lunes, 21 de febrero de 2011

REVOLUCIÓN CIUDADANA


ENTREVISTA CON EL EMBAJADOR ECUATORIANO EN BOGOTÁ, RAÚL VALLEJO


CON EL GOBIERNO DE CORREA, ECUADOR HA MODIFICADO LA BALANZA DE PODER MEDIANTE EL PAGO DE LA DEUDA SOCIAL


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


Raúl Vallejo Corral, embajador del Ecuador en Bogotá, hace un balance de los primeros cuatro años del gobierno de Rafael Correa y señala que en este lapso se ha dado una histórica transformación sociopolítica en su país, comparada con la que impulsó a comienzos del siglo XX el presidente Eloy Alfaro.


Uno de los trascendentales logros de Correa, dice el diplomático, es el de haber logrado institucionalizar al país, tras haber estado en manos de una “partidocracia” de derecha que lo privatizó y lo saqueó a través de gobiernos corruptos como los de Osvaldo Hurtado, León Febres Cordero, Sixto Durán Ballén, Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad, y Lucio Gutiérrez.


De ser un Estado corporativizado al servicio de los intereses de unos pocos, ahora el Ecuador ha pasado a ser una nación en que se está pagando la deuda social, afirma.


Escritor, licenciado en Letras por la Universidad de Guayaquil, con una maestría en Artes de la Universidad de Meryland, dos veces ministro de Educación, catedrático, autor de varios libros de cuentos, antologías y novelas, Vallejo Corral asumió la Embajada de Ecuador en Bogotá en enero de 2011, luego de más de dos años y medio del rompimiento diplomático con Colombia, tras la violación de soberanía en marzo de 2008 por parte del gobierno del ultraderechista Álvaro Uribe Vélez, que atacó militarmente el campamento del guerrillero Raúl Reyes en territorio ecuatoriano.


El Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net dialogó con él sobre el proceso político de su país y el reto diplomático que tiene de contribuir a restaurar la confianza entre los dos países que el gobierno de Uribe Vélez destruyó.


GOBIERNO GARANTE DE DERECHOS


- Acaban de cumplirse cuatro años del proceso de la Revolución Ciudadana que lidera el presidente Rafael Correa. ¿Cómo caracteriza usted este proceso político ecuatoriano progresista que ha logrado una importante transformación institucional en Ecuador?


- El gobierno de la Revolución Ciudadana ha modificado sustancialmente las relaciones de poder en el Ecuador. De un Estado altamente corporativo que estaba sometido a poderes fácticos, se ha cambiado a un Estado que tiene un papel en la sociedad en el sentido de ser rector de las políticas públicas y de ser garante de derechos por encima de los intereses de los distintos poderes de presión. Hasta el año 2005 existía una normativa en virtud de la cual el 80% del excedente petrolero se utilizaba para cancelar el servicio de la deuda y el 20% únicamente se destinaba para inversión social. Cuando el economista Rafael Correa fue ministro de Finanzas en ese año presentó al Congreso un proyecto de ley que modificaba la relación y afortunadamente fue aprobada. Luego, cuando Correa asume el poder ya tenía un instrumento legal para avanzar en el pago de la deuda social a los ecuatorianos. Entonces, un presupuesto que tiene su acento en la inversión social, en la obra pública, en la seguridad, revela que el objetivo fundamental del gobierno es el de servir a la sociedad. Pero, además, en estos cuatro años se ha desconstituido un país que era altamente corporativizado, que quiero decir con esto, que en un Estado como el nuestro las corporaciones de distinta índole tenían injerencia en todos los estamentos, por decir algo, era conocido que los ministros de Finanzas y la gente ligada a la Junta del Banco Central siempre tenían relación con el sector financiero, eso se acabado, por ejemplo. Es decir, el Estado estaba altamente privatizado en el sentido de que servía a los intereses de los grupos corporativos, aún de los llamados movimientos sociales. Ese país ya no existe más, ha habido un proceso de institucionalización de un nuevo proyecto de nación, lo cual se ve con claridad con la expedición de la Constitución de Montecristi, y luego en la aprobación de la misma mediante referendo que fue ampliamente respaldado.


REFERENDO PARA REFORMAR LA JUSTICIA


- Ahora el gobierno del presidente Correa llama nuevamente a referendo para reformar la justicia. ¿Cuál es el sustento para hacer una nueva convocatoria popular?


- En el Ecuador la función judicial no ha sido en términos generales una función que haya generado confianza a la ciudadanía. Es muy enredado litigar en los juzgados y por lo tanto la gente de escasos recursos no se siente amparada. La idea es poder organizar, reinstitucionalizar y consolidar la independencia del sistema judicial. Adicionalmente se consultará a los ciudadanos si es pertinente elevar a delito el hecho de que no se pueda justificar el origen de grandes fortunas; también se preguntará el que la no afiliación de un trabajador al Seguro Social pase de falta administrativa a delito. Se trata de cambiar la manera de pensar de la sociedad. Hay otras preguntas que la oposición pretende caracterizar como un atentado contra la libertad, pero que en últimas va a ser decisión de la gente, como por ejemplo, el hecho de decidir si se prohíben espectáculos públicos en los que se sacrifican animales, lo cual no tiene nada de antidemocrático el consultarlo. Preguntar no es antidemocrático. Antidemocrático es lo que sucedía antes. Antidemocrático, por ejemplo, es que en el gobierno de Osvaldo Hurtado (1981-84), quien hoy habla de democracia, se sucretizó la deuda privada causándole enormes perjuicios a todos los ecuatorianos. Antidemocrático es el hecho de haber dolarizado la economía del país en el gobierno de Jamil Mahuad (1998-2000) de la Democracia Cristiana, del cual el mismo Hurtado es fundador y mentor de ese exmandatario, sin haberle consultado al pueblo, o cuando en esta misma administración se entregó la base de Manta para uso del Comando Sur de los Estados Unidos. Ahora estamos en este proceso que creo que va a definir parte de lo que es la propuesta institucional del Ecuador.


- Con el ascenso de Rafael Correa a la Presidencia del Ecuador quedó reducida a su mínima expresión la mafiosa “partidocracia” de derecha y centro derecha que saqueó por muchos años al Ecuador y la oposición ahora la ejercen los medios de comunicación de propiedad de los grandes banqueros. ¿Sigue manteniendo el monopolio mediático con los cambios institucionales que ha habido en su país, el sector financiero ecuatoriano?


- Precisamente hay otra pregunta dentro del referendo en la que se indaga la opinión del pueblo ecuatoriano si se está de acuerdo en que los banqueros sean al mismo tiempo empresarios de medios de comunicación, porque en términos estrictos la banca es una intermediaria de financiación que no puede estar metida en otros negocios porque ahí vienen las vinculaciones que en Ecuador generaron la crisis bancaria de 1999 por los autopréstamos. No puede ser admisible que los banqueros utilicen la plata de los ahorradores para otorgar créditos y al mismo tiempo para hacer sus propios negocios, eso es una perversión de un sistema financiero. También en el referendo se pide que se apruebe una Ley de Comunicación que tenga responsabilidad ulterior, a lo cual los medios en el Ecuador sostienen que eso es atentatorio contra la libertad de prensa y de opinión en la medida en que creen que eso genera censura previa. En ningún momento se trata de eso, pero a cuento de libertad de opinión uno no puede decir cualquier cosa que se le ocurra y no puede hacer acusaciones de índole penal o civil en un medio de comunicación.


- De todas maneras los grandes medios de comunicación se han convertido en el Ecuador en fines políticos, ¿no le parece?


- Los medios han decidido llenar el espacio que los partidos más tradicionales han perdido y actúan como actores políticos de oposición, lo cual se puede observar en el tratamiento noticioso que busca presentar el punto de vista más desfavorable al gobierno, y al mismo tiempo escandalizando cosas que no son. Los medios se muestran en oposición al gobierno del presidente Correa porque pertenecen a ese establecimiento que está siendo cuestionado y derrotado, que aupó la forma de manejar el país en la que mientras que nadie tocaba el feudo del otro, todos estaban en paz.


POR LOS FUEROS DE LA CIUDADANÍA


- En el Ecuador se han dado dos revoluciones: la que encabezó Eloy Alfaro a comienzos del siglo XX y la que lidera ahora al iniciarse el siglo XXI el presidente Correa. ¿Usted está de acuerdo con este análisis?


- Sí, yo creo que una de las transformaciones más fuertes y que pudiéramos llamar revolucionarias ha sido este cambio del Estado durante el gobierno de Rafael Correa. En definitiva ha sido devolverle a los ciudadanos lo que les pertenece en distintos ámbitos y creo que eso es lo que genera resistencia en los grupos de poder y en quienes se acomodaron a ellos. Durante muchos años se pensó y se debatió sobre los problemas, viene un gobierno que decide incidir en la transformación de los mismos a través de soluciones, entonces incide en todos los ámbitos: político, económico y social, por eso se dice por parte de quienes se ven arrollados por esta fuerza de la Revolución Ciudadana que es un gobierno autoritario.


- Algunos sectores de izquierda se apartaron del presidente Correa por no compartir el modelo extractivista en el ámbito minero-energético y ese es un debate fuerte que se viene dando en su país. ¿Qué tiene que decir al respecto?


- En primer lugar, la política petrolera, minera y de explotación de recursos naturales está bajo el paraguas del cuidado medioambiental. De hecho el gran proyecto es el del parque Yasuní-ITT que busca dejar el petróleo bajo tierra a cambio de una compensación de la comunidad internacional del orden de 3.500 millones de dólares. En la extracción minera, por ejemplo, la nueva ley reorganizó el sector porque nada era peor que el hecho de que se explotaban las minas de forma inadecuada, empresas que pagaban sumas irrisorias por las áreas en concesión, tipos de explotación que eran contaminantes de los ríos. En lo que no se está de acuerdo es en que el Ecuador que es un país que no tiene muchos recursos deje de explotar algunos de ellos por la ilusión de lo que el presidente Correa ha llamado un “ecologismo infantil”. Ciertamente hay que reconocer que la presencia del ser humano tiene un efecto ambiental, pero de lo que se trata en el caso de la explotación de recursos naturales no renovables es que sea mínimo y que tenga una reparación.


LA NUEVA ETAPA DE RELACIONES CON COLOMBIA


- La balanza comercial del Ecuador con Colombia es deficitaria. ¿Cuál es su reto como embajador para poder corregir ese desbalance?


- La balanza comercial con Colombia es deficitaria en 900 millones de dólares aproximadamente en un intercambio en el que 1.500 millones exporta Colombia y 600 millones Ecuador. Esta cifra de déficit es una constante histórica para Ecuador por lo cual nosotros vamos abrir una oficina comercial en Bogotá para tener una presencia un poco más agresiva de las exportaciones ecuatorianas en áreas en las que el consumidor colombiano pueda sentirse satisfecho de los productos ecuatorianos, por ejemplo, en mariscos concretamente en langostinos y camarones de tipo 6 que no existen acá; en cacao orgánico y chocolate negro amargo en 70% que también constituye una delicia gourmet; en software, en automóviles pequeños con bajo consumo de combustible. Es decir, tenemos muchas posibilidades de introducción de productos y además podemos venderle el Ecuador a Colombia como destino turístico. Obviamente no depende todo del embajador sino de la fuerza y del empuje de los empresarios ecuatorianos que vean en el mercado colombiano una enorme posibilidad.


- ¿La Comunidad Andina de Naciones (CAN) tan debilitada por Perú y Colombia al privilegiar tratados de libre comercio con Estados Unidos, puede ser un instrumento para reactivar el intercambio comercial con su país?


- Los mecanismos de integración son siempre positivos, pero dependen en mucho no de sus estatutos ni de las declaraciones, sino de la voluntad política de los gobiernos, así lo prueba la nueva relación diplomática entre Quito y Bogotá.