jueves, 13 de agosto de 2015

ECUADOR

ENTREVISTA CON PABEL MUÑOZ, SECRETARIO NACIONAL DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO DEL ECUADOR

“EL GOBIERNO DE RAFAEL CORREA NO ESTÁ PARA ADMINISTRAR UN SISTEMA SINO PARA TRANSFORMARLO, POR ESO AVANZA EN UNA POLÍTICA DE JUSTICIA Y EQUIDAD SOCIAL”



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito

El gobierno del presidente Rafael Correa Delgado está dispuesto a continuar avanzando en la transformación socioeconómica del Ecuador, no obstante los gritos de protesta y los intentos de golpe blando de la derecha y su batería mediática, a la que le hace el juego una ultraizquierda que perdió por completo su horizonte.

La Revolución Ciudadana del presidente Correa se ha empeñado en disminuir las inequidades sociales históricas de la gran mayoría de la población ecuatoriana y por eso viene planteando la necesidad de legislar sobre la plusvalía y las herencias del sector más adinerado del país. Este anuncio que hace parte de una política pública para enfrentar la desigualdad y la pobreza ha generado una reacción violenta por parte de la ultraderecha que a través de sus máximos representantes, el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, un caracterizado violador de derechos humanos en la época del gobierno neoliberal del ultraconservador León Febres Cordero (1984-88); y el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, quien no ha podido justificar todavía sus estrechos nexos con el cartel narcotraficante de Sinaloa, han convocado a sus huestes a salir a las calles para protestar por estas medidas que consideran ellos atentan contra sus pingües patrimonios y concentradas fortunas.

Si bien en los ocho años de gobierno de la Revolución Ciudadana se ha logrado con éxito reducir la pobreza en Ecuador, el fenómeno de la inequidad social es un flagelo que se busca atacar mediante leyes de redistribución que afectarían, en caso de llegarse a aprobar, tan solo al 1.5% de la población que concentra la riqueza en este país andino.

La concentración de la riqueza en Ecuador muestra cifras inmorales y por lo tanto escandalosas que atentan contra un sistema que se dice democrático: el 2% de las familias posee el 90% de las grandes empresas. El 10% más rico consume 12.6 veces más que el 10% más pobre. Una de cada cuatro personas todavía vive en la pobreza. El país genera los recursos suficientes para eliminar la pobreza, pero la inequidad en la distribución no permite erradicarla.

POR UNA POLÍTICA DE DISTRIBUCIÓN QUE POSIBILITE LA DEMOCRATIZACIÓN DE LOS FACTORES PRODUCTIVOS



Con el propósito de concretar acciones políticas y legislativas que permitan la disminución de la pobreza vía una mejor redistribución de la riqueza, el gobierno del presidente Correa ha convocado a la sociedad ecuatoriana a un ejercicio participativo a través de un diálogo nacional por la equidad y la justicia social.

Este proceso de diálogo y debate viene siendo coordinado metodológicamente por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), cuyo titular es el sociólogo, filósofo y politólogo Pabel Muñoz.

Este alto funcionario está vinculado a la Revolución Ciudadana desde que comenzó en 2007 haciendo parte del gobierno en el diseño de diversas políticas públicas. Para ahondar sobre los objetivos de este diálogo nacional, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, dialogó con él en su despacho.

-       Ecuador es uno de los países que más ha disminuido pobreza en los últimos años y avanza de manera contundente e inclusión social.  ¿Por qué y para qué entonces el dialogo nacional para la equidad y la justicia social que impulsa el gobierno del presidente Rafael Correa a través de Senplades?

-       Porque nunca será suficiente lo que hagamos por disminución de pobreza y aumento de la igualdad. En América Latina nuestros países han sido signados por unas estructuras coloniales que todavía no logramos romper.  Si pensamos justamente en esa época colonial, quienes estaban en la cúspide de la pirámide eran los españoles, los criollos, y muy por debajo nuestras poblaciones indígenas y afrodesendientes, y eso no ha cambiado. Hoy tenemos una estructura donde si bien en la mayoría de nuestros países se han dado giros y avances importantes, tenemos una desigualdad estructural, siguen siendo la base de la pirámide social las poblaciones indígenas y afrodescendientes. En el Ecuador estamos muy contentos de haber tenido los logros de política pública que hemos logrado, reduciendo la pobreza en todas las formas de medición.  Si usted la mide por ingreso, por consumo, sea por necesidades básicas, todas tienen unas caídas alrededor de 13, 14 puntos porcentuales. Somos el país de América Latina que más ha logrado mejorar sus niveles de igualdad, es decir, la equidad que hemos construido y que se puede medir en el coeficiente de Gini (medida utilizada para calcular la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini) es muy significativa. En los últimos ocho años el Ecuador ha caído en ocho puntos este coeficiente y en ese mismo periodo Latinoamérica solo ha caído dos puntos. Pero debería decir que los logros de muchos de los países latinoamericanos y en este caso el Ecuador se enfrentan con una realidad y es que América Latina y el Caribe es la región más inequitativa del mundo.  Así que los grandes esfuerzos que hemos hecho en nuestros países lastimosamente, siendo fundamentales, siguen siendo insuficientes.

-       ¿Cuál es la filosofía, la metodología,  y hacia dónde apunta este diálogo nacional?


-       La primera cosa que debo decir es que la convocatoria tiene como propósito ampliar y profundizar el debate y el dialogo teniendo como tema central la equidad y la justicia social. Por qué digo esto; porque uno se podría quedar con la sensación de que estamos inaugurando el dialogo, de que antes no lo ha habido y si uno sigue la historia del Ecuador en sus últimos ocho años va a ver y a reconocer que avances en política pública de construcción deliberativa, de construcción participativa, se ha dado también en este periodo de gobierno y pongo dos o tres ejemplos. El primero es la Constitución que se aprobó en su propia gestación. La Constitución fue planteada y aprobada en 2008 de manera participativa. Permítame hacer una pequeña reseña en el caso ecuatoriano. Nuestra Constitución anterior fue de 1998 y simbólicamente se la hizo en un cuartel y no se aprobó con la votación popular. La actual Constitución, que entró en vigencia diez años después a esa aprobada en un cuartel, repito, en su forma y fondo es absolutamente distinta. Primero se le consultó a la ciudadanía si quería una nueva carta política. Más del 80% contestó que sí. Después, una vez que estuvo lista la nueva Constitución se le pregunto a la ciudadanía si la aprobaba. Más del 60% aprobó esta Constitución. Así que respecto a esa Constitución acuartelada en el 98, la de 2008 tuvo ya un gran canal y flujo de participación. Segundo ejemplo, es la propia Constitución actual. Tiene un artículo, el número 100, que promueve fuertemente la participación. El sistema de planificación que se administra desde esta Secretaría tiene que ser por mandato constitucional tanto territorial como participativa.  Es decir, no se concibe la planificación nacional sin la voz ciudadana. Y un tercer ejemplo es la Ley de Participación Ciudadana. Se hizo en este gobierno posterior a la aprobación de la Constitución y esto ha marcado que siempre tengamos un espíritu de diálogo y contacto con la ciudadanía pero en el último mes y medio el Presidente ha hecho un llamado a que todos los sectores sociales, económicos, políticos, académicos, puedan sumarse al diálogo sobre un tema puntual: la equidad y la justicia social, estructurándose a través de una metodología planteada por Senplades. Esta metodología busca fundamentalmente dos cosas: permitir la participación de los sectores que de alguna manera están organizados, aunque son pocos, algo más del 10%, pero que tienen una incidencia; los sindicatos, los gremios productivos, las cámaras de producción, ciertos sectores asociados a la economía popular y solidaria, colectivos de mujeres, colectivos de jóvenes y con ellos estamos conversando desde una perspectiva si se quiere más asociativa, más agremiada. Pero también tiene que permitir la participación de ese 90% que no esta asociado, agremiado a nada, pero que igualmente tiene deseos de participar y ahí vamos a poner en juego las tecnologías de información y de la comunicación. Para ello estamos poniendo a disposición del público una página web con el propósito de que el ciudadano que quiera acceder y dejar sus inquietudes, propuestas y observaciones, participe abiertamente en este debate.


-       ¿Al finalizar este interesante ejercicio de participación ciudadana, de intercambio de información, de debate, hacia dónde se proyecta la política de equidad y justicia social del gobierno de la Revolución Ciudadana?


-       Yo creo que  a fortalecerla y a mejorarla, me parece que estas dos palabras pueden describir cómo se puede orientar la política pública. Y diría fundamentalmente que la mejora es la sustancial. Vamos un mes de diálogo. Hemos tenido 18 sesiones de dialogo en este momento que ha significado más o menos cada dos días una jornada de intercambio de opiniones y lo que podemos observar es que la gente primero reconoce que los logros alcanzados en estos ocho años de gobierno son fundamentales. Segundo, que por lo tanto cualquier cosa que se haga no puede poner en riesgo esos logros de la sociedad ecuatoriana, ojo que no digo del gobierno sino de la sociedad ecuatoriana. Y tercero, me parece que hay un reconocimiento de que la oferta programática ha sido muy amplia, por lo tanto es interesante que no necesariamente se pida más cosas sino que se solicite una suerte de mejoramiento de lo existente. Planteándonos a nosotros ya no tanto la elaboración de la política pública sino el mejoramiento de la gestión en la política pública. A veces hacemos la política pública de manera muy técnica, la gestionamos muy técnicamente, pero tal vez amerita que tengamos más atención en una gestión de esa política. Darle más atención a elementos que pueden o faciliten la conexión entre los beneficiarios y los ofertantes de la políticas públicas, o permitiendo que se pula en algunos casos donde no fluye adecuadamente. Y al final el producto que tendremos es una agenda por la equidad y la justicia social. Una agenda que puede tener ene número de elementos de política pública, ene número de elementos de política regulatoria y ene número de elementos de política legislativa.


-       ¿Dentro de esta agenda que me acaba de mencionar se contempla volver a presentar el proyecto de ley de herencias y plusvalías? ¿Y qué elementos destacaría de este proyecto de ley que fue retirado momentáneamente por el presidente Correa?


-       Siendo justo con el proceso no debería adelantar ninguna conclusión. Al final pueden ser esas como pueden ser otras leyes porque el proceso está abierto para eso. Pero lo que sí quisiera anotar es una cosa que me parece importante.  Quienes están en una posición de no participar en un proceso de dialogo son los sectores que piden una suerte de “archivo definitivo de los proyectos de ley” y digo entre comillas porque el archivo definitivo no cabe, las dos leyes no están presentadas, vuelven a ser un proyecto, vuelven a ser una iniciativa, por lo tanto los sectores fundamentalmente empresariales que planteaban un archivo de la ley y que no es más que una consigna, me parece que están equivocados.  Es decir, no hay nada que archivar.

-       Le ruego hacerme una precisión. ¿Son dos proyectos de ley los que fueron retirados temporalmente: uno de herencias y otro de plusvalías?


-       Sí, son dos, uno de herencia y otro de plusvalías, entonces hay sectores que dicen que se archiven esos proyectos de ley y cometen un error de enfoque. Los proyectos no están presentados a la Asamblea Nacional, por lo tanto no cabe alguna apelación a la categoría de archivar. Estos vuelven a estar, digamos, en discusión de la sociedad. Frente a ciertos sectores que con alguna legitimidad plantean la no presentación de esas leyes hay también otros sectores que con la misma legitimidad expresan que esas leyes sí vayan. Entonces lo que sí creo es que hay que esperar a que termine el proceso de diálogo y saber si la sociedad está a favor del reingreso de esos proyectos de ley. Lo que sí está claro que es que seguramente van a tener algunas modificaciones respecto de lo que salga del proceso de diálogo.  Doy un ejemplo, el sector empresarial que está en marcha, los negocios que están en marcha, tienen una preocupación de que si fallece alguien que es dueño del negocio y le hereda a su hijo o a su familia, el tema de tener que pagar ese impuesto puede de alguna manera frenar su actividad económica.  Frente a eso la decisión que hemos tomado es que se mantendría la tabla actualmente vigente. Porque para gente que no conoce el Ecuador, incluso para los ecuatorianos que no están bien informados, esta no es una ley nueva, desde 1920 hay una ley de herencia. En los años 80, en el gobierno del León Febres Cordero, representante de la aristocracia ecuatoriana, se presentó una reforma también a esa ley pero con una particularidad, flexibilizaba el pago a los segmentos altos de la sociedad y fortalecía a los segmentos sociales bajos. En la reforma que nosotros hemos planteado tiene de manera absoluta el enfoque contrario: busca fundamentalmente que al final termine tocando los intereses del 1.5% más rico de la sociedad ecuatoriana, no más. El 98 % no se ve afectado por esta ley, un 0.5% de alguna u otra manera pagará un poquito más que lo que paga ahora, pero un 1.5% seguro va a tener que pagar más. Y por qué. Porque hay un tema que lastimosamente ha existido y algunos sectores se han hecho los de la vista gorda. Sectores pudientes ni siquiera tienen registradas sus riquezas en el Ecuador, lo que tiene son fideicomisos constituidos en otros países. Algunas autoridades locales, el propio alcalde de Guayaquil, hace poco reconocía en una entrevista en CNN que él es un hombre acomodado y que en consecuencia si le va a tocar esa ley. Sin embargo su patrimonio está registrado en la ciudad de Panamá.  Esto lo traigo nada más como un ejemplo para señalar que en este gobierno tenemos la firme convicción de que no retiraremos una herramienta legal que combata la evasión de impuestos.  Eso no lo vamos a permitir.

-       Un gobierno como el de Rafal Correa con probada legitimidad, con un respaldo y favorabilidad superior al 65% según las últimas encuestas, con mayoría absoluta en la Asamblea legislativa, tiene amplias posibilidades de hacer aprobar esta política pública de justicia social. Obviamente que la jauría de la ultraderecha con sus medios, su manipulación mediática, hace escándalo y saca a su gente a protestar en las calles, pero esta propuesta es a todas luces defendible y justificable. ¿Hay cierto resquemor sin embargo  por parte del gobierno desde el punto de vista político para retrasar la presentación y trámite de estas leyes?

-       No, porque un periodista extranjero como es su caso, que viene al país se da cuenta de esto, nosotros nos estamos reconectando con lo que siempre han sido nuestras principales confianzas. Yo creo que lo que pasó en la última coyuntura fue que de una u otra manera los sectores de oposición lograron descolocar un poquito el terreno y nos hicieron perder de vista a nosotros mismos que tenemos ese nivel de apoyo y que además no estamos aquí para la simple administración de un sistema, estamos aquí para la transformación de un sistema y por eso es que esto también ha significado lanzar este diálogo, fortaleciendo nuestras convicciones político-ideológicas profundas. Porque lo que ha pasado en los dos últimos dos meses en el Ecuador tiene un gran dosis del concepto clásico de la ideología y del funcionamiento de lo que se llamaban los aparatos ideológicos de Estado de que hablaba Louis Althusser, de hecho lo leí hace poco nuevamente. Es decir, la lógica de los medios de comunicación operando en el sentido de creer que esto va a ser una afectación profunda a todo el mundo, caló en ciertos sectores de la ciudadanía y operó una forma de ideología. Sectores fundamentalmente de clase media terminaban siendo la primera línea de fuerza de quienes monitoreaban las marchas de la oposición. Seguramente tuvieron un punto donde generaron de alguna manera una inflexión, un manejo en calles con determinadas características, un manejo y una asociación determinada con medios de comunicación, haciendo ver que esto era una cosa escandalosa, cuando incluso por fuera, en el escenario internacional, la gente empezaba a valorar positivamente que en Ecuador no solamente hay una discusión sobre distribución de ingresos sino que también de alguna u otra manera se ponga en juego un nivel de distribución más grande que permita la democratización de los factores productivos, que empecemos a tener un sistema impositivo más progresivo. Insisto, en el proceso de diálogo todo puede pasar, se pueden mejorar muchísimo esas iniciativas, al final habrá que ver si es que hay las condiciones y si la gente apoya, pero creo que no hay que perder de vista cosas como estas. Justamente qué es el fundamento del diálogo: uno se ha avanzado en disminuir pobreza y en aumentar igualdad, cierto; pero seguimos siendo el continente más inequitativo del mundo con lo cual esos esfuerzos todavía son insuficientes, toca seguir apuntalando en ello. Dos, tenemos un programa de gobierno que ha sido votado en diez ocasiones en las urnas y de ahí el tema de erradicar la pobreza, de avanzar en una sociedad más equitativa e igualitaria siguen siendo consignas por las que estamos aquí.  No estamos aquí porque simplemente tengamos un buen líder, que haya carisma de por medio, que tengamos una fuerza política que ha sabido cómo presentarse en las elecciones. Estamos aquí porque defendemos un proyecto político para el Ecuador que la gente apoya y lo ha votado copiosamente, entonces nuestra obligación es seguir trabajando para que este proyecto se afiance.



-       En Ecuador ha habido dos hitos revolucionarios, el de la Revolución Liberal de Eloy Alfaro al iniciar el siglo XX, y el de la Revolución Ciudadana del presidente Rafael Correa, pasando por la Revolución Juliana de 1925 y la “dictablanda” de Guillermo Rodríguez Lara (1972-76) que se caracterizó por algunas políticas progresistas. El gobierno de Correa no solo le ha dado estabilidad política e institucional al Ecuador sino que lo ha transformado en un país viable, reduciendo inequidades sociales y ejecutando políticas públicas de gran envergadura en los diversos sectores para hacer realidad el concepto filosófico del Sumak kawsay, el Buen Vivir. Con estos antecedentes, ¿cuáles son los elementos más importantes que usted destacaría respecto de lo logrado hasta ahora por esta revolución?


-       La primera parte de su pregunta me parece que es fundamental y yo diría que sin lugar a dudas la Revolución Ciudadana marca un hito histórico en el Ecuador. Depende de donde se le planteé, yo lo voy hacer desde el ámbito sociológico. Hace 8, 9, 10 años en la Sociología discutíamos si el Estado ecuatoriano se había consolidado y la conclusión era que no lo había logrado. Muchos apuntalaban a manera de hipótesis que nuestro país era un proyecto fracasado, es decir, el Ecuador como Estado Nación era un proyecto claramente inconcluso y algunos señalaban que era un proyecto claramente fracasado, que no había posibilidades de pensar en la consolidación de ese Estado.  Esto sobre todo a chicos les puede sonar una discusión exagerada, no la pueden comprender, pero recordemos que cuando en 1999 se da esa gran crisis financiera-económica ciertos sectores planteaban la separación del Ecuador, sobre todo una élite de la costa ecuatoriana exponían esa posibilidad, tenían ese famosos proyecto que llamaban la “taiwanización del Pacífico” y argumentaban una lógica de autonomía, no de descentralización, sino de autonomía muy parecida a la que pasaba en la media luna boliviana, que ciertos sectores proponían una ruptura del Estado Plurinacional Boliviano. Yo creo que había un asocio de visión en el caso ecuatoriano y la Revolución Ciudadana es un punto en la historia de Ecuador que permite avanzar en la consolidación del Estado. En términos analíticos yo todavía dejaría la pregunta, si ha sido consolidado y si ya está plenamente estructurado, pero claramente ha colaborado en la construcción de este Estado. En este proceso advierto sí los siguientes momentos históricos: García Moreno en el siglo XIX con un enfoque totalmente conservador fue sin embargo el punto de consolidación de un Estado clerical; la Revolución Liberal con Alfaro a la cabeza, creo que en perspectiva política su legado y sus ideales son lo que nosotros perseguimos, por eso nos consideramos alfaristas, este es un segundo gran momento que plantea el laicismo del Estado, un enfoque más liberal, un enfoque más nacional, de mayor justicia social y nosotros nos consideramos herederos de eso. La Revolución Juliana es también un elemento. La dictadura militar a diferencia de las autocracias militares en los países del Cono Sur, constituye un brote progresista en el caso ecuatoriano. En esos dos momentos de dictadura (década de los años 70) se hacen las dos reformas agrarias, los recursos que ingresaron del petróleo se ponen al servicio de la modernización del país; y claramente la Revolución Ciudadana que trabaja respaldada en una Constitución. Es un proyecto político que de alguna u otra manera se expresa en el pacto social de los ecuatorianos que es la Constitución y que además es claramente un punto de consolidación del Estado ecuatoriano. Respecto a los logros de la Revolución Ciudadana diría que nosotros hemos tenido en estos ocho años un crecimiento mayor que el promedio latinoamericano, hemos crecido por encima del 4%, la región ha tenido un desempeño alrededor del 3%. Este crecimiento se ha caracterizado por estar enfocado a disminuir pobreza y a fomentar niveles de igualdad en la sociedad ecuatoriana. La pobreza por consumos ha caído 12.5  puntos; la pobreza por ingreso 15 puntos, y la pobreza por necesidades básicas 16 puntos. Este coeficiente de Gini es una medida entre cero y uno. Si desea moverse a cero, es equidad perfecta, si vamos hacia uno es inequidad o desigualdad perfecta.  Nosotros lo hemos ido descendiendo en 8 puntos de caída ese coeficiente mientras que en América Latina no es superior a una caída de 2.  Por primera vez en la historia hemos universalizado la educación primaria, hemos hecho una renegociación de deuda externa como nunca antes, nos dicen que es una de las más exitosos a nivel mundial, con una auditoria que nos mostraba la ilegalidad y la clarísima ilegitimidad de esa deuda. Eso permitió que liberemos recursos para pagar la deuda social. Si antes de este gobierno destinábamos para pago de deuda social 5 mil millones de dólares, hoy destinamos 9 mil millones de dólares, entonces hay un cambio de preferencias fundamental. La diferencia de ingreso entre el 10% más rico y el 10% más pobre pasó de 42 a 22 veces. Es decir, hemos achicado las brechas sociales, las consultas en el sistema de salud pasaron de 16 millones cuando empezamos el gobierno a 42 millones anuales, con lo cual ha habido una recuperación de confianza en los servicios públicos. En vialidad hemos realizado una inversión como nunca antes en la historia nacional que llega a los 8 mil millones de dólares durante este gobierno. El ecuatoriano es el segundo sistema vial más importante después del chileno en la región que nos permite dinamizar el sector productivo y el turismo. Estamos haciendo una transformación de la matriz energética, a 2017 seremos un país que en más del 60% de su generación provendrá de fuentes limpias, esto significa más energía renovable y más barata. Y permitirá además que los hogares que hoy cocinan con gas licuado de petróleo subsidiado, lo hagan con electricidad, para lo cual hemos impulsado un gran proyecto consistente en cambiarse a las cocinas de inducción. Así que si usted me jala la lengua yo podría seguir enumerando una gran cantidad de logros de esta revolución, pero estos me parecen los más relevantes.


Quito, Ecuador.


COMUNICACIÓN

ENTREVISTA CON EL COMUNICÓLOGO ESPAÑOL VÍCTOR SAMPEDRO

“INTERNET ESTÁ POSIBILITADO UN CUARTO PODER EN RED EN EL QUE LOS CIUDADANOS PUEDEN LIBERAR, GENERAR Y PROCESAR INFORMACIÓN”




POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito

El desarrollo de Internet ha generado un nuevo paradigma en el periodismo por los cambios que se han dado en los flujos informativos y las interacciones sociales. El punto determinante de esta realidad fue en 2010, con la filtración de información gubernamental a través de los cables que la red WikiLeaks develó al mundo y que permitió a la vez demostrar las falencias de los medios de comunicación.

Internet, además, ha permitido que los nativos digitales protagonicen una revolución. “Hackean el periodismo para convertirlo en un flujo de contrapoder mancomunado. Libre de ser reutilizado, modificado y difundido, abierto a ser contrastado y contestado, fruto de la colaboración entre los periodistas y las comunidades a las que sirven”. Esta visión sobre los nuevos retos de la comunicación y la información ante los avances vertiginosos de las tecnologías, están recogidas en un provocador libro titulado El cuarto poder en red. Por un periodismo (de código) libre. Su autor es Víctor Sampedro, un científico social español, docente e investigador universitario, con una acumulada producción bibliográfica.

Sampedro presentó su libro que invita al debate y suscita inquietudes respecto del nuevo rol del periodismo, en desarrollo del Congreso Internacional Comunicación e Integración Latinoamericana desde y para el Sur, que organizó el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), con sede en Quito, Ecuador, entre el 22 y 23 de julio, con motivo del décimo aniversario del canal interestatal Telesur.

Temas como la nueva arquitectura comunicacional, el rol de los hackers, el código abierto y libre en los procesos comunicacionales, las actuales necesidades mediáticas, las ciberguerras, el control de la red, las cibermultitudes, entre otros, son tratados de manera didáctica y provocativa por este autor, doctorado en Ciencias de la Información, con posdoctorado en Ciencias Sociales Avanzadas. Se desempeña actualmente como catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política.

Además de su labor académica, colabora con proyectos sociales de intervención y empoderamiento comunicativos. Ha escrito más de una decena de libros sobre campañas y elecciones, nuevas tecnologías de la comunicación, movilización social y electoral, identidades colectivas y medios, y nuevos géneros de información política, además de numerosos artículos. Varias de sus producciones están publicadas en: http://blogs.publico.es/el-cuarto-poder-en-red/; http://propolis-colmena.blogspot.com/; http://www.victorsampedro.com/; http://www.ciberdemocracia.net/.



Para hablar sobre la temática de El cuatro poder en red, mantuvimos en la capital ecuatoriana el siguiente diálogo con Víctor Sampedro.

WIKILEAKS, LA METÁFORA DE UN ROMPEHIELOS

-       En tu último libro señalas que prácticamente WikiLeaks rompió la estructura del periodismo mundial y que en consecuencia se vislumbra a partir de las filtraciones de Julian Assange un nuevo rumbo en el ámbito de la información y la comunicación. ¿Por qué?

-       Porque WikiLeaks evidencia la posibilidad, hace real en una dimensión muy radical, muy llevada a sus últimas consecuencias, la propuesta del libro que es que la sociedad civil puede ejercer el Cuarto Poder en la red.  Si se enreda suficientemente, si actúa de manera inteligente y de manera consecuente con su condición de ciudadanía digital puede fiscalizar a los poderes y puede llegar a ejercer sanción política en tiempo real. Quiero decir, puede autoconvocarse, lo estamos viendo, yo no intento ser ningún tipo de político del deseo ni de utopía digital. Lo estamos viendo desde hace cinco años: en 2010 con la Primavera Árabe, con las multitudes, las cibermultitudes se autoconvocan exigiendo la participación y la transparencia, empezaron en Madrid, continúan sin cesar hasta Honduras, con el 11M español de por medio. Entonces, ¿qué es lo que hace WikiLeaks? WikiLeaks dice, miren trabajadores y trabajadoras del capitalismo cognitivo, o sea todos y cada uno de nosotros que contamos con inmensas cantidades de bases de datos, porque no las gestionamos, con lo cual lograremos desligar al poder con la mediación de unos periodistas responsables, lo cual constituye una propuesta noble. Al respecto recomiendo la película el Cuarto ciudadano (Citizenfour) que es apasionante. Edward Snowden les dice a Glenn Greenwald y a los otros periodistas de The Guardian, yo no voy a lanzar esto (documentos clasificados como alto secreto sobre varios programas de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense –NSA-) así sin más a la red, no, yo confío en ustedes y en su criterio para ver qué hacemos público, cómo lo hacemos y en qué momentos. Ustedes son los que deciden.  Aquí tienen los datos. En el fondo Assange, sus colaboradores  y otros hackers visibles del mundo perfilan ahora cómo se definen como comunicadores, como periodistas, lo que están es asumiendo una ética periodística y unos protocolos periodísticos. WikiLeaks, entonces, es la metáfora de un rompehielos como lo explicamos en el libro. O sea, rompe y traza nuevas vías en un mundo que estaba congelado. El periodismo tradicional estaba congelado, congelado como contrapoder, no era contrapoder, es uno más de los poderes.


-       ¿Es una extensión del poder económico transnacional?


-       Totalmente. Y además sirve para despolitizar de manera continua situaciones conflictivas; sirve para vincular ansias y protagonismos sociales única y simplemente por la vía del consumo; sirve para promocionar la información convencional más degradada; es pura mercancía que atrae atención del público para venderla a los publicitarios o al líder político de turno. Esto es un cambalache, no hay servicio al público sino instrumentalización del público. No hay trabajo en interés del público sino captación del interés del público para vendérselo directamente a los centros de poder existentes, disfrazando además lo que es verdaderamente propaganda y publicidad, propaganda política, propaganda administrativa, propaganda partidaria, propaganda electoral como información y lo que es publicidad corporativa como noticias o reportajes, eso es el 75% u 80% del contenido de un telediario convencional o de un periódico convencional. Esto es lo que es, realmente, seamos sinceros. Bueno, la propuesta hacker, la de Assange y de otras muchísimas personas, algunas de ellas con carné de periodistas es: nosotros somos una plataforma de expresión de la sociedad civil que ya esta empoderada tecnológicamente y que como no le hagamos caso va a pasar por nosotros, nos va a ignorar, es decir, no va a comprar nuestros periódicos, que es lo que está ocurriendo, no va a encender nuestras pantallas, que es lo que está ocurriendo.

-       Eduardo Galeano decía que la utopía sirve para caminar y una frase de tu libro afirma que “este ensayo aunque no parezca es una encendida defensa del periodismo, no del que ahora existe, sino del que viene”. ¿No es un poco utópico pensar en un Cuarto Poder en Red aplicando códigos digitales nos va a asegurar a los ciudadanos autonomía?

-       Yo les suelo decir a mis alumnos que mi discurso nunca es utópico, en todo caso, porque se suele hablar de la utopía como aquel ideal y lo puedes presentar de dos formas: el ideal al que nunca vas a alcanzar por lo cual degradas la realidad, degradas tus esfuerzos, en fin, los vacías de contenido porque nunca lo vas a alcanzar, o lo puedes pensar como una utopía positiva. Y una utopía positiva es concebir la democracia como un punto de partida, nunca de llegada, igual que se concibe el amor realmente o la amistad verdadera, las relaciones verdaderas afectivas: hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana. Bueno, esa es la utopía en la que yo creo, ese es el periodismo en que yo creo. 






-       El periodismo que viene…


-       Sí, el periodismo que viene es el que vuelve a sus orígenes. Hay que refundar los medios para que recobren sus fines. Porque se trata de eso: que retomen los objetivos que dieron legitimidad democrática a esta profesión. La prensa de un Cuarto Poder en red consiste en una plataforma de encuentro para ciudadanos que liberen, generen y procesen información. Hay algunos ejemplos, sé de periodismo latinoamericano que reseño en el libro. Estuve en contacto con varios, sobre todo de periodismo digital. Voy a poner otros ejemplos de mi país,  prensa que nació después del 15 de mayo de 2011 (15M) que marca los cambios políticos en España, como el diario.es (www.eldiario.es), Público.es (www.publico.es), La marea (www.lamarea.com) , Diagonal (www.diagonalperiodico.net),  que también obedece a otros intereses, no nos engañemos. Todo periodismo es interesado, no pasa nada por reconocerlo, lo único que tienes es que ser transparente y decir quién está detrás de ti. La transparencia es la garantía de defensa del público. Si yo sé quién te paga, sé que sesgos puedes tener, punto, no hay nada más.  Creo que estamos frente a un periodismo que está en ciernes y que poco a poco va ir teniendo sentido. Por mis estudios de tecnopolítica a mí me preguntan cómo va a ser el partido político del siglo XXI y lo que puedo contar es que es un movimiento como Podemos que irrumpió en España en 2014,  estructuralmente como organización no tiene nada que ver con lo que son el PSOE y el PP. Utiliza otro tipo de comunicación, cuenta con otro tipo de organización y otro tipo de planteamiento. Que tiene cosas del pasado, claro, todo es un mezcal, lo nuevo y lo viejo convive actualmente. Su esquema comunicacional ha sido muy exitoso. Si no hubiese sido por el programa de televisión  La Tuerka (que dirige Pablo Iglesias Turrión, el líder de Podemos) que en América Latina y en buena parte del mundo se ve por internet, no se hubiera conocido a sus líderes y al movimiento. Fíjate, utilizan no solo el internet sino el vídeo,  las redes sociales que viralizan, etcétera, y luego lo utilizan también para mantener deliberaciones, la  plataforma de debate ciudadano lo cual ha tenido un éxito de convocatoria con unos criterios de deliberación apabullantes. Nunca se había usado esa plataforma con tanta intensidad en ningún caso. Estamos hablando de nuevas formas de redes políticas que han roto el mapa electoral anterior. Sin embargo, insisto: en el momento actual lo nuevo y lo viejo conviven y es muy importante ser consciente de ello porque muy probablemente las fórmulas de éxito sean aquellas que combinan las dos cosas.

-       Durante tu intervención en el Congreso Internacional de CIESPAL con motivo del décimo aniversario de Telesur hablaste de la nueva arquitectura de la comunicación y de la información.  En ese sentido, ¿explícanos qué es el periodismo de código abierto y libre?


-       Estos son términos prestados de la informática. Claro, es un código de nuestro siglo, no podemos obviar que ahora todo se comunica con ceros y que además se graba en soportes  magnéticos, que el coste de multiplicación es mínimo y que casi se puede hacer en tiempo real y alcance global. Esto es una realidad de las propiedades de la tecnología digital. Curiosísimo que los utilizamos y que no seamos conscientes de sus consecuencias. Una de las dos consecuencias que son obvias y que es la que más nos importa a nosotros  es sí o sí van a liberar el contenido.  Sí o si nuestro contenido va a ser liberado. Podemos poner un muro y decir usted me tiene que pagar si quiere leer esto sin publicidad. O ustedes me tiene que pagar si quiere ser el primero en leerlo porque el resto lo va a leer ocho horas más tarde o veinte horas más tarde o dos días más tarde. Pero va a ser temporal, o sea tu discurso ya sea escrito, visual, audiovisual o transmedia va a ser liberado, quiere decir que va a ser reproducido. Eso es código libre. Quiere decir que puede ser reutilizado y usado por cualquiera e incluso opuesto a lo que tú quieres. Además lo que nos ha enseñado Snowden es que todos y cada uno de tus movimientos, todos y cada uno de tus comunicaciones están almacenadas y pueden ser interceptadas, pueden ser filtradas y ser obviamente usadas en tu contra en un futuro. Entonces el periodismo del siglo XXI va a tener código libre, convenzámonos ya de ello. Lo segundo es abierto. Cuando el código se abre se está permitiendo que la gente entre a ver cómo es, lo mejore, lo ajuste a sus necesidades, por lo tanto el periodista tiene que poner los links a los bancos de datos que avalan su información, los vídeos y los audios enteros de la entrevista que se ha realizado, si no lo hace es sospechoso. Así como el amor tiene que ser fiel y comprometido, el periodismo tiene que ser de código libre y abierto.


-       En ese sentido, ¿qué implica la comunicación como bien común?


-       Esto es muy importante porque además es el mundo digital y la esfera digital la que reactualiza, la que pone de nuevo un valor a los bienes comunes como el lago, el río, el monte que se cuidan comunalmente, que son competencia de la comunidad y que no se pueden enajenar nunca, no se pueden privatizar. La economía del bien común no es opuesta a la iniciativa privada, simple y llanamente obliga a que la iniciativa privada colabore y revierta en beneficio comunitario. No es tampoco opuesta a la planificación estatal, hablar de la economía del bien común es también exigir con autoridad que mediante determinadas legislaciones se autorice explotar un bien común. Entonces, ¿qué es la información como bien común?, pues aquello que la comunidad y su representante periodístico gestionan juntos en beneficio de esa comunidad. Yo lo único que quiero es evidenciar que cuando nosotros hablamos de libertad de expresión estamos refiriéndonos a responsabilidad comunitaria. Porque el ejercicio de la libertad de expresión sin ningún tipo de responsabilidad equivale a que no hay una responsabilidad con los hechos, ni con las vidas de las personas, ni con la supervivencia ni la calidad de la comunidad. A mí no me interesa ese tipo de información, es malísima, hace daño. Yo  lo único que estoy diciendo es que la información es un bien común que es gestionado por profesionales de la comunicación en representación de los intereses y con la colaboración constante de unos públicos que en muchos casos saben bastante más que el periodista. Organizaciones que tienen mayor competencia que el periodista para hablar y hay que dejarlas hablar y hay que nutrirse de ellas. Es el modelo de las redacciones expandidas.

-       Pero entonces si es un bien común, ¿la información también se puede asimilar como un servicio público?


-       Sí, estamos hablando de lo mismo. Sabes por qué no empleamos ahora la cuestión del servicio público, porque hemos visto tantas veces los medios públicos ser puros medios gubernamentales, es decir, de las autoridades políticas de la administración que los financian o de cuotas particulares de los funcionarios que se eternizan, se encastillan ahí y se funcionariza un servicio público que parece más responder a las necesidades de esa organización que de la comunidad a la que sirve, pero obviamente no es tanto servicio público sino servicio al público y con el público. Porque ahora tenemos no audiencias sino gente que simplemente está oyendo, que habla, gente que debate, gente que remezcla, que cuestiona, que da la vuelta a los discursos. Ahora lo que tenemos es públicos activos y la fortaleza del periodista debe caracterizarse por la independencia y la autonomía frente a esas comunidades. Un periodista tiene el valor que tienen sus fuentes, su agenda de fuentes. Es que ahora lo que tiene no son solo fuentes, tiene es creadores de discurso.  Gente que está hablando, que está debatiendo, gente que está generado comunicación.

-       Uno de los retos del periodismo es descubrir significados y sentidos. Sin embargo, hojeando el libro me encontré con una anécdota según la cual tus estudiantes ya no leen periódico sino que los diarios impresos que llegan a la universidad donde dictas clases simplemente están destinados al reciclaje. ¿Qué debe hacer el periodista en cuanto a su preparación, en cuanto a su investigación? ¿Remitirse básicamente a otras fuentes, a otro tipo de información?

-       Yo no digo que el periódico vaya a desaparecer y muchísimo menos que los periodistas sean prescindibles, al contrario, el periódico se va a reformular.  Se va a reformular en qué. En un proveedor de flujos de información constante, porque estamos todo el día, 24 horas al día, siete días a la semana conectados con nuestros móviles a una información, a un flujo de información. Entonces se acabaron los dispositivos estáticos excepto para guardar en casa, el fin de semana cuando se vaya la luz y leer en cama tranquilamente la colección de reportajes que más te ha gustado a lo largo de unos meses y que quieres releer y que quieres subrayar, en fin, pero quiero decir, no va a desaparecer el papel. Esto tiene que ver con es otra cuestión y es cuál es el modelo de  negocio para periodismo. Estamos hablando de la función. La función ahora del periodista es ser un hacker, un militante de la transparencia,  de la participación. 




-       ¿Desde ese punto de vista tú reivindicas la figura del hacker?

-       Sí, pero además el periodista hace más cosas que el hacker, es el que crea el significado social. ¿Cómo? Ordenando una arquitectura descentralizada de flujos de comunicación; ordenando el debate; calificando los términos del debate; eliminando a los participantes ignorantes, fraudulentos, corruptos, de la esfera pública; largándolos fuera. Eso es lo que hace el periodismo de investigación, si yo no estoy inventando nada. Lo único que estoy intentando es conceptualizar un mundo de cambios muy drásticos que en vez de meter miedo deberían de dar esperanza, porque el periodista es más necesario que nunca, por cuanto nunca hubo tantísimo flujo de información y la peor censura es la mentira, la confusión, la verdad dada la vuelta, y es ahí donde nos quieren, es ahí donde el poder nos quiere.

-       Cuando la economía del mundo está corporativizada y la concentración mediática es infame, ¿cómo se puede vislumbrar un periodismo más democrático que coadyuve al Cuarto Poder en red, en medio de una sociedad consumista en la que el capitalismo criminal impera?

-       Yo no puedo pronosticar el futuro, nuca pensé que iba a habar un 15-M, tampoco imaginé que Podemos iba a estar donde está ahora. Creo que lo que viene está ocurriendo ya, que lo que viene está pasando, que solo tenemos que abrir bien los ojos a los discursos más emancipatorios que están, estén en los medios o no. La imprenta se inventó a mediados del siglo XV y tuvimos que esperar 120 años para que surgiera un periódico. En contraste llevamos dos décadas utilizando protocolos de internet, los cuales se han popularizado hace muy poco.  Cómo voy a saber yo cómo va a ser el periodismo orientado para ser leído por las nuevas generaciones en dispositivos móviles. Lo que si sé es que van a convivir distintos tipos de periodismos, por distintos sectores, porque además es más fácil ahora identificar tendencias y por tanto intentar satisfacerlas y más fácil también rentabilizarlas ahora porque el internet permite sobrevivir con un circulo suficientemente amplio y costos bajos. Yo jugaría al ejercicio intelectual de ver con perspectiva lo que no existía hace cinco años en mi país para darse cuenta de que dependiendo del nivel de penetración de internet, y de la capacitación tecnológica de los periodistas, de sus códigos éticos y de su formación intelectual, etcétera, los resultados son diferentes. Entonces las cosas están cambiando y creo que nuestra mirada está demasiado teñida de lo viejo, no tenemos ni conceptos y nos tenemos que inventar terminologías para las cosas que están, pero también es cierto que el periodismo que vaya a triunfar, el periodismo de verdad, será el periodismo de siempre, curioso y con coraje.


Quito, Ecuador.


VENEZUELA

ENTREVISTA CON EL HISTORIADOR LUIS BRITTO GARCÍA

“LA OMNIPOTENCIA MEDIÁTICA QUE PROFETIZABAN AUTORES COMO GEORGE ORWELL, HA FRACASADO EN VENEZUELA”




POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Quito

Indiscutiblemente Venezuela es un laboratorio político que permite observar la solidez de un régimen de cambio inaugurado en 1999 por el comandante Hugo Chávez con la Revolución Bolivariana que ha debido soportar innumerables embates y conspiraciones tanto desde el ámbito interno como externo. Sin embargo, para el abogado, historiador y reputado analista político venezolano Luis Britto García, en su país ha fracasado la teoría  de la omnipotencia mediática, formulada entre otros autores, por el escritor británico George Orwell, “en el sentido de que bastaría que alguien tuviera un control de los medios para establecer un control absoluto sobre la sociedad”. En la patria de Bolívar, señala, “se demostró que no. Si bien los medios son muy influyentes, no son infalibles”.

Britto García participó como expositor en el Congreso Internacional Comunicación e Integración Latinoamericana desde y para el Sur, que organizó el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), con sede en Quito, Ecuador, entre el 22 y 23 de julio, con motivo del décimo aniversario del canal interestatal Telesur.

En su intervención, el intelectual venezolano hizo hincapié en que Latinoamérica necesita “una mirada alternativa y una voz diferente”. Explicó que buena parte de los gobiernos progresistas de América Latina han emprendido procesos de creación de nuevos medios con el objetivo de contrarrestar el ataque que han tenido que enfrentar de los oligopolios mediáticos de la derecha que gozan de hegemonía.

Britto opina que en América Latina se está librando una “batalla mediática”, por lo que se hace necesario contrarrestar el insistente y malintencionado ataque de los medios de derecha de la región mediante cinco acciones puntuales: “aprobación de normativas que garanticen la difusión de información veraz, oportuna e imparcial; creación de organismos que apliquen las leyes relacionadas a comunicación; educación y formación de las audiencias y lectores para que aprendan a decodificar los mensajes mediáticos y exijan sus derechos; creación de medios libres, alternativos y comunitarios; e igualmente, creación de medios públicos”.

Resalta la aprobación de una normativa en comunicación en países como Ecuador, Argentina, Bolivia, Uruguay y Venezuela. La importancia de estas leyes, señala, es que son un mecanismo que permiten garantizar calidad y pluralidad de contenidos y simultáneamente frenan las posturas de comunicadores privados y medios que se sienten por encima de la ley.

Sobre los infundios de la derecha internacional en el sentido de que en Venezuela se restringe la libertada de prensa, recuerda una portada en la que aparece una serie de comunicadores con mordazas diciendo que en ese país no hay libertad de expresión. “¿En qué país que no haya la libertad de expresión se permite una portada de esa índole? Eso delata una mentira. Se dice que en Venezuela hay una hegemonía comunicacional –desde el gobierno-. Yo he llevado a un organismo como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pacas de periódicos en donde llaman a manifestaciones para derrocar la ‘dictadura’. ¿Qué dictadura permite eso? Un periodista que declara públicamente que no hay libertad de expresión está demostrando que si la hay. Esa es la paradoja que enfrentan muchos de nuestros países”. Recordó además que en Venezuela más del 65% de los medios son férreos opositores al gobierno bolivariano.




Sobre la realidad política y económica venezolana, el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, dialogó en Quito con Britto García.

-       Sorprende que después de 16 años de gobierno chavista y tras una guerra mediática, económica y política sin cuartel como la que enfrenta el gobierno de Nicolás Maduro, las elecciones internas del partido Socialista Unido Venezolano del pasado mes de junio hayan sido todo un éxito que al obtener 3.200.000 votos. ¿Usted a qué atribuye ese éxito?

-       Evidentemente hay una formación de coincidencia en el pueblo. Hay que decir que esas elecciones internas no estaban solo reservadas a militantes del partido Socialista Unido de Venezuela, carnetizados, sino a la población en general y es un respaldo bien interesante así como una muestra de que en Venezuela hay una participación política muy resaltante. Destacaba recientemente Ignacio Ramonet que en la mayoría de los procesos progresistas que se han emprendido en América Latina han perdurado a pesar de las muertes de sus dirigentes máximos, como en los casos de Néstor Kirchner y Hugo Chávez. Eso se debe en parte a que han ido poco a poco manejando los medios de comunicación frente a los cuales estaban indefensos, mediante la puesta en marcha de una serie de recursos.  Primero leyes de telecomunicaciones, creación de emisoras de servicio público y emisoras alternativas libres y comunitarias, educación de los usuarios y en líneas generales ampliación de la participación de los pueblos dentro del fenómeno de la comunicación que antes estaba reservado a los propietarios de los grandes medios y a los grandes anunciantes que eran los únicos que emitían en nuestros países. Ahora hay un gran sector que tiene también una participación a partir de un conjunto de medios que se han tenido que crear de manera especial para eso, porque los medios tradicionales siguen transmitiendo el mensaje de la asociación de empresarios, de los medios patronales y de los grandes anunciantes.

-       ¿Considera que en Venezuela se ha generado hegemonía desde el punto de vista del concepto de Antonio Gramsci y por eso es que está avanzando la Revolución Bolivariana, no obstante los distintos embates?


-       Sí, yo tendría que distinguir entre dos categorías de hegemonía. Sí vamos a hablar de hegemonía en la posesión de medios de comunicación, el sector conservador y los gremios patronales tienen una hegemonía apabullante, tienen algo así como un centenar de televisoras contra unas cinco o seis emisoras de servicio público. Tienen también alrededor de un centenar de cotidianos contra unos cinco que no están decididamente contra el proceso bolivariano. Es decir, en ese sentido ellos son mayoría de cien contra cinco, o cien contra seis. Ahora, cómo se explica que el bolivarianismo siga teniendo el favor de las masas. Yo diría por el mensaje, la hegemonía comunicacional de bolivarianismo está en el mensaje. El mensaje conservador de la oposición es de discriminación social, de desprecio hacia el pueblo y de género.  Llaman al pueblo mono, bestia, dientes, porque dicen que tiene nada más dos dientes y así esperan que el pueblo adhiera a ellos. También discriminación de género.  Hay manifestaciones terribles de machismo contra la mujer, hubo una protesta porque se estableció últimamente que la mitad de las candidaturas debe ser masculina y la otra femenina. La oposición rechazó eso pero de manera furiosa y todavía está protestando. El mensaje del bolivarianismo es de inversión social; es de que el gasto público tiene que estar dirigido a las necesidades fundamentales del pueblo; es un mensaje nacionalista y de integración latinoamericana. Entonces ese mensaje atrae el consenso por más que el otro mensaje sea difundido por una abrumadora concentración de medios no obtiene el consenso, por lo menos hasta ahora no lo ha obtenido. Esto es interesante porque en Venezuela hubo dos experiencias únicas en el mundo. El golpe mediático, el golpe del 2002, fue dado por los medios de comunicación, incomunicaron al presidente, difundieron la falsa noticia de su renuncia, ocultaron todo los movimientos que hacía el pueblo para reclamar el regreso del mandatario que habían elegido, y ese mismo año arrancó un sabotaje petrolero y durante dos meses y medio todos los medios privados se encadenaron minuto tras minuto, hora tras hora, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, únicamente a solicitar el derrocamiento del gobierno legitimo. No transmitieron siquiera mensajes comerciales, todo eran proclamas para derrocar al gobierno legitimo y sin embargo ese lavado de cerebro fracasó. La omnipotencia mediática que profetizaban autores como George Orwell, en el sentido de que bastaría que alguien tuviera un control de los medios para establecer un control absoluto sobre la sociedad, se demostró que no.  En Venezuela esos dos experimentos clave demostraron que la hegemonía de los medios, si bien son muy poderosos y determinantes, no son infalibles ni todo poderosos. El ejemplo de Venezuela no es exclusivo, otros países pueden también seguirlos o tomar iniciativas en ese sentido.

-       Cambiemos de tema. ¿Qué está pasando con el gobierno del presidente Maduro que no ha podido hacerle frente en forma efectiva a la guerra económica, a la especulación de alimentos? ¿No podría el gobierno generar  mecanismo para importar alimentos y los productos de primera necesidad?

-       Lo mismo me pregunto yo y se pregunta una cantidad de venezolanos. Yo he propuesto en múltiples oportunidades que el gobierno asuma la importación de los bienes de consumo básico directamente porque nuestro empresariado es muy poco productivo con honrosas excepciones, entonces lo que hace esencialmente es que le solicita dólares a tarifa preferencial al gobierno para importar bienes y después revende esos bienes que obtuvo a 6,2 bolívares por dólar, a 100 dólares, y a precios absolutamente estrambóticos. Es más, el presidente Maduro reveló que en varios años se perdieron como 60 mil millones de dólares porque empresas de maletín hicieron importaciones fantasmas. Se entregó el dinero y no hicieron nada.  Creo que esa experiencia es tan devastadora que el gobierno debería asumir el tema de importación de los bienes básicos, claro eso es peligroso, puede venir ineficacia, puede haber corrupción, pero peor que lo que ha sucedido no. Ahora esa es meramente una propuesta mía como ciudadano de a pie.  Debe haber desde luego aplicación sin contemplación de toda una serie de estrategias que protejan al consumidor, que fijen los precios máximos, etcétera, pero se está haciendo de una manera muy débil y yo creo que eso es por la voluntad del gobierno de mantener un sistema mixto. Tengo sobre eso una parábola, yo la llamo la parábola de la granja mixta. Un granjero decide hacer una granja mixta,  la mitad de gallinas y la mitad de zorros, a la semana los zorros se han comido a las gallinas y se comen al granjero. En Venezuela está sucediendo algo así. Se conserva una economía especulativa basada en sacar la mayor ventaja contra el prójimo y una economía humanística, socialista, si tú dejas sin mayor protección a esos dos sectores pues es fácil adivinar lo que puede suceder. 

-       El presidente Maduro ha enfrentado en sus dos años de gobierno una cantidad enorme de saboteos y sin tener el liderazgo del comandante Chávez, ha podido hacerles frente. ¿Es un gobierno sólido políticamente?


-       Sí es un gobierno sólido, Maduro llegó al poder con 1.5% de ventaja pero un año después, en las elecciones regionales, el bolivarianismo sacó 11.5 de diferencia, una cosa apabullante. Es un gobierno sólidamente asentado en las bases populares. Maduro ha enfrentado un conjunto de disturbios que fueron ataques terroristas  y que solo ocurrieron en 19 municipios de los 335 que tiene Venezuela, pero que han sido presentados por los medios internacionales como una especie de conmoción nacional. Ahora, desde luego es muy difícil sustituir a un líder como Chávez, pero es que Chávez no era solo él, era su discurso. Lo importante es que durante los gobiernos del bolivarianismo la inversión social ha andado por encima del 65% de todo el gasto público y desde luego esa tendencia continúa ahora. Las misiones, por ejemplo, continúan y han tenido tanto éxito que la oposición después de que se murió Chávez dice que va a continuar estos programas después de que predicaba diariamente el magnicidio, lo trataban de zambo, le decían las cosas más terribles. Por eso yo siempre digo, por qué no se inscriben en el Partido Socialista Unido de Venezuela, si los programas de éste son tan buenos; por qué los dirigentes de la oposición no se afilian allí, si lo que van es a continuarlos. Ahora es evidente que eso que proclama la oposición es falso, porque es esencialmente neoliberal y en caso de que llegara al poder eliminaría todos esos programas.

-       ¿Cómo prevé las elecciones legislativas de diciembre? ¿Cuál es su pronóstico, aunque es difícil ver la bola de cristal pero los 3.200.000 votos de las internas del PSUV pueden dar un indicador?


-       Sí, pueden dar un indicador, ahora hay que señalar que la guerra económica, al desaparecer por ejemplo productos básicos como la leche, la harina de maíz y otras cosas, ha provocado un cierto malestar popular difícil de medir. Sin embargo creo de forma optimista que el bolivarianismo triunfará pero quizá el margen no será demasiado grande, no porque aumente el número de votos de la oposición sino porque muchos bolivarianos se abstendrán como una especie de protesta silenciosa.


Quito, Ecuador.