martes, 16 de octubre de 2012

BOLIVIA


“BOLIVIA AVANZA EN UN PROCESO DE DESMERCANTILIZACIÓN SELECTIVA DE LA ECONOMÍA, UTILIZANDO LÓGICA DEL VALOR DE USO”: GARCÍA LINERA



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Buenos Aires

Estamos creando un Estado social, garantista de los derechos. Hoy en Bolivia la definición de la riqueza del Estado está definida por el trabajador asalariado, los cooperativitas y las comunidades", sostuvo el vicepresidente de esta nación andina, Álvaro García Linera, en desarrollo de su conferencia "Propiedad privada, Estado y Comunidad”, con la cual se clausuró el VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo que tuvo lugar en Buenos Aires entre el 4 y 6 de octubre.

García Linera hizo un pormenorizado análisis de los desafíos, obstáculos y resultados del gobierno del presidente Evo Morales desde que asumió el poder en enero de 2006. Hizo énfasis en que durante estos seis años y medio de mandato se han logrado la garantía efectiva y la ampliación de derechos fundamentales, así como la redistribución equitativa del excedente de la riqueza energética del país.

Explicó que en Bolivia se viene dando un proceso de “desmercantilización selectiva de la economía en ciertas áreas claves y básicas, lo cual ha hecho que  no tengamos porqué movernos con reglas del mercado”. Se trata, explicó, de que “hay ciertas áreas imprescindibles en la que el Estado debe intervenir para introducir una lógica de valor de uso, de la utilidad".
Matemático y sociólogo, investigador en ciencias sociales, Álvaro García Linera es un ideólogo comprometido a fondo en la conducción del actual proyecto político boliviano que lidera el presidente Morales.

En la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo el Vicepresidente de Bolivia fue recibido por Hebe de Bonafini, máximo referente de esta institución; su homólogo argentino, Amado Boudou; la exministra de Economía, Felisa Miceli, directora del Centro de Estudios Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas (CEMoP) que cada año coordina este seminario internacional; y el reputado científico social Atilio Boron.

MODELOS ALTERNATIVOS AL NEOLIBERALISMO

Tras hacer un recuento de la crisis social y política que produjo el criminal modelo neoliberal en Bolivia y en prácticamente toda América Latina, García Linera caracterizó los modelos económicos alternativos que surgieron como consecuencia de la irrupción de gobiernos progresistas en la región.

Si bien señaló que lo interesante de los procesos que calificó de posneoliberales y que se están dando principalmente en varios países de Suramérica “no amarran a un modelo exclusivo”, habida cuenta que constituyen “búsquedas plurales con velocidades y densidades diferenciadas para desmontar la maquinaria neoliberal que acumuló expropiando lo público”, enumeró algunos elementos que les son comunes: fortalecimiento del Estado; implementación de mecanismos de regulación económica (de precios de alimentos, combustibles, control de cambios y capitales) y de exportaciones; nacionalización de recursos naturales estratégicos; reforma del Banco Central: redirección de la parte productiva.

Estas políticas, en el caso boliviano, han llevado a potencializar el Estado en aras de consolidar a la comunidad. Ello se ha traducido, explica el Vicepresidente, en convertir la propiedad del Estado en propiedad pública: “la clave es el reforzamiento de lo común, la participación directa de la gente en la toma de decisiones. Es imposible imaginar sin esto que lo estatal devenga en público y sea rebasado, como queremos, por lo común. Cómo hacen el indígena, el transportista, el campesino, para intervenir en la decisión de qué se hace con el excedente, con la propiedad, con los minerales, con el agua. La sola propiedad estatal no es socialismo. Es una buena herramienta para centralizar, para controlar, para registrar”.
DISMINUCIÓN DE LA POBREZA
En la primera época, recuerda García Linera, “se contraponían dos proyectos de economía, de Estado y de sociedad. Como en una estrategia de guerra de posiciones, había dos bloques, hasta territorialmente divididos, y dos proyectos de sociedad. Eso se acaba después del intento violento de golpe de Estado, del magnicidio frustrado y de la derrota política y moral de los conservadores. Ahora las tensiones surgen no desde la oposición, sino desde el usufructo al interior del proyecto hegemónico, y en el ciclo de expansión más importante de Bolivia en los últimos 50 o 60 años. Hemos reducido la desocupación al 2 por ciento en un país golpeado y muy pobre. De cada 10 bolivianos cinco eran extremadamente pobres, ahora son dos; vamos hacia la erradicación de la extrema pobreza. Se ha aumentado significativamente el índice salarial y se erradicó el analfabetismo. Entre el 70 y el 85% de las ganancias del producto de las explotaciones de las transnacionales son para el Estado, pues se implementó un régimen impositivo elevado que terminó siendo aceptado por estas corporaciones. Se incrementó los impuestos a la inversión extranjera directa. Cerca del 50% de las exportaciones bolivianas están concentradas en el mercado latinoamericano. El 2.7% del PIB se transfiere a los sectores sociales más vulnerables vía inversión, bonos, subvenciones y seguros. La internalización de la riqueza está generando reducción de pobreza y gradual bienestar de la población. Son siempre cifras modestas, pero significativas para nosotros los bolivianos. En este marco el Estado debe velar para que el excedente tenga carácter universal y no corporativo”.
SI NO HAY GARANTÍA DE DERECHOS NO HAY SOBERANÍA
El modelo económico y político impulsado por el gobierno de Evo Morales en Bolivia ha generado una nueva visión de resolución de los conflictos, no obstante que para lograrlo se demoren algunos meses o haya paros y protestas. “Las sociedades revolucionarias no les pueden temer al conflicto y al disenso. Es más complicado y riesgoso, pero es la forma de mantener más viva la democracia”, señala el Vicepresidente.
Convencido de que “si no hay capacidad de garantizar los derechos del pueblo, no hay soberanía”, explica que el Estado boliviano determinó para cumplir sus metas sociales y macroeconómicas intervenir áreas claves de la producción del país.
Para hacerlo adoptó reglas de juego claras y la intervención estatal se está realizando en áreas como hidrocarburos, energía eléctrica, parte en minería y sectores claves de su industrialización. Acordó las áreas de participación de actividad privada nacional y extranjera. El sector privado se beneficia si el excedente generado en el país se internaliza. Puede ofrecer servicios, mejorar sus inversiones, acceder a contratos del Estado. Hay momentos en que se cruza el interés del empresario con el del trabajador. “Entre el empresario extranjero y el trabajador, el Estado opta por el trabajador. Cuando el conflicto se da entre trabajador y empresario boliviano, buscamos mecanismos de diálogo para distribuir áreas o conciliar entre los intereses de ambos”.
Como ejemplo del avance logrado cita el caso del sector minero. “Está el recurso y hay buenos precios. ¿Cómo se tomaba antes una decisión? Sin conflictos, porque no había mineros, no había cooperativistas, no había industriales. El Banco Mundial, la empresa, el presidente y seguramente la embajada norteamericana resolvían sin democracia la suerte del mineral, y no se beneficiaban ni Bolivia ni el empresario. Hoy los trabajadores quieren más ingresos y más asalariados. El Estado quiere que el excedente sea redistribuido entre todos. Los cooperativistas, artesanos de la minería, dicen que ni todo para los asalariados ni todo para el Estado por lo que hay que articular. En lenguaje plebeyo es paro, la marcha, la amenaza, la reconciliación. Y sale una solución más complicada, más conflictiva, más riesgosa, pero es el pueblo decidiendo sobre un recurso común”.
INTEGRACIÓN REGIONAL EFECTIVA
García Linera destaca el momento excepcional de construcción de una base material de integración latinoamericana. “En los últimos diez años el comercio intrarregional casi se duplicó. Bolivia, no sólo en gas, sino en productos manufacturados, vende a América Latina el 50 por ciento de sus exportaciones: madera, gas, soja... Cada uno de nuestros países ha tomado con mayor o menor radicalidad planes posneoliberales. No sólo hay gobiernos progresistas y revolucionarios como nunca en la historia. Sus medidas aminoran los efectos de la crisis sobre la región, que crecerá este año a una tasa de entre 3 y 5 por ciento mientras el mundo desarrollado llegará en el mejor de los casos al 1 o 2 por ciento. Tenemos Celac, Unasur, Alba, como iniciativas de construcción común”.
SUPERANDO LOS OBSTÁCULOS DEL NEOLIBERALISMO

Algunos de los fragmentos más destacados de la disertación del vicepresidente García Linera, en la que analizó las funestas consecuencias del modelo neoliberal, los procesos populares que surgieron como respuesta y los avances sociales que ha logrado el gobierno de Evo Morales, son los siguientes:

  • "América Latina ha vivido hacia atrás al menos 20 años de régimen neoliberales. ¿Qué significaba en el fondo el neoliberalismo? Fue un mecanismo de acumulación por desposesión No es que generó riqueza, no fue una opción técnica que generó riqueza, que produjo mercancías. Ante todo, el neoliberalismo fue un mecanismo muy sofisticado para usurpar, para expropiar riqueza que ya estaba ahí, básicamente colectiva. En el caso de Bolivia, lo que hizo fue expropiar lo público estatal. Llegó y comenzó a apropiarse de empresas públicas. No generó nuevas fuerzas productivas diferentes sino una nueva manera de expropiar lo público".

  • "No se contentó con expropiar lo público estatal sino lo público no estatal: el conjunto de riquezas que no eran del Estado pero eran de carácter común, por ejemplo el agua potable en Bolivia. Le pertenece a las comunidades y es administrado colectivamente. El neoliberalismo se apropió en Bolivia de los ferrocarriles, de las mineras, de los recursos hidrocarburíferos y de los sistemas de agua y riego de la población. Hablamos del neoliberalismo como un sistema de privatización de lo público".

  • "El neoliberalismo generó la externalización del excedente económico. Llamamos excedente a la ganancia. Las ganancias que sacaban de nuestros países la exportaban. Esto dio lugar a una descapitalización de las sociedades latinoamericanas".

  • "Otra característica: explotación laboral a través de la flexibilización: la contracción de los derechos laborales. Este mecanismo va a ser el eufemismo para significar el surgimiento de una nueva clase trabajadora desprotegida, carente de los beneficios de los recursos sociales".

  • "A este esquema económico le va a acompañar el Consenso de Washington y el achicamiento del Estado para que las empresas dominen, y un sistema político corrupto, que va a intentar introducir la idea de que democracia es sólo elección de autoridades".

  • "Vamos a tener un proceso de debilitamiento del Estado, vamos a tener el cuento de que la globalización suprime los Estados. Es una mentira. Es que los Estados van abdicar y van a subordinar sus funciones a intereses privados".

  • "Vamos a tener un proceso de perdida de soberanía. Esta subordinación a poderes externos y a las reglas del mercado es el paso obligatorio a la modernización, según los neoliberales".

  • "Este modelo duró alrededor de 20 años en el continente. Estaba claro que tenía un límite. Vamos a asistir a la época de rebeliones en América latina. Todo el principio del siglo XXI va estar marcado por el derrumbe de esta ilusión neoliberal y va a surgir el conjunto de rebeliones que va a configurar toda la geografía política y el surgimiento de gobiernos revolucionarios, progresistas. Fruto de estos levantamientos va a surgir, de manera diferenciada, con distintas velocidades, modelos alternativos a este régimen de acumulación por desposesión. Salvando las diferencias, podemos mencionar cinco características del posneoliberalismo".

  • "La primera, fortalecimiento del Estado, potenciándolo. Una de las primeras cosas que se van a ver obligados a tomar los gobiernos progresistas son mecanismos de regulación económica: regulación de precios. En Bolivia nacionalizamos el gas y el petróleo y eso mágicamente convirtió al país en uno que hoy tiene el mayor índice de reservas internacionales per cápita. Cuando llegamos nosotros, la inversión pública era de 600 millones de dólares. Este año 2012, fruto de estos procesos de nacionalización, ha saltado a 5.000 millones de dólares. Somos un país con extrema pobreza. De cada 10 bolivianos, cinco eran extremadamente pobres. Hoy, ya no son cinco, son dos. Nos falta mucho pero si en cinco años hemos bajado estos índices, siete años más de Evo Morales significarán la aniquilación de la pobreza extrema".

  • "La segunda: control, con mayor o menor intensidad, de la banca, que ha sido uno de los sectores que más ha expropiado al Estado. Se han perdido millones de pesos para pagar la orgía bancaria. Lo que hemos hecho es crear mecanismos para inducir, a la buena o la mala, que el dinero se vaya para la parte productiva”.

  • "Si no tienes la capacidad de pagar a los trabajadores la soberanía es un saludo a la bandera y no un hecho concreto y material. Hemos encontrado en las nacionalizaciones la clave de la soberanía y de la independencia".

  • "La tercera, incremento de impuestos a la inversión extranjera directa. En Bolivia hay empresas de petróleo y el gas. Antes de que llegara Evo eran dueñas del gas, de los recursos hidrocarburíferos. La nacionalización ha significado que hemos expropiado esa propiedad. En Bolivia el Estado se queda entre el 70 y el 85 de la ganancia de estas explotaciones".

  • "Este conjunto de medidas está permitiendo a los Estados la retención de los excedentes, ampliando el mercado interno, y el conjunto de los recursos comunes."

  • "Ningún país de América Latina que ha nacionalizado ha quedado aislado".

  • "El Estado ha adquirido un margen de soberanía que protege más a su población".

  • "Ni Bolivia, ni Argentina, ni Ecuador, ni Venezuela han estatizado toda la economía sino las áreas donde se genera riqueza. El objetivo: la redistribución de la riqueza".

  • "Otra característica: la ampliación de derechos y la redistribución del excedente. Estamos creando un Estado social, garantista de los derechos, No hay derechos sin recursos. Hoy en Bolivia la definición de la riqueza del Estado está definida por el trabajador asalariado, los cooperativitas y las comunidades".

  • “Si no hay capacidad de garantizar los derechos del pueblo, no hay soberanía”.

  • "Otra característica del pos neoliberalismo: desmercantilización selectiva de la economía: en ciertas áreas claves y básicas no tenemos porqué movernos con reglas del mercado. No es desconocer, sino decir hay ciertas áreas imprescindibles en la que el Estado debe intervenir para introducir una lógica de valor de uso, de la utilidad".

  • "La lógica del mercado no es invencible. Puede ser gradualmente sustituida por la lógica del valor de uso, en términos marxistas".

  • "Se ha puesto de moda la palabra extractivismo, la producción acelerada de materias primas. Es una simple etiqueta, no una descalificación seria porque toda economía, de una u otra manera, aún aquella basada en el intelecto, modifica la naturaleza. No hay economía que no modifique la naturaleza, que no extraiga algo. No vive del aire. Toda economía es por definición transformación de la naturaleza, aún la más orgánica ¿Cuál es la naturaleza del capitalismo? Generar ganancias. Si para eso hay que matar personas, lo hace. Si hay que contaminar ríos, lo hace, si hay que desparecer bosques, lo hace. Pero si da ganancia preservarlo, también lo hace".

  • "Están los que dicen estoy enfrentando al capitalismo porque estoy defendiendo el bosque, pero en ese mismo acto, una empresa en Noruega ha generado 200 millones de ganancias por exención impuestos".

  • "Por supuesto que hay que defender el medio ambiente, pero sin caer en la trampa de convertirnos, los latinoamericanos, en los guardabosque de las empresas del norte".

  • "Nos quieren pedir a nosotros, en seis años, lo que el capitalismo no ha sido capaz de construir en 500 años".

  • "El posneoliberalismo aún se desenvuelve en los márgenes del capitalismo pero lleva en sus entrañas un potencia poscapitalista, y tiene que ser así".

  • "El Estado tiene que dar un paso más allá en hacer de la propiedad estatal, propiedad pública: que la propiedad del Estado no esté bajo control de los administradores del Estado sino de la propia sociedad”.

  • "La clave en este tránsito de socialización de la propiedad y la administración de bienes públicos está en la democratización del Estado".


Buenos Aires, octubre de 2012.



CAPITALISMO


“LOS MONOPOLIOS MEDIÁTICOS EN AMÉRICA LATINA SON EL SUSTITUTO FUNCIONAL DE LOS PARTIDOS DE DERECHA ANTE SU FRACASO”: BORON


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Buenos Aires

No hay que llamarse a error: los medios de comunicación simplemente son grandes conglomerados empresariales que tienen intereses económicos y políticos. En América Latina los monopolios mediáticos tienen un poder fenomenal que han venido a sustituir a los partidos políticos de la derecha que han caído en el descrédito y que no tienen capacidad de concitar la atención ni la voluntad de los sectores conservadores de la sociedad”. Así caracteriza el politólogo y científico social argentino Atilio Boron a la denominada canalla mediática.

En este sentido, explica, “se cumple aquello que muy bien profetizó Gramsci hace casi un siglo cuando dijo que ante la ausencia de organizaciones de la derecha política, los medios de comunicación, los grandes diarios, asumen la representación de sus intereses y eso se está dando en América Latina”. En prácticamente todos los países de la región los conglomerados mediáticos se han convertido en “operadores políticos”.

LA CRISIS DEL CAPITALISMO Y EL TRIUNFO DE CHÁVEZ

Boron, quien no necesita presentación por ser un importante referente de la teoría política y de las ciencia sociales en Iberoamérica fue uno de los expositores principales del VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, el cual tuvo lugar en Buenos Aires entre el 4 y el 6 de octubre.

Tópicos como la crisis estructural del capitalismo, el fenómeno de la manipulación de los monopolios mediáticos y lo que significa para América Latina el triunfo reeleccionista del presidente venezolano Hugo Chávez fueron tratados a profundidad por este destacado politólogo, sociólogo e investigador social, doctorado en Ciencia Política  por la Universidad de Harvard y actualmente director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini de la capital argentina.

Para ahondar sobre algunos de estos temas, el OBSERVATORIO SOCIOPOLÍTICO LATINOAMERICANO www.cronicon.net tuvo la oportunidad de entrevistarlo al término de su participación en dicho foro académico internacional.

HACIA UN PROYECTO POSTCAPITALISTA

En desarrollo de su disertación en el encuentro de la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo, Boron analizó el contexto de la crisis capitalista.

“Hoy en día –dijo el politólogo-  es imposible referirse a la crisis y la salida de la misma sin hablar del petróleo, el agua y de las cuestiones medio ambientales. Esta es una crisis estructural y no producto de una mala administración de los bancos de las hipotecas subprime”.

Recordó que recientemente se plantearon propuestas por parte de dos premios Nobel de Economía para amilanar la debacle capitalista. Una, la esbozada por Paul Krugman que propone revitalizar el gasto público. El problema, dijo Boron, es que los Estados están quebrados y el nivel de endeudamiento de las familias en Estados Unidos equivale al 150% de los ingresos anuales.

“Krugman propone darle crédito al Estado para que estimule la economía. Pero los Estados no tienen dinero porque acudieron a salvar a los bancos”, precisó.

El otro planteamiento es de Amartya Sen, quien analiza la situación del capitalismo como una crisis de confianza y es muy difícil restablecerla entre los ahorristas y los banqueros dados los antecedentes de éstos últimos. Por ello Borón afirma que éstas no dejan de ser “pseudo explicaciones que no terminan de ir al fondo de la cuestión. No explican porqué caen los índices del PBI y suben las bolsas. Ambos índices estarían desvinculados y las bolsas crecen porque los gobiernos inyectaron moneda al sistema financiero”.

La crisis capitalista ha servido  para acumular riqueza en muy pocas manos, puesto que “lo que han hecho las democracias capitalistas en el mundo desarrollado es salvar a los banqueros, no a los endeudados, a las víctimas”.

Ejemplificó con las siguientes cifras: mientras el ingreso medio de una familia en Estados Unidos es de 50.000  dólares al año, el de los hispanos 37.000 y el de una familia negra 32.000, el director ejecutivo del Bank of America, rescatado, cobró un salario de 29 millones de dólares.

Es evidente entonces, dijo Boron, que cada vez hay una tendencia más regresiva de acumular riqueza en pocas manos. En treinta años el ingreso de los asalariados se incrementó en un 18% y el de los más ricos se acrecentó en un 238%.

“En el capitalismo desarrollado ha habido una mutación y los gobiernos democráticos se han transformado en plutocracias, gobiernos de ricos”, explicó. Pero además, “el capitalismo se basa en la apropiación selectiva de los recursos”.

Por ello, citando al economista egipcio Samir Amin, este científico social argentino afirma sin ambages que “no hay salida dentro del capitalismo”.

Como alternativa, Boron sostiene que “hoy se puede pensar en un salto hacia un modelo postcapitalista. Hay algo que se puede hacer hasta que aparezcan los sujetos sociales que darán el tiro de gracia al capitalismo. Lo que se puede hacer es desmercantilizar todo lo que el capitalismo ha mercantilizado: la salud, la economía, la educación. Así estaremos en condiciones de ver el amanecer de un mundo más justo y más humano”, puntualizó.

LA REELECCIÓN EN VENEZUELA

Sobre la matriz de opinión que han querido imponer los monopolios mediáticos de la derecha en el sentido de que la reelección del presidente Chávez en Venezuela es un síntoma de que se quiere perpetuar en el poder, el análisis de Borón fue contundente:

“Hay un grado de hipocresía enorme en este tema, porque la misma gente que se preocupa porque Chávez pueda estar 20 años en el gobierno aplaudía fervorosamente a Helmut Kohl que se quedó 18 años en Alemania, o 14 Felipe González en España o 12 Margaret Thatcher en Inglaterra”.

“Hay un argumento racista que dice que somos una raza de corruptos e imbéciles que no podemos dejar que la gente se quede tanto en el poder o hay una conveniencia política, que es lo que pasa, donde ellos tratan de limar las perspectivas de poder de líderes políticos que no son de su agrado. Ahora, si Chávez instaurara una dinastía donde su hijo y su nieto heredan el poder, yo estaría en desacuerdo, pero lo que hace Chávez es decirle al pueblo elija y es el gobernante que a nivel mundial en un período de 13 años convocó a 15 elecciones, de las cuales ganó 14 y perdió una por menos un punto y reconoció rápidamente su derrota. Entonces, no está dicho en ningún lugar serio de la teoría democrática que tiene que haber alternancia de liderazgos, en la medida que ese liderazgo sea ratificado en elecciones limpias y por la soberanía popular”.

LA CANALLA MEDIÁTICA ASUME REPRESENTACIÓN DE INTERESES DE LA DERECHA

-          Hoy en el debate de la teoría política se viene hablando de “posdemocracia” para significar el agotamiento de los partidos políticos, la irrupción de los movimientos sociales y la incidencia en la opinión pública de los medios de comunicación. ¿Qué alcance le da usted a este nuevo concepto?

-          Yo lo analizo como una expresión de la capitulación del pensamiento burgués que en una determinada fase del desarrollo histórico del capitalismo, fundamentalmente a partir del final de la Primera Guerra mundial, se apropió de una bandera que era la de la democracia y la hizo suya. De alguna manera algunos sectores de la izquierda consintieron ese despojo. ¿Por qué?, bueno, porque estábamos un poco a la defensiva y además el capitalismo había hecho una serie de cambios muy importantes, y por eso fue que la idea de la democracia quedó como si fuera una idea propia de la tradición liberal burguesa a pesar de que nunca hubo un pensador de esta corriente política que hiciera una apología del régimen democrático. Lo estudiaban si a caso a partir de Thorbecke o John Stuart Mill, pero nunca proponían un régimen realmente democrático, eso viene de la tradición socialista y marxista. Se apropiaron de esa idea, la utilizaron durante todo el siglo XX, pero ahora dadas las nuevas contradicciones del capitalismo y el hecho de que las grandes empresas hicieron suya la concepción democrática y la han bastardeado y desvirtuado hasta el punto tal de hacerla irreconocible, se han dado cuenta de que no tiene sentido seguir hablando de democracia. Entonces utilizan el discurso resignado que dice que lo mejor de la vida democrática ya pasó, un poco el análisis de Colin Crouch: lo que queda ahora es el aburrimiento, la resignación, el dominio a cargo de las grandes transnacionales, los mercados secuestraron a la democracia, y por lo tanto tenemos que acostumbrarnos a vivir en un mundo posdemocrático. Nosotros como socialistas y más aún como marxistas no podemos aceptar jamás esa idea. Creo que la democracia es la culminación de un proyecto socialista, de la socialización de la riqueza, de la cultura y del poder. Pero para el pensamiento burgués la democracia es una conveniencia ocasional que duró unos 80 o 90 años, luego de lo cual decidió desembarazarse de ella.

-          ¿Aunque es una circunstancia anómala mundial, cómo analiza el fenómeno de la canalla mediática en América Latina si se tiene en cuenta que la propiedad de los grandes medios está concentrado en unos pocos monopolios del gran capital? ¿Pareciera que paulatinamente van perdiendo credibilidad?

-           Lo que bien calificas como canalla mediática tiene un poder fenomenal que ha venido a sustituir a los partidos políticos de la derecha que han caído en el descrédito y que no tienen capacidad de concitar la atención ni la voluntad de los sectores conservadores de la sociedad. En este sentido se cumple aquello que  muy bien profetizó Gramsci hace casi un siglo cuando dijo que ante la ausencia de organizaciones de la derecha política, los medios de comunicación, los grandes diarios, asumen la representación de sus intereses y eso se está dando en América Latina. En algunos países la derecha conserva una cierta capacidad de expresión orgánica, creo que el caso de Colombia es uno de ellos, pero en la Argentina no, porque en este país no existen dos partidos como el liberal y el conservador colombianos, y lo mismo pasa en Uruguay y Brasil. El caso colombiano revela la sobrevivencia de organizaciones  clásicas del siglo XIX de la derecha que se han mantenido incólumes a lo largo de 150 años. Es parte del anacronismo de la vida política colombiana que se expresa a través de dos formaciones políticas decimonónicas, cuando la sociedad colombiana está mucho más evolucionada. Es una sociedad que tiene una capacidad de expresión a través de diferentes organizaciones, movilizaciones e iniciativas populares que no encuentran eco en el carácter absolutamente arcaico del sistema de partidos legales en Colombia.

-          Con esa descripción que encaja perfectamente en la realidad política colombiana, qué podríamos hablar entonces de sus medios de comunicación…

-          Los medios de comunicación en aquellos países en que los partidos han desaparecido o se han debilitado, son el sustituto funcional de los sectores de la derecha.

-          ¿Qué significa para América Latina el triunfo reeleccionista del presidente venezolano Hugo Chávez?

-          Significa continuar en una senda que se inició hace trece años, una senada que progresivamente ha logrado algunas derrotas muy importantes del imperialismo norteamericano en la región, entre ellas la más importante, la derrota del proyecto del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), que era la actualización de la Doctrina Monroe para el siglo XXI y eso fue barrido básicamente por la enorme capacidad de Chávez de formar una coalición con presidentes que no siendo propiamente de izquierda eran sensibles a un proyecto progresista como podía ser el caso de Lula en Brasil y Néstor Kirchner en Argentina. O sea, Chávez ha sido de alguna manera el gran mariscal de campo en la batalla contra el imperialismo y es un hombre que tiene la visión geopolítica estratégica continental que nadie más tiene en Suramérica. El otro que la tiene es Fidel, pero él ya no es jefe de Estado, aunque yo siempre digo que el líder cubano es el gran estratega de la lucha por la segunda y definitiva independencia, mientras que Hugo Chávez es el que lleva a los campos de batalla las grandes ideas, con lo cual hemos avanzado mucho. Incluso ahora con el ingreso de Venezuela a Mercosur se ha logrado crear una especie de blindaje contra tentativas de golpe de Estado. De haberse encontrado Venezuela asilada, considerada un Estado paria, habría sido presa muy fácil de la derecha de ese país y del imperio norteamericano. Ahora, no les va a resultar tan fácil.

-          ¿No ve algunos nubarrones en el horizonte del proceso revolucionario de Venezuela?

-          Yo creo que sí, porque la derecha es muy poderosa en América Latina y tiene capacidad de engañar a la gente. Y los grandes medios de comunicación tiene la capacidad de manipular, engañar, deformar la opinión de la gente, en Colombia lo vemos muy claro. Buena parte de los colombianos compraron el boleto de la Seguridad Democrática con una ingenuidad, como acá en la Argentina compramos el boleto de ganar la guerra  de las Malvinas. Hay que tener en cuenta entonces que hay nubarrones en el horizonte porque el imperialismo no se va a quedar de brazos cruzados y va a intentar hacer algo como por ejemplo impulsar una tentativa de sublevación popular, tratar de desestabilizar el gobierno de Chávez y tumbarlo.

Buenos Aires, octubre de 2012.

GLOBALIZACIÓN


“PARA SUPERAR EL CAPITALISMO, EL VALOR DE USO DEBE PREVALECER SOBRE EL VALOR DE CAMBIO”: DAVID HARVEY


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Buenos Aires

La contradicción entre el valor de uso y el valor de cambio ha llevado a la actual crisis del capitalismo, afirmó el geógrafo y científico social británico David Harvey durante una de sus intervenciones en el marco del VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, que tuvo lugar entre el 4 y 6 de octubre en Buenos Aires. Por ello planteó la necesidad de que “el valor de uso debe volver a tener vigencia”.

Harvey se refirió a la situación en torno a la crisis del mercado inmobiliario y señaló que una de las respuestas que debe dar la izquierda en tal sentido “es que la vivienda vuelva a tener su valor de uso. O sea, atacar todo tipo de especulación. Que el valor de uso se imponga al valor de cambio.” Y amplió el concepto: también debe extenderse, recalcó, a la salud y a la educación.

Explicó que el valor de cambio de la vivienda se ha vuelto más relevante por cuanto ésta se convirtió en un elemento de especulación, hasta tal punto que hoy sea muy difícil para millones de familias en varios países adquirir casa.

Como consecuencia del auge especulativo, explicó, más de seis millones de estadounidenses han perdido su vivienda. “El valor de cambio se volvió algo grave y por eso es preciso que el valor de uso vuelva a tener vigencia”, insistió este  geógrafo, sociólogo urbano, historiador social marxista y profesor de reputación académica internacional.

“La segunda contradicción a la que me quiero referir es que el valor en el capitalismo se trata de la mano de obra. Es inmaterial pero objetivo. La representación objetiva es el dinero” señaló. “Vemos formas ficticias del capital que se crean constantemente y no tienen nada que ver con la creación del valor, están vinculadas a la apropiación del valor”.

En este sentido, Harvey coincide con lo expuesto por  el intelectual y humanista belga  François Houtart en su propuesta sobre la necesidad de una declaración Universal del Bien Común, en la que sostiene que “La transformación del paradigma de la economía consiste en privilegiar el valor de uso en vez del valor de cambio, como lo hace el capitalismo. Se habla de valor de uso cuando un bien o un servicio adquieren una utilidad para la vida de uno. Estos adquieren un valor de cambio cuando son objeto de una transacción. La característica de una economía mercantil es privilegiar el valor de cambio. Para el capitalismo, la forma más desarrollada de la producción mercantil, este último es el único «valor». Un bien o un servicio que no se convierte en mercancía, no tiene valor, porque no contribuye a la acumulación del capital, fin y motor de la economía (M. Godelier, 1982). Para esta perspectiva, el valor de uso es secundario y, como lo escribe István Mészarós, «él puede adquirir el derecho a la existencia si se amolda a los imperativos del valor de cambio». Se pueden producir bienes sin ninguna utilidad a condición de que sean pagados (la explosión de los gastos militares, por ejemplo, o los elefantes blancos de la cooperación internacional) o se crean necesidades artificiales por la publicidad (Wim Dierckxsens, 2011) o también se amplían los servicios financieros en burbujas especulativas. Al contrario, poner el acento sobre el valor de uso hace del mercado un servidor de las necesidades humanas”.

En el análisis de este geógrafo inglés y profesor de la Universidad de Nueva York, en la sociedad capitalista la ciudad se revela en la contradicción entre el valor de cambio –el espacio producido como condición de la realización del lucro, produciendo la ciudad bajo la égida de las necesidades del capital –y el valor de uso– la ciudad creada para la realización de la vida en lugares específicos, muchos de ellos degradados.  Esa contradicción, agrega, también revela la condición con que la ciudad se produce una producción socializada pero una apropiación privada.  

La ciudad segregada revela la sociedad fundamentada en el intercambio, donde el propio espacio es producido como mercadería, imponiendo al uso la mediación del mercado inmobiliario. De este modo, señala Harvey, la producción del espacio urbano se conecta cada vez más a la forma mercadería que sirve a las necesidades de la acumulación promoviendo cambios, exigiendo readaptaciones de usos y funciones de los lugares en la ciudad, reproduciéndose bajo la ley de lo reproducible.  Esto es así porque hoy, cada vez más, el espacio producido como mercadería entra en el circuito del intercambio atrayendo capitales que migran de otros sectores de la economía de modo de viabilizar la reproducción en un momento de superacumulación del capital que coacciona y solapa la producción de la ciudad como espacio-tiempos de realización de la vida humana. 

LA ECONOMÍA MUNDIAL ES UNA PLUTOCRACIA

En su disertación Harvey también se refirió a la forma como se representa el valor social del trabajo y dijo que la misma es destructiva, por lo cual precisó que se requiere “revolucionar el modo en que adjudicamos valor al trabajo”.

Analizó igualmente la diferencia de ingresos entre la pobreza y la riqueza, y expresó que “no hay ninguna razón por la cual la brecha entre riqueza y pobreza haya llegado a los niveles que llegó. Sería posible manejar esa brecha entre capitalistas y trabajadores. No tiene que ser necesariamente al nivel que llega ahora. Vivimos en una plutocracia. La economía mundial es una plutocracia. Unas 500 familias concentran toda la riqueza. La brecha entre los ricos y los pobres se ha ampliado de manera muy rápida”.

Entre las contradicciones del capitalismo que detalló, habló de “la relación entre la tecnología y las personas. Tenemos una tecnología que está generando personas descartables. El trabajo de muchas personas se ha vuelto descartable. Hay contradicciones que podríamos llamar fatales, otras que son imposibles de resolver o manejar sin destruir el mundo -que siempre han estado latentes- en la historia del capitalismo pero nunca han sido dominantes. ¿Se han vuelto ahora dominantes? ¿Es el momento para pensar alternativas al modo capitalista de producción?”, se interrogó.

Y luego enumeró: “Una es la venganza de la naturaleza, la degradación del medio ambiente global. La segunda es la contradicción del crecimiento perpetuo. Ahora China y el ex bloque soviético han quedado absorbidos por la dinámica capitalista, en la que el crecimiento del 3% para siempre no puede continuar. Que la crisis vaya de un lado del mundo a otro es un signo de esta contradicción”.

“El problema central que debe resolverse –dijo Harvey- está bastante claro: el crecimiento exponencial sin fin no es posible y los problemas que han afligido al mundo durante los últimos treinta años indican que se está llegando a un límite en la acumulación continua del capital que no se puede superar creando ficciones provisionales”.

Aludió igualmente a otra contradicción: “la alienación universal de los seres humanos de ser partícipes activos en la creación del mundo en que viven. Si interpretamos esto como una de las contradicciones profundas que Marx dice que son centrales al capitalismo, ha llegado el momento en que todo se va a quebrar, pero tenemos que intentar que se quiebre de una forma y no de otra”, expresó.

LAS CIUDADES SON UN BOTÍN DE LA LUCHA DE CLASES

Dada su especialización en urbanismo y geografía, el teórico social inglés abocó el tema de la relación entre la acumulación del capital y la lucha de clases, centrada en el ámbito de la urbanización.

Sobre el particular trazó un paralelismo entre la crisis del 30 y la situación actual, haciendo notar las ondas especulativas en el ámbito inmobiliario previas a ambos momentos históricos que, según su visión, anticiparon y precipitaron las crisis.

“Los mercados de propiedades y la urbanización tuvieron un papel en la formación de la crisis. Los mercados urbanos y la urbanización también sacaron a las diversas crisis capitalistas de la depresión. Sólo se podía salir con medidas expansivas, una de ellas: la construcción de viviendas”.

La teoría que Harvey desarrolló estuvo centrada en la construcción de zonas residenciales como mecanismo para la acumulación de capital y, a la vez, contención social. “¿Qué revoluciones surgieron de las zonas residenciales estadounidenses?”, se preguntó en ese sentido.

Además, señaló que “recientemente hubo un estudio de la Reserva Federal de San Francisco (California) que sacó como conclusión que Estados Unidos siempre ha encontrado una manera para salir de la depresión: construir casas y llenarlas con cosas. Es una observación interesante porque si miramos la dinámica de la construcción de casas antes de la Segunda Guerra Mundial no se construían más de 500.000 mil viviendas y luego no menos de un millón, más autopistas, autos y energía. Un modo de vida apuntado al consumismo”.

“El punto es que cuando comenzamos a observar esta dinámica vemos que tiene un sentido económico, político, cultural y no es sorprendente observar que con los años EE.UU. se ha convertido cada vez en más conservador de su política”, añadió reforzando su tesis.

Dentro de este contexto, comparó la política económica de China con la empleada por Estados Unidos en la época de posguerra: “Lo que está haciendo China es lo que hizo EE.UU. después de 1945: inyectar recursos para la construcción de viviendas residenciales, construcciones urbanas. Al mismo tiempo inyectaron capital especulativo respecto a esas propiedades”.

Al enforcar el fenómeno en América Latina, Harvey afirmó que “es interesante observar a países como Brasil y Argentina y preguntarse cuál ha sido la relación entre la salida de l a crisis 2001 y la construcción de viviendas. ¿Qué tipo de urbanización ocurre aquí? Hay distinciones. Lula construyó casi dos millones de viviendas para los sectores de menos recursos. El estilo de urbanización también es importante”.

Dijo que las dinámicas que vinculan la urbanización con la acumulación de capital son muy fuertes: “Si lo que yo digo es cierto esto implica que el capital tiene la capacidad de construir las ciudades que quiera sin importarle lo que necesita la gente. Como individuos nos vemos obligados a vivir en el tipo de ciudad que el capital quiera y el tipo de ciudad que es coherente con mantener la acumulación de capital”.

 “Tenemos que vivir en el tipo de ciudad que el capitalismo quiere vivir y no necesariamente la que queremos. Por definición, la ciudad es un botín de la lucha de clases”, aseveró.

“En general la noción de clase en la traducción marxiana ha estado muy relacionada con el lugar de trabajo pero ¿en qué medida las luchas urbanas han articulado una retórica anticapitalista?”, se preguntó.

Profundizó sus análisis señalando: “¿Dónde se explotan los trabajadores? En el lugar de trabajo. Pero qué pasa cuando llevan su salario a su hogar: son explotados por quienes le cobran la renta. Son formas secundarias de explotación. La explotación se produce en el momento de la realización de la plusvalía, no en el momento de la producción. ¿Cuántas personas, en EE.UU., se han visto desalojadas de sus casas? Esta es una forma de explotación contra la que hay que luchar. Es la economía de acumulación contra la desposesión”.

“Si la ciudad es el sitio donde tiene que tener lugar la lucha de clases, ¿por qué no pensamos en organizar ciudades enteras? ¿Qué pasa cuando eso ocurre?”, se interrogó y a renglón seguido puso como ejemplo el “Cordobazo”, en Argentina en 1969, y las ciudades de El Alto y Cochabamba, en Bolivia, entre el 2003 y el 2005.

ALIENACIÓN DE LOS PROCESOS POLÍTICOS

Finalmente, Harvey habló de “la alienación universal de los procesos políticos”, como está ocurriendo en algunos países europeos en los que, dada la magnitud de la crisis económica, están surgiendo alternativas fascistas y puso como ejemplo el caso de Grecia.

Por ello exhortó a pensar en las contradicciones sociales, económicas y políticas del mundo, habida cuenta que las mismas posibilitan comprender la realidad contemporánea.

Buenos Aires, octubre de 2012.

EL IMPERIO


“BAJO EL IMPERIO DEL CAPITAL”, LIBRO DE GEOPOLÍTICA Y DENUNCIA SOBRE LAS AGRESIONES Y ATROCIDADES DE ESTADOS UNIDOS



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Buenos Aires

Como “pequeña gran enciclopedia del imperialismo” calificó el historiador e investigador social colombiano Renán Vega Cantor el último libro del economista  y profesor argentino Claudio Katz que lleva el sugestivo título “Bajo el imperio del capital (Ediciones Luxemburg), durante su presentación en el marco del VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos realizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo que tuvo lugar en Buenos Aires, entre el 4 y 6 de octubre.

Vega Cantor dijo que el nuevo trabajo de Katz reivindica el lenguaje del imperialismo que los neoliberales y la canalla mediática dominante han buscado reemplazar con eufemismos. Es más, sostuvo el científico social colombiano, ante el desprestigio del término capitalismo en algunos sectores académicos norteamericanos se plantea cambiarlo por sistema de libre empresa.

El trabajo bibliográfico de Katz es una interesante caracterización del imperialismo y su  periodización, analizando el rol singular del gendarme norteamericano y estudiando los nuevos mecanismos de gestión geopolítica conjunta y asociación económica internacional. Describe el impacto de estos cambios en las relaciones entre potencias y en el manejo de los recursos de la periferia.

El autor objeta las interpretaciones convencionales y retoma las controversias marxistas sobre el imperialismo como etapa última del capitalismo. Evalúa las teorías actuales de la sucesión hegemónica y del declive estadounidense, indaga la hipótesis de un imperio transnacional descentrado y discute las propuestas de desarrollo multipolar cooperativo.

Toda la problemática imperial es actualizada a la luz de las modificaciones registradas en el perfil de las clases dominantes, el funcionamiento de los estados y el impacto de la ideología.
PROPÓSITO DE DENUNCIA

En palabras del propio Katz, su libro “tiene un propósito de denuncia y un sentido analítico buscando poner al día y actualizar la teoría del imperialismo. Primero lo hace con un aspecto de denuncia porque cuando hablamos del imperialismo no podemos adoptar un punto de vista imparcial. Discutir el imperialismo es hablar de acontecimientos atroces que todos los días quedan disueltos en un vendaval de noticias. Vemos aviones de Estados Unidos asesinando familias en la frontera de Pakistán y Afganistán, marines atacando gente inocente, bombardeos de funerales, tropas especiales norteamericanas en acciones de asesinatos selectivos a nivel internacional, la legalización de la tortura, la organización de sabotajes a economías adversas como la de Irán, guerras sangrientas en África para asegurar el control de las materias primas”.
Igualmente, en el libro se hace referencia a las áreas estratégicas de Estados Unidos y dentro de ellas se encuentra América Latina, hemisferio sobre el cual analiza detenidamente varios acontecimientos como la anuencia del gobierno de Colombia de facilitar la utilización de bases gringas en  su territorio; la guerra social que se está librando en México para instalar formas de autoritarismo en la vida cotidiana donde el Tío Sam provee armas y supervisa la persecución a los narcotraficantes; y la escalada de homicidios en Centroamérica contra los pobres, contra los refugiados, una guerra de baja intensidad siempre con el argumento pueril de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
En definitiva, este bien logrado trabajo del economista argentino, profesor de la Universidad de Buenos Aires y director de varios proyectos de investigación social, constituye una sólida postura “contra los argumentos neoconservadores que realzan las virtudes civilizatorias del imperialismo, contra los análisis pragmáticos que justifican la perpetuación del status quo, contra la teoría del derecho internacional que justifica intervenciones ‘humanitarias’, donde hay tropas siempre disponibles para socorrer a algún aliado occidental de las compañías transnacionales pero nunca para proteger a los palestinos, a los colombianos, a los pueblos africanos que soportan masacres todos los días”.

UN SISTEMA DE AGRESIÓN
“Para mí discutir sobre el imperialismo es partir de esta denuncia y, sobre todo, entender que no es un resabio del pasado como imaginan algunos liberales, tampoco un rasgo negativo e indeseado del sistema sino una necesidad del capitalismo para asegurar la reproducción de un sistema de explotación. En este marco discuto las teorías del imperialismo, busco afinar, actualizar, analizar cómo tenemos que abordar este problema hoy”, explica Katz.
Al fin y al cabo, el imperialismo es un sistema de agresión que los propios sectores dominantes de Estados Unidos buscan camuflar para justificar lo injustificable. Por ello la palabra fue sustituida hace más de dos décadas por los tanques de pensamiento norteamericanos y los economistas neoliberales, prefiriendo hablar de “globalización”.

Incluso entre los pensadores críticos se habla de neoliberalismo, y el concepto imperialismo quedó marginado.

“Me parece –dice Katz- que el término volvió a ocupar un papel relevante a partir de la invasión norteamericana a Irak por parte de Bush, en ese momento el ejercicio descarnado de la acción imperial hizo que muchos intelectuales volvieran a discutir el tema”.

“El concepto imperialismo es justamente relevante –agrega- porque es útil para analizar cómo, en la etapa actual, en la etapa del neoliberalismo, en los últimos 20 o 30 años, hay una reconfiguración de las relaciones de poder a escala internacional y su caracterización es útil para entenderla porque hay que analizarla teniendo categorías que nos permitan comprender que estamos en una época muy distinta a la del imperialismo clásico de Lenin y al período típico de posguerra”.

“Si comparamos la época actual con el período clásico de Lenin tenemos que tener en cuenta que hay por lo menos dos elementos que distinguen significativamente el análisis del período actual del leninista clásico. El primero y más importante, es que no estamos en una época signada por guerras interimperialistas. En la actualidad una confrontación bélica entre Japón y Estados Unidos, o entre Francia, Alemania o Gran Bretaña es simplemente impensable, inimaginable, en cambio en la época de Lenin todos los problemas políticos se razonaban a partir de conflictos bélicos entre potencias y no solo económicos. Los conflictos comerciales, financieros o productivos entre las potencias se proyectaban inmediatamente a la esfera militar. En la época actual no lo hacen. Me parece importante comprender que desde la posguerra se produjeron un conjunto de transformaciones estructurales en el funcionamiento del imperialismo que nos obligan a captarlo y analizarlo de otra manera”.

TENDENCIAS DEL IMPERIALISMO CONTEMPORÁNEO

Para Katz hay que tener en cuenta también que “la idea de estancamiento, de parasitismo financiero que era un criterio que organizaba la visión leninista debe ser adaptada a una época de mundialización neoliberal donde se ha renovado en forma dramática la competencia entre grupos oligopólicos alrededor del aumento de la productividad, de la búsqueda de nuevos mercados y no solo de una rivalidad entorno al manejo del excedente financiero”.

En “Bajo el imperio del capital” explora tres tendencias estructurales del imperialismo contemporáneo que permiten organizar una visión del sistema en la actualidad:

“La primera es la creciente asociación internacional de capitales, por eso el libro lleva ese título. El surgimiento de compañías internacionales como actores relevantes del período actual nos permiten captar que estamos en un período de mundialización financiera, de internacionalización productiva, de interconexión comercial, que acrecientan los desequilibrios del capitalismo en comparación al pasado, pero al mismo tiempo refuerzan la necesidad de un sostén coordinado del sistema. Este salto cualitativo en la mundialización del capital es una tendencia que comenzó a esbozarse en la posguerra, se desenvolvió en forma importante a partir de la crisis del 70 y en el período del neoliberalismo se ha profundizado significativamente. La segunda es que hay una gestión imperial más colectiva, con creciente preponderancia de guerras globales comunes en comparación a las guerras hegemónicas de cada potencia. Francia puede enviar tropas a Costa de Marfil e Inglaterra afianzar su presencia militar en Malvinas, pero en los grandes escenarios como Medio Oriente, en los grandes conflictos, hay una acción coordinada en torno a la OTAN, por eso la unidad colectiva ha sustituido a la defensa nacional como principio rector. Cuando hay un conflicto hay coordinación global. Existe un tercer proceso que explica en gran medida los anteriores y es el rol estratégico protector que cumple Estados Unidos para todo el capitalismo mundial. Hay mucha discusión acerca de cuál es el grado de declive de la primera potencia pero no cabe duda que actúa como un sheriff global que auxilia al grueso de las clases dominantes. Frente a coyunturas complejas de insurgencia popular o inestabilidad geopolítica, Estados Unidos sigue cumpliendo un papel clave, por eso maneja la mitad del gasto militar mundial”.

CHINA, EL GRAN CAMBIO DE ÉPOCA

Aunque en el libro Katz sostiene que “China es vista todavía como una potencia en constitución”, por lo que ha sido calificada con la denominación intermedia de emergente, paulatinamente se está consolidando “en un país central entrelazado con el capital mundial”. Por esa razón, dice este economista e investigador social, la nación asiática es la gran candidata “a chocar con el dominador norteamericano”.

“China es el gran cambio de la época porque una de las grandes transformaciones que estamos observando es su ascenso fulminante que está consumando su conversión en una economía central. Este proceso acompaña otra gran novedad de la época que es el desplazamiento del eje productivo desde occidente a las regiones asiáticas”.

Sin embargo opina que el caso de China hay que analizarlo con mucho cuidado pues ahí hay un escenario abierto que todavía no define una tendencia.

El ascenso del gran país asiático es importante analizarlo a través “de dos conceptos que se utilizan mucho y me parece que pueden conducir a ciertos errores. El primero es colocar a China junto con el resto de los BRICS y hacer un paquete único. No se puede decir que hay un grupo emergente que avanza sin tener en cuenta que entre China y el resto hay una diferencia cualitativa. Brasil está cumpliendo un papel importante porque le vende materias primas a China. No están en el mismo plano. La verdadera potencia que está cumpliendo un papel clave y que en la crisis internacional se ha demostrado que actúa como acreedora de Estados Unidos en el plano financiero es China, no Brasil ni Sudáfrica”.
“La otra idea que puede dar lugar a confusiones -añade Katz- es analizar el proceso en términos de multipolaridad, en una simple dispersión del poder global entre un conjunto de regiones y potencias. Lo que tenemos en este momento es una crisis de hegemonía de las viejas potencias centrales pero está asociada con una internacionalización de las empresas transnacionales. Aquí podemos observar otra diferencia con la época leninista. China emerge no solo como potencia autónoma sino también económicamente asociada a los poderes centrales. China pasa a ocupar un lugar clave como poder pero ocupa ese lugar porque está conectada al comercio y las finanzas internacionales. No es como en el pasado que Japón emergía como un rival de Estados Unidos y terminaron en guerra. China emerge como potencia pero al mismo tiempo como una economía muy conectada a los países centrales, por eso ha ocupado un rol clave en el socorro de los bancos en la crisis de 2008 y ha estado muy interesada en que no llegara a mayores para poder mantener su corriente de ventas de productos que le garantizan el excedente comercial. Es una experiencia histórica en la geopolítica que combina rivalidad e interrelación”.
Obviamente, colige, “lo que está haciendo China con Estados Unidos no es gratis”.
CRISIS CAPITALISTA TÍPICA
Sobre los acontecimientos económicos ocurridos en 2008 en Estados Unidos y Europa que desembocaron en la actual crisis, Katz la ha caracterizado como “típica” del capitalismo pero más grave que las anteriores por todos los nuevos rasgos de esta etapa.
“Por un lado –explica- se visualiza la gestión colectiva, siendo que ahora hay una reunión anual de todos los presidentes, cuestión que no existía en la crisis de los años 30. Hay a su vez una acción más coordinada de los bancos centrales, además de la existencia del Banco Central Europeo que antes no existía. El salvataje se hace de forma conjunta, hay que pensar que la idea de que un capital chino salve un banco griego era inconcebible incluso en los años 60. Que frente a una hecatombe financiera los tenedores de bonos salven a la FED, y esta a los bancos era impensable, porque no estaba mundializado el capital a través de tenencias de títulos públicos distribuidos en el mundo. Si hoy no salvan al banco quedan ellos mismo afectados, entonces el socorro internacional es porque el capital se internacionalizó, no porque se hayan vuelto benefactores”.

No obstante las consecuencias sociales, económicas y políticas de la crisis, la misma no ha frenado el rol dominante de las transnacionales ni el papel geopolítico nefasto que desempeña la OTAN, precisa el analista económico argentino.

CAMBIOS DEPENDERÁN DE LA RESISTENCIA MUNDIAL

Dado que la crisis del capitalismo no ha generado un cambio cualitativo, Katz considera que si bien el imperialismo norteamericano “está socavado por su propio desenvolvimiento”, superarlo dependerá en buena medida de la resistencia mundial y de la articulación de los movimientos sociales.

“América Latina cumplió un papel de vanguardia en la resistencia contra el neoliberalismo, pero la crisis actual plantea otro desafío: ocupar un rol de avanzada en la batalla contra el capitalismo”.

En ese sentido, puntualizó, esta región es el centro de las miradas del mundo gracias a procesos de emancipación como el que se está dando en Venezuela.

Para descargar el libro en archivo PDF puede ingresar en el siguiente enlace:



Buenos Aires, octubre de 2012.

NEOLIBERALISMO


LA SOLUCIÓN A LA CRISIS ECONÓMICA NO ES TÉCNICA SINO POLÍTICA”: PIERRE SALAMA





POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Buenos Aires


Señalando en forma categórica que la solución a la actual crisis capitalista no es técnica sino política, el economista francés Pierre Salama dijo que la misma es estructural y se manifiesta en que hoy es de tipo regional como la que debe enfrentar Europa y posiblemente mañana le corresponda afrontarla a América Latina.

En desarrollo del  VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos realizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo de Buenos Aires, este doctor en economía caracterizó la actual crisis como de la financiarización, es decir, el desplazamiento del capitalismo productivo al capitalismo financiero, del beneficio a la renta, del empresario al rentista inversor.

En los países europeos “el déficit presupuestario se justificó en que se debía ayudar a los bancos, para evitar una crisis peor. El déficit aumenta con la creación de bonos del Estado”, explicó.

Profesor emérito de la Universidad de París IX, director científico del Grupo de Investigación del Estado, la Internacionalización Tecnológica y el Desarrollo (GREITD), Salama señaló en la capital argentina que los bancos han utilizado ese dinero para especular mediante préstamos  a los países más frágiles, en el caso de Europa, por ejemplo, Grecia.

Sobre América Latina dijo que “se ve desaceleración de la economía porque las exportaciones de productos manufacturados han disminuido. El crecimiento que registraron algunos países es consecuencia de las políticas keynesianas que adoptaron. Hoy, el desafío no viene de Estados Unidos, sino de China. Una crisis estructural significa, necesariamente, un cambio en las reglas del juego. ¿Qué va a hacer América Latina? ¿En lugar de venderle materias primas a Europa y Estados Unidos se las venderá a China? Se trataría de cambiar el centro, pero seguir siendo periferia”.

Ante los retos de crecimiento económico de Latinoamérica, el economista francés considera que es necesario pensar en un proteccionismo “no de manera nacionalista, sino regional”.

Para ello, dijo, se debe contar tanto con un banco público como con una política industrial a nivel de la región.

Explicó que si bien la teoría de la dependencia en su vertiente marxista fue muy buena porque daba una visión coherente de lo que ocurría en el mundo entre las décadas del 60 y 80, hoy el análisis debe ser diferente, pues “estamos frente a otro mundo”.

“En mi opinión debemos abandonar el concepto de centro y periferia. ¿Dónde está el centro? ¿Dónde la periferia? Debemos construir nuevos conceptos, porque las formas de dominación han cambiado”, puntualizó el analista económico.

EL RIESGO DE LA ZONA EURO

Para Salama la zona euro estuvo a punto de desaparecer por las crisis de Grecia, España e Italia. En su concepto, hay dos crisis: la del sistema financiero, que se inició hace unos cuatro años, y una segunda, que se alimenta de la primera y ante la cual la única respuesta que encuentran los gobiernos es de carácter fiscal, explicó.

“Cuando uno es chico es fácil morir, cuando uno es más grande la cosa es más difícil. Con esto quiero decir, si el sistema de la zona euro explota es todo el sistema financiero internacional que estalla. Miren la estrategia de Néstor Kirchner: impuso un determinado tratamiento de la deuda externa; intercambió bonos por títulos que apenas valían la mitad. Y por eso es que fue marginado de los mercados financieros. Ese fue uno de los secretos del crecimiento que tuvo Argentina. Y en mi opinión, tuvo totalmente razón de hacerlo. En cambio, en Grecia recibieron planes de austeridad cada vez más fuertes. Hay muchos intereses de todos lados, muchas reticencias en los bancos, que prefieren jugar la carta de la peor situación. Creo que estamos frente a un gran cambio del funcionamiento en Europa. Hay que mirar la propuesta de François Hollande, de que los países puedan pedir plata al 1% cuando España pide créditos al 6 por ciento. Es una idea que puede avanzar hoy”.

Sin embargo, considera que los ajustes que se están aplicando en Europa por gobiernos de derecha sólo harán que la región se precipite hacia una recesión cada vez más profunda.

Frente a este deprimente panorama, Salama insiste en que la única salida es política, y dependerá en gran medida “de la posibilidad de éxito que tengan los movimientos sociales para oponerse a Bruselas y al FMI”.

“Los movimientos sociales que se registran en Europa pueden constituirse en fuerzas políticas que impulsen un cambio a favor de los trabajadores. Sin embargo, hay un riesgo: que la ultraderecha capitalice el descontento social”, señaló.

PROFESIÓN DE ECONOMISTA SE HA PROSTITUIDO

Sobre la responsabilidad de la ciencia económica predominante en la actual crisis financiera, el economista  francés se fue lanza en ristre contra sus colegas a los que calificó de “prostitutas”.

“La responsabilidad –dijo- es de los que tienen más fuerza. Los economistas son como las prostitutas, es decir, dicen lo que quieren escuchar sus dueños. Lamento decirlo de un modo tan brutal, pero desde un punto de vista social muchos de los economistas son impostores. Nos aprovechamos del desconocimiento de los ciudadanos para aparecer como una ‘ciencia’ económica que dice que hay una única solución para distintos tipos de problemas”.

“En lo que a mí concierne, - prosiguió- me escandaliza que muchos de mis colegas economistas se presenten como profesores cuando en realidad son representantes de entidades bancarias. No son los economistas quienes deciden, son sirvientes o prostitutas que sirven a los intereses de otros, como  bancos, gobiernos o instituciones financieras diversas. Suena brutal, lo sé, pero ya es tiempo de decir la verdad sobre este tema”.

Buenos Aires, octubre de 2012.