miércoles, 20 de abril de 2011

COLOMBIA


ENTREVISTA CON EL POLITÓLOGO COLOMBIANO RICARDO SÁNCHEZ ÁNGEL


GOBIERNO DE SANTOS NO ES MÁS QUE UNA OPERACIÓN DE COSMETOLOGÍA MEDIÁTICA PARA QUE MODELO ELITISTA DEL GRAN CAPITAL CONTINÚE SU HEGEMONÍA


POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ


Crítico tanto del gobierno de la derecha plutocrática de Juan Manuel Santos como del experimento de la unidad de la izquierda colombiana que encarna el Polo Democrático Alternativo, el politólogo y filósofo Ricardo Sánchez Ángel, quien participó del VII Seminario Internacional Marx Vive, América Latina en Disputa, sostuvo un diálogo franco y contundente con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net.


LA POLÍTICA DE MODULACIONES DEL GOBIERNO SANTOS


Sobre la coyuntura colombiana dijo que el gobierno de Santos se caracteriza por una serie de modulaciones que constituyen una decisión de superar problemas acuciantes para la burguesía. “Pero son eso, modulaciones y no virajes sustanciales. En política exterior, las relaciones de servidumbre voluntaria con los Estados Unidos se mantienen”, expresó


“Colombia es el país más desigual del continente, el de mayor tasa de desempleo, con México, el más violento, el más sumiso a los Estados Unidos, el de mayor consolidación de las derechas. El país de la mayor contrarreforma agraria del mundo, a sangre y fuego, el de la Seguridad Democrática y del Estado policía”.


GUSTAVO PETRO Y SU TRAICIÓN A LA IZQUIERDA


Abogado, doctor en Historia con maestría en Filosofía, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia, autor de diversos libros y ensayos, Sánchez Ángel fue premonitorio al señalar mediante una declaración que emitió e 29 de septiembre de 2009 el peligro que constituiría para el Polo Democrático Alternativo la candidatura presidencial de un dirigente de la catadura de Gustavo Petro Urrego.


Aunque en un principio varios sectores del Polo prefirieron mirar para otro lado y no escuchar las advertencias de Sánchez Ángel, el tiempo le terminó dando la razón.


OBJECIÓN DE CONCIENCIA


Para explicar porque no votaría por Petro, aunque sin excluirse del Polo, este analista político redactó una constancia para la historia de la izquierda que tituló “Una objeción de conciencia”, cuyos principales apartes señalaban:


Los medios masivos, televisión, radio y los diarios, inflaron al candidato Gustavo Petro, lo adornaron de moderado, sensato, de izquierda moderna. En fin, mostraron que el personaje está listo, lo suficientemente domesticado, procapitalista, pro TLC y pro bases, partidario del señor Presidente contra Hugo Chávez, afirmando que este gobierno y su Presidente son legítimos y que la salida a la confrontación armada es la receta de la seguridad democrática. La oposición de este candidato es de mentiras, de uribismo sin Uribe.


El Polo es un partido que vive la hora decisiva: O se deja arrinconar por una votación precaria, manipulada, donde la derecha metió las manos anunciando groseramente su voto por Petro o mantiene mayoritariamente la vocación y programa de izquierda democrática.


El Polo corre el riesgo de que a sombrerazos le cambien su razón de ser, lo endosen a una montonera con figuras y movimientos que buscan un provecho personalista. Está sometido a que una nueva dirección inescrupulosa organice las listas a las corporaciones públicas excluyendo a las izquierdas.


Pero, es también la hora de la autocrítica. Las mayorías del partido fueron complacientes con una política amorfa, sin fronteras definidas en lo programático y político, en las actuaciones y compromisos. Se involucró al partido en la mecánica clientelista e indoctrinaria.


La mayoría de la bancada parlamentaria en el Senado acompañó a Gustavo Petro, salvo la excepción coherente de Jorge Robledo y Gloria Inés Ramírez, en la nefanda componenda y capitulación de todo criterio democrático en la elección del Procurador Alejandro Ordóñez. Con este personaje se aplica a la perfección el decir bíblico: “Por sus obras los conoceréis”.


Gustavo Petro es calumniador de la izquierda, lo hizo hasta la saciedad con la noble figura de Carlos Gaviria que nos representaba con solvencia intelectual y política. Mientras es y será complaciente con los intereses y privilegios de los poderosos, los grandes financieros y terratenientes.


Frente a las mafias del narcotráfico la posición de Petro la precisó mi colega, el jurista Rodolfo Arango: “Las propuestas son diametralmente diferentes, especialmente en un partido con la diversidad y el pluralismo del Polo. Mientras Petro luego de valientes debates ofrece perdón a parapolíticos, paramilitares y guerrilleros a condición de que devuelvan el poder y las tierras, Carlos Gaviria ofrece justicia a las víctimas y respeto al Estado de Derecho. Llama la atención que el procurador Ordóñez, ampliamente votado en el Congreso, busque la nulidad de los procesos judiciales reasumidos por la honorable Corte Suprema de Justicia contra los congresistas con vínculos paramilitares que renunciaron al fuero. Coincide así el ultraconservador Catón con la propuesta petrista de “hacerles pasito” a parapolíticos que posiblemente integraron el aparato organizado de poder” (El Espectador, 24-09-09).


Mi postura como ciudadano partidario del Polo Democrático Alternativo que no ostenta ningún puesto directivo es la de ejercer mi objeción de conciencia ante la pretensión presidencial de Gustavo Petro. No obedezco, ni votaré, ni me excluiré del Polo.


EL DILEMA SIGUE SIENDO SOCIALISMO O BARBARIE


La siguiente es la entrevista con Ricardo Sánchez Ángel.


- ¿En América Latina hay elementos teóricos y prácticos que posibiliten avizorar la construcción de un proceso socialista?


- Se tiene que reconocer el socialismo como elaboración de la experiencia histórica raizal de los pueblos, de la clase trabajadora, indígena, afrodescendiente, mestiza, artesanal, proletaria. Tiene una larguísima tradición en nuestro continente, muy rica, muy elaborada. Y se van produciendo cambios en la conciencia de los protagonistas. Sujeto histórico y sujeto político en términos tradicionales ha hecho crisis porque estaba centrado más en aparatos partidarios y en la burocracia. Ha hecho crisis porque la burocracia es una gran catástrofe histórica para el movimiento trabajador tanto en la experiencia soviética, china, como en la experiencia de los partidos socialdemócratas. La crisis no es tanto del imaginario socialista que está ligado a la cultura, a las tradiciones, a la dignidad por superar la explotación capitalismo, sino es del estalinismo y de la socialdemocracia, de los modelos que engatusaron la conciencia de los trabajadores, usurparon y llevaron a la “sin salida”, entre comillas porque sí hay salida. El dilema sigue siendo como en los viejos tiempos de Rosa Luxemburgo y de Carlos Marx: socialismo o barbarie. Un socialismo que no sea ni copia ni calco como decía Orlando Fals Borda citando a Mariátegui.


- ¿Retomando a Rosa Luxemburgo hay que luchar entonces por democracia y socialismo?


- No, no hay democracia sin socialismo, no hay socialismo sin democracia, es decir, la forma económico-social tiene que tener una articulación con formas políticas de ejercicio del poder de los protagonistas directos, del quehacer político y social que son los trabajadores. Las crisis actuales tienen que ser enfrentadas con la movilización de la clase trabajadora, la acción revolucionaria como praxis sociocultural que rescate el programa de transición hacia el socialismo liberador.


- ¿Pero como se da toda esta concepción teórica en la práctica política de nuestros pueblos?


- En la práctica es que hay que crear, recrear y apoyar formas comunitarias existentes, formas de lucha tradicional, formas nuevas que se crean todos los días por los jóvenes, procesos unitarios, debates políticos sobre los contenidos del socialismo, no hay fórmula, no hay líneas; hay diálogo permanente, y el programa es sólo una guía en construcción permanente, crítica permanente, rectificación permanente.


- ¿Y frente a los gobiernos progresistas?


- Apoyarlos y criticarlos.


- ¿En el caso colombiano las luchas y la resistencia sociales no están reducidas ante los embates, la estigmatización y la criminalización de la derecha recalcitrante hoy representada en el gobierno de Santos?


- Pero si hay clarificación programática en el debate los movimientos sociales, el movimiento trabajador y la propia izquierda política que está confundida por la experiencia del Polo va a encontrar alternativa, no puede dejarse confundir por lo que yo he denominado gatopardismo del gobierno de Santos: que todo cambie para que todo siga igual, como en la novela de Lampedusa. Una operación de cosmetología mediática para que el modelo clasista y elitista del gran capital continúe su hegemonía.


- Pero cual confusión en el Polo Democrático Alternativo, cuando uno ve a las bases de este partido prácticamente intactas y a su Comité Ejecutivo Nacional buscando solventar las dificultades. ¿A qué denomina usted confusión de este partido de izquierda?


- En el sentido en que la dirección del Polo no ha asumido un programa político, está enredado en una disputa burocrática y en un fraccionamiento que le ha quitado y le ha menguado, y creo que la unidad actual de las mayorías es ficticia. Creo que el Polo evolucionó mal.


- ¿En su concepto, el Polo puede asimilarse al Frente Amplio del Uruguay en el sentido de que es una unidad de unidades políticas?


- No creo que sean comparables las dos experiencias. El Polo es lo que estamos viviendo, una agrupación que está construida sobre una base muy difícil y deleznable que ha hecho crisis. Su candidato presidencial en las elecciones de 2010, Gustavo Petro hace rato se había colocado por fuera del Polo siguiendo una política falsamente unitaria. La dirección del Polo tiene una responsabilidad histórica enorme, le hizo el juego todo el tiempo, no puede lavarse las manos. Petro fue apoyado por esta mayoría y no debió ser apoyado. Él había anunciado su guerra a muerte al Polo.


- En ese sentido usted lo señaló cuando Petro ganó la consulta interna en septiembre de 2009 a Carlos Gaviria…


- Claro, y por escrito y todo, sí señor.

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