ENTREVISTA A MERCEDES MARCÓ DEL PONT, PRESIDENTA DEL BANCO
CENTRAL DE ARGENTINA
“BANCA CENTRAL EN AMÉRICA LATINA
TIENE QUE SER INSTRUMENTO PARA PROFUNDIZAR INDUSTRIALIZACIÓN E INCLUSIÓN SOCIAL”
POR FERNANDO
ARELLANO ORTIZ
Buenos Aires
La banca central en América Latina debe
dejar de ser una instancia de simple observación para convertirse en
protagonista esencial en el proceso de impulso de industrialización e inclusión
social, sostuvo Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco Central de Argentina,
durante la conferencia que dictó en el marco del VI Encuentro Internacional de
Economía Política y Derechos Humanos organizado por el Centro de Estudios
Económicos y Monitoreo de las Políticas Públicas (CEMoP) de la Universidad Popular
Madres de Plaza de Mayo que tuvo lugar entre el 4 y 6 de octubre en Buenos
Aires.
Marcó del Pont relievó la reforma de la Carta Orgánica de la
institución bancaria que dirige desde febrero de 2010, la cual fue aprobada por
el Congreso en marzo de 2012 por iniciativa del gobierno de la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner, y sostuvo que la misma constituye “un cambio
cultural” que concilia estabilidad financiera y protección del empleo sin
descuidar la inflación.
Dicha reforma ha
significado, según sus propias palabras, “pasar de un objetivo único a un
objetivo múltiple: nos habilita para tener una serie de instrumentos que nos
permite profundizar en el proceso de industrialización e inclusión social”.
Desestimó las críticas sobre el riesgo inflacionario
que genera la emisión por parte del Banco Central para gasto público. “No es
necesariamente cierto que genere inflación, porque depende del destino de esos
fondos, y este Gobierno lo utiliza para inversión”, explicó.
La inflación, recalcó, “no responde a una emisión
descontrolada de pesos, sino como derivado de una puja por la distribución de
la riqueza inédita para la región”. También auguró que la crisis internacional
“será larga” y que la economía argentina “crecerá bastante menos que el año
pasado”.
SE PREFIERE SALVAR A LOS
BANCOS QUE A LOS CIUDADANOS
Sobre la crisis económica que vive Europa y Estados
Unidos, Marcó del Pont dijo que paradójicamente hoy en el mundo se recetan las
políticas neoliberales que la generaron: ajuste, debilitamiento de la posición
de los trabajadores, reducción del gasto. Todo lo que ocurrió en la década de los
años noventa.
"Estamos viendo una crisis muy grande en el
mundo. Se intenta disimular como pasó en los 90 en la Argentina. El error
que vemos es que en Europa están tratando de salvar a los bancos y no a los
ciudadanos con sus hipotecas y deudas. No saben desde dónde van a volver a
crecer estas economías. No van a poder pagar estas deudas que están contrayendo
disfrazados de salvatajes”.
Criticó, igualmente, el hecho de que esos países
hayan trasladado un problema financiero al Estado y ahora pretendan un ajuste.
CONTROL DE CAPITALES Y
MERCADO INTERNO
Esbozó a grandes rasgos la política de control de
capitales que el gobierno de Cristina Fernández ha adoptado en Argentina que,
entre otros propósitos, tiene el de blindar la economía del país en una época
de crisis.
La industrialización de Argentina, señaló la
presidenta del Banco Central, necesita de un equilibrio de las cuentas
externas, para contar con las divisas que requiere el proceso de sustitución de
importaciones. Recordó que desde 2005 el Gobierno viene adoptando medidas para
detener el ingreso de capitales especulativos, como la regulación de la cuenta
capital. “Pero había que hacer algo con los dólares que se iban al colchón o a
una cuenta corriente dentro del país. El 3,1 por ciento del PIB se iba a
dólares”, explicó.
La necesidad de divisas tiene como correlato blindar
la economía en el actual contexto de crisis. “Vamos a crecer bastante menos que
el año pasado, pero el objetivo es cuidar el mercado interno, el trabajo y el
salario”, precisó.
Calificó de estupendo el nivel de debate que se está
dando en la Argentina ,
por cuanto que “la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central fue volver a
plantear una institución con proyecto de industrialización e inclusión social,
rol que los bancos centrales fueron perdiendo, pero estaban en sus esencias.
Teníamos que dar la discusión sobre la cantidad de dólares que salían del país.
Las divisas se tenían que usar para pagar con dólares, no de una deuda, y sí
con dólares producto de nuestro trabajo y para ahorrar, ahorremos en moneda
nacional como hacen en todos los países."
Advirtió que su país y la región tienen que estar
preparados para crisis largas. Para ello, dijo, “hay que cuidar al mercado
interno, que es el trabajo y el salario. El aumento de los precios se da porque
Argentina ha tenido un incremento en los salarios que no se dieron en ninguna
parte y sobre eso tenemos que trabajar arduamente. El argumento de la inflación
es el que usa la derecha para corrernos pero debemos saber que ellos tienen
como objetivo el ajuste y sabemos que es lo que pasa cuando se dan los ajustes.
Quiero transmitirles tranquilidad. La economía argentina está bien, siempre va
a haber problemas, pero estamos bien", puntualizó.
MODELO ARGENTINO SE
SUSTENTA EN ACUMULACIÓN PRODUCTIVA Y MERCADO INTERNO
Al término
de su disertación en la Universidad Popular Madres de Plaza de
Mayo, el OBSERVATORIO SOCIOPOLÍTICO
LATINOAMERICANO www.cronicon.net,
abordó a Mercedes Marcó del Pont para ahondar sobre estos tópicos que tienen
que ver con el entramado de políticas económicas y sociales que implementadas a
partir de 2003 han transformado sustancialmente la realidad productiva de la Argentina , hasta tal
punto que hoy esta nación constituye un interesante ejemplo de recuperación de
la funesta y triste noche neoliberal a la que fue sometida criminalmente por la
dictadura militar y los gobiernos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, durante más de un cuarto
de siglo.
- Usted ha hablado de que se ha
dado un cambio en el paradigma de acumulación. ¿Qué elementos destacaría en este
cambio de modelo?
- En Argentina claramente vivimos entre
el año 1976 y 2001 un modelo de convertibilidad o modelo de acumulación
sustentado en la valoración financiera y no en la productividad, el cual eclosionó.
Quizás la etapa más paradigmática de ese proceso fue la convertibilidad y es
algo que se da en el quiebre fundamentalmente a partir del año 76 con la
instalación de la dictadura cívico-militar en nuestro país. Lo que ha ocurrido
desde el año 2003 en adelante cuando llega Néstor Kirchner a la Presidencia , es que en
la Argentina
se va a priorizar como base de sustentación de su crecimiento, la acumulación
productiva, el mercado interno. Y si queremos lograr eso necesariamente lo que
tenemos que hacer es que recomponer el
empleo, recomponer el salario y la participación de los trabajadores en la
redistribución del ingreso. A partir de entonces todo lo que se planteó en términos
de negociación con el Fondo Monetario, de cancelación de deuda, de reestructuración
de la misma, ha estado dirigido a volver a crecer, y demostramos cuánto podemos
pagar, no el cien por cien, pero sí prácticamente el 70% de nuestra deuda
externa. El pago al Fondo no se hizo solo por una cuestión financiera o de ahorro
de casi diez mil millones de dólares sino que uno de los propósitos fue el de
sacarnos de encima la condicionalidad para tener grados de libertad que nos
permitiera hacer una política económica soberana.
Básicamente
Argentina ha crecido durante todos estos
nueve años a partir del mercado interno que es la base de sustentación a partir
de la cual nosotros nos insertamos en el resto del mundo a través de las
exportaciones. Fundamentalmente tratando de que cada vez más esas exportaciones
sean industriales y menos materias primas. Esto es un proceso que es mucho más
largo, y ha habido, como bien planteábamos en el Seminario Internacional de la Universidad de Madres
de Plaza de Mayo, un proceso hasta el 76 de absoluta desindustrialización y recomponer
este entramado productivo va a llevar
tiempo, pero se ha avanzado muchísimo. Diría que Argentina es uno de los pocos
casos en América Latina en donde este boom de los precios internacionales de
las materias primas no ha llevado a una mayor reprimerización, porque eso es lo
que puede ocurrir muchas veces y lo que ha pasado con la maldición de los
países que tienen recursos naturales, sino que a partir de la deliberada adhesión
política de avanzar en la industrialización, plantear las políticas de revisión
cambiaria, las políticas monetarias, las políticas financieras, las políticas
de inversión pública que permitieron la reindustrialización de nuestro país.
- Ustedes en Argentina han hecho un
fondo de desendeudamiento, ¿cómo ha sido esa experiencia, cuáles han sido las
consecuencias?
-
Es una decisión que se adopta en el año 2010 en un contexto internacional de
fuerte animosidad contra la Argentina
y las políticas económicas que se toman se reflejan en un elevado riesgo país,
a partir de la ponderación de que estamos haciendo políticas que van a contrapelo
del pensamiento convencional. Argentina es un país que había acumulado muchas reservas
durante todos estos años, y que sigue acumulando muchas reversas, es decir,
utilizamos parte de esas reservas nacionales para cancelar deudas. Este proceso
de desendeudamiento le ha significado a nuestro país que haya reducido fundamentalmente
la dependencia y la exposición en los mercados financieros internacionales. Creo
que esto es muy importante y hoy la Argentina debe en dólares, en moneda extranjera al
sector privado menos del 10% de su producto. Esto es un dato de autonomía
enorme, que justamente nos permite tener capacidad soberana para avanzar en política
de gasto público, de inversión pública y de movilización permanente del mercado
interno.
- No obstante la protesta de la
derecha política argentina por el control de cambios y la restricción de cambio
de dólares, medidas que han sido efectivas, ¿cuáles han sido las consecuencias?
-
En el mes de septiembre, el Banco Central ya tenía vendido cerca de quinientos
millones de dólares, en contraste, el año pasado, en el lapso de tres meses se fueron de la Argentina antes del período
electoral, tres mil quinientos millones de dólares. Esto qué significa. Que se
utilizó además como factor desestabilizador importante, la corrida en contra de
los dólares que el Banco Central tenía en capacidad suficiente como para
conjurar cualquier movida pero que era un sin sentido en un país que necesita y
que no emite dólares, sino que los produce a partir del trabajo y las
exportaciones, utilizar esos dólares para el proceso productivo y no para el atesoramiento
a partir de una historia y una tradición cultural de una parte de los
argentinos con capacidad de ahorro que se volcaran hacia la moneda extranjera.
Pudimos avanzar en este proceso de desdolarización exitosamente porque eso se
ha cortado, y el Banco Central sigue ejecutando un régimen de explotación
administrada que tenemos, evitando la volatilidad del tipo de cambio pero garantizando
también que no haya una apreciación en términos nominales de nuestra moneda que
desproteja al trabajo argentino.
- Sin embargo la derecha califica
de “cepo cambiario” el control de divisas en Argentina. ¿Qué les responde a los
críticos?
-
Es que la medida fue una medida exclusiva sobre la posibilidad de acceder a
dólares para atesoramiento. La
Argentina tiene un mercado único y libre de cambio en donde se concentran todas
las operaciones que tienen que ver con la moneda extranjera. Y hoy la Argentina no tiene
ningún tipo de limitación para realizar todas las transacciones con el resto
del mundo, para eso los países usan los dólares. La disponibilidad de esas
divisas es factor fundamental para garantizar la sustentabilidad del
crecimiento. Entonces creo que lo que hay que entender es lo que el otro día
planteaba la Presidenta Cristina
Fernández, cuando decía que le explicaran porqué están hablando de “cepo”. Si
en la Argentina
ya se operaron y se vendieron ochenta mil millones de dólares en el mercado
único de cambio para hacer todo tipo de transacciones. Lo único que se
condicionó es la posibilidad de que los argentinos ahorremos en una moneda que
no es la que emite la
Argentina. Y que creo que es absolutamente saludable por que
nos lleva a discutir también el rol desestabilizador que ha tenido la fuga de
divisas de los propios argentinos a lo largo de la historia económica de
nuestro país. Pero esto es importante y
hay que tenerlo en cuenta, no hay restricciones, hay regulaciones que
existieron siempre de administración del mercado de cambios, en donde lo único
que se ha condicionado es el atesoramiento en moneda extranjera. El resto de
las operaciones de lo que tiene que ver con la relación de Argentina con el
resto del mundo, ya sea por la cuenta corriente o ya sea por la cuenta de
capital, están absolutamente vigentes.
- La experiencia de Argentina respecto
al manejo de su Banco Central es que
éste si es un instrumento de desarrollo de inclusión social ¿Ese puede ser
finalmente el mensaje para América Latina?
-
El mensaje es que los países en
desarrollo y en particular en América Latina tenemos que volver a discutir el
rol de los bancos centrales porque necesitamos tener la mayor cantidad de
instrumentos a nuestra mano para garantizar la transformación de nuestras
estructuras productivas. Y que la política monetaria, la política cambiaria, la
política financiera son instrumentos esenciales. Nosotros no tenemos un régimen
de metas de inflación en la
Argentina porque creemos que los regímenes de inflación condicionan
la posibilidad. En ese sentido consideramos que lo que ha significado pasar de
un objetivo único como teníamos en nuestra Carta Orgánica del Banco Central a
un objetivo múltiple, nos habilita para tener una serie de instrumentos que nos
permite profundizar en el proceso de industrialización e inclusión social.
Obviamente eso significa también un abordaje alternativo al del pensamiento
convencional a cerca del problema de la estabilidad financiera, a cerca del
problema de la inflación y vincularlo con lo que pasa con la economía real, con
la economía post productiva y con la distribución del ingreso.
Buenos
Aires, noviembre de 2012.
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