lunes, 9 de mayo de 2016

EUROPA

ENTREVISTA CON ASIER ALTUNA, REPRESENTANTE PARA AMÉRICA LATINA DEL PARTIDO VASCO SORTU

“ANTE OBSTINACIÓN DE ESPAÑA DE CERRARSE AL DIÁLOGO, A CATALUÑA Y EL PAÍS VASCO NO LES QUEDA MÁS QUE CONTINUAR AVANZANDO UNILATERALMENTE PARA LOGRAR SU INDEPENDENCIA”



POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ

Si bien en la actual coyuntura política española uno de los temas que acapara la atención es la pretensión de Cataluña de buscar su independencia, otra comunidad autónoma como el País Vasco históricamente ha luchado por ese mismo propósito, pero a diferencia de la primera, recorriendo un proceso violento a través de la lucha armada protagonizada por ETA, cuyo accionar se remonta a 1958, en plena dictadura franquista, y que aún hoy no obstante su anuncio de desmovilización, sigue teniendo consecuencias en el devenir histórico de la nación ibérica.

La confrontación armada entre ETA y el Estado español, así como el enfrentamiento político de los sectores políticos independentistas vascos con el gobierno de Madrid han producido profundas heridas que están lejos de restañar. Los diversos sectores políticos que abogan por la independencia del País Vasco han sido constantemente ilegalizados bajo la sospecha de ser parte de la estrategia etarra, al tiempo que más de un millar de sus líderes han sido víctimas de violación de derechos humanos por parte del Reino de España.

La derecha española hoy representada tanto en el neofranquista Partido Popular que lideran los impresentables Mariano Rajoy y José María Aznar, como el mal llamado Partido “Socialista” Obrero del experto cabildante de transnacionales de dudosa representación, el expresidente Felipe González, aún siguen manteniendo su obstinada oposición a abrir un espacio de diálogo y negociación con Cataluña y el País Vasco para enfrentar el espinoso tema de su proceso de secesión.

La respuesta del falleciente bipartidismo español que se inauguró con la transición a raíz de la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 ha sido la amenaza, la aplicación del inciso y del artículo constitucional, la estigmatización y hasta la vía militar para amedrentar a los sectores que en esas nacionalidades con identidades culturales arraigadas vienen proclamando la necesidad de luchar por su independencia.

Asier Altuna Epelde, perseguido político del gobierno español, estigmatizado por pertenecer a organizaciones políticas independentistas vascas como Batasuna, es el representante del partido Sortu (nacer o surgir en euskera) para América Latina, estuvo recientemente en Bogotá participando del seminario internacional sobre los avances del proceso de paz en Colombia, organizado por el Foro de Sao Paulo, y el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, dialogó con él sobre el complejo tema de la causa independentista de dos nacionalidades que buscan romper con el reino de los Borbones.

EL ESTADO ESPAÑOL DOMINADO POR LA DERECHA, LE TIENE MIEDO A LA DEMOCRACIA



-       Los sectores progresistas del País Vasco definitivamente no han reconocido la Constitución española de 1978. ¿Por qué?

-       No la ha reconocido el movimiento independentista que era en su momento el Movimiento Nacional Vasco, todos los otros sectores políticos aceptaron la Constitución que concibió lo que luego fue el estatuto de las autonomías. Hay que recordar que en el 78 había mucha tensión por la reciente muerte de Franco, había mucho ruido de sables y bueno algunos eligieron la lectura de que a partir de que lo que nos daba el Estado podríamos seguir consiguiendo más competencias para llegar a nuestra independencia. Eso se ha visto que no es así, el Partido Nacionalista Vasco (de derecha) fue el que negoció en Madrid las transferencias de lo que es el Estatuto de Autonomía Vasco y todavía no están todas dadas. 

-       En concreto, ¿buena parte o la mayoría del País Vasco sí apoya la Constitución y el reino de España?

-       No. La Constitución sí, pero el referéndum en que se buscaba aprobarla por vía popular salió que no. El resultado fue entre el no y la abstención política. Fue una abstención política a la que llamó el Partido Nacionalista Vasco de derechas. Venia de decir que ellos estaban con el Estatuto de Autonomía pero no apoyaban del todo la Constitución. De esa manera fueron a la abstención que junto con el No a la Constitución obtuvo el 50% en el País Vasco. En ese sentido curiosamente ocurrió lo mismo en Cataluña, en todas las demás autonomías se aprobó la Constitución española.

-       ¿Ustedes en que sustentan la secesión del País Vasco?  ¿Si bien son un pueblo milenario muy diferente a la identidad cultural española, por qué buscan la independencia?

-       Nosotros somos un pueblo que se define por su lengua que es el Euskera. Euskal Erria es el pueblo que habla la lengua vasca. Entonces la lengua vasca por subsistencia en esta globalización absorbe a las lenguas minoritarias. Es una cuestión de supervivencia en cuanto a la cultura, a la idiosincrasia y la lengua vasca. Por otro lado, porque entendemos que hay una mayoría social amplia en el País Vasco que prefiere la independencia, cree que con ella va a vivir mejor que siendo parte del Estado español. Nosotros queremos que sea reconocido ese derecho y el Estado español en nuestro criterio tuvo la opción real de aprobar, no sé si tenía que ser en la Constitución, un artículo que reconociera el derecho de autodeterminación, o por lo menos un mecanismo que lo garantizara  para que no pase lo que está ocurriendo en Cataluña que hasta una consulta popular ha sido ilegalizada por el Tribunal Constitucional español. Eso da a entender el carácter antidemocrático del Estado español, el miedo que le tiene a la democracia, a que se pronuncie el pueblo. Porque el Estado español de 1978 fue una trampa en sí mismo y fue auto-engañarse. Es decir, para no reconocer las naciones históricas de Galicia, Cataluña y el País Vasco, hizo 17 autonomías, 17 estatutos de autonomía, cuando por ejemplo, Murcia no tenía ningún reconocimiento nacional o identitario. Sin embargo hizo eso que es un derroche económico aunque han conseguido su objetivo que era desactivar esa conciencia nacional que había de las naciones históricas.  Entonces, para nosotros la Constitución en ese sentido es una aberración, después de estar luchando contra el franquismo por 30 años, porque los vascos también aportamos a la caída de esa dictadura, resulta que el Estado español nos dio a espalda y al pueblo catalán también.

-       Dentro del proceso de lucha por la independencia del País Vasco ha habido experiencias institucionales muy interesantes como por ejemplo el Plan Ibarretxe. ¿Por qué fracasó?

-       El Plan Ibarretxe viene de un contexto muy concreto, se presenta después del segundo proceso de negociación que se da entre 1997/98.  Ahí se articula un frente nacionalista y nos presentamos como Herri Batasuna (Unidad Popular en euskera). Era el movimiento independentista junto con otros partidos y sindicatos todos unidos por una misma reivindicación, nos presentamos ante Madrid reclamando que queremos el derecho de autodeterminación y además que queremos decidir nuestro futuro. Ahí ya se hace la lectura de que la Constitución española en el País Vasco no da más de sí y hay que abrir un proceso democrático en ese sentido, nos presentamos con una plataforma de izquierda y tuvimos muy buenos resultados. Esa disputa por la hegemonía que se estaba dando en el mismo proceso de superación de conflicto entre la izquierda vasca y la derecha nos permite ir subiendo. Frente a ello hacen una regulación e intentan frenar el proceso de negociación de paz que se estaba llevando a cabo y ante ese momento ETA rompe la tregua. La  sociedad vasca no entendió esa ruptura de la tregua, entonces el lehendakari (presidente del gobierno vasco), Juan José  Ibarretxe, presenta lo que se conoció como el Plan Ibarretxe que era como el estatus que tiene Puerto Rico. Ibarretxe plantea un Estado asociado vasco y ahí le da toda una parafernalia de reconocimiento. En el preámbulo plantea que hay que reconocer al País Vasco como nación y aunque nosotros no estábamos de acuerdo con muchos aspectos de su contenido porque entendíamos que en un escenario de esas características teníamos fuerzas suficientes para seguir avanzando, apoyábamos ese plan. Quiero decir, no nos podíamos conformar con un Estado libre asociado, teníamos era que hacer un ejercicio democrático y que el pueblo decidiera cuál es el proyecto más atractivo. El derechista Partido Nacionalista Vasco defendía el Estado libre asociado; nosotros la independencia; el Partido Socialista, un Estado federal; y el conservador Partido Popular un Estado centralista. Esos serían los cuatro proyectos que cada partido defendía ante la sociedad y para nosotros lo más democrático era la decisión mayoritaria del pueblo vasco. Ibarretxe aprovecha la ruptura de la tregua y todo el adelanto electoral que a nosotros nos supuso un desgaste muy grande porque pasamos de tener 13 parlamentarios a 7, la sociedad vasca entendió que la ruptura de la tregua había sido culpa de la izquierda independentista y pagamos muy duro.

-       ¿Y fue así?

-       No, para nosotros no fue así. En nuestro concepto fue que el Partido Nacionalista Vasco se asustó de los resultados que habíamos obtenido en las elecciones europeas y reculó para intentar crear nuevas condiciones y de esta manera mantener su hegemonía. Pero bueno, la sociedad entendió que esa ruptura no tenía por qué darse y ese fue el castigo. Ibarretxe creó toda una ofensiva, obtuvo 600.000 votos, es el máximo histórico que se ha conseguido en el País Vasco, si no me equivoco hubo una participación del 73% y la sociedad polarizando el debate. Por su parte, el Partido Popular y el Partido Socialista formaron el frente constitucionalista, los dos unidos, y eso todavía polarizó aún más, entonces los grandes perdedores de esa contienda fuimos nosotros. Aunque Ibarretxe tenía el respaldo de muchos votos terminó quedando solo en su partido que no apoyó su propuesta, pues el Partido Nacionalista Vasco tenía otros intereses, ellos querían negociar con Madrid. Aun así, Ibarretxe siguió con su trayectoria, con su plan y ya cuando acabó la legislatura se fue a casa.

-       Tras ese recuente, ¿se puede colegir que el fenómeno ETA ha sido un elemento perturbador para el proceso independentista?

-       Yo creo que ETA tiene por lo menos tres fases. Una es la época de la dictadura franquista, donde nace, ahí tiene un caladero, porque en la dictadura hablar el Euskera era prohibido en las calles. El Euskera se ha recuperado gracias al impulso que dio en su momento ETA y todo el movimiento popular que empezaron a generar escuelas nocturnas para la recuperación del idioma, de ahí pasó a la actividad armada, hizo golpes muy importantes como el atentado mortal al presidente del gobierno español Luis Carrero Blanco en 1973. ETA tenía en su seno el mayor número de atentados contra militares de alto rango en el ejército español. Luego de la transición  ahí hay dos ETAs: una militar y otra político-militar. La ETA político militar acaba su trayectoria a mediados de los 80 y queda solo ETA militar, y ya en 1989 cuando se da el proceso de negociación de Argel se ve que ha tocado el techo en ese sentido. Después de la caída del muro de Berlín, ETA reacomoda su lucha a la defensa de la autodeterminación de lo que es el acuerdo democrático, ahí hay también un desgaste evidente. Hubo una posibilidad real en 1998 de finalizar su actividad y mantener las negociaciones, era la época de los procesos de Sudáfrica e Irlanda. Sin embargo, la dirección general de ETA decidió seguir con la lucha armada, prolongándose otros casi diez años más. A raíz de los atentados del 11S en 2001 ya estaba muy cuestionado la lucha armada y nosotros dentro del movimiento político independentista entendíamos que ETA no sumaba fuerzas sino que restaba. 

-       ¿ETA decide parar y por debajo de cuerda entra en negociaciones con el gobierno español?

-       Sí, hubo negociaciones con el Partido Socialista en 1982. En 1999 se negoció con el Partido Popular. Entre 2006 y 2007 se negoció con el gobierno de Zapatero del Partido Socialista.

-       ¿Pero todo por debajo de cuerda?

-       Públicamente también, en las mesas de negociaciones que hubo tanto en Suiza en 1988 como en Argel en el 89, y en otro país.

-       ¿Hay acuerdos públicos de esas negociaciones?

-       Sí hay acuerdos, los cuales son públicos solo que no se han respetado.

-       ¿No se han respetado por parte de quién?

-       Para ETA siempre ha sido el gobierno y para el gobierno siempre ha sido ETA.

-       ¿En este momento cuál es la situación de ETA?

-       En 2009 se hace un debate y una amplia mayoría de la militancia independentista decide que hay que hacer ese cambio de estrategia, que la lucha armada no tiene sentido en el siglo XXI y hay que encontrar otras vías. ETA hace su propio debate estratégico también y el 17 de octubre de 2011 hace un comunicado público, indica que ya su actividad armada ha finalizado, y en ese sentido no hay vuelta atrás. ETA no va a volver a las armas, no va a ser ETA, quiero decir, si este conflicto perdura y las nuevas generaciones retoman las armas será con otro nombre porque ETA ha decidido que su vida político militar ha acabado ya.

-       A partir de este momento que es crucial porque es la dejación de las armas por parte de ETA, surgen unos movimientos dentro del espectro independentista y entre ellos irrumpe un movimiento como Sortu. Sin embargo el Estado español a todos los movimientos que irrumpen como Sortu los ilegaliza o les pone todas las talanqueras del caso para que no puedan tener presencia ni en el parlamento vasco ni en el Congreso español de los diputados. ¿Cómo se explica esa animadversión del Estado español contra los sectores políticos independentistas vascos?

-       A Sortu no obstante que presenta sus estatutos en regla intenta ilegalizarlo el fiscal general Cándido Conde-Pumpido, del Partido Socialista, que lo lleva a trámite. Al final el Tribunal Constitucional avala que Sortu es un partido legal, que aprueba todos los requisitos, y por tanto no puede ser ilegalizado.  De esta manera, Sortu pasa a ser un partido legal en 2012 e integra lo que es el frente de izquierda EH Bildu con otros tres partidos. Pero en las elecciones municipales de mayo 2011 también se intenta ilegalizar a EH Bildu y el Tribunal Constitucional sostiene que no hay razones para ello. EH Bildu es el que está en el parlamento ahora mismo.

-       ¿Bajo qué pretexto buscan ilegalizar a estos movimientos?

-       Bueno, siempre es igual, siempre es el argumento de que estos sectores políticos hacen parte de la estrategia de ETA y responde a la teoría que ideó el juez Baltasar Garzón en ese sentido: que todo es ETA, en consecuencia todos los que han estado en la cárcel, todos los que han sido electos en cargos públicos de Batasuna, del Partido Comunista, de las Tierras Vascas, de Alkartasuna, todos esos partidos, plataformas electorales, que han sido ilegalizados, todos los que han sido parte de alguno de ellos, absolutamente todos, pasan directamente a estar en la lista negra.

-       ¿Y es “doctrina” de Baltasar Garzón?

Sí, fue Baltasar Garzón quien ideó esta teoría
-       






¿Y se sustenta en qué?

-       Pues que ETA no era solo la lucha armada; ETA tenía todo un conglomerado de partidos políticos y organizaciones sociales, y todo lo que atañe o hace referencia a su ideario político, todo lo que concordaba con independencia y socialismo pasaba directamente a ser estrategia de ETA. Se han dado casos tan kafkianos como el de un anciano de 82 años que era el gerente de la empresa Ekin que editaba el diario Egin, a quien lo condenaron a 8 años de cárcel por ser supuestamente miembro de ETA.


-       ¿Ustedes son conscientes de que en América Latina el juez Baltasar Garzón funge como un jurista progresista?

-       Sí, sí, Garzón es un camaleón. Su paso por el PSOE refleja quién es Garzón. Felipe González durante su gobierno le ofreció ser ministro tanto de Justicia como del Interior, pero se dio cuenta que la egolatría de Garzón le podía hacer sombra, entonces solo le dio una cartera, la de Justicia. Garzón se enojó tanto porque no cumplió la palabra González que salió y volvió otra vez a la Audiencia Nacional y montó todo el sumario sobre los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), responsabilizando al propio gobierno del PSOE. Luego vino la era de José María Aznar y se alió con el Partido Popular generando toda la corriente contra ETA y los sectores políticos independentistas vascos. Cuando Aznar tenía mayoría absoluta en el Congreso de los diputados, se comprometió con la invasión a Irak, aliándose con Bush, hubo roces con Garzón y éste abrió lo que fue el sumario de las víctimas del franquismo. Aznar y el Partido Popular aprovecharon para meterle una denuncia e inhabilitarle, y ahora anda por América Latina dando cátedra de derechos humanos. Pero hay que decir que por delante de Garzón han pasado cientos y cientos de torturados, destrozados, y él siempre ha mirado al otro lado. Él sabe, es consciente de ello, y le pesa mucho porque se enoja cuando le sacan a relucir esta cuestión. Así como la lucha armada ha generado sufrimiento también el gobierno español ojalá reconozca que hay 400 muertos ocasionados por los Gal, más de 150 en movilizaciones y en controles de carretera. Lo que está haciendo ahora el gobierno del PP es montar el relato de vencedores y vencidos según el cual había unos que morían que eran del bando de los constitucionalistas y otros que mataban por matar que eran los independentistas vascos, y eso no es así.

-       Volvamos a los años recientes con la ilegalización de sectores políticos independentistas vascos y el caso del dirigente Arnoldo Otegui. ¿Por qué lo detienen?

-       A Arnoldo Otegi lo detienen en octubre de 2009 cuando hacía parte de la mesa nacional de Batasuna, que es considerado un partido ilegal por el Tribunal de Estrasburgo. Otegui sale a la calle después de cumplir un año de condena por unas declaraciones que hizo cuando cerraron el periódico vasco Imperia, en el que denunció torturas y calificó al rey Juan Carlos como el jefe de los captores. Al salir de la cárcel prácticamente está en la clandestinidad porque no se podíamos hacer asambleas, estábamos ilegalizados todos los integrantes de Batasuna. Él junto con otros compañeros de la dirección nacional fue el que puso este debate en marcha y el cambio de estrategia. El gobierno se dio cuenta de que se estaba generando el fin de un ciclo, se abría un nuevo escenario y para cortocircuitar este cambio de estrategia que se iba a dar en la izquierda independentista detiene a toda la dirección, entre quienes estaban Arnaldo Otegi, Rafa Díaz Vega y  otros cinco compañeros que han estados 6 años en la cárcel. En el caso de Otegi 6 años y medio. Toda esta operación la hace Garzón.

-       Sin embargo la derecha española representada en lo que va quedando del mal llamado Partido Socialista y el ultraconservador Partido Popular le respondieron al líder de Podemos, Pablo Iglesias, cuando saludó la liberación de Otegi, que en España no hay presos políticos…

-       Pero no solo Otegi ha sido preso político. Cuando idearon la teoría de que toda expresión independentistas vasca es ETA y se da la ruptura del acuerdo entre los años 2007 y 2008 hubo trecientos detenidos que no eran de ETA, eran miembros del movimiento juvenil, de movimientos sociales, eran integrantes de la dirección de Batasuna. La lectura que hacían era que como era ilegalizado y bajo la acusación de ser un apéndice de ETA todos quienes hacían parte pasaban a ser de ETA, pero eso no era real, entonces del colectivo de presos que llegó a un máximo de casi 800 presos, más de 350, casi la mitad, eran por motivación política, no porque portaban armas o por acciones violentas.

-       ¿Eso quiere decir que la derecha bipartidista española (el PP y el PSOE) ha estigmatizado todo lo que fuera independentismo en el País Vasco?

-       En el País Vasco y ahora lo estamos viendo en Cataluña también.

-       El desarrollo de los acontecimientos que han girado en los últimos dos años en torno del proceso de independencia de Cataluña, ha sido indudablemente un estímulo para el País Vasco, que por el momento no ha generado acciones en el mismo sentido, pero sobre esta situación coligen propósitos similares.  ¿Cuál es la lectura que hacen los sectores independentistas vascos respecto de hacia dónde van estas dos nacionalidades? ¿Definitivamente esto camina hacia la desvertebración de España por parte de Cataluña y el País Vasco?

-       Europa siempre había tenido una máximo que era no entrar en temas territoriales. Pero tras la experiencia de Kosovo que obtuvo el reconocimiento por parte de Estados Unidos de manera unilateral lo que hizo fue abrir la caja de Pandora en Europa y esto da pie a que movimientos nacionalistas y movimientos soberanistas tanto en Bélgica, en Escocia, en el Reino Unido, en Córcega, en Francia, Cataluña y el País Vasco en el Estado español se empiecen a articular, a florecer otra vez ese movimiento independentista que estaba apagado en los 90, además está el hecho de que se han creado hasta 20 nuevos Estados con la caída de la Unión Soviética, como Lituania, Letonia, Estonia, todos los que se han incorporado a la Unión Europea. Cuando se da el nuevo Estado de Kosovo se abre un debate en ese sentido y para nosotros es una gran experiencia el tema de referéndum en Escocia porque el Reino Unido le dio una lección democrática al Estado español sin parangón, porque el Reino Unido no se atrevió a negociar, a dialogar con el gobierno escocés sino que decidió poner la pregunta sobre la mesa y luego que cada uno defienda lo suyo. Cataluña aprovecha esa misma ola de sentimiento y de debate que había en la agenda europea de crear nuevos Estados, porque además la crisis económica todavía ahonda más el hecho de que al ser un Estado pequeño es mucho más fácil de gestionar y de repartir la riqueza. Los catalanes aprovechan la ola de Escocia para poner en marcha su propia dinámica independentista y lo que se encuentran es con un Estado español cerrado a la banda que no permite ni hacer la consulta. No hubo referéndum vinculatorio sino una consulta y la ilegalizan, además amenazan que van a sacar los tanques si la lleva a cabo. Ante esas amenazas toda Cataluña desobedece, hace la consulta y gana casi el 60% de la población que va a votar en una amplia mayoría a favor de la independencia y tiene legitimidad democrática en ese sentido. Es el aval del pueblo que le da la posibilidad de seguir avanzando y notros decimos que aquí también en el País Vasco la única manera que nos queda es continuar avanzando de manera unilateral por la independencia, porque si tenemos un Estado que no quiere dialogar, no quiere llegar a acuerdos, no quiere cerrar el ciclo de lo que ha sido el conflicto armado, ¿para qué necesitamos ese Estado? ¿Qué es lo que nos aporta a nosotros el Estado español? En este momento que se vive una crisis económica, un ajuste brutal, con casi 6 millones de parados, el Estado español es un lastre. Si bien somos solidarios con el pueblo nosotros le decimos al gobierno español que sea democrático y reconozca que puede haber un referéndum aunque no esté en la Constitución porque el pueblo así lo avala y lo desea. Esta  profunda crisis institucional y territorial que vive España no se supera mirando para el otro lado como está haciendo Mariano Rajoy, quien se ha limitado a decir que la Constitución impide seguir por esa vía y por lo tanto va a aplicarla al pie de la letra. ¿Es que acaso no se puede reformar la Constitución? ¿Por qué no se puede renovarla, porque lo dice el Partido Popular? Si no hay propuestas, si no hay alternativas, si no hay ofertas, si no hay nada por parte del gobierno español lo que nos queda es seguir haciendo nuestra propia vía. Siempre hemos dicho que estaremos dispuestos a dialogar pero para nosotros un Estado Vasco es factible porque estamos convencidos de que los vascos vivirían mucho mejor dentro de un Estado propio, identitario, que dentro de lo que es el Estado español.



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