lunes, 10 de octubre de 2016

COLOMBIA

“CONSTRUCCIÓN DE TEJIDO SOCIAL PARA ALCANZAR LA PAZ EN COLOMBIA PASA POR SUPERAR MODELO NEOLIBERAL”: ERNESTO SAMPER


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito

Aunque el plan de desarrollo de su gobierno (1994-98) se denominó El Salto social para significar que era el “tiempo de la gente”, la gestión del entonces presidente Ernesto Samper Pizano, se caracterizó por haber mantenido y profundizado la apertura económica y promovido las privatizaciones, sustentos del recetario neoliberal que heredó de su antecesor, César Gaviria, padre en Colombia de este malhadado modelo económico, ahora como secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en un intento talvez de ‘mea culpa’, afirma que este país para construir tejido social como requisito básico en la dirección de alcanzar la paz, necesariamente tiene que superar el nefasto peso de tantos años de neoliberalismo.

Samper explica que los niveles de inversión que requiere Colombia en infraestructura y en el campo para salir de su atraso atávico debido en buena medida al conflicto armado interno, “no se pueden hacer con un modelo restringido como el neoliberal”.

El secretario general de Unasur participó como expositor en el acto de apertura del III Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) 2016, junto con el presidente ecuatoriano Rafael Correa Delgado, evento que tuvo lugar entre el 28 y 30 de septiembre en Quito, y el cual reunió a representantes de alrededor de 30 organizaciones políticas tanto de la región como de España y China.

Es paradójico, mientras en el ámbito latinoamericano Samper se presenta como un político de posturas progresistas, si se quiere como un socialdemócrata desde el punto de vista ideológico, aunque hoy este término constituye un “significante vacío” para utilizar el argot del politólogo argentino Ernesto Laclau, dada su conversión al neoliberalismo, en Colombia respalda a un gobierno de derecha como el de Juan Manuel Santos, cuyo único mérito es que se la ha jugado por la paz.

A COLOMBIA LE FALTÓ UN ELOY ALFARO

Durante su intervención en el ELAP 2016, Samper Pizano se enfocó a analizar el conflicto colombiano y las perspectivas de paz. Dijo que a Colombia le faltó un Eloy Alfaro, el líder ecuatoriano que encabezó la revolución liberal a comienzos del siglo XX, en virtud de la cual contribuyó sustancialmente a la modernización de su país. Mientras en Colombia, por esa misma época, los liberales liderados por Benjamín Herrera y Rafael Uribe Uribe, que luchaban por sacarla del oscurantismo conservador, eran derrotados por las fuerzas reaccionarias en la guerra de los Mil días. De esta manera, la sociedad colombiana quedó anclada en su idiosincrasia en el siglo XIX, lo cual se puede evidenciar en los rasgos premodernos de sus conflictivas relaciones políticas, culturales y socioeconómicas.

Ese lastre de no haber logrado en Colombia una revolución de estirpe liberal como ocurrió en los países vecinos como Ecuador con Alfaro y Venezuela con Cipriano Castro, ha sido en buena medida la causante de un conflicto interno que supera más de medio siglo. Samper en su alocución en la capital ecuatoriana habló de que solo en las últimas tres décadas Colombia ha debido soportar dos contrarreformas agrarias por parte del paramilitarismo y el narcotráfico que han logrado acaparar 8 millones de hectáreas.

Ante este fenómeno y las miles de víctimas que ha dejado la confrontación armada, el titular de la Unasur afirmó que para avanzar en la consecución de la paz, Colombia tiene el gran reto de construir tejido social, tejido económico y tejido institucional.

-       ¿Para ello es necesario superar el modelo neoliberal que comenzó en el gobierno de Barco, se institucionalizó con el de César Gaviria y la Constitución de 1991, y ha continuado implementándose por todos sus sucesores, hasta hoy?, le preguntamos a Samper durante el breve diálogo que sostuvimos con él en la capital ecuatoriana.

-       Necesariamente, porque los niveles de inversión social que hay que hacer y de reconstrucción de infraestructura no se pueden hacer con un modelo restringido como el neoliberal, es preciso duplicar los niveles de inversión social, cambiar la visión del campo para llegar a un concepto mucho más plural en lo rural y esos son supuestos que no están acordes con la política neoliberal.

-       Recientemente usted dijo que con la concreción de la paz viene una reconfiguración política en Colombia. ¿Qué quiere decir ello?


-       Durante muchos años la izquierda colombiana estuvo enredada en la combinación de formas de lucha, era difícil pedir votos cuando la gente en la selva estaba delinquiendo, ahora que se va a superar el tema de la lucha armada por la electoral, creo que el horizonte para la izquierda se va ampliar muchísimo más.

-       Uno de los objetivos de Unasur es la preservación de la paz en Suramérica, sin embargo queda el reto de la presencia de bases militares extranjeras en varios países de la región. ¿Cuál es su posición frente a ello?


-       Hay una disposición clara de los Ministros de Defensa de Suramérica en el sentido de que no se aceptaran más bases militares y yo creo que hay que preservar en esto. Si nosotros aceptamos la presencia de bases militares vamos a incendiar la región otra vez.


“DESDE MI CASA”


Con su habilidad característica de experimentado político toreado en múltiples plazas, Samper no quiso dar pista alguna sobre cómo va a jugar desde la sombra, como lo hacen todos los expresidentes, una vez retorne a Colombia tras culminar su periodo en la Secretaría General de Unasur, a finales de enero de 2017. No se ve jugando en la derecha de su ex pupilo Álvaro Uribe Vélez; si bien es liberal, ese partido no le dice absolutamente nada al país, pues es un cascarón sin ideología, sin líderes y sin norte que solo sirve para dar avales en épocas electorales; y con los sectores de izquierda mantiene un buen grado de interlocución política.
Cuando le interrogamos desde dónde se va a ubicar políticamente cuando retorne a Bogotá, con tono humorístico y con algo de ironía respondió:

-       Desde mi casa…

EL NO EN EL PLEBISCITO FUE “UN SINDICATO DE ODIOS”


Tras los resultados del plebiscito para refrendar los acuerdos de paz de La Habana, realizado el pasado 2 de octubre en el que la opción del No ganó por un estrechísimo margen de 56 mil votos a la del Sí, Samper dijo que su interpretación es que “la gente no votó en contra de la paz sino en contra de muchas situaciones”.

“Está mal interpretar el voto del No como un voto en contra de la paz. Fue más un sindicato de odios que otra cosa”, precisó.

Consideró además que “mientras el voto por el Sí fue propositivo, claro, transparente y con un sentido, el voto por el No reunió una cantidad heterogénea de comportamientos negativos. Y fuera de Suramérica –puntualizó- hay que sumar a favor de la paz el gobierno de los Estados Unidos, el Vaticano, el sistema de Naciones Unidas que ejecutaría el acuerdo”.








lunes, 3 de octubre de 2016

SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

“FRENTE A LA ARREMETIDA DE LA DERECHA CON SU CONSENSO DE WASHINGTON, ES IMPERATIVO EL CONSENSO DE NUESTRA AMÉRICA”


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito

Ante los avances de la derecha que busca en la región latinoamericana arrasar con los logros sociales conquistados por los gobiernos progresistas mediante la restauración de las malhadadas recetas neoliberales, se hace imperativo consolidar “nuevas formas de hacer política en nuestro continente”, sostuvo el comandante y exministro de Estado, José Ramón Balaguer Cabrera, histórico combatiente de la Revolución Cubana, actualmente jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de la isla antillana, durante su charla magistral brindada en el marco del III Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) que se realizó en la capital ecuatoriana entre el 28 y el 30 de septiembre.

Dijo que en los países latinoamericanos en los que han triunfado recientemente las fuerzas conservadoras, viene teniendo lugar la reconstrucción acelerada de las viejas élites que buscan generar el atraso, desarticulando lo público.

“En términos, culturales hay un esfuerzo sostenido por devaluar el proyecto de cambio”, dijo y a renglón seguido recalcó que estas élites promueven la conflictividad que originan sus políticas, “erosionan los pilares del consenso social, alimentando el clima de ingobernabilidad que suele compensarse con la violencia estatal en sus diversas modalidades”.

Alertó sobre “el carácter reaccionario y antipopular de esta embestida que utiliza métodos y tecnologías propias de la nueva doctrina de la guerra no convencional, particularmente en el campo de las comunicaciones y la cultura, sin descartar acciones desestabilizadoras y golpistas como se ha puesto de manifiesto, ahora en Venezuela y Brasil, y antes en Honduras y Paraguay, entre otros”.

Denunció que  estructuras de claro estirpe neoliberal promovidas desde Washington como la Alianza del Pacífico y otras iniciativas de libre comercio “tratan de esconder su esencia pro imperialista, cuyo objetivo es perpetuar el papel de la región como suministradora de materias primas”. De allí que lanzó otra alerta: “Este camino facilita nuevos niveles de subordinación y dependencia de las economías nacionales a las variantes de megatratados de libre comercio que están en marcha, en detrimento de la soberanía y posibilidades de desarrollo de nuestros países”.

Frente a esta arremetida de la ultraderecha de claro tinte fascista que viene promoviendo golpes blandos como el que acaba de suceder en Brasil con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, o con la campaña de artimañas e infundios contra el plebiscito de la paz en Colombia, el dirigente cubano sostuvo que en este escenario es necesario elevar la moral revolucionaria y procurar los procesos de integración: “Es hora del consenso para las transformaciones y el desarrollo de Latinoamérica y el Caribe, lo cual rebasa los proyectos nacionales y requiere una comunidad de objetivos y principios”.

En ese sentido, agregó, si la ultraderecha con el patrocinio del gobierno estadounidense “se obstina en aplicar el llamado Consenso de Washington (el recetario del modelo neoliberal), nosotros debemos asumir nuestro propio programa. Es hora del Consenso de Nuestra América”, enfatizó.

SIGNOS DISTINTIVOS DE UN PROYECTO DE IZQUIERDA

Balaguer expresó que la experiencia acumulada por Cuba en sus 58 años de revolución, indica que si hay voluntad política para impulsar un verdadero plan de desarrollo nacional “debe proponerse superar las políticas que favorecen el monocultivo y la exportación exclusiva de materias primas y productos básicos”. Asimismo, agregó, hay que priorizar la industrialización de sectores estratégicos, energías renovables, que garanticen la soberanía alimentaria y tecnológica, para lo que es pertinente el despliegue de la ciencia y su aplicación práctica en los procesos económicos. En ese propósito, dijo, “el papel del Estado es insustituible”, además para “garantizar a todos los ciudadanos el disfrute de los derechos humanos que son universales, indivisibles e interdependientes”.

Explicó que “la distribución equitativa de la riqueza es uno de los signos distintivos de un proyecto de izquierda. Las políticas fiscales deben orientarse y concebirse bajo el principio de que no existe desarrollo genuino sin la mayor inclusión social posible, la igualdad de oportunidades y el acceso de todos los ciudadanos a los bienes y servicios socialmente productivos, según el aporte de cada cual”.

SIGUE EL BLOQUEO CRIMINAL CONTRA CUBA

El dirigente cubano se refirió también durante su intervención en Quito, a la hipócrita actitud del gobierno estadounidense del presidente Barack Obama, quien no obstante haber restablecido relaciones diplomáticas con la isla, continúa imponiendo el bloque económico, un crimen de lesa humanidad.

Denunció que según cifras conservadoras, “entre abril del año pasado y marzo de 2016, los daños económicos directos provocados por el bloqueo a Cuba ascendieron a no menos de 4680 millones de dólares a precios corrientes, calculados con todo rigor y de manera prudente”.

“El presidente Obama dijo que el bloqueo no funcionó, que no ha funcionado y que hay que levantarlo, pero no dijo que es ilegal, que es una violación del Derecho Internacional; no dijo que es una violación de los derechos humanos de los cubanos; no dijo que es inmoral, que viola toda ética; ni dijo tampoco que es cruel y provoca daños humanos”, puntualizó Balaguer.




sábado, 1 de octubre de 2016

COLOMBIA

MARTA HARNECKER Y ATILIO BORON ALIENTAN AL PUEBLO COLOMBIANO A RESPALDAR EL SÍ EN EL PLEBISCITO POR LA PAZ



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito 

La investigadora social chilena Marta Harnecker y el politólogo argentino Atilio Boron, expresaron su respaldo al proceso de paz en Colombia y alentaron a que sus habitantes respalden el Sí en el plebiscito de este domingo 2 de octubre para refrendar y legitimar los acuerdos suscritos en La Habana entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la insurgencia de las Farc.

En el marco del Tercer Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP-2016) que se realiza en la capital ecuatoriana, dialogamos con los dos destacados intelectuales latinoamericanos y este fue su respectivo mensaje al pueblo colombiano que tiene una cita histórica este domingo:

ATILIO BORON

Más que un mensaje quiero hacerle una exhortación, una súplica, al pueblo colombiano y es que no deje pasar esta oportunidad. No ha habido otra oportunidad igual en  más de medio siglo, de tal manera que no puede dejarla pasar por alto y tiene que salir enfervorizadamente a votar por el Sí, aunque tenga algunas reservas sobre los contenidos de los acuerdos de paz. A mí me parece  que se ha dado un paso enorme hacia adelante, ello no quiere decir que todo esté terminado, habrá que seguir conversando, pero si no aseguramos esto con un voto mayoritario y abrumador en favor del Sí, el futuro de Colombia puede ser ignominioso y podríamos retroceder el reloj de la historia cincuenta años y sumirlo en un baño de sangre, como lo dijo aquí el Secretario General de la Unasur. De manera que yo estoy seguro de que va a primar la sensatez del pueblo colombiano, más allá de las diferencias ideológicas que pueda haber, y se va a manifestar de manera rotunda por el Sí. Por lo tanto, el domingo vamos a celebrar porque el triunfo no va hacer solo del pueblo colombiano sino de toda América Latina.

MARTA HARNECKER

Yo quiero poner primero de antecedente que he realizado varios libros sobre la guerrilla en Colombia y soy de las convencidas que para nosotros, para la izquierda, nuestra bandera es la paz. Quienes se oponen a la paz son las fuerzas reaccionarias, son las personas que quieren aprovecharse del trabajo de los demás y del sufrimiento del pueblo. Para mí la paz me parece fundamental y me alegra mucho porque por fin los colombianos la conquistaron. Era aquello por lo que estaban luchando los insurgentes cuando yo los entreviste. Les deseo muchos éxitos.