“EL DESARROLLO DE LAS NACIONES NO ES UN PROBLEMA TÉCNICO SINO DE RELACIONES DE PODER”: RAFAEL CORREA
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Tras señalar que con el neoliberalismo América Latina “perdió su capacidad de pensar” y, al mismo tiempo, precarizó el modo de vida de sus habitantes, el presidente del Ecuador, Rafael Correa Delgado, considera que el “desarrollo de las naciones no es un problema técnico sino de relaciones de poder”.
Así lo explicó durante la presentación de su libro “Ecuador: de banana Republic a la no República” en el marco de
Correa durante un conversatorio que sostuvo con la “camaleónica” política colombiana María Emma Mejía, hoy secretaria ejecutiva de UNASUR, caracterizada por haber pasado por todas las banderías partidistas (desde la derecha hasta la izquierda) y el economista neoliberal Salomón Kalmanovitz, fue categórico en condenar lo que han sido las políticas de libre comercio en el hemisferio latinoamericano y las consecuencias criminales que generaron en su país, Ecuador.
El modelo neoliberal, dijo el mandatario ecuatoriano, busca la competitividad comercial y económica con base en la precarización laboral, el saqueo del Estado y la conversión de la vida humana en mercancía. “Es un modelo perverso impuesto por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que afectó la democracia” en la región y que le hizo perder su capacidad de asombro, señaló.
Se fue lanza en ristre contra la falsa “autonomía” de los bancos centrales, que en Latinoamérica son dirigidos “por burócratas bastante dependientes”, obsecuentes y genuflexos de los organismos financieros internacionales.
Kalmanovitz, exintegrante de la junta directiva del Banco de
De inmediato, el presidente ecuatoriano fue enfático en señalar que la tan manida autonomía de esos bancos “no se justifica ni ética, ni política, ni económicamente”.
En el caso concreto del Banco Central del Ecuador, gracias a las reformas que ha introducido su gobierno, esta entidad ya no está al servicio de los intereses internacionales y de los banqueros corruptos del Ecuador. Se requirió de un cambio constitucional y de la suficiente voluntad política para dar un vuelco de 180 grados en la política financiera y cambiaria del país.
En la actualidad, es un Banco alternativo al anterior que estaba al servicio de los banqueros y del Fondo Monetario Internacional que ocupaba sus instalaciones sin pagar arriendo. Hoy, en contraste, está al servicio de las organizaciones sociales y de las cooperativas.
Además, se han adoptado una serie de políticas para modernizarlo y de esta manera cumplir a cabalidad una efectiva función social, entre las cuales se destacan la puesta en red con los bancos centrales regionales, la integración al Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), el impulso de mercados virtuales de liquidez para contribuir en forma eficaz al desarrollo social, creando productos orientados a pequeños y medianos inversionistas.
También se recuperó la reserva internacional con cuyos recursos que se canalizan a través de la banca pública, se están financiando proyectos de desarrollo social para amplios sectores del país.
No obstante la dolarización, el gobierno de Correa ejecuta reformas sociales, y por eso, otro de los proyectos en que está comprometido a fondo el Banco Central es el de la reforma agraria, mediante la recuperación del suelo, el mantenimiento de la biodiversidad, el agua, el mejoramiento de infraestructura, para lo cual se requiere amplio acceso al crédito por parte del campesino.
ADIÓS A
El presidente Correa dijo que en su país se está doblando la página de “la triste y negra noche neoliberal”, en que mandatarios venales y fletados por las burocracias internacionales y los banqueros locales como los conservadores Osvaldo Hurtado Larrea (1981-84) y Jamil Mahuad (1998-2000) condonaron deuda privada y confiscaron las cuentas de ahorros de millones de ecuatorianos.
La debacle económica que generaron gobiernos corruptos y neoliberales como los de Hurtado y Mahuad causó que más de dos millones de nacionales hayan tenido que emigrar ocasionando una gran drama humano y familiar.
En la década de los 90 y entrada la de 2000, las remesas de los migrantes y las exportaciones de petróleo fueron los factores que sostenían la economía ecuatoriana. A ello hay que agrega que el gobierno de Mahuad decretó esa camisa de fuerza que es la dolarización de la moneda, quitándole soberanía económica al país.
Correa explica que volver a tener moneda propia ocasionaría grandes traumatismos a la economía ecuatoriana en la actual coyuntura, no obstante propone buscar alternativas para que haya una denominación monetaria a nivel de UNASUR.
También se refirió al rol que en la actualidad cumple
“El universo de la integración no es el andino sino el regional”, pero teniendo en cuenta también que no es solamente el punto de vista comercial el que se impone, como sucedía antes.
La integración, subrayó Correa, tiene que darse ahora desde los ámbitos político, económico, comercial y cultural.
En ese sentido, rechazó de plano porque van contra la integración regional, los tratados de libre comercio (TLC) que se han querido mostrar como fórmulas mágicas para el desarrollo de un país.
Si eso fuera así, agregó, México mostraría niveles de desarrollo aceptables y la experiencia de su tratado comercial con Estados Unidos y México muestra resultados deplorables.
Dijo que el libre comercio es un engaño, pues los países antes de abrir sus economías deben lograr desarrollo industrial y tecnológico para poder competir en mínimas condiciones.
Kalmanovitz, defensor a ultranza del libre comercio, buscó rebatir a Correa poniéndole como ejemplo de desarrollo fórmulas neoliberales, a Chile, cuyo modelo se impuso a comienzos de la década de los 70 a sangre y fuego con la dictadura de Pinochet.
El primer mandatario ecuatoriano pulverizó el argumento del economista neoliberal colombiano al señalar que Chile se ha caracterizado en América Latina por tener uno de los mejores sistemas educativos que es la clave para generar tecnología y productividad. “Esa es la clave y nos los TLC”, remarcó.
Pero además, enfatizó su argumento señalando que a través de la sobredevaluación del peso ha sustentado Chile su economía y lo que muestra este país austral después de casi cuatro décadas de neoliberalismo es uno de los índices de más desigualdad social del continente.
ATPDEA, INSTRUMENTO DE PRESIÓN DE E.U.
Se refirió también a las preferencias arancelarias que otorga Estados Unidos a los países andinos por su contribución a la lucha antidrogas.
El ATPDEA (por sus siglas en inglés) “se convirtió en un instrumento de presión” de Washington, que en el caso ecuatoriano significa menos de 30 millones de dólares que perfectamente puede cubrir el país.
Con este instrumento, dijo Correa, se amenaza, pues el gobierno norteamericano en forma reiterada envía el mensaje: “si no se portan bien no se renuevan las preferencias arancelarias”.
DERROTAR LAS ÉLITES CORRUPTAS
Finalmente, dijo que el desafío de las fuerzas progresistas y de izquierda de los países latinoamericanos es derrotar a las élites corruptas que han mantenido a sus pueblos en el atraso, la ignorancia y la pobreza.
Se trata, explicó Correa, de “cambiar las relaciones de poder” en aras de construir “un Estado para las grandes mayorías populares”.
Bogotá, mayo de 2011.
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