAS EN AMÉRICA LATINA ESTÁ DETERMINADA POR UNA ALIANZA ESTRATÉGICA ENTRE ALBA Y MERCOSUR



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

En concepto de Roberto Regalado, editor de la revista Contexto Latinoamericano (http://www.contextolatinoamericano.com/), en la actual coyuntura de la región se está dando una situación cualitativamente nueva consiste en una alianza estratégica entre el ALBA y el MERCOSUR que inquieta a Estados Unidos y por ello busca ponerle palos en la rueda como el eje del Pacífico liderado por gobiernos neoliberales.

El contraataque de Washington no se hace esperar, además de buscar consolidar la denominada Alianza del Pacífico con gobiernos conservadores como los de México, Colombia, Perú y Chile, apunta también a seguir implementando tratados de libre comercio, desestabilizar mediante guerra económica o campaña de manipulación mediática a países como Venezuela, Ecuador y Bolivia, así como a ampliar su presencia militar directa en toda América Latina.

Lo que está en juego en América Latina, explica Regalado, es la balanza de poder y la correlación de fuerzas por cuanto en los últimos años el imperio norteamericano ha perdido su capacidad directa de injerencia puesto que no concebía que hubieran podido salir electos presidentes como Lula da Silva, Hugo Chávez, Tabaré Vázquez y José Mujica, Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa y que Cuba fuera reinsertada al proceso integracionista latinoamericano. “Eso no estaba previsto en los libretos de los Estados Unidos”, subraya el analista político y periodista cubano.

Para profundizar en el tema de la geopolítica de América Latina y la amenaza constante de Estados Unidos a todo proyecto integrador, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET entrevistó a este politólogo y especialista en los procesos sociopolíticos del hemisferio aprovechando su visita a Bogotá entre el 15 y el 19 de octubre, durante la cual  dictó una serie de conferencias en diversas universidades.

Doctor en Ciencias Filosóficas, escritor, analista de política internacional y periodista, Regalado es además profesor del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana (CEHSEU) y coordinador de varias colecciones de la editorial Ocean Sur. Es autor de diversos libros, entre los cuales cabe destacar los siguientes: América Latina entre siglos: dominación, crisis, lucha social y alternativas políticas de la izquierda (2006); Encuentros y desencuentros de la izquierda latinoamericana: una mirada desde el Foro de Sao Paulo (2008); FMLN: un gran tsunami de votos rojos (2011); y La izquierda latinoamericana en el gobierno: alternativa o reciclaje, que acaba de publicar.



CUBA Y SU REFORMA ECONÓMICA

-          Comencemos hablando de Cuba, su país. Luego del debate que se dio en torno de los nuevos los lineamientos económicos y sociales en 2011, ¿cuál es la realidad socioeconómica de Cuba y en qué va la implementación de la nueva política económica?

-          Bueno, yo diría que la situación de Cuba por razón de todos conocida se asemeja a la vida de un ser humano cuando no ha cumplido las tareas de la infancia, digamos el momento que tenía que cumplirla, es decir, el niño aprende a determinada edad a caminar, a determinada edad a hablar, a determinada edad va al preescolar, aprende a leer, aprende a escribir. Y el tema de la Revolución Cubana es que tiene como razón fundamental la obstinada política europea o el aislamiento de los Estados Unidos y el derrumbe de la Unión Soviética. Dentro de ese conjunto de razones que nosotros ya lo habíamos aceptado, la Revolución Cubana viene arrastrando tareas, sobre todo de naturaleza económica que debió haber cumplido durante los primeros veinte o veinticinco años del proceso y han pasado cincuenta, es decir, estamos abocados a una carrera contra el tiempo. Es un proceso complejo, coincide además con el tiempo límite de funcionamiento de la dirección histórica de la Revolución, o sea, tiene que haber habido ya un relevo generacional. Además, se mezclan elementos de tareas incumplidas de desfase desde el punto de vista de la economía; de desfase desde el punto de vista de la readecuación del modelo socioeconómico del país; y con la inminente emergencia o nuevo liderazgo que el compañero Raúl Castro ha señalado en varias ocasiones, aunque de acuerdo con la legislación vigente pudiera buscar un segundo periodo como presidente, él no piensa ir por su reelección. Ya se producirá el relevo generacional mientras tanto se trata de reordenar todo el sistema de relaciones internacionales y también de hacer un cambio tomando cierta distancia de lo que había sido el control absoluto del Estado, de todos los elementos de la economía, inclusive, los elementos del comercio minorista y toda una serie de cuestiones que implica un reto porque es una transformación que cambia la vida de la gente. Sabemos que a largo y mediano plazo la va a cambiar para bien, pero todos nos preocupamos un poco por lo que se está haciendo, buscando oportunidades en lo que nosotros llamamos ahora sector informal que para ustedes sería la micro y pequeña empresa. Yo diría que la política que se está siguiendo se enmarca muy bien en el sentido de los denominados lineamientos que realmente fueron discutidos con todo el pueblo. Uno aprecia que lo del proyecto de los lineamientos finalmente se está implementando, en mi caso, por ejemplo, he visto reflejado que lo que planteamos con mi núcleo de base efectivamente ha sido tenido  en cuenta, y lo otro, como dice Raúl, es que hay que hacer todo este proceso pegado al suelo, escuchando a la gente y haciendo las adecuaciones que las circunstancias determinan que hay que hacer, yo creo que se está haciendo y tengo confianza en el proceso.

-          ¿Hay apertura hacia la inversión extranjera por parte del Estado cubano?

-          Hay una política que realmente no es nueva desde que se produjo el desmoronamiento de la Unión Soviética consistente en una apertura a la inversión extranjera en Cuba. Yo diría que hay adecuaciones a esa política que están rectificando problemas legales para que responda a las necesidades de la actualidad pero en ningún caso estamos hablando de una política igual a la de otros países en América Latina donde imperan gobiernos neoliberales en los que se aplican medidas indiscriminadas que le permiten al capital extranjero venir y depredar. La nuestra es una política donde se busca una asociación entre capital extranjero y fundamentalmente el Estado cubano, quizás eventualmente con otros actores de la sociedad, bajo el criterio de que sea en beneficio directo del país y que no perjudique de manera alguna nuestra soberanía.

-          Hace poco me decía alguien de ultraderecha que el bloqueo norteamericano a Cuba es más “simbólico”, entre comillas, habida cuenta que Cuba mantiene relaciones comerciales con la Unión Europea, con China, con América Latina. No obstante existe un informe que señala que el bloqueo económico por parte de Estados Unidos la ha costado a la isla más de un billón de dólares. En virtud de ello, ¿cuál es el impacto real del bloqueo en la actual coyuntura socioeconómica de su país?

-          En realidad el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba está haciendo en estos momentos ese informe. Yo vi  la presentación que hizo el vicecanciller Abelardo Moreno donde el impacto es devastador, imagínese que nosotros tenemos 90 millas de distancia con las costas de los Estados Unidos y tenemos que importar cosas de China, ahí se genera un problema de costos, importar de Europa y hasta países de América del Sur. El mercado norteamericano seria el normal para abastecernos de un conjunto de cosas. Hay comercio restringido entre los Estados Unidos y Cuba. A partir de un huracán devastador que azoto a Cuba, el gobierno de los Estados Unidos ofreció una ayuda, el gobierno cubano le dijo que más que ayuda nos interesaría es poder tener un comercio bilateral en términos justos. Eso se procesó por la compleja maquinaria política de los Estados Unidos y su Congreso, logrando desde años atrás que se puedan realizar compras de determinados artículos agrícolas de primera necesidad, lo cual es una ventaja por el tema de costos, por el tema de cercanía, pero las condiciones son onerosas en el sentido de que hay que pagar de inmediato, hay que pagar en euros, hay que esperar que el barco salga de las aguas territoriales de los Estados Unidos, porque si no alguna organización contrarrevolucionaria puede realizar una operación que lo detenga. A cualquier ciudadano de un país de América del Sur le sorprendería la cantidad de problemas que hay que afrontar, incluso problemas de salud, de equipamiento para curar cáncer en los niños. Esa persona que le dijo eso sobre el bloqueo estadounidense sencillamente no tienen ni idea, le recomendaría que fuera a Cuba y hablara con nuestras gentes.

-          ¿El bloqueo económico que mantiene Estados Unidos contra Cuba se puede asimilar hoy en día a un crimen de lesa humanidad?

-          Si, claro, en realidad el expresidente de la Asamblea Nacional de Cuba, compañero Ricardo Alarcón, que durante muchos años fue embajador en Naciones Unidas y tiene una larga trayectoria, se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores también, ha explicado incluso con un documento garante que el acto de bloqueo encaja perfectamente como crimen de lesa humanidad de acuerdo con el derecho internacional y los principios de Naciones Unidas.

EN AMÉRICA LATINA HAY POSIBILIDAD DE HACER LUCHA SOCIAL



-          Hablemos de América Latina que es el tema que usted ha dedicado muchos años a través de la academia, el ensayo, la investigación y el periodismo. ¿Cuál es su óptica respecto de la realidad socioeconómica de América Latina? ¿Se pasó de la resistencia a la consolidación de las alternativas gubernamentales o todavía estamos en un proceso incipiente para lograr la emancipación?

-          El último libro que escribí, el cual vengo a presentar a Colombia se llama “La izquierda latinoamericana en el gobierno: alternativa o reciclaje”. En él analizó si son estos gobiernos de izquierda una alternativa al capitalismo. Es el inicio de una transformación social en beneficio de los sectores populares o es un paréntesis en la dominación capitalista como en definitiva fue la Unión Soviética, que tuvo un larguísimo paréntesis pero a la larga volvió el capitalismo. Yo no creo que el tema sea tratar de dar una respuesta respecto de decir si un gobierno determinado tiene futuro, o si este bueno o aquel es malo, sino tener presente las circunstancias. En ese sentido, yo admiro mucho el concepto acuñado por el presidente Rafael Correa: no estamos en una época de cambio sino en un cambio de época. Pero estamos en una nueva época y asimilo ese concepto siempre y cuando exista una ruptura con la historia anterior de la humanidad. Entonces yo diaria que en América Latina hoy por un conjunto de circunstancias, por el Facebook y las redes sociales, hay la posibilidad de hacer la lucha social y la lucha  política, incluso ocupar espacios institucionales por parte de fuerzas progresistas y de izquierda. Esto es una gran pugna de correlación de fuerzas, es decir por momentos avanzamos, por momentos viene una contra ofensiva del imperialismo y retrocedemos, y esto tenemos que ubicarlo en ese cuadro. Yo creo que el imperialismo norteamericano no se resigna a que  en América Latina no haya gobiernos neoliberales como los originales porque en Washington quieren gobiernos como el de Menen, como el de Lacalle, como el de Andrés Rodríguez, como el de Collor de Mello, como el de Fujimori, y no se resignan, repito, a que haya otro tipo de gobiernos. Por supuesto hay una gran variedad ideológica y política porque no es lo mismo lo de Venezuela con el gobierno de Brasil, o como el de Uruguay, o el de Ecuador, cada uno tiene sus particularidades, pero yo lo que veo es que desde el mismo momento que comenzó la elección de gobiernos de izquierda y progresistas existe una contraofensiva del imperialismo norteamericano. Ha habido momentos álgidos  recordemos Bolivia, la presión por el separatismo, o en Ecuador el intento de golpe de Estado en contra del presidente Correa. En este momento arrecia una campaña en contra de dos países muy importantes, uno es Venezuela y el otro es Brasil. El tema Venezuela es particularmente neurálgico porque en mi opinión personal la correlación de fuerzas en América Latina en este momento está determinada por una alianza estratégica entre el ALBA y el MERCOSUR, la cual si llega a su mayor expresión, se consolida con el ingreso de Venezuela como miembro pleno de a este mercado del sur, eso para los Estados Unidos es algo muy sensible. Y nosotros que nos congratulamos con esa presencia venezolana en el MERCOSUR y con la consolidación de esta alianza tenemos que tener muy presente que si algún día, estamos seguros que no será así, pero si algún día la reacción triunfara en Venezuela entonces se desarticularía este engranaje de mecanismos de concertación política de naturaleza progresista y de izquierda que ha habido en la región. En consecuencia, ya no sería la Venezuela de Chávez o de Maduro la que esté en MERCOSUR sino la de de Henrique Capriles, o de alguien como él.

-          Pero el peligro es inminente: Estados Unidos ha atravesado el palo en la rueda con la Alianza del Pacífico…

-          Por eso digo, en efecto, lo que está en juego son las relaciones de fuerza. En 2005 a Estados Unidos no le funcionó el proyecto del ALCA y optó el plan B, estableciendo tratados de libre comercio bilaterales y subregionales, y finalmente ahora está consolidando el eje del Pacífico como eje estratégico y por supuesto es un elemento de contrapunteo con MERCOSUR. En mi opinión, la correlación de poderes puede cambiar en la medida que se produzcan cambios políticos en esos países. En el Pacífico está Ecuador, está Chile, y ahora previsiblemente cuando se produzca la elección que todos esperamos que gane la expresidenta Bachelet ello implica un cambio, no es un cambio dramático porque ahí hay razones de sujeción transnacional que no permiten realmente al menos que haya una transformación muy profunda, pero esperamos que haya un giro en ese sentido.

-          ¿Qué significa en términos reales para los países de América Latina y particularmente para Cuba un proyecto como el ALBA?

-           Bueno, el ALBA es un mecanismo de concertación política. Yo establezco la diferencia entre la integración económica, cooperación y concertación política. Diría que la integración económica en América Latina en general marcha muy lento. Son países que históricamente se han integrado de manera subordinada a centros de poder mundial y que por tanto la integración entre ellos es muy relativa. En el caso del ALBA lo fundamental no es tanto la integración económica  que desde el punto riguroso de lo que es economía no se ha avanzado lo suficiente pero si se ha avanzado muchísimo en la construcción de un mecanismo de concertación política y de colaboración. Otra cosa es la  cooperación  que es distinto. La cooperación no necesita conectar cadenas productivas, no necesita de una serie de requerimientos que ya hablando de integración económica sí sería imprescindible.

-          Pero en los países del ALBA hay un común denominador y es que si bien es cierto sus gobiernos le han hecho frente a las políticas devastadoras neoliberales, no obstante tienen como característica el capitalismo de Estado. ¿Cuál es su análisis?

-          El sistema imperante en el mundo es el capitalismo, con respecto a eso me permito citar a un gran amigo mío, Hugo Moldiz, politólogo boliviano muy importante. Él dice que lo determinante y dominante sigue  siendo la democracia burguesa que por supuesto nosotros políticamente la rechazamos pero que ya no es la misma. Es decir, ya con constituciones como las de Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, no es exactamente la misma democracia burguesa que había antes, sigue siendo determinante pero hay otras formas de democracia: comunitaria, de participación directa que empiezan a copar espacios que aún no son determinantes. Todavía lamentablemente estamos en un escenario en el cual se puede orquestar una campaña de desestabilización, y se puede orquestar una campaña de medios como está ocurriendo en Venezuela, y con las armas mediadas del capitalismo, como decía el Che, están hostigando a la Revolución Bolivariana. El día que avancen los gobiernos comunales, ese tipo de proyectos políticos que son más democracia que la democracia representativa, cerraremos la brecha pero  yo diría que ya no estamos como  estábamos en la América Latina de la democracia neoliberal pura y dura de la década de los años 90.

-          ¿Dentro de ese contexto del nuevo constitucionalismo latinoamericano se puede hablar de un pensamiento del sur, con las innovaciones de Ecuador y Bolivia, que han institucionalizado por ejemplo elementos epistemológicos o éticos como el Sumak  kawsay o el Sumak qamaña? ¿Cuál es su opinión?

-          Yo creo que estamos en un cuarto momento. Un primer momento fue cuando se derrumbó el muro de Berlín y la Unión Soviética, estábamos sencillamente desconcertados, lo que primaba eran las ideas aquellas de que la globalización había roto con toda la historia de la humanidad, que la revolución científico-técnica había desplazado al ser humano del papel de protagonista de su propia historia y era un esclavo de la competitividad. En un segundo momento empieza la crítica al capitalismo, al neoliberalismo, la gente comienza a darse cuenta, a desentrañar los misterios y a criticar, pero todavía sin ninguna propuesta propia, recuerdo que se hablaba de la búsqueda de alternativas. Un tercer momento, yo diría que sí, empieza la construcción de nuevos paradigmas emancipatorios y surge la idea  del Socialismo del siglo XXI. Pero surge originalmente como una concepción que yo no comparto, que era la de contraponerlo y negar el Socialismo del siglo XX, negar la idea de Marx. Yo creo que por supuesto la idea de Marx hay que adecuarla y tomo distancia de lo que fue el socialismo real por errores que se cometieron que en definitiva hundió al socialismo de la revolución. En este contexto fue fundamental el hecho de que Chávez asumiera el concepto de Socialismo del siglo XXI. Él lo asumía más bien  para calificar su proyecto, un desarrollo teórico, digamos, a muy largo plazo, estamos haciendo cosas, esto es para nosotros Socialismo del siglo XXI, y el hecho de que Chávez lo asumiera ha abierto la puerta importante para que muchísima gente entre en un debate de qué cosa es el Socialismo del siglo XXI.

-          ¿Y en ese sentido, Chávez fue un profeta?

-          En Cuba hay una religión africana, que yo no profeso, que alude a un elemento que se denomina el Elewa. Es el que abre los caminos. Sé que existe esa figura. Yo creo que Chávez en ese sentido abrió los caminos y hoy hay instalado un gran debate. Si nosotros nos ponemos a estudiar todo lo que se está diciendo sobre  filosofía, sobre el tema de géneros, sobre el tema de afros, se puede afirmar que todos los elementos de lo que sería un paradigma emancipatorio están presentes ahí. Lo que si veo es un divorcio y es que ese debate que se está dando no necesariamente es el que orienta las acciones de todo gobierno progresista y de izquierda. Los gobiernos están actuando de manera empírica, están reaccionando a campañas de desestabilización, a problemas concretos que se presentan.

-          ¿Un poco el ensayo y error?

-          Y en paralelo se está dando, yo no digo que no haya interacción pero no la suficiente. Es decir, el Socialismo del siglo XXI que por supuesto tendrá que tener adecuaciones nacionales en cada caso, y no estoy hablando de un modelo como fue el stalinista, ni mucho menos, tiene que tener un gran vector de pensamiento emancipatorio que todavía no está instalado. No se ha logrado la síntesis entre praxis y teoría.

LAS EXPERIENCIAS DE PROCESOS DE PAZ EN LATINOAMÉRICA



-          Usted acaba de publicar hace unos meses un libro sobre los procesos de paz en América Latina, obviamente con las características de cada país. ¿Se pueden señalar elementos comunes en  cuanto a la consecución de la paz en aquellas naciones que han enfrentado conflictos en esta región?

-          Yo creo que hay experiencias, la matriz fue la gran lucha política e ideológica, incluso militar que se dio en Centroamérica y que derivó en los acuerdos que tuvieron un desenlace que francamente a mí no me satisfizo. Yo creo que finalmente el Grupo de Contadora que se creó como un esfuerzo latinoamericano para evitar una intervención militar de los Estados Unidos terminó siendo funcional al imperialismo norteamericano porque los países que hicieron parte de ese grupo terminaron siendo miembros de la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento Unilateral exigiéndole cada vez más a Nicaragua. Llevaron a los compañeros sandinistas a una elección en condiciones en que necesariamente la iban a perder. Pero bueno, rescatemos de que  de todas maneras creó un marco general el cual sirvió para el proceso de diálogo y negociación en el caso de El Salvador que llevó a concretar los acuerdos de Chapultepec 1992 y posteriormente los acuerdos de paz de Guatemala que se firmaron en Nueva York en 1996. Estos son los que tendrían una relación más directa con lo que ha pasado en Colombia. En este libro que yo coordiné, una antología de varios autores, hay análisis sobre Nicaragua, Salvador, Guatemala y uno sobre los procesos de dialogo y desmovilizaciones durante los años 90 y 91 en Colombia. También hay un trabajo sobre los acuerdos de San Andrés con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional de Chiapas en México, y tres trabajos sobre la mesa de diálogo entre las Farc y el gobierno colombiano en La Habana, así como sobre las perspectivas de diálogo con el ELN.

-          ¿Qué elementos comunes se podrían tomar de estos procesos de paz, o cada experiencia es muy particular?


-          El tema de anticipar una negociación es un proceso muy complejo y no termina el día que se firman los acuerdos. A partir de su firma viene su interpretación y la aplicación por cada una de las partes y eso es un proceso sumamente complejo. Por ejemplo, en el caso de los compañeros de El Salvador, lo que tenían que enfrentar era la cuestión política y no se percataron de que estaban frente a un flanco que ellos no lo advirtieron en ese momento y que era el tema económico. Si bien en este país con los acuerdos de paz se ha dado una democratización política al mismo tiempo se le abrieron las puertas de par en par al neoliberalismo y eso trae consecuencias. Otro tema importante es el de la desmovilización. En el caso salvadoreño fueron once años de guerra de la cual retornaron 16.000 combatientes que tenía el FMLN pero después de los acuerdos aparecieron 100.000. Eso quiere decir que gente que estaba en las ciudades, que tenían casa, que tenían empleo, fueron los que trataron de sobrevivir. Hay una serie de problemas que no tienen absolutamente nada que ver con la situación del conflicto colombiano. El caso de Colombia es muy particular, muy especial, pero hay cosas que de todas maneras hay que registrar, el tema humano, el tema de cumplimiento de acuerdos, es decir, un poco la intención de estos trabajos que he realizado es la de mostrar las experiencias, y si les sirven qué bueno y sino, simplemente no importa.