El GEÓGRAFO INGLÉS DAVID HARVEY EN IAEN DE ECUADOR
SECTOR FINANCIERO Y LIBRE MERCADO, SUSTENTOS
DEL NEOLIBERALISMO, OPERAN BAJO EL CRITERIO DE ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
El sector financiero y la
libre circulación de mercancías que sustentan el modelo neoliberal, operan
según un principio de acumulación por desposesión, porque lo que hacen es
utilizar su control sobre esos bienes o sobre la moneda para generar una tasa
de ganancia que arrebatan a los trabajadores, sostuvo en desarrollo de de las conferencias
que dictó en el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) de Ecuador, el
reputado científico social inglés David Harvey, quien estuvo en Quito a
mediados del mes de agosto cumpliendo una estrecha agenda académica.
El geógrafo y conferencista
internacional explicó que en las actuales circunstancias de crisis capitalista,
las burguesías pueden recuperar a través de los banqueros y los sectores financieros
todo lo que pueden conceder en el ámbito de la producción.
Este teórico marxista nacido en
Kent, Inglaterra, en 1935, doctorado en la Universidad de
Cambridge en geografía histórica y con un post doctorado en la Universidad de Uppsala, Suecia,
actualmente profesor de la
Universidad de Nueva York y catedrático visitante de London School of Economics, se
ha destacado por sus análisis respecto
de los procesos ligados a la construcción de vivienda en el contexto de la
crisis urbana de comienzos de los años 70 del siglo pasado que aquejaba a los
norteamericanos. Sus agudas observaciones lo llevaron a colegir que, más allá
de la vivienda como un derecho humano fundamental, en el sistema capitalista lo
que se esconde es un proceso de acumulación y reproducción del capital ligado
al proceso de urbanización.
Dentro de ese contexto, el
espacio, el territorio y los procesos de urbanización, son para Harvey,
elementos de poder, constitutivos a su vez, de una teoría de estructuración
social, por cuanto están estrechamente ligados a la reproducción del capital.
“El desarrollo urbanístico
–explica- es un canal a través del cual el excedente de capital fluye hacia la
construcción de nuevas ciudades para las clases altas. Es un proceso poderoso
que redefine lo que son las ciudades, y también quiénes pueden vivir en ellas y
quiénes no. También determina la calidad de vida en las ciudades de conformidad
con las estipulaciones del capital, y no de las de la gente”.
Sus investigaciones geográficas
se centran además en el análisis desde el punto de vista marxista del
desarrollo espacial del sistema capitalista y sus inequidades sociales,
recogidas en varios libros, entre los que se destacan: Ciudades
Rebeldes; El enigma del capital; Breve historia del neoliberalismo; y La condición
de la posmodernidad: investigación sobre los orígenes del cambio cultural.
De sus planteamientos también se
relieva el reclamo por lo que ha denominado “el derecho a la ciudad” que
sintetiza explicando que el mismo es “mucho más que la libertad individual de acceder a los recursos urbanos:
se trata del derecho a cambiarnos a nosotros mismos cambiando la ciudad”.
Harvey desarrolla igualmente
el presupuesto de acumulación por desposesión para explicar fenómenos como los
que se dan en países como Colombia de mercantilización y privatización de la
tierra, expulsión violenta de campesinos y la transformación de los derechos
comunes en derechos privados.
"Lo que posibilita
la acumulación por desposesión es la liberación de un conjunto de activos,
incluida la fuerza de trabajo a un costo muy bajo y en algunos casos nulo",
explica el científico social inglés.
El Observatorio Sociopolítico Latinoamericano WWW.CRONICON.NET siguió con atención
el periplo académico de Harvey en la capital ecuatoriana y la siguiente es una
síntesis de sus planteamientos:
NO HAY RESPUESTA PARA LA CRISIS DE
ACUMULACIÓN GLOBAL
Hoy en día el mundo afronta una
crisis de la acumulación global que es inmensa pero infortunadamente no hay
repuesta para hacerle frente, no hay pensamiento ni ideas sobre la misma. Se
puede afirmar que no hay propuesta real que pueda estabilizar la situación de
la economía global. Lo que se ve es una bancarrota de ideas de la clase
dominante respecto de lo que hay que hacer y ello da una oportunidad a la
izquierda para poder plantear reformas revolucionarias que posibiliten una
verdadera transformación.
La acumulación del capital está
ligada a la desposesión de bienes lo cual va a generar consecuencias que no se
pueden aún avizorar, razón por la cual el Estado debe jugar un rol activo
regulando la economía, los mercados y la redistribución de la riqueza.
En efecto, estamos en
una etapa, explica, en la que el capital
no resuelve sus contradicciones a la crisis, sino que simplemente las
mueve de un sector a otro. Así, por ejemplo, la crisis que comenzó en los
mercados de vivienda, se movilizó a los sectores financieros, después al
consumo y ahora lo que se observa es el choque de las economías de exportación.
El neoliberalismo no es la única
manera posible que pueda adoptar el capitalismo, históricamente ha adoptado
otras formas. No hay razón, en consecuencia, por la que no pueda encontrar otra
forma que no sea la neoliberal.
La burguesía y sus pensadores no
tienen ni idea de cual sería el tipo de reforma que se requiere para afrontar
la actual crisis del capitalismo. En los años 30 del siglo XX se adoptó un
capitalismo keynesiano y en la década de los 70 se cambió ese paradigma cuando
llegaron los monetaristas al poder y comenzaron a reorganizar el mundo de
manera distinta cambiando el papel de la responsabilidad del Estado en cuanto al bienestar de la población. Ello
surgió como respuesta a una crisis de la acumulación en ese momento,
considerando que el Estado debe ofrecer un ambiente adecuado y propicio para
los negocios del gran capital.
En la crisis del 30 la falta de
demanda efectiva tuvo como respuesta la fórmula propuesta por el economista
británico John Meynard Keynes de impulsar un Estado que revitalizara la
economía, que jugara un papel activo, prestando atención al nivel salarial de
los trabajadores. En contraste, las medidas monetaristas que se comenzaron a
implementar en la década de los 70 condujeron a un modelo neoliberal despiadado
apoyado en medidas de austeridad como las que actualmente aplica Europa, Japón
y se presiona para que las adopte Estados Unidos.
EL MODELO KEYNESIANO DE CHINA
China, entre tanto, sostiene
Harvey, está aplicando medidas de tipo keynesiano, lo que en cierto grado está
ocurriendo en América Latina, en donde varios países con gobiernos progresistas
vienen revitalizando su economía adhiriéndose a la órbita de esta gran nación
asiática. Cualquier país que produzca materias primas para China le está yendo
muy bien como se puede verificar en los casos de Chile y Australia.
Entonces, agrega Harvey, están
las opciones keynesiana y monetarista o neoliberal, pero no hay una solución
para ésta época de comienzos del siglo XXI, “y no creo que la respuesta sea
elegir una nueva forma de capital”.
La crisis global se va a
profundizar en la medida en que se está llegando a los límites de las políticas
keynesianas en países como China. La situación de China y de los BRICS no es
que sea buena, aunque en algún momento parecía que estaban salvando al
capitalismo global.
China está acumulando deuda, el
gobierno de Beijing instruyó a los bancos a prestar masivamente, ejecutando una
serie de obras de infraestructura y de esta manera esa nación asiática logró
salir de la crisis rápidamente. Construyeron cuatro o cinco ciudades lo que
ocupó una cantidad de fuerza laboral que era su gran preocupación, razón por la
cual adoptó una política keynesiana. No obstante que en los últimos años la protesta
de los trabajadores chinos se ha incrementado.
No existe suficiente fuerza de
mercado que pueda asumir la producción mundial. El mercado automotriz, para
poner un ejemplo se está contrayendo y en el caso de las fábricas de este ramo
en la ciudad norteamericana de Detroit sus trabajadores para poder mantener sus
puestos están renunciando a varios de sus derechos laborales. En Estados Unidos
esta realidad es grave porque en un momento determinado no se va a poder
solventar derechos como la salud y la educación.
En la actualidad, Europa y
Estados Unidos están salvando al capitalismo con sus políticas neoliberales de
austeridad. Pero en medio de una gran contradicción que es inherente al
capitalismo: la necesidad frenética de crecimiento y acumulación frente a la
desprotección del medio ambiente y los trabajadores. Al fin y al cabo la
destrucción del Estado de bienestar, el debilitamiento de la clase trabajadora,
la disminución sustancial de los salarios y la depredación de la naturaleza son
los fundamentos del neoliberalismo ante la situación de que cada vez es más
difícil que se produzca plusvalía.
En efecto, Lo que ha sucedido en
los últimos 30 o 40 años es que el capital se ha interesado mucho más por el
aumento y la especulación del valor de los activos. Sin embargo, en este
proceso se interesa cada vez más por la rentas, en particular por la propiedad
inmobiliaria, la renta de la tierra, los precios del suelo y los derechos de propiedad intelectual. Se ha
producido una explosión de lo que se llama el sector rentista de la economía
capitalista, en particular en la construcción de las ciudades. En determinadas
áreas avanzadas del mundo capitalista, los rendimientos de la propiedad de
tierras y de activos son muy altos, y la propiedad intelectual es una nueva
forma de propiedad, que siempre ha estado presente de alguna manera, pero que
ahora ha cobrado mucha importancia. Este sector en su conjunto es ahora mucho
más significativo en la actividad capitalista y además no emplea a muchos
trabajadores.
SECTOR FINANCIERO O ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN
El sector financiero y la libre
circulación de mercancías operan según un principio de acumulación por
desposesión, porque lo que hacen es utilizar su control sobre esos bienes o
sobre la moneda para generar una tasa de ganancia que arrebatan a los
trabajadores. Por tanto, en cierto modo la burguesía puede recuperar a través
de los banqueros y el sector especulativo financiero todo lo que pueden
conceder en el ámbito de la producción. Un ejemplo de ello es el de la cadena
de supermercados Wall Mart que obtiene elevadísimas tasas de beneficio sobre la
base de la subcontratación a productores chinos, que a su vez logran unas tasas
de beneficio muy bajas. Se trata por tanto de una relación de acumulación por
desposesión. En Estados Unidos hay alrededor de seis millones de viviendas que
han sido desahuciadas, es decir, seis millones de familias que han perdido su
hogar. ¿Qué ocurre con esas viviendas? De momento tienen un precio muy bajo.
Han sido adquiridas por grandes grupos capitalistas que las mantienen durante
dos o tres años, a la espera de que el mercado se recupere, y entonces se
llenan los bolsillos. Viviendas recuperadas al precio de 200.000 dólares por
unidad se venderán entonces a 300.000 o 400.000 dólares cada una, siempre que
el mercado se relance. Se trata de una actividad especulativa, que no es más
que acumulación por desposesión. También existen formas de atraco directo
cuando se suprimen las pensiones de jubilación, se recortan los derechos a la
sanidad, o cuando un bien gratuito producido hasta ahora por el Estado se
vuelve oneroso, como por ejemplo la universidad o la educación en general.
Por eso es que si el capitalismo
se deshace de la deuda se autoelimina porque el sistema financiero ha sido la
alternativa para la acumulación en esta etapa de vigencia de la doctrina neoliberal. La
combinación de banqueros con ganancia como sucede en Wall Street, terminará por
explotar.
LOS COMUNES
Harvey considera que es
prioritario comenzar a hablar sobre asuntos a gran escala con los comunes, como
el hábitat de una bio-región, la gestión de los recursos hídricos en un país.
Considera que los recursos hídricos deberían ser de propiedad común, aunque
haya demandas conflictivas para el agua en los ámbitos de la urbanización, la agricultura,
la industria y otros mantenimientos de hábitats naturales.
El problema, explica, es ofrecer
una vía democrática para responder a las opiniones de inmensas poblaciones de
todo el planeta para gestionar los derechos a los recursos de propiedad común.
Esto incluiría aspectos como la calidad del aire y el agua en una determinada región.
Por ello, dice, hay que desarrollar organizaciones, mecanismos, discursos y
aparatos capaces de tratar estos problemas a escala global.
CONTRADICCIONES DEL CAPITALISMO
Para Harvey el capitalismo en
esta segunda década del siglo XXI afronta tres contradicciones fundamentales:
- El tema ambiental es de suma gravedad habida cuenta que el cambio climático es irreversible y en consecuencia el planeta no puede resistir el grado de depredación de la naturaleza para sostener un modelo de producción.
- El sistema capitalista viene creciendo a una tasa de 2.2% desde los años 20 del siglo pasado y si se quiere mantener ese nivel es imprescindible altos índices de producción y consumo. El urbanismo se está utilizando para generar plusvalía para lo cual se toma una manera ficticia de crecimiento mediante el sistema de acciones y de valores que se incorpora al mercado de capitales.
- La alienación como sentimiento de desempoderamiento constituye una gran frustraciónn por cuanto el nivel de satisfacción laboral de la gente es bajo. Ello incrementa la ira interna de las personas que va irrupcionar paulatinamente y se puede observar en las protestas sociales a nivel mundial. La parte positiva de esta alienación, anota Harvey, es que permite cuestionarse el tipo de vida que se quiere llevar al tiempo que posibilita una crítica a la plutocracia y a la oligarquía del sistema capitalista.
Estas contradicciones, puntualiza Harvey, pueden llevar al mundo a una gran catástrofe.